JERUSALÉN 3a PARTE ✏️ Diarios de Viajes de IsraelLa Explanada de las mezquitas es de visita obligada. Por eso me resulta chocante que mi tour no la incluyera. De no haber do en nuestro día libre, con su horario restringidísimo y estar cerrada los viernes y los sábados, ni la habríamos visto. Y...Diario: Israel: peregrinos sin peregrinar⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Etapas: 28 Localización: IsraelLa Explanada de las mezquitas es de visita obligada. Por eso me resulta chocante que mi tour no la incluyera. De no haber do en nuestro día libre, con su horario restringidísimo y estar cerrada los viernes y los sábados, ni la habríamos visto. Y, lo peor, a nadie le importó cuando estamos ante un lugar hermoso, cargado de historia y sagrado para las religiones monoteístas más importantes del mundo. No creo necesario decir que estamos ante el Monte del Templo, donde se ubicó, si es que existió, el primer templo y luego el segundo. Pero ¿por qué ahí?. Pues porque para los judíos se trata del Monte Moriah. El Monte Moriah es el monte al cual, según el Génesis, subió Abraham con su primogénito Isaac para sacrificarlo a Dios. En el último instante, un ángel del Señor detuvo su brazo armado con un cuchillo, y le indicó la existencia de un carnero, enredado con sus cuernos en un zarzal, que fue sacrificado en lugar del,chico. Pero hay más (y de eso se habla menos). Allí se ubicaría la Piedra fundacional o angular. Los judíos de todo el mundo rezan hacia esa piedra. Creen que fue a partir de esta roca que se creó el mundo. Según el Talmud, fue cerca de aquí, en el lugar del altar, donde Dios reunió la tierra con la que se formó Adán. Fue sobre esta roca que Adán — y luego Abel o Noé — ofrecía sacrificios a Dios. También se identifica como la roca sobre la cual Jacob soñó con ángeles subiendo y bajando por una escalera y, en consecuencia, consagrándola y ofreciendo sacrificio sobre ella. Cuando el rey David, según la Biblia, compró una era de propiedad de Ornán el jebuseo, también hizo allí un sacrificio. Pero como sus manos estaban manchadas de sangre, no era digno de erigir un templo para albergarla y le tocó a su hijo Salomón. Situada dentro del Sanctosanctórum, esta fue la roca sobre la que se colocó el Arca de la Alianza. Más tarde, y ya sin la presencia del Arca, el Sumo sacerdote ofrecía el incienso y rociaba la sangre de los sacrificios sobre ella durante el servicio de Yom Kipur. La Cúpula de la Roca es el monumento más bello de Jerusalén. Se completó inicialmente entre los años 691 y 692 por orden del califa omeya Abd al-Málik. Se cayó en 1015 y fue reconstruido entre 1022 y 1023. Estamos ante uno de los monumentos más antiguos de la arquitectura islámica. Las inscripciones en el edificio contienen las proclamaciones epigráficas más antiguas del islam y del profeta Mahoma. Tiene forma octogonal y se cree que se basa en la iglesia bizantina de la Silla de María (conocida también como la iglesia de la Kathisma en griego y como al-Qadismu en árabe) construida entre 451 y 458 en el camino entre Jerusalén y Belén. Las formas octogonales son raras en la arquitectura islámica y se cree que la idea era competir con monumentos cristianos. Alberga en su interior la Roca fundacional, de ahí su nombre. Los musulmanes creen que es el punto desde el cual Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Dios, acompañado por el ángel Gabriel. Según la tradición, en la roca se quedaron grabadas las huellas del Al Borak, el caballo mitológico de Mahoma. Allí también se conservan tres pelos de la barba de Mahoma (igual que en el Palacio de Topkapi). Hay quien dice (nuestro guía, por ejemplo) que lo del viaje nocturno de Mahoma es falso, un intento de darle una relevancia religiosa y sagrada al recinto. Pero cuando te lo dicen después de hablar de un puñado de panes y peces que se