Tocaba volver a casa (¿ya? sí, ya. Como pasa el tiempo cuando se está de viaje...) y lo hicimos con la idea de parar en Allariz, Verín y Puebla de Sanabria, y completar el día con un contacto con el Lago de Sanabria si sobraba tiempo. Lo cumplimos e hicimos las 4 cosas
TOTAL: 516 kms.
Nos pegamos un buen madrugón y tras desayunar en las cercanías del hotel partíamos hacia las 9 de la mañana, el primer destino era Allariz y llegábamos bastante pronto, a esto de las 9 y media. Aparcamos junto al puente, del otro lado de la Oficina de Turismo. Y allí que nos fuimos, pero estaba cerrada, la primera en la frente.
Esta localidad se fundó en tiempos de los suevos con la construcción de "Villa Allaricii" Poco a poco fue ganando importancia en la Edad Media con la concesión de diversos fueros y la construcción de un castillo y unas murallas, hasta que fue nombrada "Llave del Reino de Galicia" por Sancho IV. Además de las Revueltas Irmandiñas, como el resto de localidades gallegas, destaca en el Medievo que Alfonso X El Sabio estudiara aquí entre eruditos. En la Edad Moderna una serie de sitios y ataques portugueses marcan la villa, que sigió creciendo pese a todo; y esto desemboca en que la Guerra de Independencia y la Desamortización acaben con el castillo y gran parte de la muralla. Pese a ello Allariz conoció un crecimiento explosivo, y es que en la villa se estableció la fértil industria del lino, enriqueciendo a la población. Cuando decayó el lino se sustituyó por el cuero, y cuando en los sesenta el cuero entro en decadencia arrastró a toda la localidad a una pérdida progresiva de dinero y habitantes, compensada un poco en la actualidad con el turismo.
Empezamos el paseo por este precioso pueblo que mantiene intacto sus calles medievales.
Hasta que llegamos a la Iglesia de Santiago, que por desgracia estaba cerrada. Esta iglesia es uno de los mejores ejemplos de románico rural gallego, y destaca en su exterior la decoración de los capiteles de la portada.
También es famoso su ábside semicircular, teniendo que contentarnos con verlo por fuera.
Desde la Plaza Mayor, perfectamente conservada, se tienen vistas del lugar que ocupaba el castillo, donde hoy ondea una bandera gallega.
Seguimos paseando por las calles allaricanas siguiendo unas indicaciones de un monigote (si las sigues das un paseo circular precioso por todo el casco histórico) hasta llegar a una gran explanada donde se situaba un mercado, se ve que en Allariz es los martes. Ahí se encuentra la Iglesia de San Bieito, el patrón del pueblo; una iglesia del siglo XIX sin mayor valor artístico.
Y el Convento de Santa Clara, fundado en 1268 por la reina Violante (esposa de Alfonso X El Sabio) y reconstruido en el siglo XVIII. Posee el claustro barroco más grande de España pero no es accesible, ya que viven monjas de estricta clausura. Unicamente se pueden visitar la iglesia y el Museo de Arte Sacro. Sin embargo el martes cierra, así que nos tuvimos que contentar con verlo por fuera.
Información práctica
Acceso: En el centro de Allariz
Horario: 10:30-13 17:30-19:30 (L+X-S) 12-14 17-19:30 (D)
Precio: Gratis
Página web: www.turgalicia.es/ ...od_rec=394
Y después callejeamos un poco más por las calles del outlet, pensé que sería un Las Rozas Village en pequeño pero no, las tiendas de moda se sitúan en los edificios medievales sin desentonar en nada con el pueblo. Por una vez no me importó irme un rato de tiendas.
Y antes de irnos, vimos el Puente Emilia Pardo Bazán, dedicado a la célebre escritora y en cuyo extremo más alejado del centro se encuentra la Oficina de Turismo.
Nos desviamos unos kilómetros para visitar un lugar muy curioso, Santa Mariña de Augas Santas, y es que según la leyenda aquí murió Santa Mariña, una mártir. Su historia es bastante trágica, fue pretendida por el prefecto Olibrio sin ñexito. Entonces, al enterarse él de que era católica, la encerró en un calabozo y la sometió a diversos tormentos hasta dejarla exhausta, pero ella seguía sin querer casarse con él. Así que, tras dos intentos de asesinato fallidos (quemarla viva y ahogarla), ordenó su decapitación. Cuando el verdugo cortó su cabeza, esta botó tres veces en el suelo y en aquel lugar surgió, con el golpe de la cabeza, una fuente: la de Aguas Santas.
