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27 de agosto
Hoy dia de cambios. Dia de dejar las frescas y solitarias tierras altas y acercarnos a las tierras bíblicas de la Antigua Mesopotamia. Acercarnos a los rios de las antiguas civilizaciones - el Tigris y el Eufrates -.
Desayuno recién preparado en el austero comedor del Hotel Dinc. Desde la ventana del tercer piso echamos unas últimas miradas al Lago Van.
Son poco más de las 8 cuando empezamos viaje. Hoy vamos a seguir dirección Oeste, dirección Bitlis. Pasamos de largo. Estamos impacientes por llegar al destino de hoy.
Y durante más de tres horas estamos circulando por la espectacular carretera que, poco a poco, va descendiendo desde los 1700 metros del Lago Van hasta los 600 de Diyarbakir.
La autovia, como siempre, de 4 cómodos carriles salvo algún pequeño tramo que está aún en obras.
Vamos bajando suavemente por entre la barrera de grandes montañas que rodean el Lago Van. Hasta llegar a las tierras llanas...
Tan solo paramos para comprar agua y para ver unas primitivas salinas procedentes del agua de un rio que baja salado de la montaña. Y, entre plásticos y rudimentarias charcas, grandes montones de sacos llenos de sal que van recogiendo pequeñas camionetas que se detienen junto a la carretera. Uno de los encargados nos dice que se trata de una sal de gran calidad pero no podemos comprobarlo.
Y, sin darnos cuenta, poco antes de mediodia, ya estamos buscando la entrada Sur de Diyarbakir. La vieja carretera que cruza el Tigris y luego sube la empinada cuesta para atravesar las negras Murallas de Diyarbakir
- DIYARBAKIR -
Diyarbakir, la austera, remota, supuesta capital kurda.
Sentiamos una mezcla de atracción y temor cuando pensábamos en Diyarbakir. Muchos viajeros la habían descrito como oscura, pobre, descuidada, inhóspita y peligrosa. Posiblemente hace unos años debió ser así. Ahora es una ciudad renacida, muy cuidada, con sus antiguas y peculiares construcciones muy visitables y con unas gentes que proclaman su estatus kurdo con alegria, sin resentimiento y con mucha hospitalidad. Supongo que se ha hecho un buen trabajo para integrar cómodamente a los kurdos de Diyarbakir. Una muy agradable sorpresa.
Y así, cruzamos las murallas, y muy ilusionados con lo que vamos viendo, llegamos fácilmente a las puertas del
- AMIDA BUTIK OTEL - Edificio claro, luminoso, con una preciosa habitación y muy céntrico. Justo en la calle que va de este a oeste del casco antiguo.
Sonriente bienvenida del chico de la entrada que nos descarga las maletas y se lleva el coche al parking privado situado en los sótanos del edificio.
Ya instalados y con ganas de conocer la ciudad, salimos a la calle y las buenas impresiones continuan. Calles limpias rebosando vida. Colores intensos de los productos que llenan las fachadas de las tiendas en la calle principal. Enseguida comprobamos que los kurdos son muy buenos vendedores.
Por entre los rojos pimientos, las negras berenjenas, los sacos de granos y las exóticas telas, asoman con fuerza los maravillosos edificios de piedra blanca y negra tan propios de Diyarbakir. Mañana les dedicaremos todo el dia.
Ahora nos vamos al conocido - FIRIN-CI - para probar la comida de la zona. Y todo fué perfecto. El precioso viejo edificio, los risueños y amables camareros ( que no hablan nada de inglés ) y especialmente los guisos y kebabs de cordero que estaban realmente buenos.
Lo único negativo es la temperatura. Nada que ver con los dias anteriores. Estamos notando mucho el cambio y a partir de ahora va a ser peor.
Volvemos al hotel a refrescarnos, ordenar emociones y descansar un poco.
A las 5 de la tarde el sol ya parece menos fuerte y salimos otra vez a la calle para visitar
- la GRAN FORTALEZA - Un recinto amurallado dentro de las murallas situado en la esquina noreste de la ciudad vieja. El espacio bien restaurado y ajardinado, contiene algunos monumentos que visitaremos esta tarde y unas espectaculares vistas sobre la cuenca del Rio Tigris.
En la misma calle del hotel, a unos 5 minutos andando, ya estamos cruzando la muralla por la puerta Este - SARAY KAPI - para entrar en la Fortaleza. Muchos visitantes en el recinto bañado por la luz de la tarde. Otra vez muchas sesiones fotográficas de las impecables parejas de novios.
Dentro de la Fortaleza visitamos el interesante - MUSEO ARQUEOLÓGICO - Situado en una preciosa casa de piedra negra basáltica muy del estilo de Diyarbakir. El contenido del museo muy rico y didáctico sobre la historia de la zona.
Visitamos - la IGLESIA de SAN GEORGE -, el viejo templo ( s. III d. c. ?) muy fotogénico con su derruida cúpula.
- la MEZQUITA SULEYMAN -( s. XII ) con su esbelto minarete rayado que ya proyecta una alargada sombra.
Y nos tomamos un relajante té justo al borde de la muralla dejando volar la vista y la imaginación sobre el Rio Tigris y los verdes Jardines Hevsel regados por sus aguas.
Y, al final de la tarde, cuando ya el calor no se siente, nos sentamos en la hierba frente a la Mezquita comiendo frutos secos como todas las familias turcas ( o kurdas ). Hasta que del largo minarete sale la voz del moacid llamando a la última oracióny nos quedamos solos con las mujeres de coloridos pañuelos y los niños juguetones... La noche de Diyarbakir huele a palomitas...
Tranquilos y totalmente satisfechos, caminamos por la calle del hotel curioseando en las preciosas tiendas de artesanias. Venden muchos productos con iconografias propias del pueblo kurdo en las que las imágenes desus viejos revolucionarios se mezclan con las del Ché Guevara...
Con unos deliciosos baklavas que nos comemos en la habitación del hotel acabamos el primer dia en Diyarbakir. Aunque nos parece que ya llevamos aquí mucho tiempo... !!!
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