multiplican hasta alimentar a 5.000 personas y dejar stock, un tipo que sube al cielo en un carro de fuego (Elías) y demás puensas en la hipocresía de las religiones. ¿No pudo ser el hallazgo casual de la tumba de Jesús y su cruz por santa Elena una propaganda en pro del Cristianismo, admitido por su hijo Constantino después de siglos de persecuciones?. Aunque se la conoce como Mezquita de Omar, ni la construyó Omar ni es una mezquita. Algunos expertos creen que la cúpula se añadió a un edificio existente, construido bien por Muawiya I o bien a un edificio bizantino construido antes de la conquista musulmana, bajo el gobierno de Heraclio. El interior del domo está esplendorosamente decorado con mosaicos, fayenzas y mármol, muchos de los cuales se añadieron siglos después de terminada la construcción. Contiene también inscripciones coránicas. Los azulejos del exterior, en su diseño omeya inicial, incluían mármol y mosaicos, de manera similar a las paredes interiores. El sultán otomano Solimán el Magnífico lo reemplazó con azulejos de fayenza turcos carísimos. Los dibujos representaban árboles, plantas en flor y edificios. Esa decoración fue reemplazada en la década de 1960 por copias fieles hechas en Italia. En la parte superior se nos habla del viaje nocturno de Mahoma. El edificio es un ejemplo muy claro de qubba islámica. Presenta una estructura de planta centralizada, en torno al elemento de culto, cubierto por una cúpula de media naranja. En torno a la cúpula hay dos deambulatorios. El más cercano a la roca es circular; y el exterior, octogonal, define el exterior del edificio. La planta es el resultado de dos cuadrados superpuestos y girados el uno sobre el otro formando ángulos de 45º, dando lugar a un octógono sobre el que se inscribe una circunferencia. El acceso se hace por cuatro puertas, una por cada punto cardinal. Dentro el suelo está cubierto de alfombras hechas a mano. La luz entra por los 16 ventanales de la cúpula y las 40 ventanas que hay en la base. En el exterior, la cúpula se encuentra recubierta por unas chapas de cobre dorado que, al igual que las fachadas de los muros exteriores, proceden del siglo XI. Está forrado de una capa de níquel y láminas de oro. No obstante, hay teorías que dicen que desde un primer momento la cúpula estuvo recubierta por este material. La cúpula original desapareció. De haber tenido oro, se habría fundido para pagar las deudas del califa. Otra teoría dice que la cúpula actual se cubrió con 1,3mm de oro donado por el fallecido rey Hussein de Jordania. Los 80kg de oro necesarios costaron 8.2 millones de dólares y tuvo que vender una de sus casas de Londres para pagarlo. No es posible entrar a visitarla. Tampoco es posible entrar a la Mezquita al-Aqsa si no eres musulmán. Al Masjid al-Aqsa se traduce del árabe al español como «la mezquita más lejana», lo que hace referencia al capítulo del Corán llamado «El Viaje nocturno», en el que se dice que Mahoma viajó de La Meca a la «mezquita más lejana» en el año 621 y desde allí ascendió a los Cielos a lomos de una bestia alada llamada al-Buraq al-Sharif. Según la tradición musulmana, Mahoma dirigía las plegarias orientándolas hacia el lugar en el que se encuentra la Mezquita de al-Aqsa hasta que, al decimoséptimo mes de su peregrinaje de La Meca a Medina, cuando Alá le ordenó que se girara para mirar hacia la Kaaba, en La Meca. La mezquita se asienta en una plataforma artificial que se sustenta en arcos construidos por los ingenieros de Herodes para contrarrestar las difíciles condiciones topográficas originadas por la expansión hacia el sur del recinto, hacia los valles del Tiropeón y de Cedrón. En aquel tiempo en este punto estaba la Stoa real. El testimonio del monje galo Arculfo durante su peregrinaje a Palestina entre los años 679 y 682 apunta la posibilidad de que el segundo califa ortodoxo, Umar