SÁBADO 19 DE JULIO
Aún quedan un par de días más en los alrededores del Lago Balatón. Esta vez me desplazo al otro extremo (occidental), a la población de Keszthely.
Para llegar allí hay que desplazarse en autobús, si bien hay bastantes en teoría.
Una vez quitas los que tienen símbolos raros, que no entiendes salvo que hables húngaro, hay menos.
En mi caso iba a coger el de las 10:30, por lo que hacia las 9:30 me he acercado a la parada del autobús que me llevaría a la estación de autobuses de Veszprem. Pero en esto que estaba esperando y he visto que venía (en la acera de enfrente) un autobús (viejísimo, vamos, como todos) que iba a Keszthely. Eran las 9:37, así que sería el que salía a las 9:30 con el símbolo raro.
Mejor, así llegaré a la ciudad antes de que cierren la oficina de información turística. Según internet el fin de semana sólo abren los sábados, hasta las 12:00!!
El viaje (2h, 1490HUF) se me ha hecho largo, por el calor insoportable y la ausencia de cualquier tipo de aire (con ganas de echarme un pedo, a ver si al menos entraba airecillo en el "bus de la bruja").
En fin, que me ha dado tiempo a llegar a la oficina de turismo, hacerme con un plano de la ciudad, otro con los posibles paseos (hiking) que no consigo descifrar, así como con la información sobre un festival folklórico nacional que tiene lugar en estos días, cerca de la playa.
He encontrado sin problemas la casa donde me alojo, en un pequeño estudio (20€/noche), con porche y todo.
Está muy cerca de toda la parte antigua de la ciudad, con su calle principal peatonalizada y llena de restaurantes y terrazas. La primera impresión es que Keszthely es una ciudad más turística (y bastante mayor) que Balatonfüred.
Lo que no cambia es el calorazo que hace todos los días, pasando de los 30ºC ya a las 11:00 (aquí amanece prontísimo). Por esto decido hacer unas compras en el Spar de turno y quedarme en mi habitación un ratito a descansar. El hecho es que el estudio tiene aire acondicinado, pero has de pagar 1000 HUF diarios por el mando a distancia. Ya me pasó lo mismo el año pasado en Naxos y lo solucioné con picaresca. Se les ha olvidado inhabilitar el botón de encendido que está dentro de la carcasa del aparato, así que, con precaución de que no me vea la señora, tengo aire acondiconado gratis
En la ciudad hay dos "playas", con el mismo sistema que en el resto de lugares turísticos del lago Balaton: hay que pagar unos 1000HUF para entrar.
Después de dar una pequeña vuelta por Keszthely, sobre todo por la parte peatonal y los alrededores de la plaza Fo, muy espaciosa:
Después, decía, me he ido a la estación de autobuses para acercarme al lago de aguas termales más grande del mundo, el Heviz (250HUF, 15 minutos).
La entrada es un timo!!
Cobran 3900HUF por bañarte en el lago. Entiendo que si no hubiera estado en tres balnearios diferentes en Budapest, hubiera disfrutado de las aguas del lago a 33ºC. Pero, en mi caso concreto, opté por una entrada de visitante (700HUF) que te da acceso a media hora.
Tiene una profundidad que llega a los 38 metros. Tal vez por ello, todos (todos) los que estaban en el agua llevaban unos bastones de corcho enrollados al cuerpo (como los que usan los niños). Era curioso.
Se ve que en verano en todos los pueblos debe de haber algún tipo de festival, porque en Herviz también había un espectáculo musical en la plaza del pueblo.
Me cojo el primer autobús que veo y me lleva hasta Balatongyörök, desde donde salen varios senderos hacia las montañas del Balatón. Es tarde por lo que no me atrevo a subir, pero es no impide que aproveche los carriles bici, presentes en todas partes (la zona es un paraíso para ciclistas).
Por supuesto en Balatongyörök también hay un grupo de música, versionando canciones de los beatles. Me quedo un ratito, pues lo hacen bastente bien, hasta que llega la hora de volver a casita.
Cuando llego me acerco a escuchar a un grupo folklórico húngaro en la plaza del festival antes de irme a la camita.
DOMINGO 20 DE JULIO
Mirando la Lonely y unas fotocopias de la Aguilar, decido que hoy podría acercarme a un pueblo situado más al norte, Badacsony.
