Después de desayunar, nos bajamos hacía el río en busca de la parada del tranvía histórico (elétricos do Porto) que te lleva hasta las las playas de Foz de Douro. Un bonito recorrido por la desembocadura del Duero. Cuando llegabas a la última parada, en aquella época, se pasaba por delante de la casa donde vivía Iker Casillas.
Era la hora de comer y nos decantamos por Casa Rocha - comes & bebes. Son majisimos y te explican todo con detalle. A los extranjeros nos trajeron aperitivos consistente en jamón y queso 5€. Si no lo comes no te lo cobran. El menú del día consistía en una sopa y un plato por 5.90€. Había algunos platos que son algo más caro, como el pulpo 8.90€ que estaba buenisimo. Los postres a 1.50€. Un sitio para comer si te pilla por allí sin lugar a dudas.

Tras asomarnos a ver la Praia dos Ingleses, hicimos el camino de vuelta hacia Oporto y luego a Vila Nova de Gaia para visitar una de las bodegas. Nos decidimos por Sandeman por ser una bodega que también existe en Jerez de la Frontera. Famosa por su imagen del hombre de la capa. Tras la visita nos tomamos unos vinos de oporto.


Cruzamos de nuevo a Oporto para visitar varias cosas por el centro: la Librería Lello e Irmão, donde se inspiró J. K. Rowling para Harry Potter; Iglesia do Carmo y Capilla de las Almas, uno de los edificios más bonitos que ver en Oporto. Con dos fachadas cubiertas casi por completo por 16.000 azulejos blancos y azules con escenas de la vida de Santa Catalina y San Francisco de Asís, santos venerados dentro la capilla.

Para cenar bajamos al río y fuimos a Porto Escondido. Lo mejor es la atención y como te explican los platos. Pedimos una ración de queso que estaba normalita y un bacalao a bras que estaba muy bueno. Con un postre y botella de vino para dos salimos a menos de 25€. Muy recomendable, repetiría.

Al día siguiente, dejamos el hotel y nos fuimos al aeropuerto en tren. Despidiendonos de esta maravillosa ciudad en decadencia. Sin lugar a dudas, un sitio donde hay que volver.
