Bolivia IV: Rurrenabaque: Pampas y Selva - 7 días ✏️ Diarios de Viajes de America Sur

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Planificación de la visita a Rurrenabaque: el transporte hasta allí presenta dos posibilidades:
- Un autobús que tarda entre 20 y 24 h y cuesta unos 40-60 bs
- Un avión que tarda 45’ y cuesta 470 (TAM, pocos vuelos) – 650 (Amaszonas, muchos vuelos) bs. Optamos por el avión, y creo que es la mejor opción para quien no tiene varios meses para viajar por la zona....

La zona tiene dos áreas de interés:

- Las Pampas: una zona de sabana húmeda (bosque abierto) en la que hay fauna muy abundante y facilísima de ver; el turismo está muy orientado al visitante joven que busca pagar poco y ver muchos animales sin demasiado esfuerzo; todo se organiza a lo largo del río Yacuma, repleto de pequeñas áreas privadas con alojamientos bastante similares en forma de cabañas.

- La Selva: dentro del Parque Nacional Madidi, es un área de bosque tropical denso con una enorme gama de posibilidades de visita: desde agencias baratísimas hasta alojamientos “eco-etno”, llevados por las comunidades locales y con altos estándares de calidad y respeto ambiental; desde rutas cortas para ver el río y descansar hasta exploraciones de varias semanas...

La recomendación que recibimos, y que adopto plenamente, es hacer Las Pampas con la agencia más barata posible (todas hacen la misma ruta de 3 días 2 noches con todo incluido; incluso van intercambiando viajeros para completar los grupos); conviene asegurarse de que el grupo es equilibrado en cuanto a nacionalidades, para no quedar socialmente aislado en un grupo dominado por gente que hable su propio idioma.
En cuanto a la Selva, la mejor opción es contratar con una agencia de cierta calidad, que permita hacer un grupo pequeño y adaptar la visita a los intereses que tengas, y aprovechar el tiempo al máximo...

Optamos por contratar las pampas con Fluvial Tours (450 bs el tour de 3 días 2 noches con todo incluido, en grupo de 8-9 personas, contratado en La Paz; el precio sube un 25-50% si se contrata en Rurrenabaque), y la selva con Mashaquipe (1300 bs un tour de 3 días 2 noches con temática a elegir y todo incluido, en grupo de 4 personas; contratado por teléfono desde La Paz). Otras agencias que nos recomiendan para la selva son San Miguel del Bala, Berraco del Madidi y Madidi Jungle. Pero por encima de estas agencias, recomiendo contactar con Corazón del Madidi, una nueva agencia que están montando los mejores guías de las agencias, muchos de los cuales han sido durante años guardas del Parque Nacional.

22 agosto – La Paz – Las Pampas (Rurrenabaque)

A las 6:00 cogemos un taxi al aeropuerto (60 bs, 30’); volamos con TAM, una compañía que pertenece al ejército y rentabiliza los aviones ofertando vuelos comerciales; dan bebida y bocadillo. Las vistas son espectaculares, sobrevolamos la Cordillera Real y a continuación comienza una superficie de selva inacabable…

En el aeropuerto nos espera el 4x4 con el resto del grupo con el que haremos la visita a Las Pampas. Tras un camino extremadamente polvoriento de 3 h llegamos a Santa Rosa, donde pagamos la entrada al área protegida (150 bs); y a partir de aquí, todo está incluido en los 450 bs. Comemos decentemente en el pueblo, y vamos al embarcadero. Los botes son de unas 14 personas, largos y estrechos, y el trecho del río es una sucesión de aligatores, aves del paraíso, tortugas, capibaras, garzas, delfines rosas, patos espátula, caimanes, monos araña…el trayecto del embarcadero hasta el alojamiento, de unas 2 h, es lo más interesante de Las Pampas. El alojamiento de Fluvial Tours en las pampas es un campamento con unas 4-5 cabañas para 8 personas cada una; hay también opción de habitaciones dobles, pagando un suplemento elevado. Tras dejar las mochilas nos llevan a ver el atardecer a un mirador y volvemos para la cena. Después, hacemos una pequeña salida nocturna en barca para ver los aligatores y caimanes y sus inquietantes ojos.