Es muy recomendable acercarse, además de por la leyenda, porque el pequeño pueblo es precioso y se tiene merecido el título de Conjunto Histórico-Artístico. En honor a Santa Mariña se construyó una gran iglesia, siendo ella la única que está enterrada allí.
Además existe una fuente vieja que es la que se dice que brotó con los botes de la cabeza, no deja de ser curioso. Una placa lo recuerda.
El pueblo en sí es principalmente una calle, pero tiene un aire especial. Estando aquí te sientes verdaderamente como si estuvieras paseando por aquí hace siglos, con estar solo unos kilómetros (6) apartada de la nacional y del paso de las masas, tiene un aire rural y medieval que me encantó. Fue, sin duda, la gran sorpresa del viaje, menos mal que leí algo de refilón preparando algo que contar en Allariz, porque a los tres nos encantó.
CONCLUSIONES DE ALLARIZ: Precioso pueblo medieval con un outlet en pleno centro. No es como un cuento de hadas (como leí por aquí) pero se le acerca. Y Augas Santas pues es una preciosidad de sitio sin apenas descubrir.
Para ver la ciudad basta con 1-2 horas para el viajero medio, y Augas Santas se merece media hora más (contando con el viaje, tampoco es que ofrezca mucho) Visita imprescindible del Sur de Galicia, aunque personalmente me gustó más Ribadavia que Allariz
Volvimos a subirnos al coche para llegar hasta Verín, más concretamente al Castillo de Monterrei, y es que por lo que había leído (y posteriormente vi al cruzar el pueblo), Verín no tiene encanto alguno.
Es una fortaleza-palacio que domina el valle del Río Támega, una posición estratégica desde la que se controla todo lo que entraba a Galicia por la zona desde la Meseta (Puebla de Sanabria-Ourense) como desde Portugal (entrada de Chaves) Siutado sobre los restos castrenses de Baroncelli, este espectacular castillo sería edificado en el siglo XII y creó enfrentamientos con la Iglesia (estaba cercano a los dominios del Monasterio de Celanova que lo veía como una amenaza). Fue refugio de Pedro I El Cruel en la guerra civil contra los Trastámara y fue creciendo hasta convertirse en una de las mayores fortalezas de Galicia, además de la mejor conservada.
La primera vista de este espectacular enclave la tuvimos desde el Parador de Verín, a sus pies, donde tomamos un café a media mañana.
Nos dirigimos adentro con muchas ganas, puesto que tiene muchas dependecnias, pero ¡oh! Cerrado por obras, además de estar lleno de andamios. Solo pudimos disfrutar un poco de las primeras murallas defensivas (el castillo era practicamente inexpugnable al asalto) sobre el valle y la población de Verín
Lo único que pudimos ver fue una torre defensiva exterior y una réplica de cañones bastante chula.
Información práctica
Acceso: Señalizado desde la autopista.
Horario: 10:30-19 a diario (hasta las 20 en verano 22/6-21/9)
Precio: Gratis
Página web: www.spain.info/ ...errey.html
Y volvimos a coger el coche, era la 1 de la tarde y a mi padre le dio por ir a Chaves, y yo de acuerdo con él empecé a hacer todas las capturas que pude con el móvil de su página web de turismo (logicamente en Portugal no hay 3G), y en esto que digo va pues para Sanabria igual no llueve, le enseñé una foto de la Laguna de los Peces a mi madre y en la rotonda cuando íbamos a tirar dirección a Portugal cambiamos y seguimos el rumbo original.
Bueno, que llegamos a Puebla de Sanabria a esto de la una y media y con nubes que presagiaban tormenta. Pensé que me iba a tocar morderme la lengua todo el viaje de vuelta, pero al final empezó a llover cuando tomamos la autopista (minipunto para mí!)
Puebla de Sanabria es una villa que nació y creció por su situación estratégica en un alto frente a la frontera portuguesa y gallega. Se funda en el siglo X, creyéndose que fue una fortificación leonesa, pero es a partir del siglo XII cuando empieza su crecimiento alrededor del castillo y dentro de las murallas. Ante la gran inestabilidad pronto empezo a acoger a muchos sanabreses que buscaban seguridad llegando a adquirir la carta foral en el siglo XIII. Cambió muchas veces de manos (la población entera, así éramos en la Edad Media) y fue un importante foco bélico a lo largo de toda la Edad Moderna. Al estar apartado de todo no creció demasiado en el siglo XX (actualmente tiene 1.500 habitantes) y mantiene un núcelo urbano medieval muy interesante.
