JUEVES 14 DE AGOSTO
Ya está terminando mi viajecito de verano
Ahora estoy en el bus de studentagency (esta vez no me ha dejado tirado) dirección Praga. El trayecto se supone que ha de durar 3 horas.
El plan del día es
localizar el hotel en Praga: está a las afueras, habitación individual 21€;
comprar un billete de 72 horas para el transporte público;
hacer un tour "gratuito" a las 17:00 con los del paraguas verde;
tomar algo con otro forero cuando termine (será el primer español con el que hablo en 6 semanas).
Qué sensación más rara... alojarme en un hotel!! La habitación pequeñita pero confortable. El restaurante amplio y vacío (claro que he ido a comer a las 15:00).
Ya está planificada por encima la estancia en Praga. La adelanto por si alguien puede darme mejores ideas por privado.
Hoy visita de tres horas por la zona antigua y tomar algo con el forero.
Mañana a las 15:00 visita guiada de tres horas (10€) a la zona del castillo. El resto del día a patear y "tranviar" la ciudad.
El sábado concierto a la tarde en Reduta Jazz club y termina de visitar lo que no haya podido ver antes (incluidos museos a la mañana).
El domingo, lo más importante, visita al "paraíso checo", al este de Praga (90 km))
El lunes a Dresde, como parada del viaje a Berlín para volver a Bilbao. Y se acabó el viajecito.
VIERNES 15 DE AGOSTO
El free tour de ayer estuvo realmente bien para ubicar en el espacio físico lo que tenía marcado en el mapa de la Lonely. Como no hice fotografías en el transcurso de la visita, he esperado a hoy para actualizar el diario.
Así, he madrugado bastante (6:45) para poder desayunar el pantagruélico breakfast del hotel (otro de los motivos que me hizo reservarlo) y poder andar por el puente de Carlos sin aglomeraciones.
Qué gozada. Es tan bonito y sugerente como lo recordaba de mi anterior visita hace 17 años.
La mañana la he dedicado a volver a pasar por los sitios del tour de ayer. Fundamentalemnte Stare Mesto y Josefov.
Siguiendo el Moldava me he acercado a la plaza de Jan Palach (joven estudiante checo que se suicidó prendiéndose fuego como protesta por la agresión del Pacto de Varsovia en 1968-69). En esta plaza destacan dos edificios: el Museo de Artes Decorativas (no he entrado) y el Rudolfinum. Éste es la sede de la sinfónica, pero como ocurre en otros países, la temporada empieza en otoño. Ahora sólo hay conciertos para turistas.
El personaje de bronce que nos da la espalda es Antonin Dvorak. El compositor checo más célebre.
Aunque tengo un pase para usar todos los medios de transporte de Praga, la mayor parte de los sitios que he visitado están tan cerca entre sí, que se puede perfectamente ir andando.
En efecto, a menos de dos minutos está el "antiguo" barrio judío: Josefov. No tiene parecido alguno con lo que nuestra imaginación puede presuponer de una judería. Aquí no hay callejuelas estrechas, intrincadas,... Además, los edificios son muy elegantes, reflejo de una comunidad muy pudiente.
No he entrado al museo judío porque me parece demasiado caro.
El edificio más chulo de la zona me ha parecido la morisca Sinagoga Española, donde también hay conciertos para turistas.
Justo al lado de ella hay erigida una estatua inspirada en una obra de Kafka (que yo no he leído). Tal vez por esto no me guste mucho.
Ya era hora de acercarme a la oficina de turismo (abren a las 9:00), que está situada en la Plaza de Stare Mesto. Concretamente ocupa el espacio del antiguo ayuntamiento.
Tal vez tenga más encanto que el nuevo ayuntamiento
Por este edificio se entra a la Torre del Ayuntamiento. Para subir se puede hacer por las escaleras o por medio de dos ascensores. Evidentemente, yo me he hecho el remolón y no he subido ni una escalera.
Las vistas desde lo alto (110Czk) son muy bonitas. Pudiendo apreciar, cuando los turistas te dejan (y eso que era muy pronto), toda la ciudad en una panorámica de 360º
Vista de Praga con el monte Petrin (visita de mañana) al fondo.
Vista de la plaza del barrio viejo
Vista de la Iglesia Nuestra Señora delante de Tyn
Vista de la Iglesia de San Nicolas, que estaba en obras:
Lo que no se ve desde la torre, por motivos obvios, es el elemento más característico de la ciudad: su reloj astronómico. El bueno de Pablo (el guía) nos estuvo explicando su funcionamiento, pero tiene tantas funcionalidades diferentes que no soy capaz de describirlo. Eso sí, una pasada.
