Sexto capítulo, El inevitable magnetismo de la ciudad del neón
Llega un momento en el que ese brillo lejano que rompe la oscuridad del desierto empieza a transformarse en enormes torres, cañones de luz, edificios de brillantes colores…y cuando entras en esa locura, en música, ruido, gente por todas partes…no hay duda, habíamos llegado a Las Vegas.
El GPS nos llevó hasta la misma puerta del Flamingo, el hotel que habíamos reservado para nuestros 3 días en Las Vegas, el primero de ellos: Sábado.
Por desgracia la puerta principal, la del Strip, no está destinada a los coches así que tuvimos que seguir buscando el valet parking del hotel…tras muchas flechas rosas y rodear una manzana enoooorme llegamos a la entrada del hotel. Allí nos recogieron el coche y nos fuimos a la recepción, que estaba hasta los topes…
Había leído en internet que en Las Vegas es habitual dar una propina durante el check-in mientras se pregunta si tienen algún “upgrade” disponible, cosa que hicimos…por desgracia era sábado, y nosotros estábamos haciendo el check-in a las 21 horas…así que la respuesta fue negativa…y la retirada del mostrador de los 20 USD del “soborno” 8) , como lo bautizó Isa, automática.
Al final nos asignaron dos habitaciones FAB, sin vistas que están bien para lo que cuestan, son amplias y el mobiliario es muy correcto, eso si, los baños necesitan una reformilla.
Tras una merecidísima ducha nos cambiamos para pisar por primea vez el Strip de Las Vegas…guauuuuuuuuuu…que pasada…estaba hasta arriba de gente que se mueve por pasarelas elevadas y escaleras mecánicas rodeados de enormes edificios iluminados hasta el detalle, frente a nosotros el mítico Caesar´s Palace o el famoso Bellagio de Ocean´s eleven.
Por desgracia el tiempo no iba a acompañarnos ni en el caluroso desierto de Las Vegas, soplaba un viento frío y fuerte que no invitaba a pasar mucho tiempo en la calle. Por suerte, para eso Las Vegas es el “novamas”, entramos en el Hotel Paris, bueno, en su casino, claro, que es lo primero que encuentras cuando entras a cualquiera de los hoteles del Strip.
El GPS nos llevó hasta la misma puerta del Flamingo, el hotel que habíamos reservado para nuestros 3 días en Las Vegas, el primero de ellos: Sábado.
Por desgracia la puerta principal, la del Strip, no está destinada a los coches así que tuvimos que seguir buscando el valet parking del hotel…tras muchas flechas rosas y rodear una manzana enoooorme llegamos a la entrada del hotel. Allí nos recogieron el coche y nos fuimos a la recepción, que estaba hasta los topes…
Había leído en internet que en Las Vegas es habitual dar una propina durante el check-in mientras se pregunta si tienen algún “upgrade” disponible, cosa que hicimos…por desgracia era sábado, y nosotros estábamos haciendo el check-in a las 21 horas…así que la respuesta fue negativa…y la retirada del mostrador de los 20 USD del “soborno” 8) , como lo bautizó Isa, automática.
Al final nos asignaron dos habitaciones FAB, sin vistas que están bien para lo que cuestan, son amplias y el mobiliario es muy correcto, eso si, los baños necesitan una reformilla.
Tras una merecidísima ducha nos cambiamos para pisar por primea vez el Strip de Las Vegas…guauuuuuuuuuu…que pasada…estaba hasta arriba de gente que se mueve por pasarelas elevadas y escaleras mecánicas rodeados de enormes edificios iluminados hasta el detalle, frente a nosotros el mítico Caesar´s Palace o el famoso Bellagio de Ocean´s eleven.
Por desgracia el tiempo no iba a acompañarnos ni en el caluroso desierto de Las Vegas, soplaba un viento frío y fuerte que no invitaba a pasar mucho tiempo en la calle. Por suerte, para eso Las Vegas es el “novamas”, entramos en el Hotel Paris, bueno, en su casino, claro, que es lo primero que encuentras cuando entras a cualquiera de los hoteles del Strip.