Aparcamos en la preciosa Plaza Mayor, que podría tener mucho encanto si no estuviera llena de coches, pero que pese a todo es plenamente medieval y parece que de un momento a otro vaya a haber un auto de fe ante nuestras narices.
En la Plaza se encuentran dos de las iglesias más destacadas de Puebla de Sanabria. La más antigua es la de Santa María del Azogue, una preciosa iglesia románica del siglo XII aunque con muchas modificaciones posteriores.
Al lado suyo asoma la Ermita de San Cayetano, un pequeño templo barroco del siglo XVII y con un estilo barroco. Es una cocada de iglesia, todo sea dicho.
Y por encima de los edificios asoman los torreones del Castillo de los Condes de Benavente cuya Torre del Homenaje se conoce popularmente como El Macho por lo sobrio y fuerte que aparenta ser, a él nos dirigimos para visitarlo. Pero resulta que estaba a punto de cerrar y solo estaba abierta la Oficina de Turismo, donde además de darnos un planito de la localidad nos dieron otro del Lago de Sanabria e indicaciones de paseos a dar por la zona, lo que agradecíamos porque teníamos pensado ir. El castillo por fuera es bonito, y tiene pinta de estar muy bien conservado.
Información práctica
Acceso: Señalizado desde la autopista.
Horario: 11-14 17-20 (julio-septiembre a diario), 11-14 16-19 (de octubre a mayo solo fines de semana y festivos)
Precio: Gratis
Página web: www.fundacionpatrimoniocyl.es/ ...asp?id=264
Nos dirigimos entonces a buscar un sitio para comer por las medievales calles sanabresas (las más bonitas son dos paralelas que bajan a la derecha de la Plaza Mayor)
Y tras mirar unas cuantas cartas nos sentamos a comer en la Posada La Puebla de Sanabria, un restaurante encantador y con un interior muy elegante y cuidado. Fue la comida más cara del viaje, pero también la que más nos gustó, de largo. Pedimos algo para picar y después tuve la brillante idea de pedir solomillo de corzo cazado con salsa de boletus. A día de hoy (martes 22, más de una semana después -tardo tanto por los exámenes-) sigo salivando cuando pienso en ello. Madre mía, si con la madre de Bambi hicieron eso está justificada la llorera que me pillé de guaje. Y de postre flan de queso con arándanos, otro acierto, me encanta ese postre y es de los mejores que probé. Al final los 20€ por cabeza salieron muy muy rentables. Os lo recomiendo por completo.
Con todo en Puebla cerrado, fuimos hasta el Parque Natural del Lago de Sanabria a bajar la comida con uno de los pequeños paseos que nos recomendó la chica de Turismo.
Nos acercamos a Ribadelago, un pueblo que fue arrasado al vencer una presa y que se llevó por delante la vida de docenas de personas inocentes hace medio siglo. Pues bien, ahí comienza el Cañón del Río Tera, una ruta catalogada como difícil y de la que lei una etapa de Meha ( www.losviajeros.com/ ...hp?e=35557 ) y que nos hicimos a la idea de que había un par de kilómetros fáciles (sí es verdad) y preciosos (no tanto, van al lado del río sin más, cuando empieza el cañón y lo bonito es cuando avanzar se vende caro). Así que hicimos unas fotos del bonito paisaje y nos fuimos.
Subimos entonces a la Laguna de los Peces por el Balcón de Sanabria (luego explico porque y demuestro que tiene merecido el nombre), a esta pequeña laguna glaciar se llega en coche y es la base de varias rutas preciosas que recorren las montañas sanabresas (vuelvo a citar a Meha que arrancaba de aquí en su ascensión a Peña Trevinca: www.losviajeros.com/ ...hp?e=35580 ) Nosotros nos limitamos a dar un pequeño paseo por una senda de 1.8 kilómetros (ida y vuelta) que bordea la laguna.
