JUEVES 7 DE AGOSTO
El plan del día, no importa lo que ponga en el título de la etapa, es ir al norte de Brno, a Moranvsky kratz. Una zona llena de cuevas y senderos para caminar.
No es de acceso sencillo, si bien es posible ir en transporte público. Hay que coger un tren en Brno hasta Blansco, donde hay que hacer transbordo a un autobús que te lleva a Skalni Mlýn.
Así lo he hecho y en una hora y media aproximadamente me he plantado en la oficina de información turística (una tienda de souvernirs) donde venden las entradas para las cuevas. El problema ha sido que cuando he llegado no quedaban entradas para la cueva que yo quería visitar. Ayer estuve mirando en internet y no se podían comprar de manera telemática, había que ir hasta allí.
Bueno, total, ya que estoy le digo que para mañana. Pues va a ser que no. Está reservado el total de entradas disponibles a tal efecto para mañana viernes, para el sábado y para el domingo.
No me jodas. Pero qué es esto, la cueva de Altamira!?
La única posibilidad es ir a primera hora de la mañana, cuando abren (a la salvajada de las 7:45), pues se guardan algunas entradas a diario para vender hasta que se acaban. Pues no sé a qué hora tendré que levantarme mañana, peo igual lo intento.
Me quedaba la posibilidad de hacer senderismo (hikking como dicen ahora) por la zona, pero he preferido dejarlo para cuando intente regresar.
Otro problema, el siguiente autobús para el pueblo conectado con tren (Blansko) es dentro de unas 3 horas. Cojonudo!! Pues nada toca andar (1'5h).
Intento hacer autostop, pero claro quién va a parar a un maromo grande, alto, con estas barbas,...
Hombre de poca fe... pues a mitad de camino un señor se ha apiadado y me ha acercado a la estación de tren, que me ha vuelto a llevar a Brno.
Con la tontería ya he perdido la mañana. Claro que no hay mal que con bien no venga: estoy al mediodía en Brno, por lo que puedo comer en el restaurante que me enseño Martina (y esta vez hago fotos).
Se puede comer un menú del día, que incluye una sopa del día y un plato a elegir (entre 12) por algo menos de 3 euros (bebida aparte). Sin embargo, yo apunté en la carta los platos que tenía que pedir, así que me estiro.
De primero una sopa de ajo: Censekova poeluka s opekanyum chlebem a syrem
De segundo he repetido la comida de ayer: Pecený veprový vrabec, cervené a bilé zeli, variace knedlikú.
Regado con medio litro de cerveza y de postre un café latte. Precio total 12€.
Con el estómago a tope (otra vez, no sé controlarme) rehago el plan adelantanto el proyecto de mañana. Me voy al Sur de Brno: Lednice & Valtice.
Para llegar a allí (unos 60 km) cojo un tren dirección Breclav, pero bajándome en Povidin, porque tengo mejor transbordo con bus. En total he tardado sólo una hora.
Lednice es un pueblo pequeñito, conocido sobre todo por su castillo de la familia Liechtenstein. Es espectacular.
No sólo el castillo es impresionante, sino que los jardines están en mi top5 seguro. Vaya preciosidad. Son, además, inmensos y gratuitos.
La entrada al castillo cuesta 150 Cz (unos 5'5€), no incluye la tarifa de fotos (100 cz) y es guiada en checo. Te dan unas fotocopias plastificadas con aclaraciones de cada una de las 10 estancias que se visitan en varios idiomas (incluido castellano).
A mí me ha gustado mucho, sobre todo por el trabajo decorativo con la madera... espectacular. No obstante, merece la pena venir, aunque no se vaya a visitar por dentro el palacio.
Como tenía perdida toda la mañana no me he parado y he decidido dirigirme a Valtice. Para llegar allí (10km) se puede ir en autobús o seguir un sendero cicloturista. Ésto último es lo que yo he hecho y el recorrido, bien señalizado, se puede hacer en dos horas largas. Durante el trayecto se pasan por diferentes elementos arquitectónicos sugerentes: desde casas antiguas, hasta un arco de triunfo en medio del bosque. No he visto a ningún otro senderista en todo el trayecto, sí a muchos ciclistas en familia.
A Valtice he llegado con el tiempo justo para dar una mini-vuelta y contemplar la plaza principal donde está la Iglesia de la Asunción de la Virgen María, que estaba cerrada:
y el castillo de la ciudad (aquí todas las ciudades tienen uno de estos), manifiestamente menos bonito que el de Lednice:
Desde allí he cogido el tren (de un único vagón) que me ha llevado a Breclav, donde he podido hacer transbordo al tren de Brno.
Ya en la ciudad, no he podido resistirme y he visitado "Don Pintxo", el bar euskaldun en Brno. He cenado una ración (inmensa) de chorizo dulce con una cervecita y a poner al día el diario, que mañana toca mega-madrugón.
