Cogimos el coche y nos acercamos al mercado Victor Hugo para hacer alguna compra de productos típicos para llevar porque los lunes está cerrado.
Después fuimos a conocer y pasar el día en Carcassonne, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una de las ciudades medievales más bonitas y mejor conservadas de Europa.
Aparcamos el coche justo al lado del Pont Vieux en el lado de la bastida. Desde el puente se veía una bonita panorámica de la ciudad amurallada en lo alto. Lo cruzamos y subimos hasta la entrada principal a la Cité Medieval, la Porte Narbonnaise, donde está el busto de la princesa Carcas.
Una vez dentro de la ciudad amurallada empezamos a pasear sin rumbo, disfrutando de las cuidadas calles empedradas y edificios que te transportan a otra época. En el camino nos encontramos con pequeñas tiendas de productos artesanales, souvenirs y muchos restaurantes. Pasamos por el Château Comtal (Castillo Condal) y entramos a visitar la Basilique St-Nazaire.
Bajamos a la Bastide (ciudad nueva) para comer en la Crêperie Le Blé Noir unas galettes de trigo sarraceno y creps que estaban muy ricos.
Volvimos a subir a la Cité Medieval y esta vez entramos por la Porte d’Aude. Paseamos entre las 2 murallas, teniendo unas bonitas vistas de la ciudad nueva por un lado y la cara externa de la ciudad medieval amurallada por otro.
Después de andar un rato por sus calles medievales bajamos a la Bastide (la ciudad moderna) para ver su mercado de navidad. Había distintas zonas que tenían casetas de madera con regalos y dulces típicos navideños, luces de colores y una pista de patinaje sobre hielo.
Además, para completar la visita y en especial para los que también viajan con niños, estaba el Parque de Papá Noel. Todo muy bien decorado y con un ambiente navideño muy agradable.
Visitamos todas las zonas con mercados y ambiente navideño y regresamos al apartamento.
Después fuimos a conocer y pasar el día en Carcassonne, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una de las ciudades medievales más bonitas y mejor conservadas de Europa.
Aparcamos el coche justo al lado del Pont Vieux en el lado de la bastida. Desde el puente se veía una bonita panorámica de la ciudad amurallada en lo alto. Lo cruzamos y subimos hasta la entrada principal a la Cité Medieval, la Porte Narbonnaise, donde está el busto de la princesa Carcas.
Una vez dentro de la ciudad amurallada empezamos a pasear sin rumbo, disfrutando de las cuidadas calles empedradas y edificios que te transportan a otra época. En el camino nos encontramos con pequeñas tiendas de productos artesanales, souvenirs y muchos restaurantes. Pasamos por el Château Comtal (Castillo Condal) y entramos a visitar la Basilique St-Nazaire.
Bajamos a la Bastide (ciudad nueva) para comer en la Crêperie Le Blé Noir unas galettes de trigo sarraceno y creps que estaban muy ricos.
Volvimos a subir a la Cité Medieval y esta vez entramos por la Porte d’Aude. Paseamos entre las 2 murallas, teniendo unas bonitas vistas de la ciudad nueva por un lado y la cara externa de la ciudad medieval amurallada por otro.
Después de andar un rato por sus calles medievales bajamos a la Bastide (la ciudad moderna) para ver su mercado de navidad. Había distintas zonas que tenían casetas de madera con regalos y dulces típicos navideños, luces de colores y una pista de patinaje sobre hielo.
Además, para completar la visita y en especial para los que también viajan con niños, estaba el Parque de Papá Noel. Todo muy bien decorado y con un ambiente navideño muy agradable.
Visitamos todas las zonas con mercados y ambiente navideño y regresamos al apartamento.