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Martes 11 de febrero: Llegó el día tan ansiado. Luego de mucho esfuerzo ahorrando en los meses previos y leyendo toda la información disponible en internet acerca de Rapa Nui, nos disponemos a partir hacia el aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires.
Cuando viajamos tenemos la costumbre de llegar a los aeropuertos con mucha anticipación a los vuelos, y disfrutar del febril movimiento que allí se vive. Suerte que tenemos esa costumbre porque esa tarde el tráfico en la ciudad de Buenos Aires es infernal y lo que debía ser un viaje de 30 minutos desde nuestra casa hasta el aeropuerto, terminó siendo un viaje de 1 hora y media! Ufff, primeros nervios, pero finalmente llegamos a Ezeiza con 2 horas de anticipación al vuelo. Despachamos maletas y pasamos los controles con rapidez. Tenemos tiempo de merendar algo y a las 21:00 hs embarcamos puntualmente rumbo a Santiago. El vuelo es en un A-320 que no vá del todo lleno. El personal de LAN super majo, tal es así que al aterrizar en Santiago de Chile preguntamos a las azafatas si las niñas podían pasar a sacarse una foto en la cabina del avión y accedieron con gusto!! Un detalle magnifico en esta época de tanta paranoia post 11-S!
Si bien estábamos como pasajeros en tránsito en Santiago, tuvimos igualmente que retirar maletas de la cinta, hacer migraciones y volver a despachar nuevamente las maletas. Hacemos todo con mucha calma ya que la escala en Santiago era de 9 horas!! Debíamos ver como arreglárnosla para pasar lo mejor posible la noche en el Aeropuerto.
Es la primera vez que pasamos tanto tiempo haciendo una escala y es notorio ver como a medida que avanza la noche, lentamente la actividad del aeropuerto y el movimiento de gente va disminuyendo para comenzar su ritmo frenético nuevamente con los primeros rayos del sol del día siguiente.
Gracias a las tarjetas de crédito de nuestro banco tenemos Pases Priority y nos metemos en un salón VIP del aeropuerto que nos permite pasar la noche bastante más cómodos que en una silla común del aeropuerto. Las niñas no tardan en dormirse.
Miercoles 12 de febrero: Amanece, y cerca de las 8 de la mañana nos vamos por fin hacia la puerta de embarque.
Allí vamos a tener un golpe de suerte! Resulta que antes de viajar, al momento de hacer el check in on line, nos postulamos para aplicar por 4 upgrades en el vuelo Santiago – Isla de Pascua.
Para los que no lo saben, un Upgrade es un cambio de categoría, o sea pasar de turista a first class (primera clase) utilizando unos cupones que tenía acumulados en mi cuenta de LAN por ser pasajero frecuente de la compañía.
Pues bien, se dió el milagro. La Primera clase no estaba totalmente vendida y no hubo para ese vuelo otras postulaciones de upgrades, por lo cual 10 minutos antes del embarque nos llaman a los 4 por altoparlantes para que nos presentemos en el mostrador de la puerta de embarque. Allí nos confirmaron que teníamos asignado el upgrade y que viajaríamos en Primera Clase!!
Embarcamos los primeros y estábamos como niños con juguete nuevo, flipando con los gigantescos asientos en donde íbamos a viajar cuando las azafatas de repente detuvieron el embarque y nos dijeron que debíamos desembarcar ya que el vuelo se demoraría un rato en salir!
¿Qué fue lo que pasó? Nos explicaron que hubo un vuelo anterior al nuestro que también iba a Isla de Pascua y que salió con retraso. Y hasta que este avión no llegara al punto de no retorno de su ruta, nuestro vuelo no podría despegar.
Según lo que he averiguado luego en internet, el Punto de no Retorno es aquel punto de la ruta de vuelo calculado en base al combustible remanente, en la cual una aeronave una vez pasada dicha posición, no es capaz de retornar al aeropuerto de origen. En ese caso, la tripulación de vuelo no tendrá más opción que seguir hacia el destino establecido en el plan de vuelo.
