Como somos madrugadores, a las 7 en punto estábamos desayunando en el buffet, y a las 7:40 salíamos hacia las ruinas de Tulum, a menos de media horita del Palladium en coche, todo recto por la federal, veréis la indicación a mano izquierda.
Esta vez no cogimos guía oficial, porque habíamos leído que eran más pequeñas y decidimos seguir las indicaciones de la guía escrita que traemos de España y el recorrido marcado. Lo que sí tomamos fue el trenecito del parking a la entrada (20 pesos ida y vuelta) porque es una buena caminata, y a esa hora vale, pero a la vuelta no veas cómo se agradece.
Efectivamente TULUM no es muy grande, Chichen, Cobá y Ek Balam son arqueológicamente impresionantes, pero Tulum tiene un encanto muy especial, más allá del tema arqueológico… es totalmente diferente con sus palacios entre palmeras y ese mar azul al fondo… a mi me cautivó. Os pongo unas fotillos:
No os dejéis el bañador para la visita a Tulum. Una vez acabéis de ver las ruinas, hay una pequeña calita a la que se accede bajando unas escaleras.
Oímos que caminando un poco había otra más grande, pero a esa hora había muy poca gente en la cala, así que nos quedamos en la pequeñita y se estaba genial, bañándote con las ruinas de fondo. Eso sí, había bastante oleaje para lo que habíamos visto hasta entonces, pero nada peligroso, lo justo para divertirnos saltando algunas olas.
A la salida, paramos en los puestos de venta de entradas de Xcaret y Xel-ha y compramos las entradas con un 10% de descuento. Llevaos dinero para pagar en efectivo porque con tarjeta os harán solo un 7%. También a la salida están los Hombres Pájaro, pero lo malo de llegar antes que la gente de los autocares, es que aún no estaban preparando el espectáculo, porque esperan a que salgan los grupos grandes. Cómo sabíamos que en Xel-ha lo podíamos ver, decidimos irnos ya y seguir la ruta…
De allí otra vez a la federal, dónde a pocos kilómetros en dirección al hotel a mano derecha, está el CENOTE 2 OJOS. A este cenote no es muy interesante ir solo a darte un baño, lo bueno es hacer todo el recorrido por las grutas haciendo snorkel. No hay peces, pero de verdad que es un recorrido alucinante. En algunos sitios no hay mucho espacio para pasar, pero siempre hay sitio para respirar bien, no me resulto agobiante en ningún momento. Se trata de 2 “ojos” o cuevas comunicadas por grutas y solo lo puedes hacer con guía porque si no podrías perderte por los túneles.
Una foto de dentro del cenote:
Un inciso, si vas con coche, paras en la puerta a pagar la entrada con guía y equipo incluidos (300 pesos) y allí el guía nos pidió si podíamos ir con nuestro coche hasta el cenote. Está a unos 2 kilómetros, pero es un camino de cabras, por lo que tardamos casi 20 minutos porque tenía que ir muy despacito para no dejarme los bajos en un bache… lo de siempre, con cuidado y despacito, ningún problema. Y una vez en el cenote, Zacarías, que así se llamaba nuestro guía, nos llevó iluminados con una gran linterna (más una pequeña que nos dio a cada uno) de un ojo a otro durante más de hora y media.
Es un poco caro pero este cenote me encantó. Te encuentras con un montón de submarinistas y vas viendo pequeños puntos de luz si miras para abajo, que son los submarinistas que pueden llegar hasta allí…
Una advertencia curiosa que nos hizo gracia en la zona de 2 Ojos:
A la salida nos encontramos con unas chicas israelís que nos pidieron si podíamos llevarlas en autostop hasta la carretera, y acabamos llevándolas hasta Playa Paraíso porque resultó que íbamos al mismo sitio. Allí ya veréis que hay muchos turistas jóvenes que hacen autostop. Es muy común y es legal, así que si os atrevéis y os da buen rollo adelante. Nosotros lo hicimos un par de veces y es una buena manera de conocer gente.
Para PLAYA PARAÍSO, de la que tanto habíamos leído en el foro y no nos queríamos perder, hay que volver dirección Tulum. En el semáforo del cruce de la carretera de Cobá hay que ir a la izquierda (a la derecha se va a Cobá). Al cabo de un ratillo veréis unas señales de madera justo en un desvío a la izquierda que deberéis tomar (si seguís esa carretera se va a Punta Allen). Ya en ese nuevo camino, se van pasando desvíos de diferentes “Cabañas”. Coger el de después de “Playa Maya” y aparcar allí.
En toda esa zona hay unas playas estupendas, con poquísima gente, arena finísima y el agua transparente y en mil tonos de azul. Una gozada de verdad.
Así, que aprovechamos este ratito para relajarnos y darnos un baño super-agradable antes de volver a comer al hotel. Pensar que todos estos sitios están a menos de 15 minutos unos de otros y a media horita del Palladium (menos aún si estáis en el Bahía Principe y un pelín más del Barceló… digo estos porque son de los que me acuerdo por allí)
Y después de comer, otra vez la carretera a Tulum, y en diez minutillos estábamos en las CUEVAS DE AKTUM CHEN. Esta visita vale 200 pesos (más la consabida propina al guía, que nosotros solo dábamos cuando realmente creíamos que valía la pena) y dura como 1h 45’. Estas cuevas me gustaron mucho más que las de Balamkamche, y sobre todo fue por el guía. Aquí realmente se curran la explicación de la formación de las cuevas, las estalactitas y estalagmitas, qué eran para los mayas esos lugares… un montón de cosas interesantes y de forma amena mientras vas haciendo el recorrido. Además son más abiertas y entra algo más de aire, por lo que la sensación de agobio que me dio en Balmakamche, aquí no la tuve.
Partes de las cuevas:
Dentro hay un cenote donde no permiten el baño:
Además de las cuevas, tienen una pequeña reserva natural dónde puedes ver prácticamente el libertad un montón de animales como venados, pavos reales, monos… y serpientes (estas en jaulas, que eran todas venenosas )
La parte mala de Aktum Chen: salimos del coche sin acordarnos de volver a ponernos repelente de mosquitos, que no nos habíamos puesto desde la mañana (con baño incluido) y cuando llegamos a la entrada de las cuevas….. ¡cientos de pequeños mosquitos negros nos atacaron! De verdad que te mirabas las piernas y siempre tenías al menos 6 o 7 bichos chupando… pero claro, estás en medio de la selva, ¡la culpa era nuestra! Os dejo una foto de cómo estaba la pierna de mi marido al día siguiente:
Pero de verdad que nosotros llevábamos Relec Extra Forte y el Roll on del Coronel Tapioca, y el resto del viaje casi no nos picaron… fue el error de olvidarnos ese día de ponernos ¡poneos a todas horas!
Después de este día tan movido, vuelta al hotel. Imprescindible bañito en la piscina, reserva para la barbacoa del día siguiente y cena en el buffet de noche (hoy “gran gala”)… y a dormir!!!
Mañana viernes, entramos en agosto con nuestro último día de coche….