ibn al-Jattab, erigiera una estructura cuadrangular primitiva con capacidad para unos 3.000 fieles en algún lugar de la Explanada de las Mezquitas. Sin embargo, Arculfo visitó Palestina durante el reinado de Muawiya I, por lo que es posible que fuese el propio Muawiya (y no Umar) quien ordenase su construcción. Pudo reconstruirse y expandirse en el reinado de Abd al-Malik, en el año 690. Se cree que había un puente que llevaba desde el palacio hasta este complejo. En el año 746, cuatro años antes de que As-Saffah derrocase a los omeyas y estableciese la dinastía abasí, la Mezquita de al-Aqsa se vio dañada por un terremoto. El segundo califa abásida, Abu Jafar al-Mansur, declaró su voluntad de reparar la mezquita en el año 753, para lo cual ordenó quitar las placas de oro y plata que cubrían las puertas de la mezquita y convertirlas en dinares y dirhams para financiar una reconstrucción que terminó en el 771. Un segundo terremoto ocurrido en 774 dañó la mayor parte de las reparaciones de al-Mansur, a excepción de aquellas realizadas en el extremo sur. En el año 780, su sucesor, Muhammad al-Mahdi, ordenó la reconstrucción de la mezquita acortando su longitud y ampliando su anchura. La renovación de al-Mahdi es la primera de la que hay registros escritos. En el año 1033 hubo otro terremoto que dañó seriamente la mezquita. El califa fatimí Ali az-Zahir la reconstruyó y renovó completamente entre los años 1034 y 1036. Los cruzados renombraron la Mezquita de al-Aqsa como el "Templo de Salomón", diferenciándola de la Cúpula de la Roca, a la que denominaron Templum Domini (Templo de Dios). Mientras que la Cúpula de la Roca se convirtió en una iglesia cristiana gestionada por monjes augustinos, la Mezquita de al-Aqsa pasó a ser usada como un palacio real y como establo para caballos. En el año 1119 se transformó en el cuartel general de los Caballeros Templarios, de ahí el nombre de la orden. Los templarios hicieron una serie de reformas. Volvió a ser renovada en tiempos de Saladino. El sultán ayubí de Damasco, Al-Mu'azzam, mandó construir el pórtico norte de la mezquita con tres puertas en 1218. En 1345, los mamelucos añadieron dos naves y dos puertas al lado oriental de la mezquita. La cúpula actual fue construida por az-Zahir y estaba hecha de madera recubierta de plomo esmaltado. En 1969 se reconstruyó la cúpula con cemento y se cubrió con aluminio anodizado, que sustituyó las placas de plomo esmaltado acanalado. En 1983, la cubierta exterior de aluminio fue sustituida por plomo para evocar el diseño original de az-Zahir. Debajo de la cúpula se encuentra la capilla de al-Qibli, del siglo VII. El interior de la mezquita está decorado con motivos decorativos del siglo XIV. La fachada se construyó en el 1065. Tiene una balaustrada con soportales y pequeñas columnas, que fue dañada en tiempo de los cruzados. Tiene catorce arcos de piedra, casi todos románicos. En el interior hay siete naves hipóstilas (con columnas) y aún se conservan más de 100 vidrieras ayubís y fatimís. Lamentablemente nada de eso puede verse si no eres musulmán. El minbar actual es una copia moderna de uno fabuloso que mandó construir Saladino. La estructura estaba hecha de marfil y de maderas cuidadosamente talladas, con inscripciones caligráficas en árabe, formas geométricas y diseños florales. Hasta la Guerra de los Seis Días en 1967, la Mezquita de al-Aqsa estaba a cargo del Ministerio del Waqf jordano. Tras su victoria en dicho conflicto, Israel transfirió el control de la mezquita y de la parte norte de la Explanada de las Mezquitas a un waqf islámico independiente del gobierno israelí. Sin embargo, las fuerzas de seguridad israelíes patrullan y hacen controles para garantizar la seguridad. Ya comenté que en nuestro viaje hubo tres desalojos. La explanada de las mezquitas tiene varios accesos pero solo uno