El edificio más chulo de la plaza me ha parecido el Palacio Kinsky:
Pero, el elemento que más me ha gustado ha sido el conjunto escultórico de Jan Hus, en medio de la plaza. Eso es arte y no las llamativas (es lo que hace que sea conocido) obras de David Cerny.
Es una obra que expresa fuerza, sin dejar de ser bella. Además se puede apreciar desde diferentes perspectivas
El recorrido de ayer, y por lo tanto el de hoy, también ha pasado por la llamada Casa Municipal, un edificio art noveau (me encanta este estilo) de los más bonitos de Praga:
Se encuentra al lado de la famosa Torre de la Pólvora.
La última visita de ayer fue el llamado Teatro de los Estamentos,
donde se estrenó el Don Giovanni de Mozart (obra que estaba actualmente en cartel).
Como tenía tiempo me he adentrado en Nove Mesto (la ciudad nueva). En realidad he ido a buscar Kiwi, una librería especializada en mapas, pero así me he dado de frente con la Farola Cubista.
Pues no sé,... bastante más raras, más feas y más bonitas he visto en muchas partes.
Se encuentra muy cerca de la Plaza Wenceslao. La Lonely Planet recomendaba entrar en un Centro Comercial (lo prometo), de estilo Art Noveau. Así que evidentemente me he acercado. Está en el Palacio Lucerna. No me ha parecido nada del otro mundo, si no es por la estravagancia de turno de Cerny
Sí, está montado sobre un caballo muerto vuelto al revés.
Pero lo importante ha sido que he descubierto un café súpercool, donde me parado a comer. Evidentemente, dulce.
Por cierto, que aquí se permite fumar en el restaurante. En Brno debí de tener suerte me imagino. Acostumbrado a no aguantar el desagradable humo, se me ha hecho molesto.
Con la tripa otra vez llena me he adentrado más en la ciudad, hasta el museo de Dvorak. Pero se ve que cierra a la hora de comer.
Muy cerca está el Monumento a los Héroes del Terror de Heydrich. Se encuentra en la Iglesia donde se escondieron, hasta que optaron por suicidarse. La visita incluye una exposición mínima sobre el hecho (aprovecho para recomendar el libro HHhH, de Laurant Binet) y, previo pago de 75Czk, a la cripta en cuestión.
Ya era hora de acercarme al monte Petrin para contemplar las vistas de la ciudad desde la altura. Sin embargo, hay una cola enorme en el funicular que te lleva a lo alto. Pensándolo mejor, lo dejo para mañana. Pues tengo tour del Castillo a las 15:00
Mientras me acerco al punto de encuentro, paso por el Monumento a las Víctimas del Comunismo. En él se representan unos hombres que se van desintegrando. Sugerente, la verdad.
El tour del castillo (10€) hace la ruta de Mala Strana y Hradcany. Ha estado mejor incluso que el tour gratuito de ayer. Me ha tocado un guía de Guatemala, Nacho, que sabe hacer su trabajo, intentando amenizar las más de tres horas de recorrido.
Hemos pasado por bastantes lugares, pero al igual que ayer, me he limitado a tomar nota, sin hacer fotografías. Si todo sale como debe, mañana volveré con más tranquilidad a esta zona.
SÁBADO 16 DE AGOSTO
El plan de hoy es volver a la zona del Castillo, ampliando el recorrido a las zonas verdes limítrofes de Petrin y de Letenske sady. Sin embargo, lo primero (bueno, lo segundo, tras el desayuno buffet) es acercarme a la parada de tren y a la de autobús (están cerca) para estudiar cómo llegar, cuánto tiempo tardo, posibles sorpresas... y es que como no aprendo y siempre ando justo de tiempo, por lo menos sepamos cuántos minutos he de disponer.
Ya que estaba por la zona del centro, me he acercado a la torre de televisión. Me gusta darme el capricho de subir a los restaurantes de las torres (como en Berlín o Vilnius hace dos años), pero es que ésta es simplemente horrorosa.
Si te has fijado en esas manchas que hay en la columna de la torre, te pongo la imagen más de cerca:
Sí, son lo que parecen, unos bebés (de alguna especie alienígena) gateando. Por supuesto, es obra del Cerny ese que está por todas partes.