Para llegar allí he visto que se puede coger el autobús que va a Budapest a las 9:30. Así que allí que llego y resulta que tiene un [14] escrito al lado. Y a mí qué me importa, pienso... hasta que son las 9:45 y no viene... pues va a ser que sí era importante. Una señora me dice con señas que al ser domingo no circula. Pero que espere, que a las 10:00 hay otro directo a Budapest. Así que busco una sombra (34ºC antes de las 10:00, esto es un horno) y cuando llega el bus puntual... pues que no para en Badacsony, que va semi-directo.
Jodé, pues me toca mirar el tren. No hay tampoco directos, pero (soy cabezota como el que más) existe la posibilidad de hacer una cambio de tren en Tapolca.
El viaje, con transbordo incluido (800HUF), me ha llevado aproximadamente 90 minutos. El primer tren un tanto viejillo
Pero el que desde Tapolca salía hacia Budapest, mucho más moderno. Tenía hasta wifi (y funcionaba).
Badastony se parece más a Balatonfüred, por su tamaño pequeño, menos turístico, que a Keszthely.
Allí no me ha llevado el hecho de ir a la playa del lago, como todas, llena de familias.
En realidad, he ido para hacer un senderismo sencillo (no más de dos-tres horas) por el monte del mismo nombre que la localidad.
Son muchas las rutas que se pueden hacer y mezclar entre ellas. Casi todas ellas buscan diferentes formas de llegar a un mirador en el bosque.
Desde aquí tienes una visión de 360º sobre el Balatón y el valle de al rededor.
Las vistas son espectaculares. Desde allí he vuelto por otro camino que ha hecho que se me alargue el recorrido a algo más de tres horas. He bajado el monte por el lado contrario, lo que ha hecho que llegar a Badacsonytomaj, a unos tres kilómetros.
Allí he consultado el horario de autobuses a keszthely (faltaban más de 3 horas para el siguiente), así que me he acercado a ver si era posible repetir la combinación del tren. Perfecto, tengo 45 minutos para hacerla, así que voy a comer algo.
Aún no he provado el estofado húngaro, Goulash. Así que me he pedido una cerveza de medio litro y el bab goulash (o algo así).
Estaba realmente rico, a pesar del calor. Bien nutrido de carne y un poco picante. He comido por 4'5€ (no es Rumanía, pero aún así es económico).
Ya de vuelta en Keszthely, como aún tengo tiempo, aprovecho para acercarme a varios museos que tenía en mente, a cuál más diferente: el museo de muñecas de porcelana, ataviadas con trajes tradicionales húngaros confeccionados artesanalmente.
Hay cientos de ellas, algunas de tamaño natural:
Muy cerca, (la señora que atiende es la misma y va abriendo la puerta de cada museo después de haber cerrado la anterior) está el museo de cera de personajes históricos húngaros.
Atila, del que hacen una revisión histórica bastante diferente a la que nos contaron en la escuela
Una horriblemente fea Sissi (con lo guapa que era Romy Sneider)
Tampoco faltan religiosos, como Santa Margarita, la de la isla de Budapest
Por último, la señora me ha abierto el museo donde se encuentra la obra más friki que he visto en mi vida:
Sí... es el parlamento de Hungría. Sí... en Budapest lo vimos hecho con palillos... pues esto lo supera. Una señora estuvo años y recopiló más de 4.000.0000 (así con números impresiona más) de caracolas , con las que confeccionó el susodicho edificio.
Todos los museos tienen un precio igual, simbólico, de 380HUF. Además hay que pagar otros 400 para hacer fotografías (sólo se paga una vez)
El edificio más representativo de la ciudad es el Palacio Festetics
La entrada cuesta 2300 HUF, a lo que hay que añadir 1500 más para usar la cámara de fotos. Como tengo intención de visitar en Eslovaquia y en Chequia sendos castillos más imponentes, prefiero no abusar y cansarme de ellos.
Lo que sí merece la pena, es pasear por los jardines del palacio. La lonely habla de los jardines ingleses más bonitos de hungría. Se les ha ido otra vez la pinza (y mucho). La verdad es que son chulos y están muy bien para alejarte del tumulto de la playa, con un libro por ejemplo.
Sin embargo, ha ganado el aire acondicionado "furtivo" de mi reducido estudio. Y es que no llevo muy bien esto de llevar 18 días seguidos, con temperaturas que superan los 30ºC, sin excepción.
Bueno, pues más o menos ésta ha sido la etapa que cierra el periplo por el Balatón. Ahora iré a escuchar algo de música popular húngara y mañana para Pecs (3 noches).
