Hoy amanecemos en la casita de Amesbury, donde desayunamos regiamente y de la que nos despedimos con pena por solo haber estado una noche.

La idea inicial era ver un aeródromo (sí, tenemos también afición por los aviones) que se encontraba muy cerca (Boscombe Down Aviation Collection) pero no mire bien el horario desde casa y justamente cierra los lunes, así que como por aeródromos no será en Reino Unido, lo pudimos cambiar por el Army Flying en Middle Wallop, Hampshire, que nos pilla de camino a Oxford. La entrada no es barata, pero incluso a los que los aviones no nos apasiona nos gustó, tienen aviones sobre todo de la Segunda Guerra Mundial y todo lo relacionado con ellos, además te puedes montar en algunos, te dan un pasaporte de recuerdo para ir sellando con los distintos modelos que vas viendo, y por último hay una recreación muy realista de una casita inglesa en esa época, el horario es de 09:00 - 16:00 y al final pasamos mucho más rato del que habíamos imaginado así que tuvimos que quitar Avebury y sus círculos de piedra de la agenda(una de las mayores maravillas de la Gran Bretaña prehistórica, se encuentra el círculo de piedras más grande de Gran Bretaña, originalmente de unas 100 piedras, que a su vez encierra dos círculos de piedras más pequeños) para llegar más o menos pronto a Oxford.
Como siempre llevábamos reservadas las entradas más conflictivas, las del Colegio Mayor Christ Church, que nos hacen el viaje un poco inflexible pero que se terminan rápido y salen con una semana de antelación más o menos. Aparcamos en Worcester Street Car Park, parking de superficie con parquímetro de maquina, y ya aprovechamos para comer en Nando's Oxford - George Street, una franquicia de comida portuguesa muy buena y de precio moderado con un servicio muy amable.
Terminamos rápido porque tenemos las entradas del Christ Church, que es uno de los colleges más grandes que constituyen la Universidad de Oxford además de ser la iglesia catedral de la Diócesis de la ciudad, rico en anécdotas e historias fascinantes, una de las más conocidas es su conexión con "Alicia en el país de las maravillas" así como ser escenario de varias escenas de la película de Harry Potter. No se puede hablar de este lugar sin mencionar su impresionante arquitectura, que cuenta con ejemplos de casi todos los periodos arquitectónicos desde su fundación: Tudor, renacimiento gótico, neoclásico, etc. Destaca especialmente el Tom Quad diseñado por el propio fundador, el cardenal Wolsey, antes de su caída en desgracia bajo el reinado de Enrique VIII. La emblemática Torre Tom de la entrada principal añadida por Sir Christopher Wren, mientras que el Cuadrángulo de Canterbury alberga algunos bellos ejemplos de la arquitectura georgiana temprana. Es más que bonito pero seguimos encontrando hordas de turistas y excursiones de estudiantes gritones (los que no gritan no molestan) que hacen que el sitio a pesar de su belleza agobie un poco, así que volvería encantada pero con menos gente, quizás en invierno.
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Ya sin horario salimos a dar una vuelta por Oxford, pasamos por la Tienda de Alicia, según parece es la tienda real que Alice Liddell visitaba de niña y aparece en el libro de Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, con horario de 9:15–19:30.

Seguimos paseando hacia la Cámara Radcliffe viendo Oxford a pie, que es una ciudad grande con muchos lugares y colleges para visitar y un montón de monumentos, nosotros elegimos despedirnos pasando por el Covered Market que nos gusto mucho, tanto el ambiente como las tiendas. Oxford me ha gustado mucho pero la cantidad de excursiones escolares hacen muy difícil pasear tranquilamente por su centro histórico y pierde gran parte de su encanto.

Cogemos el coche y ponemos rumbo a nuestro último hotel, a medio camino de Cambridge para terminar la ruta.