Nada más bajarnos del coche nos impresionamos con la gran belleza de esta pequeña laguna glaciar, que se hizo famosa cuando la Vuelta a España acabó aquí en una etapa. En estas alturas del año la nieve aún estaba en buena cantidad y eso da muchos puntos al paisaje.
Al ir bordeandola tuvimos que caminar incluso unos metros por una fina capa de nieve (no presentaba dificultad alguna ya que era llano), y podíamos apreciar como la nieve moría en el agua con un precioso efecto visual.
En un punto, el sendero estaba cortado ya que la laguna estaba evacuando agua, así que tuvimos que dar media vuelta. Pero el paseo mereció muchísimo la pena, hay que ver que preciosidades hace la naturaleza (y no me quiero ni imaginar ya lo que sería poder caminar por el Valle del Tera, le tengo muchas ganas)
Retomamos el coche y empezamos a bajar el puerto por el conocido como Balcón de Sanabria, y es que en esta carretera hay una serie de miradores donde podemos apreciar tanto las montañas como toda la comarca sanabresa encabezada por su famoso lago. Nosotros paramos en dos
El primero de ellos era mirando hacia la montaña, y pudimos ver varios picos (aunque sin distinguir ninguno) y como el agua que desbordaba la Laguna de los Peces bajaba por la montaña (así es como se empieza un cañón)
Y en el segundo pudimos apreciar el Lago de Sanabria al completo desde lo alto, es precioso rodeado de montañas, aunque es más bonito desde el otro lado (no hay foto, solo lo vi desde el coche) con las montañas donde estamos que son más altas.
Y también la amplia llanura sanabresa que se abre a nuestros pies
Y con esto cerrábamos el viaje, nos íbamos a casa y al llegar a la general empezaba a llover como se preveía, pero hay que decir que el tiempo nos respetó por completo. Una muy buena escapada en familia donde disfrutamos de la preciosa Galicia interior y de Sanabria.
CONCLUSIONES DE SANABRIA: Increible, precioso, mágico... cualquier calificativo se me queda corto. Era una parada a medio camino pero para mí fue casi lo mejor del viaje. Tanto el pueblo medieval como el lago y su entorno, deja sin palabras
Toda la zona se merece como mínimo medio día, me sabe mal no poder haberlo pasado nosotros allí. Puebla se ve rápido, pero el Lago de Sanabria y subir a la Laguna de los Peces sin prisas merece mucho la pena. Visita imprescindible si se pasa por la zona con tiempo.
TOTAL: 516 kms.
Nos pegamos un buen madrugón y tras desayunar en las cercanías del hotel partíamos hacia las 9 de la mañana, el primer destino era Allariz y llegábamos bastante pronto, a esto de las 9 y media. Aparcamos junto al puente, del otro lado de la Oficina de Turismo. Y allí que nos fuimos, pero estaba cerrada, la primera en la frente.
Esta localidad se fundó en tiempos de los suevos con la construcción de "Villa Allaricii" Poco a poco fue ganando importancia en la Edad Media con la concesión de diversos fueros y la construcción de un castillo y unas murallas, hasta que fue nombrada "Llave del Reino de Galicia" por Sancho IV. Además de las Revueltas Irmandiñas, como el resto de localidades gallegas, destaca en el Medievo que Alfonso X El Sabio estudiara aquí entre eruditos. En la Edad Moderna una serie de sitios y ataques portugueses marcan la villa, que sigió creciendo pese a todo; y esto desemboca en que la Guerra de Independencia y la Desamortización acaben con el castillo y gran parte de la muralla. Pese a ello Allariz conoció un crecimiento explosivo, y es que en la villa se estableció la fértil industria del lino, enriqueciendo a la población. Cuando decayó el lino se sustituyó por el cuero, y cuando en los sesenta el cuero entro en decadencia arrastró a toda la localidad a una pérdida progresiva de dinero y habitantes, compensada un poco en la actualidad con el turismo.
Empezamos el paseo por este precioso pueblo que mantiene intacto sus calles medievales.
Hasta que llegamos a la Iglesia de Santiago, que por desgracia estaba cerrada. Esta iglesia es uno de los mejores ejemplos de románico rural gallego, y destaca en su exterior la decoración de los capiteles de la portada.
También es famoso su ábside semicircular, teniendo que contentarnos con verlo por fuera.
Desde la Plaza Mayor, perfectamente conservada, se tienen vistas del lugar que ocupaba el castillo, donde hoy ondea una bandera gallega.
