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Este día era para mi fue muy especial y lo viví como si fuera una niña de cinco años, ya que soy gran amante de los animales y me encanta estar en contacto directo con ellos. Hoy visitaremos Manatí Park, un parque temático situado en Bávaro, donde puedes interactuar con algunos de los animales que allí habitan. Os dejo mapa del parque cogido de la página todopuntacana.com
El bus que te lleva hasta la puerta del parque ya me encanta, jajajaja.
No recuerdo el precio de la entrada porque la pagó mi entonces marido, hoy día creo que está en 35 dólares a partir de 12 años, si te vas a bañar con los delfines el precio asciende a unos 125 dólares, el tiempo creo recordar que era como mucho media hora. A la entrada nos recibieron estos dos chicos que estaban tocando música.
La atracción estrella del parque, sin duda es la experiencia de poder nadar con delfines. Hoy día tengo sentimientos encontrados, por un lado me parece bien este tipo de lugares y experiencias, ya que si no fuera por estos sitios, no conoceríamos muchas de las especies que existen en el mundo y no podríamos verlos tan cerca, ni tocarlos, ni hacernos fotos con ellos, ni nada de nada, pero entiendo que donde mejor están es en libertad en su hábitat natural, poco a poco nos vamos concienciando de ello.
Soñé con este momento muchas veces y por fin pude vivirlo. El delfín es uno de mis animales preferidos, son preciosos, muy inteligentes y super suaves, parecen de charol.
Yo no quería salirme del agua, de hecho fui la última que salió de la piscina y eso que el cuidador me estaba llamando varias veces, me hacía la despistada, tenía que amortizar bien el dinero que es muy caro, jajajaja.
Cuando te estás bañando con los delfines, te van haciendo el reportaje fotográfico para luego sacarte los cuartos. Tengo varias fotos "oficiales", pero todavía no las tengo escaneada, sólo la primera foto que tengo los dos delfines a mi lado, el resto me las hizo mi marido desde la grada.
La verdad que es un momento único, pero también hubo momentos que cuando los veía venir hacia mi sólo con la aleta por fuera, me imaginaba que era un tiburón y me cagaba, jajajaja.
Mereció la pena pagar por este momento?, sin duda, sólo con ver esta cara preciosa de cerca y poder tocarlo, merece la pena. Que es un dineral?, por supuesto, lo volvería hacer?...mmmm... creo que no, para no fomentar que los exploten, y sobre todo para que no se enriquezcan a costa de ellos y nosotros, es un precio abusivo para tan poco tiempo, no sé, después los tengo cerca y lo mismo me entra la flojera otra vez, jajajaja, de ahí mis sentimientos encontrados, ojalá tuviera esta experiencia cuando me bañe en alguna playa, sería de película y así no tendría que pagar por ello
También hacen shows con ellos, aquí se puede ver al entrenador subido a una escalera y el delfín pega un gran salto y le quita el pescado de la boca al chico.
En el Manatí Park, a parte de los delfines se pueden ver iguanas increíblemente grandes, algunas con muchos años, flamencos, aves tropicales, serpientes, cangrejos, leones marinos, papagayos, y monos, entre otros. Es un lugar precioso para disfrutar en familia.
Cuenta con unos jardines rebosantes de orquídeas y plantas tropicales, pequeños estanques o lagos donde disfrutarás de la naturaleza, estarás rodeado de fauna y flora típica de la República Dominicana
DIA-19-6-2004:
Esta es la tercera vez y penúltima (me queda otra para volver, jajajaja) que estuve en República Dominicana y la segunda en el Parque Manatí Park con mi hermana e hijo de tan sólo 4 años. De nuevo me veo en el bus del parque, yo de conductora, mi hijo sentado detrás y le sigue el conductor
A la entrada del parque verás a varios trabajadores con animales para que te puedas hacer fotos con ellos, luego las compras si quieres o no. Aquí estamos con los papagayos, otro animal que me parece fascinante, sobre todo por los colores tan llamativos que tienen. Una de las fotos es la "oficial" que te hace el parque y la otra es la que me hizo mi hermana con la cámara de video y que rescaté, de ahí su tamaño y mala calidad.
Otro momento estelar de la visita fue cuando nos hicimos fotos con una pitón amarilla, que preciosidad, pero las serpientes me dan mucho yuyu, aún así me animé a cogerla, eso sí, siempre sujetando la cara lejos de mi, cuando sacan la lengua no me gusta nada, jajaja. Aquí el trabajador se tiró el rollo con nosotras y nos dejó hacernos alguna foto extra con mi cámara, nos pusimos algo escondidos para que no nos viera la gente, compré dos fotos, la mía con mi hijo y la de mi hermana, pero por el mismo precio nos trajimos cuatro fotos, ósea que es como si nos hubiera costado la mitad
De nuevo nos metimos en el recinto de las iguanas, madre mía que grandes son, algunas superaban el tamaño de mi hijo, jajajaja. Como mi hijo iba merendando, las iguanas nos iban siguiendo todo el camino, jajajaja, menos mal que el cuidador andaba cerca, pero nos dijo que no había problema, que no nos iban a atacar, yo aún así desconfiaba un poco. Tuvimos la suerte de estar salas en e recinto y el cuidador nos iba cogiendo las iguanas y nos la ponía encima para hacernos fotos, algunas pesaban una barbaridad.
Paseando por los jardines del parque, se nos cruzó una culebra a pocos centímetros del pie, del salto que di casi me subo al árbol, menudo grito di, jajajaja. A los pocos metros vimos un trabajador con un precioso mono Tití, al pasar por su lado me lo echó encima y se subió a la cabeza.
Mi hijo en este momento iba comiendo un plátano y el mono quería quitárselo, al final le dimos el último trozo para que se quedara contento y posara para la foto
Dentro de las instalaciones se puede ver una recreación de un Poblado Taíno, de la cultura y folklore de la República Dominicana. Verás puestos de artesanía típica, cabañas y esculturas.
En el recorrido que vas por los senderos del parque, verás alguna cascada y cocodrilos o caimanes, entre otros animales.
En el parque verás varios espectáculos, entre ellos uno ecuestre y otro con indios.
Llegó el momento álgido de la visita, el baño con los delfines. No os puedo contar todo lo que sentí de ver a mi hijo tan pequeño rodeado de los delfines, me hinché a llorar, no era capaz de hacerle las fotos, jajajaja.
Verlo tan pequeño, que casi no se podía mover con el chaleco salvavidas, la gente le ayudaba arrimarse a los delfines para que los tocara, uuff, menuda emoción sentí.
Me siento orgullosa de haberle inculcado el amor hacia los animales, hoy día se dedica a trabajar con ellos, ha trabajado en Faunia, Safari Madrid y ahora está en un zoo de Valencia que no se el nombre, era su sueño y lo está cumpliendo. Desde aquí tengo que dar las gracias a los trabajadores del parque porque se portaron muy bien con nosotros y en todo momento estuvieron pendientes de mi hijo, ya que era el más pequeño del grupo, no lo dejaron solo en ningún momento, yo tampoco le quitaba la vista por si surgía algún improvisto y me tenía que tirar de cabeza a la piscina, jajajaja. GRACIAS
Después de este momento tan emocionante, va llegando el final de nuestra visita al parque. Nos dirigimos a la entrada y allí había varios trabajadores y empezaron a bailar con mi hijo y jugar con él.
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