Lo interesante del viaje ha terminado, en cambio el viaje está muy lejos de haber concluido. Llegar desde Lodwar hasta casa es una carrera de fondo. Por suerte todo va según lo previsto, no como a la ida.

Llego a Eldoret sobre las 11. Como curiosidad esta región es de donde provienen muchos de los atletas de fondo kenianos por la gran altitud en la que se crían. Aprovecho para descansar y comer antes de coger el siguiente matatu que me deja en Nairobi pasadas las 20. De nuevo hago un alto en el camino y me voy a cenar y hacer tiempo a un restaurante cercano antes de irme al aeropuerto. En principio tenía mis reservas por llegar de noche a Nairobi y con equipaje a cuestas, pero mis sospechas fueron infundadas, nadie me importunó a pesar de que la estación de matatus es una zona muy concurrida.
Sobre las 23, cuando me echaron del restaurante, cogí un bolt para irme al aeropuerto y hacer tiempo hasta las 4 que salía mi vuelo de vuelta.