Seguimos paseando por las calles allaricanas siguiendo unas indicaciones de un monigote (si las sigues das un paseo circular precioso por todo el casco histórico) hasta llegar a una gran explanada donde se situaba un mercado, se ve que en Allariz es los martes. Ahí se encuentra la Iglesia de San Bieito, el patrón del pueblo; una iglesia del siglo XIX sin mayor valor artístico.
Y el Convento de Santa Clara, fundado en 1268 por la reina Violante (esposa de Alfonso X El Sabio) y reconstruido en el siglo XVIII. Posee el claustro barroco más grande de España pero no es accesible, ya que viven monjas de estricta clausura. Unicamente se pueden visitar la iglesia y el Museo de Arte Sacro. Sin embargo el martes cierra, así que nos tuvimos que contentar con verlo por fuera.
Información práctica
Acceso: En el centro de Allariz
Horario: 10:30-13 17:30-19:30 (L+X-S) 12-14 17-19:30 (D)
Precio: Gratis
Página web: www.turgalicia.es/ ...od_rec=394
Y después callejeamos un poco más por las calles del outlet, pensé que sería un Las Rozas Village en pequeño pero no, las tiendas de moda se sitúan en los edificios medievales sin desentonar en nada con el pueblo. Por una vez no me importó irme un rato de tiendas.
Y antes de irnos, vimos el Puente Emilia Pardo Bazán, dedicado a la célebre escritora y en cuyo extremo más alejado del centro se encuentra la Oficina de Turismo.
Nos desviamos unos kilómetros para visitar un lugar muy curioso, Santa Mariña de Augas Santas, y es que según la leyenda aquí murió Santa Mariña, una mártir. Su historia es bastante trágica, fue pretendida por el prefecto Olibrio sin ñexito. Entonces, al enterarse él de que era católica, la encerró en un calabozo y la sometió a diversos tormentos hasta dejarla exhausta, pero ella seguía sin querer casarse con él. Así que, tras dos intentos de asesinato fallidos (quemarla viva y ahogarla), ordenó su decapitación. Cuando el verdugo cortó su cabeza, esta botó tres veces en el suelo y en aquel lugar surgió, con el golpe de la cabeza, una fuente: la de Aguas Santas.
Es muy recomendable acercarse, además de por la leyenda, porque el pequeño pueblo es precioso y se tiene merecido el título de Conjunto Histórico-Artístico. En honor a Santa Mariña se construyó una gran iglesia, siendo ella la única que está enterrada allí.
Además existe una fuente vieja que es la que se dice que brotó con los botes de la cabeza, no deja de ser curioso. Una placa lo recuerda.
El pueblo en sí es principalmente una calle, pero tiene un aire especial. Estando aquí te sientes verdaderamente como si estuvieras paseando por aquí hace siglos, con estar solo unos kilómetros (6) apartada de la nacional y del paso de las masas, tiene un aire rural y medieval que me encantó. Fue, sin duda, la gran sorpresa del viaje, menos mal que leí algo de refilón preparando algo que contar en Allariz, porque a los tres nos encantó.
CONCLUSIONES DE ALLARIZ: Precioso pueblo medieval con un outlet en pleno centro. No es como un cuento de hadas (como leí por aquí) pero se le acerca. Y Augas Santas pues es una preciosidad de sitio sin apenas descubrir.
Para ver la ciudad basta con 1-2 horas para el viajero medio, y Augas Santas se merece media hora más (contando con el viaje, tampoco es que ofrezca mucho) Visita imprescindible del Sur de Galicia, aunque personalmente me gustó más Ribadavia que Allariz
Volvimos a subirnos al coche para llegar hasta Verín, más concretamente al Castillo de Monterrei, y es que por lo que había leído (y posteriormente vi al cruzar el pueblo), Verín no tiene encanto alguno.
Es una fortaleza-palacio que domina el valle del Río Támega, una posición estratégica desde la que se controla todo lo que entraba a Galicia por la zona desde la Meseta (Puebla de Sanabria-Ourense) como desde Portugal (entrada de Chaves) Siutado sobre los restos castrenses de Baroncelli, este espectacular castillo sería edificado en el siglo XII y creó enfrentamientos con la Iglesia (estaba cercano a los dominios del Monasterio de Celanova que lo veía como una amenaza). Fue refugio de Pedro I El Cruel en la guerra civil contra los Trastámara y fue creciendo hasta convertirse en una de las mayores fortalezas de Galicia, además de la mejor conservada.