Viernes 23 agosto: Las Pampas (día 2)

La mañana del segundo día implica inevitablemente ir a “buscar” anacondas, independientemente de que el tiempo esté frío y nublado y sea imposible verlas. Pasamos la mañana caminando por un pantanal, bonito pese a todo. Obviamente, no vemos ninguna anaconda. La agencia nos proporciona botas de agua, pero conviene comprobar que no estén rotas o agujereadas (6 de los 8 pares lo estaban). Volvemos al campamento para comer, y a la tarde vamos a nadar al río, en zonas de agua profunda, en las que se concentran los delfines y no se acercan los caimanes); después nos llevan a pescar pirañas y a una especie de bar con campo de voleibol y fútbol, donde se juntan todas las agencias para socializar. El programa es más o menos flexible mientras lo que pidas no implica gastar gasolina en la barca, así que no hay mucho más que hacer.

Sábado 24 agosto: Las Pampas (día 3 – vuelta a Rurrenabaque)

Nuevamente vamos a nadar con los delfines, comemos pronto y volvemos a Santa Rosa y de ahí a Rurrenabaque. Por la tarde vamos a Mashaquipe para pagar el circuito de la Selva y definir el plan; insistimos en pedir un guía con buenos conocimientos de botánica. También buscamos alojamiento; en Rurrenabaque no hay demasiadas opciones intermedias entre pensiones extremadamente cutres (por 20-50 bs/persona) y hoteles (150 bs por habitación doble). Nos quedamos en uno de los primeros, “Hostal Jislene”, por 40 bs/persona con desayuno (excelente, por cierto) incluido. Cenamos con los compañeros del tour de las Pampas en “Funky Monkey”, un restaurante-pizzería para turistas, con precios y calidades que se podrían encontrar en España.

--> Conclusiones sobre las Pampas y Fluvial Tours: es una visita interesante, se ve muchísima fauna sin ningún esfuerzo, aunque uno se queda con la sensación de que en 2 días se podía hacer la visita perfectamente. Fluvial Tours pone un guía bastante normalito, que no se desvive por dar explicaciones, pero que en general es correcto. La comida es excepcionalmente buena y abundante, tanto el desayuno como la comida y la cena. Incluso se adaptan y hacen platos especiales cuando hay intolerantes o alérgicos a determinados productos en el grupo; hay que decir que los cocineros esperan propinas por parte de los turistas. Por lo que hablamos con gente que había ido con otras agencias, habían pagado más y habían recibido exactamente lo mismo o peor.

Domingo 25 agosto: Selva de Rurrenabaque (día 1)

Nos aprovisionamos de camino a la oficina de Mashaquipe, de donde salimos a las 9:00 con otros dos compañeros de ruta y Radamir, el guía que nos acompañará. Le menciono porque es probablemente el mejor profesional que conocemos en todo el viaje: atento, divertido, cercano, siempre pendiente de que todos estemos a gusto, con un excelente conocimiento de la selva (ha sido guarda del parque durante más de 20 años), y, de todos los guías que vemos con otros grupos, el único que come con nosotros y está siempre poniendo facilidades. También es el único boliviano que conocemos que, cuando no sabe algo, no se inventa lo primero que le pasa por la cabeza, sino que admite no saberlo. Después de un día con él optamos por quedarnos un día más, extendiendo la ruta a un cuarto día (nos cuesta 350 bs adicionales) y, con ayuda de sus compañeros de Mashaquipe, cambiando el billete de avión de vuelta.

