India es un país lleno de contrastes y sorpresas, y Jodhpur y Udaipur son dos ciudades que lo demuestran perfectamente. Después de explorar la vibrante ciudad azul de Jodhpur, nos adentramos en el tranquilo oasis de Udaipur, rodeada por las montañas de Aravalli y por varios lagos.
En el camino hacia Udaipur, tuvimos la oportunidad de hacer una parada en
Ranakpur, hogar del complejo de templos jainistas más grande de la India. El templo es impresionante, decorado con una gran cantidad de elegantes esculturas mitológicas y numerosas columnas de mármol, cada una de ellas única y diferente a las demás. Nos quedamos maravillados con la belleza y la serenidad del lugar.
Antes de llegar a Ranakpur, hicimos otra parada en un templo hinduista, el
templo Om Banna. Aquí, Dashrath tuvo que hacer su ofrenda diaria a los dioses, y aprovechamos para explorar el templo. Este templo en particular es muy popular entre los viajeros, ya que cientos de devotos acuden allí a diario para orar por un viaje seguro. Como era de esperar, también hicimos de modelos de fotos para todos aquellos que querían una imagen con nosotros.
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Al llegar a Udaipur, Dashrath nos dejó en la entrada de la ciudad ya que está prohibido el acceso en vehiculo de motor no autorizado y eso comportó que pudiéramos explorarla solos y a pie. Antes de comenzar nuestra aventura, nos alojamos en el encantador hotel Oolala, gestionado por una pareja de indios muy amables y serviciales que nos ofrecieron toda la información necesaria para visitar Udaipur y sus alrededores. El hotel Oolala es precioso, un poco caro pero muy acogedor.
Comenzamos nuestro recorrido por la ciudad en el
templo Jagdish, donde tuvimos la suerte de presenciar una bonita celebración hindú, donde los fieles ofrecían ofrendas y cantaban mantras. Continuamos hasta el
Ghat Gangour, desde donde pudimos disfrutar de una hermosa panorámica nocturna de la ciudad de Udaipur.
Para la cena, elegimos el restaurante Yummy Yoga, que tiene una terraza con vistas al lago Pichola. Aunque la comida no nos pareció tan auténtica como en otros lugares, disfrutamos del ambiente relajado del restaurante y de las vistas espectaculares del lago.
En definitiva, Udaipur nos enamoró con su tranquilidad y su belleza natural, una escapada perfecta después de explorar la caótica Jodhpur.
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