JUEVES 11 FEBRERO 2010
Nos levantamos a las 7:45, nos duchamos, preparamos las mochilas con el embutido del día y bajamos abajo que habíamos quedado con los madrileños para ir a ver Oslo juntos. Nos dirigimos a Trafikanten, una de las dos oficinas de turismo, está junto a la estación de tren (la otra está delante del Ayuntamiento. Allí nos cogemos la OsloPass (www.visitoslo.com/es)(Descargar folleto), el mayor invento jamás pensado para el turista: un bono que lo puedes pedir por 24, 48 o 72 horas y que te cubre los transportes (metro, tranvía, bus), las entradas a todos los museos, algunos paseos en barco, descuentos en alquileres, cafeterías, restaurantes, parque de atracciones, visitas guiadas… de todo. Nos cogemos el de 72 horas que cuesta 430NOK pero como somos estudiantes, enseñamos el carné internacional y nos hacen 20% de descuento.
Nuestra intención del día era ir a la península de bigdøy que es donde están los museos más importantes, así que pretendemos ir en barquito (Båtservice sightseeing) que sale a las 9:45h del pier 3, frente al Ayuntamiento y hace una parada en la ópera y luego va a bigdøy. No llegamos a tiempo así que nos dirigimos a la ópera a intentar cogerlo desde allí. Salvamos la autopista por una pasarela azul y al llegar a la ópera nos espera esta abrumadora panorámica:
¡El mar está helado!
Era una vista maravillosa, desde allí se ve todo el fiordo y todo está con una capa de hielo blanca, vemos el barco que está anclado al lado y empezamos a pensar que los barquitos de vela que pensábamos coger quizá no puedan romper el hielo. Aún así, queremos comprobarlo y volvemos a buscar el pier 3 junto al City Hall. Pasamos por una tienda de pan, periódicos, café y diversas cosas y nos tomamos un desayunito rápido para llevar (chocolate caliente 10NOK). Llegamos por fin al muelle delante del Ayuntamiento y volvemos a asombrarnos de las vistas del puerto:
Para dejarnos claro que hoy, al día siguiente y quizá mucho hasta el deshielo no íbamos a poder ir por el mar a la península, nos encontramos este cartel delante del propio barco: “Sorry. No mini cruise. Due to ice on the fjord”
Decidimos entonces ir en autobús, así que vamos hacia el centro, pasamos por una escultura de hielo que habían hecho en el puerto en recuerdo a las víctimas de Haití, pasamos por una panadería y compramos tres bollitos para nuestros embutidos. Llegamos a la plaza principal de Oslo (situada entre las calles Karl Johans Gate y Stortingsgata, entre el Teatro Nacional y el Stortinget, la asamblea). Allí mismo en la parada de Nasjonaltheatret cogemos el bus 30 a bigdøy. Estrenamos la Oslopass picándola y por tanto empiezan a contar oficialmente las 72h.
Tras unos 20 min en bus llegamos al final de la línea, donde están los museos de Fram, Kon-tiki y el Museo Marítimo Noruego. Empezamos por Kon-Tiki. Trata de los viajes de un noruego que quería demostrar que se pudo haber llegado a América en balsas como las que hacían los Egipcios usando la corriente del golfo, lo consiguió. Asimismo quería demostrar que se podía llegar a la polinesia desde Sudamérica en otra balsa, pero esta vez no lo logró. El mundo es tan pequeño que Laura se encuentra a amigos suyos dentro del museo.
Salimos y nos metemos a ver el museo del barco Fram.
Es el barco de madera más fuerte jamás construido (1892), y el único que navegó más al Norte y más al Sur, ya que fue usado en tres expediciones a los polos: 1893-1896 con Fridtjof Nansen, 1898-1902 con Otto Sverdrup y 1910-1912 con Roald Amundsen. Se puede entrar por dentro, ver los camarotes, la cocina, ver la sala de máquinas, el salón… una pasada, de lo más bonito del viaje.
Salimos y nos metemos en el Museo Marítimo Noruego, nos dicen que va a haber una reproducción en poco rato, así que aprovechamos para ir al baño y enseguida nos metemos a la sala donde estaba la pantalla panorámica para ver el vídeo. Superbonito, te enseñan noruega de norte a sur por la costa, como si fueras en un aeroplano, era precioso, los pueblos, los islotes, el Gran Norte, los pueblos pesqueros del sur… te dan ganas de irte allí, a las Islas Lofoten a pasar el resto de tu vida abrumado por tanta belleza. Al salir, la belleza no es menos: ¡Ha salido el Sol! Se ve todo el fjordo en su extensión y nos hacemos unas fotos con el trípode. Justo en ese momento sale un barco gigante rompiendo algunas placas de hielo.
Cogemos el bus de vuelta (el mismo, el 30) pero nos paramos a mitad de camino a comprar en un SPAR unas patatas y pan bimbo que nos va a servir para el resto de días (45NOK). Nos preparamos 3 bocatas con los panecillos de la mañana y nos comemos 2. Cogemos otra vez el mismo autobús y nos bajamos para ver el Museo Vikingo. [Faltan algunas fotos]
En el museo hay 3 grandes Drakkar que eran los barcos que usaban los vikingos, y resulta que cuando su dueño o alguien importante moría, le enterraban con el barco, por ello se han conservado tan bien. En el museo hay baño.
Salimos y vamos andando al Museo del Folclore Noruego, pero estaba cerrado, aún así, sí que está abierto el parque asociado a él, en el que están reproducciones y originales de casas tradicionales noruegas, algunas traídas desde el lejano Norte. Era precioso, como un cuento, ya que el parque era natural y tenía su orografía accidentada, montes, barrancos… y en lo alto del monte estaba Stavkirke, la iglesia vikinga del año 1200. Es muy bonita, toda hecha de madera y con los grabados tan detallados de los vikingos.[falta foto, ya llegará]
Finalmente salimos del recinto, cogemos el bus y nos bajamos a medio camino del centro, en la parada de Frognerkirke. Desde ahí vamos andando paseando hacia el centro y tras ver una iglesia muy bonita en lo alto y tomarnos un chocolate (15NOK) llegamos al centro, justo donde habíamos cogido el autobús, Nasjonaltheatret. Allí en la plaza vemos la pista de patinaje Narvisen con unas 10 personas y nos animamos Lidia, Laura y yo a patinar un poco esperando no rompernos nada. Como teníamos Oslopass, nos sale a 5NOK todo el tiempo que queramos. En la pista de ski nos encontramos a una española con sus hijos que vivía allí y nos dice que al día siguiente iba a hacer sol todo el día así que planeamos ir a esquiar.
Una vez saciados de patinar y ya con unos cuantos culazos algunos, nos dirigimos a calentar un poco nuestros estómagos ya que parece ser que hace -15ºC o así, se nota más frío que por la mañana en el puerto. Vamos por Johans Gate y entramos en un Burger King (2cheeseburger + 1patatas + 1coke = 60NOK). Volvemos a Trafikanten ya de vuelta al hostal y pasamos por un supermercado (kiwi) y compramos desayunos (chocolate en polvo + gofres + zumo = 72NOK). Nos enseñan los madrileños un turco-kebab a la vuelta del Anker Hostel y se quedan ellos a cenar mientras nosotros nos vamos a la habitación. Nos hacemos un chocolate con un hervidor de agua que hay allí y nos dormimos mientras van llegando los demás ocupantes de la habitación y sobretodo antes de que empiecen a roncar.