El plan del día, no importa lo que ponga en el título de la etapa, es ir al norte de Brno, a Moranvsky kratz. Una zona llena de cuevas y senderos para caminar.
No es de acceso sencillo, si bien es posible ir en transporte público. Hay que coger un tren en Brno hasta Blansco, donde hay que hacer transbordo a un autobús que te lleva a Skalni Mlýn.
Así lo he hecho y en una hora y media aproximadamente me he plantado en la oficina de información turística (una tienda de souvernirs) donde venden las entradas para las cuevas. El problema ha sido que cuando he llegado no quedaban entradas para la cueva que yo quería visitar. Ayer estuve mirando en internet y no se podían comprar de manera telemática, había que ir hasta allí.
Bueno, total, ya que estoy le digo que para mañana. Pues va a ser que no. Está reservado el total de entradas disponibles a tal efecto para mañana viernes, para el sábado y para el domingo.
No me jodas. Pero qué es esto, la cueva de Altamira!?
La única posibilidad es ir a primera hora de la mañana, cuando abren (a la salvajada de las 7:45), pues se guardan algunas entradas a diario para vender hasta que se acaban. Pues no sé a qué hora tendré que levantarme mañana, peo igual lo intento.
Me quedaba la posibilidad de hacer senderismo (hikking como dicen ahora) por la zona, pero he preferido dejarlo para cuando intente regresar.
Otro problema, el siguiente autobús para el pueblo conectado con tren (Blansko) es dentro de unas 3 horas. Cojonudo!! Pues nada toca andar (1'5h).
Intento hacer autostop, pero claro quién va a parar a un maromo grande, alto, con estas barbas,...
Hombre de poca fe... pues a mitad de camino un señor se ha apiadado y me ha acercado a la estación de tren, que me ha vuelto a llevar a Brno.
Con la tontería ya he perdido la mañana. Claro que no hay mal que con bien no venga: estoy al mediodía en Brno, por lo que puedo comer en el restaurante que me enseño Martina (y esta vez hago fotos).
Se puede comer un menú del día, que incluye una sopa del día y un plato a elegir (entre 12) por algo menos de 3 euros (bebida aparte). Sin embargo, yo apunté en la carta los platos que tenía que pedir, así que me estiro.
De primero una sopa de ajo: Censekova poeluka s opekanyum chlebem a syrem
De segundo he repetido la comida de ayer: Pecený veprový vrabec, cervené a bilé zeli, variace knedlikú.
Regado con medio litro de cerveza y de postre un café latte. Precio total 12€.
Con el estómago a tope (otra vez, no sé controlarme) rehago el plan adelantanto el proyecto de mañana. Me voy al Sur de Brno: Lednice & Valtice.
Para llegar a allí (unos 60 km) cojo un tren dirección Breclav, pero bajándome en Povidin, porque tengo mejor transbordo con bus. En total he tardado sólo una hora.
Lednice es un pueblo pequeñito, conocido sobre todo por su castillo de la familia Liechtenstein. Es espectacular.
No sólo el castillo es impresionante, sino que los jardines están en mi top5 seguro. Vaya preciosidad. Son, además, inmensos y gratuitos.
La entrada al castillo cuesta 150 Cz (unos 5'5€), no incluye la tarifa de fotos (100 cz) y es guiada en checo. Te dan unas fotocopias plastificadas con aclaraciones de cada una de las 10 estancias que se visitan en varios idiomas (incluido castellano).
A mí me ha gustado mucho, sobre todo por el trabajo decorativo con la madera... espectacular. No obstante, merece la pena venir, aunque no se vaya a visitar por dentro el palacio.
Como tenía perdida toda la mañana no me he parado y he decidido dirigirme a Valtice. Para llegar allí (10km) se puede ir en autobús o seguir un sendero cicloturista. Ésto último es lo que yo he hecho y el recorrido, bien señalizado, se puede hacer en dos horas largas. Durante el trayecto se pasan por diferentes elementos arquitectónicos sugerentes: desde casas antiguas, hasta un arco de triunfo en medio del bosque. No he visto a ningún otro senderista en todo el trayecto, sí a muchos ciclistas en familia.
A Valtice he llegado con el tiempo justo para dar una mini-vuelta y contemplar la plaza principal donde está la Iglesia de la Asunción de la Virgen María, que estaba cerrada:
y el castillo de la ciudad (aquí todas las ciudades tienen uno de estos), manifiestamente menos bonito que el de Lednice:
Desde allí he cogido el tren (de un único vagón) que me ha llevado a Breclav, donde he podido hacer transbordo al tren de Brno.
Ya en la ciudad, no he podido resistirme y he visitado "Don Pintxo", el bar euskaldun en Brno. He cenado una ración (inmensa) de chorizo dulce con una cervecita y a poner al día el diario, que mañana toca mega-madrugón.