En el séptimo día de nuestra aventura, disfrutamos de una intensa jornada en Udaipur.
Comenzamos la visita en el
Palacio de la Ciudad, una impresionante ciudadela compuesta por varios palacios que nos dejó boquiabiertos. Pasamos varias horas recorriendo sus salas y patios, admirando su arquitectura y descubriendo la historia de la familia real de Mewar y sus luchas por mantener su independencia frente a los invasores mogoles. Además, aquí pudimos disfrutar de las explicaciones con audio guías en español.
Después de visitar el Palacio de la Ciudad, decidimos ir a dar un paseo en bote por el
lago Pichola. Disfrutamos de un relajante paseo mientras contemplábamos los diferentes palacios de agua que lo adornan, y aprovechábamos para descansar. Una experiencia inolvidable que nos permitió disfrutar de una perspectiva diferente de la ciudad.
Después de reponer fuerzas con una deliciosa comida en el restaurante Millers of Mewar, nos aventuramos al animado
mercado Batu Market, donde tuvimos un momento aterrador al encontrarnos con una manada de toros corriendo sin control. Nos escondimos en una tienda y el propietario nos advirtió sobre los peligros de estos encuentros inesperados. Sin embargo, aprovechamos la visita para comprar algunos souvenirs, como unas bonitas libretas de cuero y algunos regalos.
De regreso al centro de la ciudad, nos tomamos un merecido descanso con un refrescante lassi frente al
templo Jagdish, antes de volver a visitarlo para verlo con una perspectiva diferente al día anterior durante la celebración hinduista a la que tuvimos la suerte de asistir.
Este templo es una auténtica joya de la arquitectura indo-ariana y está dedicado al Dios Vishnu. La verdad, es que quedamos impresionados por la belleza de su decoración y su importancia para los habitantes de Udaipur.
Para concluir el día, decidimos cenar en el restaurante Rainbow, un lugar con unas vistas impresionantes aunque un poco caro. La comida tenía un toque picante, pero lo compensamos con unas cervezas frías que disfrutamos mientras admirábamos las vistas. En general, fue una cena agradable que nos permitió relajarnos después de un día lleno de actividades.
En resumen, el séptimo día en Udaipur fue una experiencia increíble que nos permitió conocer la historia, la cultura y la belleza de esta ciudad única en la India.