Esta mañana la teníamos apartada para una visita fuera de itinerario, siguiendo la línea negra de metro, hacia el norte de la ciudad.
La mañana estaba lluviosa, y la eficacia de esta línea “Northern”, deja mucho que desear, no es el puntual metro del centro de Londres, y tampoco su frecuencia.
Terminamos la visita a media mañana, y aun llovía.
Regresamos al hotel para cambiarnos y continuar con el itinerario previsto, pero el hambre ya apretaba, asi que al bajar en la estación de metro junto al hotel, nos metimos en un super, y nos compramos un botellón de Carling, fresquita.
En mi caso la acompañe en mi habitación, con un buen jamón serrano de hembra. ¿Que de donde lo saque?, jeje, ese paquete junto con dos mas venian en mi maleta, jamoncito español del Mercadona, y me supo a gloria con mi cerveza inglesa favorita.
Bueno, de aquí salimos dirección al Museo de Cera, “Madame Tussauds”, en Marylebone Rd., nos bajamos en la estación Baker Street, y había bastante cola, asi que decidimos comer antes de entrar al Museo, y sin salir de la calle Marylebone, nos acercamos al “Pub Glove”, recomendado en el foro, y tuvimos la suerte que el camarero era español, de modo que pedimos con facilidad lo que nos apetecía de la carta, comimos y bebimos muy bien.
Al salir nos acercamos al Museo de cera y con asombro descubrimos que la cola se había multiplicado por tres, era larguísima, y veíamos que se acercaba la hora de cierre del museo, estuvimos en la cola hasta casi entrar, pero cuando nos dicen que quedaba media hora, decidimos salirnos, no íbamos a pagar la entrada, nada barata, para media hora. Así que objetivo frustrado.
Así que volvimos al metro y bajamos en St. Pancras, siempre pasábamos de largo en esta estación digna de admirar, de modo que la recorrimos en su interior y buscamos el típico reclamo de su plataforma 9 ¾, que no fue fácil de encontrar, pues esta fuera, preguntado se llega hasta a esto..., también admiramos su impresionante fachada.
Y finalmente terminamos improvisando, y volvimos a Coven Garden, para envolvernos de nuevo en su mágico ambiente, sus artistas callejeros y esa plaza donde
conseguimos sitio para sentarnos y tomar algo que nos sirvió de cena.
Y fin de la jornada.-
La mañana estaba lluviosa, y la eficacia de esta línea “Northern”, deja mucho que desear, no es el puntual metro del centro de Londres, y tampoco su frecuencia.
Terminamos la visita a media mañana, y aun llovía.
Regresamos al hotel para cambiarnos y continuar con el itinerario previsto, pero el hambre ya apretaba, asi que al bajar en la estación de metro junto al hotel, nos metimos en un super, y nos compramos un botellón de Carling, fresquita.
En mi caso la acompañe en mi habitación, con un buen jamón serrano de hembra. ¿Que de donde lo saque?, jeje, ese paquete junto con dos mas venian en mi maleta, jamoncito español del Mercadona, y me supo a gloria con mi cerveza inglesa favorita.
Bueno, de aquí salimos dirección al Museo de Cera, “Madame Tussauds”, en Marylebone Rd., nos bajamos en la estación Baker Street, y había bastante cola, asi que decidimos comer antes de entrar al Museo, y sin salir de la calle Marylebone, nos acercamos al “Pub Glove”, recomendado en el foro, y tuvimos la suerte que el camarero era español, de modo que pedimos con facilidad lo que nos apetecía de la carta, comimos y bebimos muy bien.
Al salir nos acercamos al Museo de cera y con asombro descubrimos que la cola se había multiplicado por tres, era larguísima, y veíamos que se acercaba la hora de cierre del museo, estuvimos en la cola hasta casi entrar, pero cuando nos dicen que quedaba media hora, decidimos salirnos, no íbamos a pagar la entrada, nada barata, para media hora. Así que objetivo frustrado.
Así que volvimos al metro y bajamos en St. Pancras, siempre pasábamos de largo en esta estación digna de admirar, de modo que la recorrimos en su interior y buscamos el típico reclamo de su plataforma 9 ¾, que no fue fácil de encontrar, pues esta fuera, preguntado se llega hasta a esto..., también admiramos su impresionante fachada.
Y finalmente terminamos improvisando, y volvimos a Coven Garden, para envolvernos de nuevo en su mágico ambiente, sus artistas callejeros y esa plaza donde
conseguimos sitio para sentarnos y tomar algo que nos sirvió de cena.
Y fin de la jornada.-