¡Buenos días, Glacier! O debería decir, ¿buenas madrugadas? A las 5:30 AM ya estábamos en pie, más despiertos que un café doble. ¿La razón? Pues resulta que al día siguiente empezaba nuestra aventura mochilera y queríamos ser los primeros de la fila para conseguir los codiciados walk-in permits.
Llegamos a la oficina de Many Glacier antes que el sol, siendo los primeros en la fila. ¡Y qué sorpresa nos llevamos! En el tablón de anuncios, como si fuera el panel de la lotería, estaban las parcelas libres de los backpacking camps. Y ahí, ante nuestros ojos incrédulos, ¡la posibilidad de hacer la North Circle Loop! Solo teníamos que cruzar los dedos para que nadie nos adelantara en las otras oficinas del parque.
Esperando la apertura de la garita de los rangers
A las 7 en punto, cuando el ranger abrió las puertas, entramos como cohetes. Le explicamos nuestro plan de cambiar completamente nuestra reserva y... ¡BINGO! Lo conseguimos. Eso sí, el primer día iba a ser más duro que un steak de búfalo, con más de 30 km con las mochilas a cuestas. Pero ey, ¡no pain, no gain!
Con nuestro permiso en mano y más felices que un oso en un picnic, nos dirigimos al inicio de la Grinnel Glacier Trail. Decidimos darle un toque extra añadiendo una visita a Grinnell Lake y Morning Eagle Falls. ¿Por qué conformarse con menos?
A las 8 AM, empezamos nuestra caminata por un bosque de álamos temblones que parecía más Central Park que Glacier National Park. Pero la naturaleza salvaje no tardó en recordarnos dónde estábamos: estaba yo haciendo video de cómo cruzaba mi sobrino por un puente cuando me llama gesticulando. Voy para allá y vemos un oso negro cruzando el río un poco más abajo de donde yo estaba filmando. Poco después llegamos al lago Swiftcurrent. Continuamos por la costa, mirando hacia atrás para ver el hotel Many Glacier. Cruzamos la colina que separa el lago Swiftcurrent del lago Josephine, desde el cual la gente puede coger un barquito para cruzar todo el lago y ahorrarse algo de camino.
Oso negro. Lago Swiftcurrent. Lago Josephine. Bordeando el lago Josephine
Vamos ganando poco a poco altura, y las vistas cada vez son mejores. A medida que el sendero se eleva, la escarpada cara del Gould Mt. domina la vista, protegiendo la Garden Wall mientras se curva hacia el norte a lo largo de la Divisoria Continental. En el cruce de caminos seguimos por la derecha, el camino que asciende, luego a la vuelta cogeremos el de la izquierda que desciende y te lleva a donde desembarca el barco del lago Josephine.
Cruce de caminos: se ve el Puente que cruza el desagüe del lago Josephine y que a la vuelta cruzaremos
El lago Grinnell, con su bonito azul verdoso empieza a asomarse, así como el retumbar de las Hidden Falls. El sendero se estrecha, mientras se abre paso hacia un amplio anfiteatro.
Empieza a asomarse el lago Grinnell. El lago Grinnell y al fondo medio se ven las Morning Eagle Falls, a cuya base pensamos ir
Riachuelos de agua del deshielo cruzan el sendero y recibes tu ducha particular. Las vistas son cada vez más impresionantes y se llega a una pequeña área de picnic en una morrena en forma de cuenco. Desde aquí una fuerte y empinada subida nos lleva cerca de nuestro destino, Upper Grinnell Lake con su color lechoso, repleto de bloques de hielo y el glaciar Grinnell y Salamander, al que llegaremos tras una pequeña bajada. Por esa zona vimos nuestra primera marmota y nuestro primer bighorn sheep.

El camino es cada vez más espectacular hasta que llegamos a Upper Grinnell Lake con sus glaciares.
Allí estuvimos un buen rato descansando, tomándonos unas chocolatinas, metiendo los pies en el agua ultracongelada (¡hola hipotermia!), observando en la parte alta del glaciar Salamander como asomaban unas cabecillas: los excursionistas que desde el Highline Trail cogen el desvío para el mirador de Grinnell Glacier. Aún rodeados de gente, porque esta excursión ya os digo que es una romería, y a sabiendas que una de las cosas que más me gusta de andar por el campo es la soledad, ya os digo que esta es la EXCURSIÓN con mayúsculas de la zona de Many Glacier.
Carnero de las Rocosas (Bighorn Sheep) Upper Grinnell Lake con Salamander Glacier y en la parte superior el mirador. Upper Grinnell Lake y el glacier Grinnell
De vuelta, el sendero estaba más abarrotado que el metro en hora punta. Pero eso no impidió que viéramos un alce hembra con su cría en el Lago Grinnell, otra hembra en la orilla del río, y un moose macho en mitad del lago Josephine. ¡Menudo casting animal!
Lago Grinnell, lago Josephine y lago Swiftcurrent encadenados. Alces por doquier
Llegamos a la oficina de Many Glacier antes que el sol, siendo los primeros en la fila. ¡Y qué sorpresa nos llevamos! En el tablón de anuncios, como si fuera el panel de la lotería, estaban las parcelas libres de los backpacking camps. Y ahí, ante nuestros ojos incrédulos, ¡la posibilidad de hacer la North Circle Loop! Solo teníamos que cruzar los dedos para que nadie nos adelantara en las otras oficinas del parque.

