Amanece un nuevo día y hoy toca la visita a la Cité de L´Espace. Con ello, digamos que se completa el círculo temporal si consideramos Carcassonne, el Pasado, en la visita del miércoles, Toulouse, el Presente, en el día de ayer y la Ciudad del Espacio, el Futuro, en el día de hoy.
Ayer, antes de acostarme estuve trasteando en la app del lugar dado que el día de antes salen los horarios y así me pude hacer una idea de cómo organizar la visita. De todas formas, la idea es llegar según abran, a las 10:00, y apurar hasta que cierren, a las 17:00.
Para acercarse al recinto desde mi ubicación hay varias opciones a través de autobús. Puedo coger la línea 23 en la parada Riquet, a menos de un minuto desde el hotel, y bajarme en la parada de Allègre, llegando a la Cité en diez minutos andando. También puedo coger la línea 8 en la parada Riquet y bajarme en la parada de Sicard Alaman, llegando a la Cité en quince minutos andando. En total, entre unas cosas y otras, el trayecto será de unos 45 minutos.
Por tanto, a través de la app de Tisseo, la empresa que gestiona los transportes públicos de Toulouse, monitorizo los tiempos de paso y para allá que me voy con mi mochila a esperar que llegue el bus 23, el que voy a utilizar a la postre. Estando allí esperando, dado que quedan unos minutos, me fijo en una estatua en medio del bulevar.
[align=center]ESTATUA DE PIERRE-PAUL RIQUET EN TOULOUSE
Ayer, antes de acostarme estuve trasteando en la app del lugar dado que el día de antes salen los horarios y así me pude hacer una idea de cómo organizar la visita. De todas formas, la idea es llegar según abran, a las 10:00, y apurar hasta que cierren, a las 17:00.
Para acercarse al recinto desde mi ubicación hay varias opciones a través de autobús. Puedo coger la línea 23 en la parada Riquet, a menos de un minuto desde el hotel, y bajarme en la parada de Allègre, llegando a la Cité en diez minutos andando. También puedo coger la línea 8 en la parada Riquet y bajarme en la parada de Sicard Alaman, llegando a la Cité en quince minutos andando. En total, entre unas cosas y otras, el trayecto será de unos 45 minutos.
Por tanto, a través de la app de Tisseo, la empresa que gestiona los transportes públicos de Toulouse, monitorizo los tiempos de paso y para allá que me voy con mi mochila a esperar que llegue el bus 23, el que voy a utilizar a la postre. Estando allí esperando, dado que quedan unos minutos, me fijo en una estatua en medio del bulevar.

Se trata ni más ni menos que de Pierre-Paul Riquet, el responsable de la construcción del Canal de Midi que fue ennoblecido por ello con la baronía de Bonrepos, pero como es un tema que trataré en una próxima etapa, ahí lo dejo.
Regresó a la parada y hay otra señora esperando y quejándose de que el bus llega con retraso. Ciertamente, ya tendría que haber llegado y tampoco cuadra con lo que sale en la aplicación y lo que aparece en el panel de la marquesina pero el tráfico es lo que tiene.

Por fin aparece y nos montamos en él. Al final, tanto el día de llegada como en el día de hoy estoy optando con pagar con mi tarjeta de débito. En los autobuses y en el tranvía hay un lector por el que pasas la tarjeta y si pita y salta una luz verde ello significa que has realizado correctamente la validación. Este lector se encuentra en los autobuses junto al asiento del conductor (es de forma cuadrada) y en el tranvía en los agarraderos según subes. No confundir con unos rectangulares que son para que validen los que tienen abonos.
El recorrido es rápido y por fin llego a la parada de Allègre en una zona residencial. Aunque ya me había hecho el recorrido vía Google Street View prefiero abrir el Google Maps en el móvil y que me guíe hasta la entrada de la Cité, cosa que sucede en menos de diez minutos. He llegado unos diez minutos antes de la apertura y muy poca gente esperando. Llegada la hora pasamos por los arcos de seguridad y entramos al recinto.