La primera vista de este espectacular enclave la tuvimos desde el Parador de Verín, a sus pies, donde tomamos un café a media mañana.
Nos dirigimos adentro con muchas ganas, puesto que tiene muchas dependecnias, pero ¡oh! Cerrado por obras, además de estar lleno de andamios. Solo pudimos disfrutar un poco de las primeras murallas defensivas (el castillo era practicamente inexpugnable al asalto) sobre el valle y la población de Verín
Lo único que pudimos ver fue una torre defensiva exterior y una réplica de cañones bastante chula.
Información práctica
Acceso: Señalizado desde la autopista.
Horario: 10:30-19 a diario (hasta las 20 en verano 22/6-21/9)
Precio: Gratis
Página web: www.spain.info/ ...errey.html
Y volvimos a coger el coche, era la 1 de la tarde y a mi padre le dio por ir a Chaves, y yo de acuerdo con él empecé a hacer todas las capturas que pude con el móvil de su página web de turismo (logicamente en Portugal no hay 3G), y en esto que digo va pues para Sanabria igual no llueve, le enseñé una foto de la Laguna de los Peces a mi madre y en la rotonda cuando íbamos a tirar dirección a Portugal cambiamos y seguimos el rumbo original.
Bueno, que llegamos a Puebla de Sanabria a esto de la una y media y con nubes que presagiaban tormenta. Pensé que me iba a tocar morderme la lengua todo el viaje de vuelta, pero al final empezó a llover cuando tomamos la autopista (minipunto para mí!)
Puebla de Sanabria es una villa que nació y creció por su situación estratégica en un alto frente a la frontera portuguesa y gallega. Se funda en el siglo X, creyéndose que fue una fortificación leonesa, pero es a partir del siglo XII cuando empieza su crecimiento alrededor del castillo y dentro de las murallas. Ante la gran inestabilidad pronto empezo a acoger a muchos sanabreses que buscaban seguridad llegando a adquirir la carta foral en el siglo XIII. Cambió muchas veces de manos (la población entera, así éramos en la Edad Media) y fue un importante foco bélico a lo largo de toda la Edad Moderna. Al estar apartado de todo no creció demasiado en el siglo XX (actualmente tiene 1.500 habitantes) y mantiene un núcelo urbano medieval muy interesante.
Aparcamos en la preciosa Plaza Mayor, que podría tener mucho encanto si no estuviera llena de coches, pero que pese a todo es plenamente medieval y parece que de un momento a otro vaya a haber un auto de fe ante nuestras narices.
En la Plaza se encuentran dos de las iglesias más destacadas de Puebla de Sanabria. La más antigua es la de Santa María del Azogue, una preciosa iglesia románica del siglo XII aunque con muchas modificaciones posteriores.
Al lado suyo asoma la Ermita de San Cayetano, un pequeño templo barroco del siglo XVII y con un estilo barroco. Es una cocada de iglesia, todo sea dicho.
Y por encima de los edificios asoman los torreones del Castillo de los Condes de Benavente cuya Torre del Homenaje se conoce popularmente como El Macho por lo sobrio y fuerte que aparenta ser, a él nos dirigimos para visitarlo. Pero resulta que estaba a punto de cerrar y solo estaba abierta la Oficina de Turismo, donde además de darnos un planito de la localidad nos dieron otro del Lago de Sanabria e indicaciones de paseos a dar por la zona, lo que agradecíamos porque teníamos pensado ir. El castillo por fuera es bonito, y tiene pinta de estar muy bien conservado.
Información práctica
Acceso: Señalizado desde la autopista.
Horario: 11-14 17-20 (julio-septiembre a diario), 11-14 16-19 (de octubre a mayo solo fines de semana y festivos)
Precio: Gratis
Página web: www.fundacionpatrimoniocyl.es/ ...asp?id=264
Nos dirigimos entonces a buscar un sitio para comer por las medievales calles sanabresas (las más bonitas son dos paralelas que bajan a la derecha de la Plaza Mayor)
Y tras mirar unas cuantas cartas nos sentamos a comer en la Posada La Puebla de Sanabria, un restaurante encantador y con un interior muy elegante y cuidado. Fue la comida más cara del viaje, pero también la que más nos gustó, de largo. Pedimos algo para picar y después tuve la brillante idea de pedir solomillo de corzo cazado con salsa de boletus. A día de hoy (martes 22, más de una semana después -tardo tanto por los exámenes-) sigo salivando cuando pienso en ello. Madre mía, si con la madre de Bambi hicieron eso está justificada la llorera que me pillé de guaje. Y de postre flan de queso con arándanos, otro acierto, me encanta ese postre y es de los mejores que probé. Al final los 20€ por cabeza salieron muy muy rentables. Os lo recomiendo por completo.