Paseamos durante un rato por la recreación de las calles de París, que sinceramente esta muy conseguida, anduvimos un rato buscando restaurantes por allí, muchos estaban ya cerrados, el del chef Ramsey (recién inaugurado) nos pareció muy oscuro y más parecido a una discoteca…al final encontramos mesa en una especie de italiano donde cenamos de maravilla y a muy buen precio.
Nos hubiera gustado tener un par de "voltios" más para probar la noche de Las Vegas…pero estábamos en las últimas. El frío de la calle no nos animo en absoluto, y cuando nos enteramos de que habían suspendido el espectáculo de las fuentes del Bellagio por el viento decidimos que era hora de meterse en la cama.
Nos hubiera gustado tener un par de "voltios" más para probar la noche de Las Vegas…pero estábamos en las últimas. El frío de la calle no nos animo en absoluto, y cuando nos enteramos de que habían suspendido el espectáculo de las fuentes del Bellagio por el viento decidimos que era hora de meterse en la cama.
Dormimos de maravilla, las habitaciones están muy bien insonorizadas y salvo algunos gritos por los pasillos, ya temprano, nada nos molesto.
Los demás seguían durmiendo así que baje a la recepción de nuevo y repetí la operación “soborno”, esta vez con más éxito, nos iban a trasladar a dos habitaciones GO.
Nos reunimos para desayunar, en el hotel te incluyen un tope de dólares para el desayuno en alguno de los cafés del hotel, que da para poco, la verdad, pero nos llegó para el ya clásico medio litro de café con leche y una cookie de chocolate grande como un pan.
Habíamos decidido que la mañana iba a estar dedicada al outlet del norte (se supone que es mejor que el del sur) así que cogimos nuestro coche, nuestro vale por un libro de descuentos (impreso en internet desde casa…allí cuesta 10 USD) y salimos dirección al outlet.
Que os voy a contar…4 horas de locura compradora después…regresamos al hotel agotados. Habíamos fundido la VISA y además nos habían quedado cosillas pendientes, habría que volver mañana…
Queríamos probar un buen buffet de Las Vegas y barajábamos tres, el del Wynn, algo alejado de nuestro hotel, el “Baccanal” del Caesar´s Palace, con un nombre muy tentador y el buffet del Bellagio. Nos decidimos por este último por que nos apetecía mucho conocer ese hotel.
Tuvimos que hacer algo de cola para entrar, como en todas partes en Las Vegas, pero finalmente nos dieron mesa y…¡oh my god! Increíble orgia gastronómica con un surtido casi inagotable de carnes, pescados, mariscos, pizzas, pastas, ensaladas y que se yo…
…bueno…y los postres…como nos lo pasamos con los postres, lo recuerdo y aún se me hace la boca agua.
Los demás seguían durmiendo así que baje a la recepción de nuevo y repetí la operación “soborno”, esta vez con más éxito, nos iban a trasladar a dos habitaciones GO.
Nos reunimos para desayunar, en el hotel te incluyen un tope de dólares para el desayuno en alguno de los cafés del hotel, que da para poco, la verdad, pero nos llegó para el ya clásico medio litro de café con leche y una cookie de chocolate grande como un pan.
Habíamos decidido que la mañana iba a estar dedicada al outlet del norte (se supone que es mejor que el del sur) así que cogimos nuestro coche, nuestro vale por un libro de descuentos (impreso en internet desde casa…allí cuesta 10 USD) y salimos dirección al outlet.
Que os voy a contar…4 horas de locura compradora después…regresamos al hotel agotados. Habíamos fundido la VISA y además nos habían quedado cosillas pendientes, habría que volver mañana…
Queríamos probar un buen buffet de Las Vegas y barajábamos tres, el del Wynn, algo alejado de nuestro hotel, el “Baccanal” del Caesar´s Palace, con un nombre muy tentador y el buffet del Bellagio. Nos decidimos por este último por que nos apetecía mucho conocer ese hotel.
Tuvimos que hacer algo de cola para entrar, como en todas partes en Las Vegas, pero finalmente nos dieron mesa y…¡oh my god! Increíble orgia gastronómica con un surtido casi inagotable de carnes, pescados, mariscos, pizzas, pastas, ensaladas y que se yo…
…bueno…y los postres…como nos lo pasamos con los postres, lo recuerdo y aún se me hace la boca agua.
