A las 10.00 AM salíamos de Port Barton en una nueva Van Privada. Habíamos tomado uno de los más raquíticos desayunos de nuestra vida en ese hotel.
Cuando vi que el conductor era el mismo que el del día anterior me arrepentí de haber hecho tan rápida la reseña. Se notaba que estaba cabreado. Jordi también estaba cabreado pero conmigo:
- Ya te vale hacerle la reseña tan rápido...
Iba la Van por la carretera a toda leche.
Varias veces estuvo a punto de llevarse por delante algún tuk tuk. Al final Jordi tuvo que decirle que hiciera el favor de tranquilizarse, que no era un rally y queríamos llegar a destino sin hacer daño a nadie. Parece que lo entendió y además esta vez no paró a comer.
Llegamos a Sabang hacia el mediodía. La carretera que atraviesa la isla de costa a costa serpentea por la jungla. Por allí había muy poca civilización. Me daba la sensación de que si por allí dejaran de pasar coches, en muy poco tiempo la vegetación se tragaría la carretera. No podía dejar de preguntarme si habría alguna tribu indígena y más tarde supe que había varias tribus primitivas por allí. Tienes la sensación de estar en un lugar bien remoto.
En Sabang nos alojamos en el hotel Sheraton. Un hotelazo frente a una preciosa playa larga y salvaje que alberga la piscina más grande de toda la isla de Palawan.



Nada que ver con el oloroso Parrots Boutique de Port Barton. Que alegría tuvimos de tirarnos a la bartola por allí durante día y medio. Es que ni hicimos la excursión al Río Subterráneo, cuando vimos un video que te tirabas todo el día parriba y pabajo, para 30 minutos de navegación donde encima no se podía mirar hacia arriba por si te comías alguna caquita de los 3.000 murciélagos que estaban allí...hicimos el ratio coste/beneficio y ganó por goleada quedarnos en ese precioso hotel.

A la playa no íbamos porque nos dijeron que había Nik Nik. Nos podríamos haber rociado de repelente o ponernos el traje integral antimedusas .... pero nos daba un poco de verguenza. Si no ibas, seguro que no te picaban.

En el hotel no había casi nadie, pero es que de 9 AM a 16.00 PM estábamos completamente solos. Todos los pocos que habían por allí se iban a la excursión. Era como si te hubieras comprado un palacio con servicio. Yo pensé que el lujo asiático podría ser perfectamente esto.