Este día nos levantamos a las 6.00 con mucha ilusión porque nos esperaba la capital de los EE.UU., nos compramos un maxi café en el starbuck de enfrente del hotel y nos recogieron puntuales a la hora prevista. Era una furgoneta tipo la del equipo A pero con cristales. Íbamos 10, todos españoles, más nuestro guía Sergio de origen chileno y que hizo de la excursión una magistral clase de historia, cosa que a mí me encantó porque me gusta conocer todos los detalles de los sitios que visito. El viaje hasta la capital duró unas 4 horas, me parece oportuno destacar que casi todo el rato fuimos por la interestatal 95, según nuestro guía las carreteras que cruzan el país de norte a sur son impares y las de oeste a este son pares, la carretera era todo una recta con 4 carriles, creo que en todo el trayecto dimos 2 pequeñas curvas. Hicimos una parada a mitad de camino y me resultó curioso ver que al contrario que en España las salidas quedan a la izquierda, porque las áreas de servicio están en medio de las carreteras, los paisajes son realmente extraordinarios. Sergio nos contó que cada estado, en sus matriculas tiene un pequeño distintivo, por ejemplo a New York le corresponde Empire State, estado imperio, a New Jersey, Garden State, estado jardín, a Washington D.C , le corresponde uno que viene a decir que pagan sus impuestos pero que no tienen representación en el capitolio con derecho a voto y el más curioso quizás sea el de New Hampshire cuyo lema es vive libre o muere. También nos contó que Washington es el estado con más asesinatos aunque ya va mejorando la seguridad.
Nuestra primera parada en la capital fue el Capitolio, verdaderamente un símbolo, que me gustó más de lo que esperaba y me esperaba bastante. Por supuesto tenía la bandera americana ya que en EE.UU. la vez por todos lados, con un enorme árbol de navidad delante. Desde aquí se podía apreciar el inmenso Mall con el obelisco y el monumento a Lincoln al fondo, todas las fuentes estaban heladas y con restos de nieve.

Nos habló de la famosa biblioteca del congreso que es enorme, vimos algunos ministerios, el edificio del FBI Edgar Hoover y nos contó un poco el poder que tuvo este hombre.

Luego llegamos a la casa blanca, la verdad que de tanto verla por la tele parece que la conoces, pero es curioso poder verla en persona. Justo delante está la Milla 0 desde donde se miden todas las distancias del país, vamos igual que aquí en España en la puerta del sol. Desde aquí también hay muy buenas vistas del Obelisco que tiene dos colores de piedra, al quedarse sin presupuesto y terminarlo más tarde con una piedra de un color parecido pero no igual, esta todo rodeado de banderas americanas.

A continuación fuimos a un barrio residencial con casas muy antiguas y caras y con unos coches de los más lujosos, pasamos por la famosa Universidad de George Town donde estudió nuestro príncipe y cruzamos el puente sobre el río Potomac para ir al cementerio de Arlington.
Antes de llegar hicimos una breve parada en el monumento de la bandera de nuestros padres de la película de Clint Eastwood.

En el cementerio Sergio nos contó que allí solo se entierran militares y en contadas ocasiones a algunos de sus familiares, el cementerio es enorme. Vimos la famosa tumba de JFK y su familia y la de su hermano fallecido recientemente. Pero lo que más me impresionó fueron algunas frases que tenía allí grabadas como la famosa “no preguntes que puede hacer tu país por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país………………” . Escuchamos las salvas de un entierro que se estaba haciendo justo en aquel momento, es impresionante ver la cantidad de personas que están allí enterradas.


Después de dejar el cementerio que nos impresionó mucho, volvimos al Mall para ver el monumento a Lincoln, pero antes pasamos un momento por delante del Pentágono, estuvo bien verlo aunque fuera de pasada. El monumento a Lincoln está justo en la parte opuesta del Capitolio. El agua del estanque estaba helada y el Obelisco se veía al fondo.

En el monumento destaca el edificio con sus enormes columnas, pero sobre todo la famosa estatua de Abraham Lincoln sentado con una inscripción encima. Quizás este presidente sea el más famoso o unos de los más famosos de la historia de EE.UU., que si era masón, por su archifamosa muerte de un tiro mientras estaba en el teatro y por todo lo que hizo. Es un sitio que hay que visitar si o si.


Justo al lado de este monumento está el muro con los nombres de los soldados caídos en la guerra del Vietnam, la lista es interminable.

Para acabar nuestra visita a Washington, una última parada en el museo del espacio y el aire perteneciente al Smithsonian. Ahí aprovechamos para comer, la variedad que había era comida rápida de varios tipos, pasable para comer en poco tiempo y ver el museo.
El museo no es muy grande y se puede ver mas o menos en poco tiempo, hay muchos aviones famosos e importantes, en fin es curioso pero sin más.

Al salir del museo, nos disponíamos a regresar a Manhattan, pero antes nuestro guía nos dijo que en Times Square había habido un aviso de bomba y lo habían desalojado todo y que había salido en el telediario pero que solo quedó en un susto, si no nos lo dice ni nos enteramos. El camino de vuelta se hizo un poco más pesado porque había más tráfico pero estuvo bien y al final el guía nos puso música, la cosa se animó y acabamos la excursión en plan karaoke. En definitiva la excursión estuvo de 10 y nuestro guía Sergio a la misma altura, muy bien todo.
Esa noche al llegar al hotel, nos aseamos y dimos una vuelta por Times Square donde ya estaban ultimando los detalles para el día de fin de año y todo estaba muy lleno. Sobre las 12.00 para el hotel y a descansar que el día había sido my largo, y al día siguiente nos esperaba nochevieja en Times Square.