Con todo en Puebla cerrado, fuimos hasta el Parque Natural del Lago de Sanabria a bajar la comida con uno de los pequeños paseos que nos recomendó la chica de Turismo.
Nos acercamos a Ribadelago, un pueblo que fue arrasado al vencer una presa y que se llevó por delante la vida de docenas de personas inocentes hace medio siglo. Pues bien, ahí comienza el Cañón del Río Tera, una ruta catalogada como difícil y de la que lei una etapa de Meha ( www.losviajeros.com/ ...hp?e=35557 ) y que nos hicimos a la idea de que había un par de kilómetros fáciles (sí es verdad) y preciosos (no tanto, van al lado del río sin más, cuando empieza el cañón y lo bonito es cuando avanzar se vende caro). Así que hicimos unas fotos del bonito paisaje y nos fuimos.
Subimos entonces a la Laguna de los Peces por el Balcón de Sanabria (luego explico porque y demuestro que tiene merecido el nombre), a esta pequeña laguna glaciar se llega en coche y es la base de varias rutas preciosas que recorren las montañas sanabresas (vuelvo a citar a Meha que arrancaba de aquí en su ascensión a Peña Trevinca: www.losviajeros.com/ ...hp?e=35580 ) Nosotros nos limitamos a dar un pequeño paseo por una senda de 1.8 kilómetros (ida y vuelta) que bordea la laguna.
Nada más bajarnos del coche nos impresionamos con la gran belleza de esta pequeña laguna glaciar, que se hizo famosa cuando la Vuelta a España acabó aquí en una etapa. En estas alturas del año la nieve aún estaba en buena cantidad y eso da muchos puntos al paisaje.
Al ir bordeandola tuvimos que caminar incluso unos metros por una fina capa de nieve (no presentaba dificultad alguna ya que era llano), y podíamos apreciar como la nieve moría en el agua con un precioso efecto visual.
En un punto, el sendero estaba cortado ya que la laguna estaba evacuando agua, así que tuvimos que dar media vuelta. Pero el paseo mereció muchísimo la pena, hay que ver que preciosidades hace la naturaleza (y no me quiero ni imaginar ya lo que sería poder caminar por el Valle del Tera, le tengo muchas ganas)
Retomamos el coche y empezamos a bajar el puerto por el conocido como Balcón de Sanabria, y es que en esta carretera hay una serie de miradores donde podemos apreciar tanto las montañas como toda la comarca sanabresa encabezada por su famoso lago. Nosotros paramos en dos
El primero de ellos era mirando hacia la montaña, y pudimos ver varios picos (aunque sin distinguir ninguno) y como el agua que desbordaba la Laguna de los Peces bajaba por la montaña (así es como se empieza un cañón)
Y en el segundo pudimos apreciar el Lago de Sanabria al completo desde lo alto, es precioso rodeado de montañas, aunque es más bonito desde el otro lado (no hay foto, solo lo vi desde el coche) con las montañas donde estamos que son más altas.
Y también la amplia llanura sanabresa que se abre a nuestros pies
Y con esto cerrábamos el viaje, nos íbamos a casa y al llegar a la general empezaba a llover como se preveía, pero hay que decir que el tiempo nos respetó por completo. Una muy buena escapada en familia donde disfrutamos de la preciosa Galicia interior y de Sanabria.
CONCLUSIONES DE SANABRIA: Increible, precioso, mágico... cualquier calificativo se me queda corto. Era una parada a medio camino pero para mí fue casi lo mejor del viaje. Tanto el pueblo medieval como el lago y su entorno, deja sin palabras
Toda la zona se merece como mínimo medio día, me sabe mal no poder haberlo pasado nosotros allí. Puebla se ve rápido, pero el Lago de Sanabria y subir a la Laguna de los Peces sin prisas merece mucho la pena. Visita imprescindible si se pasa por la zona con tiempo.