El plan del día en realidad empezaba con la visita al monte Petrin, porque ayer me quedé con las ganas. Para llegar arriba (318m) se puede subir en un funicular, con el mismo billete del transporte habitual es suficiente, en unos tres minutitos.
Ya arriba hay jardines de rosas muy chulos, así como zonas verdes para pasear o hacer un picnic en el suelo. Sin embargo, la mayor parte de la gente viene para subir a la torre de Petrin, una réplica menor (80 metros, construida 2 años después) de la Torre Eiffel de París (150Czk). Se supone que las vistas de la ciudad son espectaculares. Yo no he subido, pues desde el castillo también se tienen unas vistas igual de bonitas y gratuitas.
Desde allí, caminando durante unos 20 minutos, se llega a la zona próxima al castillo. Después de pasar un monasterio, con cerveza de producción propia, se puede llegar al edificio llamado Loreta, con la réplica de la Casa de la Virgen correspondiente.
Para saber el camino a seguir, es suficiente ir tras el tumulto. Cuanta más gente se vea, más cerca se está del castillo.
Justo en la plaza que da a la entrada está, a mi parecer, el edificio con la fachada más bonita: el palacio Schwarzenber.
Entrada al castillo
Puerta de acceso al primer patio del castillo: Puerta de Matías
Tras atravesar la siguiente puerta se llega a un segundo patio, mucho más amplio y bonito
Sin embargo, lo más chulo está en el tercero de los patios. Nada más cruzarlo te enfrentas a una catedral inmensa, consagrada a San Vito. Se ven auténticos escorzos para intentar hacerla entrar en el encuadre de la fotografía. Es imposible. Pero es igualmente chula en cualquiera de sus laterales.
Se puede visitar parcialmente el interior de manera gratuita. Suficiente para contemplar la majestuosidad del edificio y la luminosidad que proporcionan sus vidrieras (la mayor parte, recientes).
Por cierto, ¿sabes a qué hora saqué esta foto?
El truco estriba en que la esfera superior marca las horas y la inferior marca los minutos. Excentricidades del relojero, digo yo.
Como en casi toda la ciudad hay otra escultura (esta es la que más me gusta) de San Juan Nepomuceno
Desde aquí se sigue por el patio, que da al antiguo palacio real
Y al patio de San Jorge, con una iglesia de pago. En este momento es importante que no se siga a los turistas, pues se van a desviar al denominado Callejón del oro. Un timo. Es una callejuela estrecha y larga, en la que no hay nada salvo tienditas para que pases la tarjeta de plástico (además de costar dinero el acceso en sí mismo).
Lo dicho, sáltate esta tontería (a partir de las 17:00 es gratis) y acércate al mirador del castillo.
Una vez fuera del castillo (no he hecho visita guiada por dentro, son ya demasiados castillos y palacios visitados durante el viaje) me he dirigido... bueno el gps me ha llevado después de perderme dos veces, al edificio del Senado. Dicho así suena feo, pero es que éste se sitúa en el Palacio Wallenstein. Lo más chulo, sin duda, sus jardines (gratuitos y un poco escondidos; no confundir con los Vojan, que son de pago).
Curiosa la pared de "estalactitas", donde la gente se entretiene buscando formas y figuras:
Muy cerca se encuentra el muro de John Lennon (aunque el cantante nunca estuvo en Praga, su música sirvió como reivindicación durante la época comunista y tantas veces limpiaban el muro, como lo volvían a "ensuciar" los praguenses).
Tenía otro recuerdo de él y me ha decepcionado bastante. Parece más el resultado de un concurso de grafiteros ególatras.
El final del tour que me he montado pasa por los jardines de Leten, desde donde se vuelven a tener unas vistas excepcionales de Praga. El problema ha radicado en que ha sido el lugar elegido para celebrar el Orgullo, y más allá de gente de lo más extravagante, había un ruido, por supuesto sin armonía, que llaman música, que ha hecho que la visita fuera más rápida de lo que hubiera querido.
Así que me he acercado al centro otra vez, haciendo tiempo, pues a las 19:30 tenía el concierto de jazz-swing en el Reduta Jazz Club (10€).
El concierto ha sido sensacional, muy íntimo (estaríamos no más de 40 personas). Ha habido momentos en que creía estar escuchando a la inigualable Eva Cassidy, sobre todo cuanto han entonado el Cheek to cheek de Cole Porter (bueno, al menos la parte que no han cantado en checo).
El concierto ha durado 90 minutos, con descanso. Así que de vuelta al hotel, a poner el diario al día y a descansar, que mañana tengo día de caminata por el "Paraíso Checo".