A las 7 en punto, cuando el ranger abrió las puertas, entramos como cohetes. Le explicamos nuestro plan de cambiar completamente nuestra reserva y... ¡BINGO! Lo conseguimos. Eso sí, el primer día iba a ser más duro que un steak de búfalo, con más de 30 km con las mochilas a cuestas. Pero ey, ¡no pain, no gain!
Con nuestro permiso en mano y más felices que un oso en un picnic, nos dirigimos al inicio de la Grinnel Glacier Trail. Decidimos darle un toque extra añadiendo una visita a Grinnell Lake y Morning Eagle Falls. ¿Por qué conformarse con menos?
A las 8 AM, empezamos nuestra caminata por un bosque de álamos temblones que parecía más Central Park que Glacier National Park. Pero la naturaleza salvaje no tardó en recordarnos dónde estábamos: estaba yo haciendo video de cómo cruzaba mi sobrino por un puente cuando me llama gesticulando. Voy para allá y vemos un oso negro cruzando el río un poco más abajo de donde yo estaba filmando. Poco después llegamos al lago Swiftcurrent. Continuamos por la costa, mirando hacia atrás para ver el hotel Many Glacier. Cruzamos la colina que separa el lago Swiftcurrent del lago Josephine, desde el cual la gente puede coger un barquito para cruzar todo el lago y ahorrarse algo de camino.




Vamos ganando poco a poco altura, y las vistas cada vez son mejores. A medida que el sendero se eleva, la escarpada cara del Gould Mt. domina la vista, protegiendo la Garden Wall mientras se curva hacia el norte a lo largo de la Divisoria Continental. En el cruce de caminos seguimos por la derecha, el camino que asciende, luego a la vuelta cogeremos el de la izquierda que desciende y te lleva a donde desembarca el barco del lago Josephine.

El lago Grinnell, con su bonito azul verdoso empieza a asomarse, así como el retumbar de las Hidden Falls. El sendero se estrecha, mientras se abre paso hacia un amplio anfiteatro.


Riachuelos de agua del deshielo cruzan el sendero y recibes tu ducha particular. Las vistas son cada vez más impresionantes y se llega a una pequeña área de picnic en una morrena en forma de cuenco. Desde aquí una fuerte y empinada subida nos lleva cerca de nuestro destino, Upper Grinnell Lake con su color lechoso, repleto de bloques de hielo y el glaciar Grinnell y Salamander, al que llegaremos tras una pequeña bajada. Por esa zona vimos nuestra primera marmota y nuestro primer bighorn sheep.




Allí estuvimos un buen rato descansando, tomándonos unas chocolatinas, metiendo los pies en el agua ultracongelada (¡hola hipotermia!), observando en la parte alta del glaciar Salamander como asomaban unas cabecillas: los excursionistas que desde el Highline Trail cogen el desvío para el mirador de Grinnell Glacier. Aún rodeados de gente, porque esta excursión ya os digo que es una romería, y a sabiendas que una de las cosas que más me gusta de andar por el campo es la soledad, ya os digo que esta es la EXCURSIÓN con mayúsculas de la zona de Many Glacier.



De vuelta, el sendero estaba más abarrotado que el metro en hora punta. Pero eso no impidió que viéramos un alce hembra con su cría en el Lago Grinnell, otra hembra en la orilla del río, y un moose macho en mitad del lago Josephine. ¡Menudo casting animal!