para los no musulmanes, la Puerta de los moros. Para ello debemos bajar desde el Muro occidental, pasar por el control y subir por el puente de madera. Esa pasarela facilita una buena fotografía del muro, por cierto. Para pasar el control es conveniente llevar el pasaporte a mano (con el famoso papelito azul). Dicen que suele haber cola. Nosotros entramos junto a tres españoles más. Muy vacío para esas fechas. Al final del túnel vemos un montón de soldados que están entretenidos con los móviles y pasan de nosotros. La visita es gratis, por cierto. Para salir, puedes hacerlo por cualquiera de las 9 puertas. Nada más meter la nariz en la explanada unos hombres me obligan a cubrirme. Pero si ni me había dado tiempo a abrocharme la chaqueta. Mi pantalón tampoco les gustó. Había otras mujeres de mayor edad con pantalones pero a mí me obligaron a ponerme una falda larguísima que me iba pisando todo el rato. Así pues, no se trata solo de que lleves falda o pantalón corto. Tampoco les gusta ropa muy ceñida. Y nada de mangas cortas ni escotes si eres mujer. Los hombres tampoco pueden entrar con pantalón corto. Las mujeres no necesitan cubrirse la cabeza con un pañuelo aunque pasadas las 11, cuando solo quedaban musulmanes, una chica tan tapada que solo se le veían los ojos, me instó a tapármela. Como dije, en la explanada puedes pasear pero no entrar en ningún edificio. Y es que es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes (después de La Meca y Medina. También comenté la limitación de horarios. En teoría cerraban a las 10.30 pero aquel día nos dijeron que se alargaba a las 11. Los dos edificios principales son la Cúpula de la Roca, lo más vistoso del conjunto, y la Mezquita al-Aqsa. Pero hay más. Alrededor de la explanada hay unas estructuras con arcos. Son las Balanzas de almas. Según la profecía, el día del Juicio Final los muertos colgarán de estos arcos para pesar sus almas. Cada uno de esos arcos se llaman qanatir y preceden a un tramo de escaleras. Pegada a la Cúpula de la Roca vemos a su hermana pequeña. Se llama Cúpula de la Cadena y es más antigua. Se piensa que pudo servir como su modelo. Es una de las construcciones más antiguas de la Explanada de las Mezquitas ya que fue construida por el Califato de los Omeyas en el año 691. Fue usada por los Templarios como capilla cristiana porque se pensaban que ahí martizaron al apóstol Santiago. Se cree que aquí tendrá lugar el Juicio final. Una cadena detendrá el pecado y dejará ir al cielo al que esté libre de él. Otra teoría dice que es donde se guardaba el tesoro de la Explanada de las Mezquitas. Su nombre proviene de una leyenda según la cual Salomón colgó una cadena de la cúpula y todo aquel que mentía al sostenerla era fulminado por un rayo. Vemos también otra estructura llamada Cúpula de la Ascensión. La Cúpula de la Ascensión está situada al norte de la Cúpula de la Roca. Fue construida por los Caballeros Cruzados como baptisterio. Los árabes la llamaron después «Cúpula de la Ascensión«, ya que afirman que aquí rezó Mahoma antes de ascender al cielo solo una noche. En la explanada también hay varias fuentes para abluciones. Lis llamados Establos de Salomón no tienen nada que ver con ese rey. Se dice que la estructura fue construida por el rey Herodes como parte de su ampliación de la plataforma del Monte del Templo hacia el sur hasta el Ophel. Los ingenieros herodianos construyeron la enorme plataforma casi rectangular sobre las laderas de la colina conocida como el Monte del Templo, mediante la construcción de una subestructura que consta de una serie de arcos abovedados para reducir la presión sobre los muros de contención. Estas bóvedas, sostenidas por ochenta y ocho pilares que descansan sobre enormes bloques herodianos y divididos en doce filas de galerías, fueron originalmente áreas de almacenamiento del Segundo