El uso del Punto de No Retorno cobra mayor importancia en aquellas operaciones aéreas cuyo plan de vuelo no dispone de aeródromos alternos al de destino, como ocurre en la ruta aérea a Isla de Pascua.
Pues bien, adiós a los cómodos asientos de Primera, volvemos a desembarcar y esperar en el aeropuerto unos 45 minutos más. Finalmente vuelven a anunciar el embarque y ahora si, despegamos!
Estamos demorados...
Luego del desayuno servido, aprovechamos los super comodos asientos de Primera para dormir durante casi la totalidad de las 4 hs y media que dura el vuelo a la isla.
Nos despertamos cuando el capitán dijo que iba a comenzar el descenso y todo el mundo a buscar por las ventanillas que apareciera en el inmenso océano la silueta de la isla. Al poco tiempo la vimos allí abajo. Cuando el avión hizo un giro pudimos observarla casi entera.
Aproximación final!
El avión siguió bajando hasta tocar tierra en el aeropuerto de Mataveri, una de las pistas mas largas del mundo, construida por la NASA para ser usada como pista de emergencia para el aterrizaje de transbordadores espaciales.
Bajamos por la escalerilla del avión y caminamos por la pista hacia el pequeñísimo edificio del aeropuerto. Algunos ya aprovechábamos para tomar fotos ya que el aeropuerto está decorado con esculturas representativas de la cultura Rapa Nui.
Aeropuerto Mataveri
Como todos los trámites de ingreso a Chile ya estaban hechos en Santiago, sólo quedaba recoger las maletas y salir a buscar a las personas del hotel que habíamos reservado por booking.
Si bien amo viajar, y amo todas las ceremonias previas en el aeropuerto, debo confesar que hay una sola cosa que me pone absolutamente nervioso y ansioso, y es el momento de esperar que las benditas maletas aparezcan por la cinta. Es una mezcla de temor a que no aparezcan, ansiedad por salir ya del aeropuerto y comenzar la aventura…en fin...los nervios se me ponen a prueba delante de esas cintas transportadoras!
Comenzaron a aparecer las maletas, mientras al lado de la cinta se crea una autentica babel con infinidad de turistas de todas las nacionalidades apiñados en busca de las suyas. Después de esperar bastante rato, aparece una de las nuestras! (Nunca nos la van a mandar a la primera, no?)
Ya, bueno! Vamos que solo falta una! Esperamos, esperamos…cada vez queda menos gente y de repente…lo tan temido ocurre! La cinta se detiene y una de nuestras valijas que no aparece! Corro desesperado al comienzo de la cinta, me asomo y le pregunto a uno de los muchachos del aeropuerto que si no había más valijas. Me dice que no, que eso era todo! Si vieran ustedes nuestra cara de desesperación! A 4000 kilometros de distancia de todo, ¿Cuándo y como iba a aparecer nuestra valija perdida?
El mismo maletero nos aconsejó que saliéramos por la puerta principal y nos metiéramos a preguntar en una pequeña oficinita que había a la izquierda a presentar el reclamo. A todo esto se nos acercó Victoria, una simpática y auténtica Rapa Nui que nos venía a recoger de parte de nuestro alojamiento (del que hablaré mas adelante) y nos estaba buscando! Nos dio unos hermosos collares de flores y se ofreció a ir con mi mujer a la pequeña oficina a hacer el reclamo de la maleta mientras yo esperaba con las niñas sentado en un banco.
A los 2 minutos, sale mi mujer de la oficina…y con la valija perdida!!! Milagro!
Resulta que LAN por equivocación la había enviado en el vuelo anterior al nuestro. Si, el famoso vuelo atrasado. Mi mujer preguntó al empleado del aeropuerto si debía firmar o dejar constancia de que se llevaba esa maleta.
-“No señora. No hace falta. Esto es Isla de Pascua” le contestaron. Jaja
Por fin con todo listo, a esperar un taxi, y al alojamiento, que ahora si empezaba la aventura!
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