Antes de entrar en el PN Madidi hay que pasar por dos oficinas a comprar la entrada (110 bs) y sellarla. Al Parque se entra por el río Beni, un afluente del Amazonas, que a la altura de Rurrenabaque ya tiene unos 300 m de anchura. Subimos en barca hasta el campamento central de Mashaquipe (unas 2 h; tiene varias cabañas bastante cómodas, y un pequeño restaurante y baños, bastante cómodo); comemos allí de maravilla. Después cruzamos el río principal en la barca y nos dejan en un área de bosque de ribera muy denso; es una maravilla ver el enorme tamaño de los árboles, lianas, y todo tipo de vegetación espectacular que Radamir nos va describiendo y explicando sus aplicaciones. Hay poca fauna visible, porque hace fresco y los insectos, reptiles, etc, están escondidos. Sí conseguimos acercarnos a una manada de cerdos salvajes. Volvemos al campamento para cenar.

Lunes 26 agosto: Selva (día 2)

Por la mañana caminamos, haciendo múltiples paradas y desvíos cada vez que el guía oye algo; de vez en cuando hacemos incursiones fuera del camino para ver alguna especie adicional, o unos restos de tapir, armadillo u oso hormiguero. Llegamos a mediodía a “Patujusal”, un campamento temporal de Mashaquipe. Montamos el campamento (mosquiteras, esterillas y sacos de dormir, no hay mucho más) mientras Mabi, una excelente cocinera que nos acompaña, prepara la comida. Por la tarde hacemos una excursión alrededor del campamento, fuera de los caminos, saltando ríos y troncos caídos. Volvemos para cenar y después hacemos una excursión nocturna con el guía, una experiencia sobrecogedora, ya que caminamos en la selva con un frontal y de vez en cuando lo apagamos y nos quedamos varios minutos escuchando los sonidos, en una oscuridad absoluta (entre lo cerrado de la vegetación y el cielo nublado no se ve absolutamente nada).

Martes 27 agosto: Selva (día 3)

Nos despierta el ruido atronador de los monos aulladores; vamos directos al siguiente campamento, llamado “El arenalito”, algo más grande que Patujusal. Montamos las camas y comemos pronto. Por la tarde hacemos una nueva excursión por la selva, acabando en el parabal, un mirador situado en una pared vertical donde anidan las parabas o guacamayos, que salen a volar al atardecer. Las vistas son también una maravilla. Volvemos a cenar, y después hacemos una nueva expedición nocturna, vemos algunas huellas de jaguar y varias tarántulas en unos árboles secos.

Miércoles 28 agosto: Selva (día 4) y vuelta a La Paz

Caminamos unas 2 h hasta llegar a la orilla, viendo los nidos de los guacamayos desde el suelo; al llegar a la orilla vemos cómo los guías de varios grupos montan una balsa con troncos (las construyen y desmontan cada día con los mismos troncos) y bajamos en una de esas balsas hasta el campamento; conviene llevar ropa de baño, porque siempre hay alguna parte de la balsa que queda ligeramente cubierta por el agua, y en los rápidos es imposible no mojarse. Comemos tan maravillosamente como los días anteriores y volvemos a Rurrenabaque; los mismos de Mashaquipe nos llevan al aeropuerto y volvemos a La Paz con Amaszonas, en otro precioso vuelo panorámico que cruza la Cordillera Real por un collado, entre dos picos. Cogemos un taxi a casa de nuestro amigo, recogemos las mochilas y vamos con el mismo taxi a la estación de autobuses (50 bs en total); conseguimos los dos últimos billetes que quedan en el bus nocturno a Potosí (110 bs) de Trans-Copacabana, una de las dos compañías que nos han recomendado (junto con El dorado). El autobús es antiguo pero muy cómodo, con 3 asientos por fila, y dan mantas.

--> ¿Merece la pena la Selva? Si se hace con una buena agencia y, sobre todo, con un buen guía, es absolutamente recomendable. Por supuesto, uno tiene que ir dispuesto para encontrarse con bichos, incomodidad y limitaciones, pero es ciertamente de lo mejor del viaje.

--> Rurrenabaque o Puerto Maldonado o Iquitos? Optamos por Rurrenabaque siguiendo recomendaciones de quien ha estado en ambos lugares: la selva es igual de espectacular pero todo es mucho más barato. De nuevo, la mitad de la experiencia está en tener la suerte de encontrar al guía adecuado.

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