De Madrid a La Habana ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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Bueno primero, ante todo, espero que os guste mi diario y sobretodo que os sirva para conocer algo mas de Cuba desde mi punto de vista.

Decir que fue un viaje bastante inesperado, ya que yo tenía proyectado un viaje a otro lugar, en un principio no iba a salir de España y tenía pensado pasar unos días con la familia en el norte, Cantabria o País Vasco concretamente, pero lo cierto es que no estaba muy convencido puesto que yo prefería ir a algún sitio más lejano y que no conociera ya, a última hora y con estas ofertas que tanto proliferan en tiempos de crisis de gangas a última hora estuvimos a punto de ir hacia Brasil o Punta Cana, Brasil no nos convencía del todo y Punta Cana sinceramente me resultaba demasiado artificial, así que con un consenso mas o menos velado decidimos ir a Cuba, yo era el mas escéptico puesto que tenía una imagen de Cuba distorsionada como posteriormente comprobé, pero ya no importaba me active el botón de disfrutar y ya está, eso si los pocos días que tuve para preparar el viaje, estuve aprendiendo cosas de Cuba por un tubo, algo que considero que hay que hacer siempre que se viaja, sin mas os cuento:

Bueno por no andarme con demasiados rodeos os evito el relato de las horas previas a la salida hacia Cuba y me centro ya en contar desde la salida de España, viaje largo en avión, como todos los que suelen durar tantas horas se hace pesado, mas para alguien como yo que soy de mal dormir, lo que me supuso, estar todo el vuelo despierto, viendo como el 90% del avión dormía, sobre todo las últimas horas de vuelo, pase el rato entre monótonas lecturas de la revista que te sueles comprar antes del vuelo, la misma que te acabas sabiendo de memoria de tanto leerla, viendo una película en la pantallita del asiento y poco mas, la verdad que el vuelo se me hizo largo y aburrido, para colmo las copas en el avión ya se sabe que son aptas para bolsillos donde abunda la escasez, así poco a poco hasta que por fin pisamos el cielo habanero, el aviso del piloto puso en guardia a los pasajeros, que ya empezaron a mirar por todas las ventanitas, después de un aterrizaje que se me hizo eterno y una prolongada espera, por fin salimos a la terminal del aeropuerto.

Lo primero y mas chocante algo que realmente no entiendes por mucho que te lo expliquen es el calor, en estos países del Caribe es donde fabrican el calor que luego reparten por todo el mundo, sin duda, aire pegajoso se te mete por todos los poros de la piel, eso pese a llegar de noche y con tormenta, la otra cosa que también me llamo la atención fue el aroma, una mezcla inexplicable de sabor a pura tierra caliente, un olor fuerte y característico. Los trámites habituales, rellenar unos papeles, mirar a una cámara para que te echen una foto, “sufrir” la desintoxicación antes de pisar la tierra cubana debido al tema de la gripe A, entonces frente al último trámite nos toca una funcionaria muy simpática que nos pide si por favor teníamos algo para leer que le pudiésemos dar, dada su simpatía y educación no nos supuso nada darle un par de revistas para que leyese un poco sobre las cosas de España, la salida lógicamente plagada de taxis y de gente esperando a otra gente, nosotros íbamos en un autobús que nos llevo hasta el hotel, por el camino el guía te da también unos consejos básicos y te explica algunas cosas del país, sorprende la falta de luz, Cuba padece graves problemas energéticos, al parecer estuvieron un par de años resueltos casi de forma completa, pero ahora con la nueva crisis han vuelto, sorprende también la vida nocturna, mucha gente andando por la carretera y en las puertas de las casas, no solo gente joven sino gente mayor y de todo tipo, la fuerte lluvia hacia desbordar el sistema de alcantarillado en algunas calles, tras una maratoniana ruta por los hoteles dejando turistas llegamos por fin al nuestro, en pleno Malecón, el hotel Deauville, muy bien situado, un edificio muy alto, con unas vistas sobresalientes, de nuevo otro vez los tramites, teníamos pensado salir un rato, pero el cansancio era ya mucho, el hotel pues bueno, la habitación bien de tamaño, un poco dejada, un poco vieja y simplona sin más, el aire acondicionado funcionaba con corrección, el baño normal, el agua incluso la fría se contagiaba del calor de fuera, un hotel normal para el dinero que nos costo, tiene muy malas críticas en general, pero a mí en un viaje realmente mientras se duerma bien lo demás me da bastante igual sobre todo cuando tampoco me esperaba el Ritz, además es uno de los pocos hoteles donde el numero de alojados cubanos es algo importante y eso es un detalle a tener en cuenta, contemple durante mucho rato desde mi ventana La Habana, espectáculo bello sin duda, poca luminosidad y mucho ruido, brillaba de entre el resto de edificios el capitolio, el malecón rebosaba vida aunque ya eran las 2 de la noche pasadas, estaba motivado, pero las piernas ya no me respondían , ni a mí, ni a mi hermana, mi madre ya llevaba rato en el más profundo de los sueños, así que a descansar, mañana nos tocaba gozar La Habana.

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