Ya está terminando mi viajecito de verano
Ahora estoy en el bus de studentagency (esta vez no me ha dejado tirado) dirección Praga. El trayecto se supone que ha de durar 3 horas.
El plan del día es
localizar el hotel en Praga: está a las afueras, habitación individual 21€;
comprar un billete de 72 horas para el transporte público;
hacer un tour "gratuito" a las 17:00 con los del paraguas verde;
tomar algo con otro forero cuando termine (será el primer español con el que hablo en 6 semanas).
Qué sensación más rara... alojarme en un hotel!! La habitación pequeñita pero confortable. El restaurante amplio y vacío (claro que he ido a comer a las 15:00).
Ya está planificada por encima la estancia en Praga. La adelanto por si alguien puede darme mejores ideas por privado.
Hoy visita de tres horas por la zona antigua y tomar algo con el forero.
Mañana a las 15:00 visita guiada de tres horas (10€) a la zona del castillo. El resto del día a patear y "tranviar" la ciudad.
El sábado concierto a la tarde en Reduta Jazz club y termina de visitar lo que no haya podido ver antes (incluidos museos a la mañana).
El domingo, lo más importante, visita al "paraíso checo", al este de Praga (90 km))
El lunes a Dresde, como parada del viaje a Berlín para volver a Bilbao. Y se acabó el viajecito.
VIERNES 15 DE AGOSTO
El free tour de ayer estuvo realmente bien para ubicar en el espacio físico lo que tenía marcado en el mapa de la Lonely. Como no hice fotografías en el transcurso de la visita, he esperado a hoy para actualizar el diario.
Así, he madrugado bastante (6:45) para poder desayunar el pantagruélico breakfast del hotel (otro de los motivos que me hizo reservarlo) y poder andar por el puente de Carlos sin aglomeraciones.
Qué gozada. Es tan bonito y sugerente como lo recordaba de mi anterior visita hace 17 años.
La mañana la he dedicado a volver a pasar por los sitios del tour de ayer. Fundamentalemnte Stare Mesto y Josefov.
Siguiendo el Moldava me he acercado a la plaza de Jan Palach (joven estudiante checo que se suicidó prendiéndose fuego como protesta por la agresión del Pacto de Varsovia en 1968-69). En esta plaza destacan dos edificios: el Museo de Artes Decorativas (no he entrado) y el Rudolfinum. Éste es la sede de la sinfónica, pero como ocurre en otros países, la temporada empieza en otoño. Ahora sólo hay conciertos para turistas.
El personaje de bronce que nos da la espalda es Antonin Dvorak. El compositor checo más célebre.
Aunque tengo un pase para usar todos los medios de transporte de Praga, la mayor parte de los sitios que he visitado están tan cerca entre sí, que se puede perfectamente ir andando.
En efecto, a menos de dos minutos está el "antiguo" barrio judío: Josefov. No tiene parecido alguno con lo que nuestra imaginación puede presuponer de una judería. Aquí no hay callejuelas estrechas, intrincadas,... Además, los edificios son muy elegantes, reflejo de una comunidad muy pudiente.
No he entrado al museo judío porque me parece demasiado caro.
El edificio más chulo de la zona me ha parecido la morisca Sinagoga Española, donde también hay conciertos para turistas.
Justo al lado de ella hay erigida una estatua inspirada en una obra de Kafka (que yo no he leído). Tal vez por esto no me guste mucho.
Ya era hora de acercarme a la oficina de turismo (abren a las 9:00), que está situada en la Plaza de Stare Mesto. Concretamente ocupa el espacio del antiguo ayuntamiento.
Tal vez tenga más encanto que el nuevo ayuntamiento
Por este edificio se entra a la Torre del Ayuntamiento. Para subir se puede hacer por las escaleras o por medio de dos ascensores. Evidentemente, yo me he hecho el remolón y no he subido ni una escalera.
Las vistas desde lo alto (110Czk) son muy bonitas. Pudiendo apreciar, cuando los turistas te dejan (y eso que era muy pronto), toda la ciudad en una panorámica de 360º
Vista de Praga con el monte Petrin (visita de mañana) al fondo.
Vista de la plaza del barrio viejo
Vista de la Iglesia Nuestra Señora delante de Tyn
Vista de la Iglesia de San Nicolas, que estaba en obras:
Lo que no se ve desde la torre, por motivos obvios, es el elemento más característico de la ciudad: su reloj astronómico. El bueno de Pablo (el guía) nos estuvo explicando su funcionamiento, pero tiene tantas funcionalidades diferentes que no soy capaz de describirlo. Eso sí, una pasada.
