Khao Lak ✏️ Diarios de Viajes de Tailandia

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El bungalow del Paradise House que hemos visto ayer ya está ocupado pero nos dan el de al lado que es igual. Hablamos con el dueño o encargado, le damos los pasaportes, anota los nombres pero todavía no le pagamos pues tenemos que aclarar cuantos días se queda Carmen, cuantos yo y quedamos en que mas tarde lo haremos. No pone ninguna pega el hombre, así que una vez devueltos los pasaportes vamos a instalarnos. Yo quiero ir a la playa cuanto antes, quiero ver como es, si se puede hacer snorkel, si se pueden ver corales y peces, que posibilidades hay para hacer excursiones, todo me parece excitante. En la misma calle hay varias agencias de turismo que ofrecen todo tipo de excursiones, que si a la isla tal y a la isla cual y todas son espectaculares, maravillosas, paradisíacas, etc. también hay varias tiendas donde se pueden comprar gafas y tubo para hacer snorkel, además de buceo con botellas. Yo tengo gafas tubo y aletas pero Carmen no y estaba dispuesta a que yo le enseñara, con lo fácil que es... pero... después de estar en dos tiendas dice que no quiere. Lo acepto y tiramos hacia la playa. El camino es bonito, a la derecha hay un bosque y poco después llegamos a una zona con jardines bonitos y bungalows.
Me llama la atención esta silla de peluquería de los 50 allí abandonada al borde de la acera. En días sucesivos compruebo que efectivamente es usada por quienes se dan un respiro al borde del pequeño bosque, tiene su utilidad

Entre unas y otras está anocheciendo así que decidimos volver y pasarnos por una agencia de viajes a ver que ofrecen.
Está prácticamente al lado del Paradise y la señora es muy simpática, gestionamos inmediatamente dos excursiones a las islas Similian para los dos siguientes días. Van y vuelven en el día y como queremos irnos ya mañana la señora trata de contentarnos y hace varias llamadas de teléfono pues todo está bastante ocupado. Finalmente nos encuentra sitio, pagamos y después de agradecerle la gestión nos vamos a dar un paseo por ahí y a cenar algo.
Delante del supermercado se ha puesto una pareja de tailandeses con un pequeño puesto donde hacen pad thai, alitas de pollo, rollitos y un poco mas allá hacen una especie de crêpes y los turistas ya se han puesto a la cola.
Hay también unas mesas grandes y alargadas donde la gente se sienta a comer.
Me pido un rico pad thai con huevo y le ofrezco a Carmen que aún no se fía. En el super me compro una cerveza Chang bien fresquita. Frente a nosotras se sienta una pareja mayor de alemanes, entramos en conversación. Me cuentan que el ha perdido sus gafas, se olvidó que las llevaba y entró a bañarse en la playa y no las volvió a encontrar, se van dentro de dos días y en una óptica de allí le salen mucho mas baratas que en Alemania pero no sabe si las tendrán listas para entonces y ahora mismo no ve bien... eso le fastidia, aunque lo cuenta bromeando. Son muy simpáticos. Carmen mira como engullo mi pad thai como si fuera a envenenarme pero finalmente prueba, se lleva una sorpresa porque le gusta y va a buscar uno, poco a poco se va relajando... Nos despedimos de la pareja.
Seguimos con el paseo y de paso miramos por las agencias otros viajes, Carmen quiere volver a Bangkok en autobús dentro de cuatro días, yo me quedaré unos días mas aunque todavía no tengo claro cuantos. Después del madrugón decidimos irnos al bungalow, antes pasaremos por recepción (por llamarle de alguna manera) para pagar.

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