Todavía no han abierto las taquillas por lo que espero fuera a que abran las puertas. A las 10:00 en punto nos permiten el acceso, pago los 29 euros de la entrada (sí, 29 eurazos que espero que merezcan la pena), me dan un mapa y el horario de actividades, proyecciones y espectáculos y por fin ya entramos de hoz y coz en la Cité de L´espace.
La Cité de l'espace (Ciudad del espacio) es un parque temático orientado hacia el espacio y su conquista. Fue inaugurado en junio de 1997 y está situado en las afueras del este de Toulouse, en Francia. En el parque es posible visitar modelos a escala real del cohete Ariane 5 (55 metros de altura), la estación espacial Mir, satélites y módulos de la nave espacial Soyuz. Hay salas de exposiciones, un planetario, un cine IMAX de 140 asientos y exhibiciones de la bajada a la Luna o cómo preparar el lanzamiento de un cohete y ayudar con su vuelo.
Más información en es.cite-espace.com/.
Una puntualización previa: voy a ser parco en la descripción de lo que ofrece este vasto “parque temático” para intentar no “destripar” la experiencia de futuros viajeros. Por tanto, me detendré en cosas relevantes o no tanto dando las mínimas pistas posibles.
Aunque ya revisé ayer los horarios lo vuelvo a hacer por si hubiera algún cambio y pienso cómo me lo voy a montar dado que hay actividades que se solapan a lo largo de la jornada. Decido ver las proyecciones lo primero pero sobra tiempo por lo que salgo a los jardines para ver qué se ofrece.

En la amplia explanada uno se encuentra de todo: una réplica de la Soyuz, otra del módulo lunar que aterrizó en la Luna y del cual bajó Neil Armstrong para hacer su primer paseo sobre nuestro satélite, un sistema solar gigante a escala, un telescopio espacial o vehículos de la NASA. Hay muchos paneles informativos, en francés, inglés y español, e incluso locuciones que se accionan accionando un mecanismo a modo de organillo. Para los que les guste este mundillo una delicia por todos los detalles técnicos que se ofrecen.
Me dirijo a la Cúpula del Astrónomo donde hay un telescopio gigante que se puede utilizar. Entramos por grupos y el monitor nos suelta una parrafada sobre manchas solares de lo que cual me entero de la mitad porque habla muy deprisa y usa vocablos técnicos que no descifro. Por último nos invita a mirar por el telescopio, que está enfocado al Sol, y lo único que se ven son puntitos. Si lo sé no vengo….
A continuación me dirijo al Pabellón Astralia, donde se encuentra el Cine IMAX y el Planetario.

Allí, en la zona IMAX se proyecta el documental “Deep Sky, la aventura del telescopio JWST” en el que se explica cómo se puso en órbita este telescopio revolucionario en su época. A la entrada se pueden recoger unos auriculares que ofrecen traducción simultánea de la locución. La proyección es interesante pero los científicos participantes/actores sobreactúan de más, en mi opinión. La pantalla es inmensa y el sonido espectacular.
En el Planetario se proyecta una muestra divulgativa llamada “Más allá de las estrellas”. En la cúpula de 360 grados se nos enseñan las constelaciones, detalles de nuestro Sistema Solar y, al final, la posición actual de ciertas estrellas en esta época del año. También se pueden recoger auriculares para seguir la proyección en nuestro idioma. Es entretenido e interesante.
Llegamos a la hora de comer francesa por lo que se paran las exhibiciones y espectáculos durante un rato. Es un buen momento entonces para almorzar y busco lugar donde hacerlo mientras me fijo en detalles curiosos del recinto.

Se ve que van muchos colegios de visita y lo debían dejar todo perdido de los restos de goma de mascar, viéndose obligados a instalar estos puntos de recogida.
Esta mañana, a la carrera, he bajado al Carrefour City que ha ido debajo del hotel y he comprado una ensalada preparada y unas galletas para comer hoy. Habida cuenta de que la comida que se ofrece en este tipo de sitios suele ser mala y cara, me ha parecido buena idea teniendo en cuenta además que hay zonas de picnic para degustar comida de fuera, la cual está permitido introducir en la Cité.
De lo que fue sucediendo durante la visita a este complejo espacial se irá detallando en la próxima y emocionante etapa.
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