La Odisea de la Tienda Olvidada
En medio de nuestra felicidad faunística, y ya dirigiéndonos al lago Grinnell, me acordé de que no habíamos cambiado la tienda de parcela en el camping. Corrimos de vuelta como si nos persiguiera un oso, solo para encontrar que nuestra tienda seguía ahí, tranquila. La llevamos en procesión a la nueva parcela, a escasos 25 metros. ¡Menudo ejercicio extra!
Logan Pass: La Guinda del Pastel
Después de una siesta frustrada por el calor, decidimos ir a Logan Pass. Estuvimos atentos a cualquier actividad faunística, pero esta brilló por su ausencia hasta poco antes de llegar a nuestro destino, donde una mountain goat posaba como maja desnuda al lado de la carretera.
Nada más llegar (¡increíble, hay aparcamiento!), una tormenta nos dio la bienvenida. Mientras esperábamos resguardecidos en el coche mi sobrino vislumbró carneros de las Rocosas en Pollock Mt., la montaña que teníamos enfrente.
4 carneros en los derrubios de Mt. Pollock. (menuda vista la de mi sobrino porque esta foto está hecha con un zoom equivalente a 480 mm
El sendero al mirador de Hidden Lake fue la guinda del pastel. Rodeados de praderas alpinas, flores y parches de nieve, nos sentimos como en un documental de National Geographic. El camino está bien acondicionado con sus plataformas de madera para proteger el increíble paisaje alpino del paso de miles de pies. Clements Mountain ocultaba los rayos solares mientras ascendíamos y llegando a la parte alta, cuando empieza a asomar Bearhat Mountain (la montaña a cuyo pie está Hidden Lake), comienzas a ver Mountain goats por todos lados.
Praderas alpinas con Mt. Reynolds de fondo. Plataformas para proteger el suelo: de fondo Pollock Mt. y sendero Highline. Clements Mt. Parches de nieve. Primeras Mountain Goats
Una vez en el mirador, disfrutamos del panorama, acompañado por los silbidos de las marmotas que también campan por sus anchas por la zona.
Mirador de Hidden Lake con Bearhat Mt.
Volvemos por donde hemos venido. Un par de cabras han decidido estar tumbadas en la nieve y un poco más abajo aparece un grupo de 5 carneros de las rocosas, mostrando su poderío. Extasiados por lo belleza del lugar y dando un rodeo cerca del centro de visitantes, vemos a lo lejos un grupo de unas 20 bighorn sheep correr ladera abajo, mientras ardillas de tierra se entrecruzan en nuestros andares.
Mt. Reynolds reflejado en una charca. Cabras al fresquito de Clements Mt. Carneros de las Rocosas triunfales por las praderas
Ya en el aparcamiento de Logan Pass, aparece un macho de carnero solitario y lo tenemos a 5 metros. Nos vamos de ahí porque imponen. Volviendo a nuestro campamento y con una luz maravillosa del atardecer disfrutamos del paisaje, paramos a hacer unas fotos a otro carnero al lado de la carretera y ya felices llegamos a Many Glacier, donde nos duchamos (la última en varios días, ¡adiós higiene!) y cenamos tranquilamente. Esta vez, sin visitas sorpresa de la fauna local.
Bighorn Sheep en el aparcamiento. Otro al lado de la carretera. De vuelta por la Going to the Sun
Y así, entre madrugones épicos, permisos milagrosos y un desfile constante de animales, terminó nuestro día en Glacier National Park. ¿Qué nos deparará mañana en nuestra aventura por la North Circle Loop? ¡Quién sabe! Pero seguro que será tan emocionante como intentar meter toda la comida en un contenedor a prueba de osos.

Nada más llegar (¡increíble, hay aparcamiento!), una tormenta nos dio la bienvenida. Mientras esperábamos resguardecidos en el coche mi sobrino vislumbró carneros de las Rocosas en Pollock Mt., la montaña que teníamos enfrente.

El sendero al mirador de Hidden Lake fue la guinda del pastel. Rodeados de praderas alpinas, flores y parches de nieve, nos sentimos como en un documental de National Geographic. El camino está bien acondicionado con sus plataformas de madera para proteger el increíble paisaje alpino del paso de miles de pies. Clements Mountain ocultaba los rayos solares mientras ascendíamos y llegando a la parte alta, cuando empieza a asomar Bearhat Mountain (la montaña a cuyo pie está Hidden Lake), comienzas a ver Mountain goats por todos lados.





Una vez en el mirador, disfrutamos del panorama, acompañado por los silbidos de las marmotas que también campan por sus anchas por la zona.

Volvemos por donde hemos venido. Un par de cabras han decidido estar tumbadas en la nieve y un poco más abajo aparece un grupo de 5 carneros de las rocosas, mostrando su poderío. Extasiados por lo belleza del lugar y dando un rodeo cerca del centro de visitantes, vemos a lo lejos un grupo de unas 20 bighorn sheep correr ladera abajo, mientras ardillas de tierra se entrecruzan en nuestros andares.



Ya en el aparcamiento de Logan Pass, aparece un macho de carnero solitario y lo tenemos a 5 metros. Nos vamos de ahí porque imponen. Volviendo a nuestro campamento y con una luz maravillosa del atardecer disfrutamos del paisaje, paramos a hacer unas fotos a otro carnero al lado de la carretera y ya felices llegamos a Many Glacier, donde nos duchamos (la última en varios días, ¡adiós higiene!) y cenamos tranquilamente. Esta vez, sin visitas sorpresa de la fauna local.





Y así, entre madrugones épicos, permisos milagrosos y un desfile constante de animales, terminó nuestro día en Glacier National Park. ¿Qué nos deparará mañana en nuestra aventura por la North Circle Loop? ¡Quién sabe! Pero seguro que será tan emocionante como intentar meter toda la comida en un contenedor a prueba de osos.
Enlace a la ruta Grinnell Glacier en Alltrails