Templo . Gran parte del interior original sobrevive en el área de las escaleras herodianas aunque no puede visitarse. El espacio subterráneo en su mayor parte permaneció vacío, excepto durante el gobierno de los cruzados sobre Jerusalén. Los cruzados lo convirtieron en un establo para la caballería . Los anillos para atar caballos todavía se conservan en algunos de los pilares. La estructura se ha llamado Establos de Salomón desde la época de las Cruzadas. En el invierno de 1996, el Waqf Islámico de Jerusalén obtuvo un permiso para usar los establos de Salomón como un lugar de culto. Y así se estableció una sala de oración. En diciembre de 1996, la nueva mezquita fue inaugurada oficialmente como Mezquita El-Marwani. En 1999 sufrió un incendio. Al otro lado de la mezquita al-Aqsa está el Museo islámico. El edificio fue originalmente construido por los Caballeros Templarios, que lo utilizaron como anexo a sus sedes permanentes en la antigua Mezquita de Al-Aqsa. El museo, uno de los más antiguos de Israel, data de 1922. Si bajamos a un nivel inferior, hay jardines. Alrededor de la plaza también podemos ver madrazas (escuelas islámicas). Dos de las más destacadas son la de Ashrafiyya (de 1462) y la Uthmaniyya. La primera se encuentra entre la Bab al-Silsila (puerta de la cadena) y la Bab al-Qattanin (puerta de los comerciantes de algodón). El fundador de esta madraza fue el sultán Zahir Saif al-Din Jashqadam pero falleció antes de ver culminado su proyecto. El sultán Ashraf al-Din Qaytbay (1468-1496) ordenó que se terminase, aunque, cuando la visitó por primera vez en 1475 no quedó satisfecho, por lo que mandó derribarla para construirla de nuevo. Consta de planta baja y primer piso. La planta baja se extiende hacia el este y penetra en el recinto del Haram al-Sharif por la muralla oeste. En esto se diferencia de otras madrazas mamelucas cercanas, que están construidas en los límites del Haram (terreno sagrado) y no en su interior. La entrada de la madraza da al este y al sur con dos arcos apuntados. Está cubierta por una bóveda en abanico de piedras de colores rojo y blanco alternados. La puerta está encajada en una pared rehundida y está coronada con una semicúpula, decorada con tallas y azulejos. Hay dos bancos (mastaba) de piedra, uno a cada lado de la entrada. Dos hileras de piedras por encima de ellos se aprecia una inscripción que indica la fecha de construcción y recuerda los títulos más importantes del sultán Qaytbay. La entrada conduce al vestíbulo, que tenía al norte una gran sala llamada el “salón de asambleas” (qaat al-mayma). En la pared oriental de la sala de asambleas hay una puerta y dos ventanas que dan a la terraza del Haram al-Sharif. En la pared norte hay también una puerta y una ventana; en la pared sur, hay otra ventana y un mihrab decorado con mármol de colores. Esta sala fue en el pasado el salón de actos de la biblioteca de la mezquita al-Aqsa, pero recientemente se ha convertido en un centro de formación de restauración y conservación de manuscritos y documentos. En el lado sur del vestíbulo arranca una escalera de piedra que permite subir al primer piso y al alminar. La madrasa Al-Uthmaniyya es una de las pocas financiada por una mujer. La escuela fue fundada en la era mameluca. Su donante fue una mujer de las tierras otomanas, Iṣfahān Shāh Khātūn. Era esposa de Çandarlı Ibrahim Pasha el Viejo, de la familia Çandarlı. Provenía de una familia distinguida. Data de 1436 y tiene una decoración espléndida. Una de las mejores puertas para dejar la Explanada es la Puerta de los Algodoneros, una de las puertas más bellas y que comunica con el zoco Al-Qattanin (mercado de los algodoneros). No podemos visitar Jerusalén y no ver su rincón más famoso y visitado, el Muro de las lamentaciones o muro occidental. Se trata del lugar más sagrado del judaísmo. Data de finales del