Al tener el hotel a dos pasos de Fisherman's Warf, la noche anterior pudimos pasear por el Pier 39, zona que nos gustó mucho.
Había bastante ambiente, aprovechamos para probar la famosa sopa Clam Chowder, que a mi hija menor y a mi, nos encantó, a mi mujer e hija mayor, no les entusiasmó tanto. Sobre las 21:00 horas, algunos sitios ya cerraban, otros ya estaban cerrados, supongo que en verano, cerraran mas tarde. Un poco antes de las 22:00 horas, nos fuimos al hotel.

Nos levantamos pronto otra vez, la verdad que los primeros días del viaje, no nos costaba nada levantarnos(Ventajas del Jet Lag) por lo que sobre las 7:15AM, ya estamos en la calle, en busca de algún sitio donde comer o tomarse un café, en el Warf Inn, no nos entraba el desayuno. Justo enfrente del hotel hay un Seveneleven, pero no nos apetece nada de lo que tienen, por lo que decidimos irnos hasta la parada del Cable Car, nuestro primer objetivo del día. Justo a 8 minutos a pie detrás del hotel, tenemos el final del recorrido de Taylor Street, la línea se llama Powell-Mason Street.
Justo enfrente del final de la ruta, hay un Starbucks, como es pronto, aprovechamos para desayunar.
No son ni las 8:00AM, cuando salimos de la cafetería, vemos que hay 2 vagones de Cable Car parados, no hay pasajeros esperando, por lo que aprovechamos para hacer algunas fotos, al vernos, uno de los conductores nos invita a subir y hacernos fotos encima del Cable Car, como es Navidad, están adornados con motivos navideños.

Cuando tuvimos suficientes fotos, decidimos sentarnos en el Cable Car, podíamos salir cuando quisieran, pero los conductores hasta las 8:00AM no decidieron partir. Antes nos pidieron que validáramos el billete del transporte, fue la única vez durante el día, que nos pidieron enseñar que teníamos billete para subir. La noche anterior, habíamos descargado en el teléfono que teníamos datos, la aplicación Muni Pass, válida para subir a los tranvías, autobuses y Cable Car de San Francisco, habíamos comprado la opción de viajes ilimitados para todo el día.

Antes de partir, el conductor nos dio una charla, de como comportarse durante el viaje, nada de grabar con el teléfono o la cámara, sacando los brazos fuera del vagón, nada de colgarse hacía a fuera del vagón, las mochilas que llevábamos también tenían que estar hacia dentro y unas cuantas cosas mas, la verdad que lo de grabar y colgarnos por el Cable Car en marcha, es lo que pensábamos hacer, pero cuando vimos que estaba prohibido nos llevamos un chasco.
Durante el día, subimos a varios Cable Car, vimos que los conductores no se andan con tonterías y a la mínima, te echan la bronca de malas maneras, nos pasó a nosotros por subir a uno que estaba bastante lleno, por que no podíamos ir a fuera de pie y vi también como a un turista asiático, por ir grabando le dijeron de todo menos bonito.

Llegamos al final de la línea, en Powell Street y Market Street , está muy cerca de Union Square.
a primera hora, no había mucha gente esperando.

Paseamos por alguna de las calles de los alrededores, vimos como en Union Square había una pista de hielo, con un enorme árbol de Navidad. La ciudad es muy fotogénica, con los Cable Cars subiendo las cuestas, como aún no había muchos turistas, para subir alguna de las cuestas, si veíamos un vagón que se acercaba, nos poníamos en una parada para subir, lo hicimos varias veces.

Cuando vimos que ya habíamos visto lo principal, nos marchamos a ver el barrio de Castro, no queda lejos, para llegar hasta allí, esta vez usamos el tranvía.
Cuando volvimos de Castro, sobre las 12:00Pm bajamos otra vez en Powell Street y la cola que había para subirse al Cable Car era de mas de 50 personas, menos mal que madrugamos, por que seguramente, con el ritmo al que iban pasando los vagones, la gente tendría que esperar al menos 1 hora.
Por lo que si pensáis hacer un recorrido en Cable Car, siempre mejor a primera hora.