Aún quedan un par de días más en los alrededores del Lago Balatón. Esta vez me desplazo al otro extremo (occidental), a la población de Keszthely.
Para llegar allí hay que desplazarse en autobús, si bien hay bastantes en teoría.
Una vez quitas los que tienen símbolos raros, que no entiendes salvo que hables húngaro, hay menos.
En mi caso iba a coger el de las 10:30, por lo que hacia las 9:30 me he acercado a la parada del autobús que me llevaría a la estación de autobuses de Veszprem. Pero en esto que estaba esperando y he visto que venía (en la acera de enfrente) un autobús (viejísimo, vamos, como todos) que iba a Keszthely. Eran las 9:37, así que sería el que salía a las 9:30 con el símbolo raro.
Mejor, así llegaré a la ciudad antes de que cierren la oficina de información turística. Según internet el fin de semana sólo abren los sábados, hasta las 12:00!!
El viaje (2h, 1490HUF) se me ha hecho largo, por el calor insoportable y la ausencia de cualquier tipo de aire (con ganas de echarme un pedo, a ver si al menos entraba airecillo en el "bus de la bruja").
En fin, que me ha dado tiempo a llegar a la oficina de turismo, hacerme con un plano de la ciudad, otro con los posibles paseos (hiking) que no consigo descifrar, así como con la información sobre un festival folklórico nacional que tiene lugar en estos días, cerca de la playa.
He encontrado sin problemas la casa donde me alojo, en un pequeño estudio (20€/noche), con porche y todo.
Está muy cerca de toda la parte antigua de la ciudad, con su calle principal peatonalizada y llena de restaurantes y terrazas. La primera impresión es que Keszthely es una ciudad más turística (y bastante mayor) que Balatonfüred.
Lo que no cambia es el calorazo que hace todos los días, pasando de los 30ºC ya a las 11:00 (aquí amanece prontísimo). Por esto decido hacer unas compras en el Spar de turno y quedarme en mi habitación un ratito a descansar. El hecho es que el estudio tiene aire acondicinado, pero has de pagar 1000 HUF diarios por el mando a distancia. Ya me pasó lo mismo el año pasado en Naxos y lo solucioné con picaresca. Se les ha olvidado inhabilitar el botón de encendido que está dentro de la carcasa del aparato, así que, con precaución de que no me vea la señora, tengo aire acondiconado gratis
En la ciudad hay dos "playas", con el mismo sistema que en el resto de lugares turísticos del lago Balaton: hay que pagar unos 1000HUF para entrar.
Después de dar una pequeña vuelta por Keszthely, sobre todo por la parte peatonal y los alrededores de la plaza Fo, muy espaciosa:
Después, decía, me he ido a la estación de autobuses para acercarme al lago de aguas termales más grande del mundo, el Heviz (250HUF, 15 minutos).
La entrada es un timo!!
Cobran 3900HUF por bañarte en el lago. Entiendo que si no hubiera estado en tres balnearios diferentes en Budapest, hubiera disfrutado de las aguas del lago a 33ºC. Pero, en mi caso concreto, opté por una entrada de visitante (700HUF) que te da acceso a media hora.
Tiene una profundidad que llega a los 38 metros. Tal vez por ello, todos (todos) los que estaban en el agua llevaban unos bastones de corcho enrollados al cuerpo (como los que usan los niños). Era curioso.
Se ve que en verano en todos los pueblos debe de haber algún tipo de festival, porque en Herviz también había un espectáculo musical en la plaza del pueblo.
Me cojo el primer autobús que veo y me lleva hasta Balatongyörök, desde donde salen varios senderos hacia las montañas del Balatón. Es tarde por lo que no me atrevo a subir, pero es no impide que aproveche los carriles bici, presentes en todas partes (la zona es un paraíso para ciclistas).
Por supuesto en Balatongyörök también hay un grupo de música, versionando canciones de los beatles. Me quedo un ratito, pues lo hacen bastente bien, hasta que llega la hora de volver a casita.
Cuando llego me acerco a escuchar a un grupo folklórico húngaro en la plaza del festival antes de irme a la camita.
DOMINGO 20 DE JULIO
Mirando la Lonely y unas fotocopias de la Aguilar, decido que hoy podría acercarme a un pueblo situado más al norte, Badacsony.