período del Segundo Templo y su construcción se atribuye Herodes el Grande alrededor del 19 a.C. En contra de lo que se cree, no es una pared del Templo de Salomón. Ese primer templo, si existió, se destruyó por los babilonios en el siglo VI a.C Tampoco es propiamente una pared del segundo templo. Es uno de los cuatro muros de contención alrededor del monte Moriá, erigidos para ampliar la explanada. El nombre de Muro Occidental se refiere no solamente a la pequeña sección de 60 metros de longitud que vemos sino a toda la pared de 488 metros, en su mayoría tapada por los edificios del Barrio Musulmán. De acuerdo con la historia, cuando las legiones del emperador Vespasiano destruyeron el templo, solo una parte del muro exterior quedó en pie. El entonces general Tito dejó este muro para que los judíos tuvieran el amargo recuerdo de que Roma había vencido a Judea (de ahí el nombre de Muro de las Lamentaciones). Los judíos, sin embargo, lo atribuyeron a una promesa hecha por Dios, según la cual siempre quedaría en pie al menos una parte del sagrado templo como símbolo de su alianza perpetua con el pueblo judío. Rezan allí porque es el lugar accesible más cercano a lo que fue su templo (hoy ese recinto es Al-Haram al-Sharif (el Noble Santuario), la Explanada de las mezquitas y ningún judío puede orar allí). Es un clásico introducir un papelito con peticiones entre las enormes piedras del muro (la parte inferior, herodiana, tiene piedras imponentes). Esas peticiones son igualmente sagradas al estar en contacto con el muro. No se destruyen. Se extraen y se entierran. Cuando llegamos ante el muro, previo paso por un control, vemos una plaza accesible a todos. Allí hay fuentes de abluciones y fuentes de agua potable muy fresca. Hay dos zonas de rezos, siendo la de las mujeres más pequeña. En ambos lados hay libros para rezar y sillas de plástico para sentarse. Las mujeres (lado derecho) no deben cubrirse la cabeza. Los hombres (lado izquierdo), sí. Si no lleban nada les dejan una kipá. Ambas zonas están separadas con una valla. Es posible visitar los túneles del muro (pago), donde hay restos arqueológicos. El llamado Arco de Wilson formó parte de un enorme puente que conducía a los fieles al Monte del Templo y fue construido, según estudios recientes, como parte del Muro Occidental del complejo hace unos 2.000 años. Gracias a este estudio, los investigadores han podido determinar que el arco, que soportaba uno de los caminos principales hacia el Segundo Templo, la llamada Gran Calzada, se construyó en dos etapas distintas. En sus inicios, bajo el gobierno de Herodes el Grande o un poco después, el puente tenía 7,5 metros de ancho. Poco tiempo después, en el siglo I d.C., el ancho del puente se duplicó, alcanzando los 15 metros. Debajo del arco hay una estructura que parece un teatro. La datación por radiocarbono indica que la construcción del teatro probablemente se inició justo antes de una fecha históricamente significativa: el estallido de la Segunda Revuelta Judía, liderada por Simon Bar Kochba en 132 d.C. En sabbath está prohibido hacer fotos o escribir en la zona del muro. Índice del Diario: Israel: peregrinos sin peregrinar
01: CONSIDERACIONES GENERALES
02: CONSIDERACIONES GENERALES. 2a PARTE
03: CONSIDERACIONES GENERALES. 3a PARTE
04: HISTORIA DE ISRAEL 1a PARTE
05: HISTORIA DE ISRAEL 2a PARTE
06: MASADA
07: MAR MUERTO
08: TEL AVIV
09: JAFFA
10: HAIFA
11: ACRE
12: MONTE DE LAS BIENAVENTURANZAS
13: MAR DE GALILEA y YARDENIT
14: CAFARNAUM
15: MAGDALA
16: TABGHA: PANES Y LOS PECES Y PRIMADO DE SAN PEDRO
17: NAZARET
18: CESAREA MARÍTIMA
19: JERICÓ
20: JERUSALÉN 1a PARTE
21: JERUSALÉN 2a PARTE
22: JERUSALÉN 3a PARTE
23: JERUSALÉN 4a PARTE
24: JERUSALÉN 5a PARTE
25: JERUSALÉN 6a PARTE
26: JERUSALÉN 7ª PARTE
27: JERUSALÉN 8a PARTE
28: BELÉN
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