El edificio más chulo de la plaza me ha parecido el Palacio Kinsky:
Pero, el elemento que más me ha gustado ha sido el conjunto escultórico de Jan Hus, en medio de la plaza. Eso es arte y no las llamativas (es lo que hace que sea conocido) obras de David Cerny.
Es una obra que expresa fuerza, sin dejar de ser bella. Además se puede apreciar desde diferentes perspectivas
El recorrido de ayer, y por lo tanto el de hoy, también ha pasado por la llamada Casa Municipal, un edificio art noveau (me encanta este estilo) de los más bonitos de Praga:
Se encuentra al lado de la famosa Torre de la Pólvora.
La última visita de ayer fue el llamado Teatro de los Estamentos,
donde se estrenó el Don Giovanni de Mozart (obra que estaba actualmente en cartel).
Como tenía tiempo me he adentrado en Nove Mesto (la ciudad nueva). En realidad he ido a buscar Kiwi, una librería especializada en mapas, pero así me he dado de frente con la Farola Cubista.
Pues no sé,... bastante más raras, más feas y más bonitas he visto en muchas partes.
Se encuentra muy cerca de la Plaza Wenceslao. La Lonely Planet recomendaba entrar en un Centro Comercial (lo prometo), de estilo Art Noveau. Así que evidentemente me he acercado. Está en el Palacio Lucerna. No me ha parecido nada del otro mundo, si no es por la estravagancia de turno de Cerny
Sí, está montado sobre un caballo muerto vuelto al revés.
Pero lo importante ha sido que he descubierto un café súpercool, donde me parado a comer. Evidentemente, dulce.
Por cierto, que aquí se permite fumar en el restaurante. En Brno debí de tener suerte me imagino. Acostumbrado a no aguantar el desagradable humo, se me ha hecho molesto.
Con la tripa otra vez llena me he adentrado más en la ciudad, hasta el museo de Dvorak. Pero se ve que cierra a la hora de comer.
Muy cerca está el Monumento a los Héroes del Terror de Heydrich. Se encuentra en la Iglesia donde se escondieron, hasta que optaron por suicidarse. La visita incluye una exposición mínima sobre el hecho (aprovecho para recomendar el libro HHhH, de Laurant Binet) y, previo pago de 75Czk, a la cripta en cuestión.
Ya era hora de acercarme al monte Petrin para contemplar las vistas de la ciudad desde la altura. Sin embargo, hay una cola enorme en el funicular que te lleva a lo alto. Pensándolo mejor, lo dejo para mañana. Pues tengo tour del Castillo a las 15:00
Mientras me acerco al punto de encuentro, paso por el Monumento a las Víctimas del Comunismo. En él se representan unos hombres que se van desintegrando. Sugerente, la verdad.
El tour del castillo (10€) hace la ruta de Mala Strana y Hradcany. Ha estado mejor incluso que el tour gratuito de ayer. Me ha tocado un guía de Guatemala, Nacho, que sabe hacer su trabajo, intentando amenizar las más de tres horas de recorrido.
Hemos pasado por bastantes lugares, pero al igual que ayer, me he limitado a tomar nota, sin hacer fotografías. Si todo sale como debe, mañana volveré con más tranquilidad a esta zona.
SÁBADO 16 DE AGOSTO
El plan de hoy es volver a la zona del Castillo, ampliando el recorrido a las zonas verdes limítrofes de Petrin y de Letenske sady. Sin embargo, lo primero (bueno, lo segundo, tras el desayuno buffet) es acercarme a la parada de tren y a la de autobús (están cerca) para estudiar cómo llegar, cuánto tiempo tardo, posibles sorpresas... y es que como no aprendo y siempre ando justo de tiempo, por lo menos sepamos cuántos minutos he de disponer.
Ya que estaba por la zona del centro, me he acercado a la torre de televisión. Me gusta darme el capricho de subir a los restaurantes de las torres (como en Berlín o Vilnius hace dos años), pero es que ésta es simplemente horrorosa.
Si te has fijado en esas manchas que hay en la columna de la torre, te pongo la imagen más de cerca:
Sí, son lo que parecen, unos bebés (de alguna especie alienígena) gateando. Por supuesto, es obra del Cerny ese que está por todas partes.
El plan del día en realidad empezaba con la visita al monte Petrin, porque ayer me quedé con las ganas. Para llegar arriba (318m) se puede subir en un funicular, con el mismo billete del transporte habitual es suficiente, en unos tres minutitos.
