Este día llegábamos a Cádiz a las 9 h. a.m. y partiríamos a las 18:00 h. p.m.
Hoy si bajaríamos a la ciudad, y ya no sólo por verla y tomar algo típico de esta bonita ciudad, sino porque teníamos que ir de compra forzosa. Nosotros teníamos que comprar una maleta porque el día del embarque a la bajada del AVE en Barcelona rompí una rueda y para evitar tener que llevarla en peso, os imagináis lo que pesaba, era necesario cambiarla. También nuestros amigos Jaime y Rosa tenía que hacer unas compras urgentes, por lo que quedamos en la salida al puerto a las 10 horas las cuatro parejas, y partimos hacia el Corte Inglés de Cádiz donde hicimos las compras, además aprovechamos el black friday para conseguir buena calidad a buen precio.
Tras la compra nos dirigimos al centro histórico de Cádiz paseando por sus playas, por el entorno de la catedral hasta llegar al mercado donde nos paramos a comer uno riquísimos pescaitos fritos en DKY, unos camarones, unas gambas, etc., y tras esta parada seguimos con el paseo hasta terminar tomando unas tapitas de jamón, queso, etc. en la plaza de San Juan de Dios antes de subir al barco.
Cuando subimos al barco nos fuimos al bufe para terminar de comer alguna cosilla más y tomar café donde todos los días, para después ir a descansar y disfrutar desde nuestro balcón de la salida de la bahía de Cádiz.
Sobre las 19 nos dirigimos como todos los días a tomar la copa de media tarde en el Loft Café y de ahí a cenar, esta noche queríamos ir a las 22:30 a la fiesta Silent Disco en el Atrium, cubierta 5 centro. Fiesta consistente en ponerse unos auriculares que tenían varios canales con distinta música. Y por tanto cada uno bailaba a la música que oía, fue muy divertido ver como cada uno bailaba cosas distintas y a su ritmo sin oírse nada fuera de esos auriculares. Aquí terminamos tomando las últimas copas antes de ir a dormir esta noche nos tocaba a la hora de acostarnos atrasar el reloj una hora, ya íbamos camino de Funchal y entrabamos en el huso horario con respecto a España de una hora menos.
Hoy si bajaríamos a la ciudad, y ya no sólo por verla y tomar algo típico de esta bonita ciudad, sino porque teníamos que ir de compra forzosa. Nosotros teníamos que comprar una maleta porque el día del embarque a la bajada del AVE en Barcelona rompí una rueda y para evitar tener que llevarla en peso, os imagináis lo que pesaba, era necesario cambiarla. También nuestros amigos Jaime y Rosa tenía que hacer unas compras urgentes, por lo que quedamos en la salida al puerto a las 10 horas las cuatro parejas, y partimos hacia el Corte Inglés de Cádiz donde hicimos las compras, además aprovechamos el black friday para conseguir buena calidad a buen precio.
Tras la compra nos dirigimos al centro histórico de Cádiz paseando por sus playas, por el entorno de la catedral hasta llegar al mercado donde nos paramos a comer uno riquísimos pescaitos fritos en DKY, unos camarones, unas gambas, etc., y tras esta parada seguimos con el paseo hasta terminar tomando unas tapitas de jamón, queso, etc. en la plaza de San Juan de Dios antes de subir al barco.
Cuando subimos al barco nos fuimos al bufe para terminar de comer alguna cosilla más y tomar café donde todos los días, para después ir a descansar y disfrutar desde nuestro balcón de la salida de la bahía de Cádiz.
Sobre las 19 nos dirigimos como todos los días a tomar la copa de media tarde en el Loft Café y de ahí a cenar, esta noche queríamos ir a las 22:30 a la fiesta Silent Disco en el Atrium, cubierta 5 centro. Fiesta consistente en ponerse unos auriculares que tenían varios canales con distinta música. Y por tanto cada uno bailaba a la música que oía, fue muy divertido ver como cada uno bailaba cosas distintas y a su ritmo sin oírse nada fuera de esos auriculares. Aquí terminamos tomando las últimas copas antes de ir a dormir esta noche nos tocaba a la hora de acostarnos atrasar el reloj una hora, ya íbamos camino de Funchal y entrabamos en el huso horario con respecto a España de una hora menos.