Para llegar allí he visto que se puede coger el autobús que va a Budapest a las 9:30. Así que allí que llego y resulta que tiene un [14] escrito al lado. Y a mí qué me importa, pienso... hasta que son las 9:45 y no viene... pues va a ser que sí era importante. Una señora me dice con señas que al ser domingo no circula. Pero que espere, que a las 10:00 hay otro directo a Budapest. Así que busco una sombra (34ºC antes de las 10:00, esto es un horno) y cuando llega el bus puntual... pues que no para en Badacsony, que va semi-directo.
Jodé, pues me toca mirar el tren. No hay tampoco directos, pero (soy cabezota como el que más) existe la posibilidad de hacer una cambio de tren en Tapolca.
El viaje, con transbordo incluido (800HUF), me ha llevado aproximadamente 90 minutos. El primer tren un tanto viejillo
Pero el que desde Tapolca salía hacia Budapest, mucho más moderno. Tenía hasta wifi (y funcionaba).
Badastony se parece más a Balatonfüred, por su tamaño pequeño, menos turístico, que a Keszthely.
Allí no me ha llevado el hecho de ir a la playa del lago, como todas, llena de familias.
En realidad, he ido para hacer un senderismo sencillo (no más de dos-tres horas) por el monte del mismo nombre que la localidad.
Son muchas las rutas que se pueden hacer y mezclar entre ellas. Casi todas ellas buscan diferentes formas de llegar a un mirador en el bosque.
Desde aquí tienes una visión de 360º sobre el Balatón y el valle de al rededor.
Las vistas son espectaculares. Desde allí he vuelto por otro camino que ha hecho que se me alargue el recorrido a algo más de tres horas. He bajado el monte por el lado contrario, lo que ha hecho que llegar a Badacsonytomaj, a unos tres kilómetros.
Allí he consultado el horario de autobuses a keszthely (faltaban más de 3 horas para el siguiente), así que me he acercado a ver si era posible repetir la combinación del tren. Perfecto, tengo 45 minutos para hacerla, así que voy a comer algo.
Aún no he provado el estofado húngaro, Goulash. Así que me he pedido una cerveza de medio litro y el bab goulash (o algo así).
Estaba realmente rico, a pesar del calor. Bien nutrido de carne y un poco picante. He comido por 4'5€ (no es Rumanía, pero aún así es económico).
Ya de vuelta en Keszthely, como aún tengo tiempo, aprovecho para acercarme a varios museos que tenía en mente, a cuál más diferente: el museo de muñecas de porcelana, ataviadas con trajes tradicionales húngaros confeccionados artesanalmente.
Hay cientos de ellas, algunas de tamaño natural:
Muy cerca, (la señora que atiende es la misma y va abriendo la puerta de cada museo después de haber cerrado la anterior) está el museo de cera de personajes históricos húngaros.
Atila, del que hacen una revisión histórica bastante diferente a la que nos contaron en la escuela
Una horriblemente fea Sissi (con lo guapa que era Romy Sneider)
Tampoco faltan religiosos, como Santa Margarita, la de la isla de Budapest
Por último, la señora me ha abierto el museo donde se encuentra la obra más friki que he visto en mi vida:
Sí... es el parlamento de Hungría. Sí... en Budapest lo vimos hecho con palillos... pues esto lo supera. Una señora estuvo años y recopiló más de 4.000.0000 (así con números impresiona más) de caracolas , con las que confeccionó el susodicho edificio.
Todos los museos tienen un precio igual, simbólico, de 380HUF. Además hay que pagar otros 400 para hacer fotografías (sólo se paga una vez)
El edificio más representativo de la ciudad es el Palacio Festetics
La entrada cuesta 2300 HUF, a lo que hay que añadir 1500 más para usar la cámara de fotos. Como tengo intención de visitar en Eslovaquia y en Chequia sendos castillos más imponentes, prefiero no abusar y cansarme de ellos.
Lo que sí merece la pena, es pasear por los jardines del palacio. La lonely habla de los jardines ingleses más bonitos de hungría. Se les ha ido otra vez la pinza (y mucho). La verdad es que son chulos y están muy bien para alejarte del tumulto de la playa, con un libro por ejemplo.
Sin embargo, ha ganado el aire acondicionado "furtivo" de mi reducido estudio. Y es que no llevo muy bien esto de llevar 18 días seguidos, con temperaturas que superan los 30ºC, sin excepción.
Bueno, pues más o menos ésta ha sido la etapa que cierra el periplo por el Balatón. Ahora iré a escuchar algo de música popular húngara y mañana para Pecs (3 noches).