Ya arriba hay jardines de rosas muy chulos, así como zonas verdes para pasear o hacer un picnic en el suelo. Sin embargo, la mayor parte de la gente viene para subir a la torre de Petrin, una réplica menor (80 metros, construida 2 años después) de la Torre Eiffel de París (150Czk). Se supone que las vistas de la ciudad son espectaculares. Yo no he subido, pues desde el castillo también se tienen unas vistas igual de bonitas y gratuitas.
Desde allí, caminando durante unos 20 minutos, se llega a la zona próxima al castillo. Después de pasar un monasterio, con cerveza de producción propia, se puede llegar al edificio llamado Loreta, con la réplica de la Casa de la Virgen correspondiente.
Para saber el camino a seguir, es suficiente ir tras el tumulto. Cuanta más gente se vea, más cerca se está del castillo.
Justo en la plaza que da a la entrada está, a mi parecer, el edificio con la fachada más bonita: el palacio Schwarzenber.
Entrada al castillo
Puerta de acceso al primer patio del castillo: Puerta de Matías
Tras atravesar la siguiente puerta se llega a un segundo patio, mucho más amplio y bonito
Sin embargo, lo más chulo está en el tercero de los patios. Nada más cruzarlo te enfrentas a una catedral inmensa, consagrada a San Vito. Se ven auténticos escorzos para intentar hacerla entrar en el encuadre de la fotografía. Es imposible. Pero es igualmente chula en cualquiera de sus laterales.
Se puede visitar parcialmente el interior de manera gratuita. Suficiente para contemplar la majestuosidad del edificio y la luminosidad que proporcionan sus vidrieras (la mayor parte, recientes).
Por cierto, ¿sabes a qué hora saqué esta foto?
El truco estriba en que la esfera superior marca las horas y la inferior marca los minutos. Excentricidades del relojero, digo yo.
Como en casi toda la ciudad hay otra escultura (esta es la que más me gusta) de San Juan Nepomuceno
Desde aquí se sigue por el patio, que da al antiguo palacio real
Y al patio de San Jorge, con una iglesia de pago. En este momento es importante que no se siga a los turistas, pues se van a desviar al denominado Callejón del oro. Un timo. Es una callejuela estrecha y larga, en la que no hay nada salvo tienditas para que pases la tarjeta de plástico (además de costar dinero el acceso en sí mismo).
Lo dicho, sáltate esta tontería (a partir de las 17:00 es gratis) y acércate al mirador del castillo.
Una vez fuera del castillo (no he hecho visita guiada por dentro, son ya demasiados castillos y palacios visitados durante el viaje) me he dirigido... bueno el gps me ha llevado después de perderme dos veces, al edificio del Senado. Dicho así suena feo, pero es que éste se sitúa en el Palacio Wallenstein. Lo más chulo, sin duda, sus jardines (gratuitos y un poco escondidos; no confundir con los Vojan, que son de pago).
Curiosa la pared de "estalactitas", donde la gente se entretiene buscando formas y figuras:
Muy cerca se encuentra el muro de John Lennon (aunque el cantante nunca estuvo en Praga, su música sirvió como reivindicación durante la época comunista y tantas veces limpiaban el muro, como lo volvían a "ensuciar" los praguenses).
Tenía otro recuerdo de él y me ha decepcionado bastante. Parece más el resultado de un concurso de grafiteros ególatras.
El final del tour que me he montado pasa por los jardines de Leten, desde donde se vuelven a tener unas vistas excepcionales de Praga. El problema ha radicado en que ha sido el lugar elegido para celebrar el Orgullo, y más allá de gente de lo más extravagante, había un ruido, por supuesto sin armonía, que llaman música, que ha hecho que la visita fuera más rápida de lo que hubiera querido.
Así que me he acercado al centro otra vez, haciendo tiempo, pues a las 19:30 tenía el concierto de jazz-swing en el Reduta Jazz Club (10€).
El concierto ha sido sensacional, muy íntimo (estaríamos no más de 40 personas). Ha habido momentos en que creía estar escuchando a la inigualable Eva Cassidy, sobre todo cuanto han entonado el Cheek to cheek de Cole Porter (bueno, al menos la parte que no han cantado en checo).
El concierto ha durado 90 minutos, con descanso. Así que de vuelta al hotel, a poner el diario al día y a descansar, que mañana tengo día de caminata por el "Paraíso Checo".