El sitio pese a ser un buffet es bastante elegante, incluso había unos novios que estaban celebrando allí su banquete de boda, no fue barato…pero la cantidad de comida que nos zampamos fue de alucinar.
Salimos rodando del Bellagio y decidimos emplear la tarde conociendo los hoteles al sur del Flamingo en la Strip, así que volvimos a pasar por delante del Paris, entramos en la cafetería de “Harley-Davidson”, muy chula, en la clásica mega-tienda de M&M, ídem con Coca-Cola y así hasta llegar al gigantesco MGM.
Allí paramos un ratito en el “Rainforest Café”, uno de esos bares curiosos que tanto abundan en Las Vegas, también nos paseamos por el casino y por la sala de deportes…¡bestial!
Continuamos nuestra ruta y cruzamos por delante del Tropicana hasta el Excalibur, que nos pareció también muy original…y desde allí cogimos el monorraíl hasta el mítico hotel Luxor.
Salimos rodando del Bellagio y decidimos emplear la tarde conociendo los hoteles al sur del Flamingo en la Strip, así que volvimos a pasar por delante del Paris, entramos en la cafetería de “Harley-Davidson”, muy chula, en la clásica mega-tienda de M&M, ídem con Coca-Cola y así hasta llegar al gigantesco MGM.
Allí paramos un ratito en el “Rainforest Café”, uno de esos bares curiosos que tanto abundan en Las Vegas, también nos paseamos por el casino y por la sala de deportes…¡bestial!
Continuamos nuestra ruta y cruzamos por delante del Tropicana hasta el Excalibur, que nos pareció también muy original…y desde allí cogimos el monorraíl hasta el mítico hotel Luxor.
El Hotel Luxor nos gusto mucho, sobretodo por fuera…cuando salimos ya había anochecido y no pudimos evitar la tentación de hacer unas cuantas fotos con la esfinge y la pirámide con su enorme rayo de luz.
Desandamos nuestros pasos, pero ahora volvimos por la acera contraria, visitando en primer lugar el New York New York, para mí, la mejor fachada de Las Vegas, ¡y ya es decir! El Bar Coyote estaba bastante animado a esas horas de la tarde…pero nosotros aún teníamos el estomago procesando la bacanal del Bellagio…
Pasamos también por el Vdara antes de acercarnos a ver, hoy si, el espectáculo de las fuentes del Bellagio, que congrega a muchísima gente alrededor de su recreación del lago Como italiano. El espectáculo es realmente bonito, aunque la muchedumbre lo fastidia un poquito…
Volvimos a unirnos al rebaño para cruzar el Strip, regresábamos al Flamingo y les íbamos a dar a Txus y Susana el gustazo de jugarse unas perrillas en el casino…que los teníamos locos mirando las luces de las tragaperras y las bolitas de la ruleta…¡que peligro!
Menos mal que les pusimos un límite bajo…por que con un ratito en las tragaperras y otro en la ruleta…bancarrota total.
Pasamos también por el Vdara antes de acercarnos a ver, hoy si, el espectáculo de las fuentes del Bellagio, que congrega a muchísima gente alrededor de su recreación del lago Como italiano. El espectáculo es realmente bonito, aunque la muchedumbre lo fastidia un poquito…
Volvimos a unirnos al rebaño para cruzar el Strip, regresábamos al Flamingo y les íbamos a dar a Txus y Susana el gustazo de jugarse unas perrillas en el casino…que los teníamos locos mirando las luces de las tragaperras y las bolitas de la ruleta…¡que peligro!
Menos mal que les pusimos un límite bajo…por que con un ratito en las tragaperras y otro en la ruleta…bancarrota total.
Como premio de consolación nos compramos unas porciones de pizza que nos comimos en nuestras nuevas y flamantes habitaciones GO con vistas a las fuentes del Bellagio. ¡Esto sí es nivelaco!
Dormirse viendo el espectáculo de las fuentes del Bellagio desde el sofá de la habitación no esta nada mal…
Tal vez eso ayudo a que nos levantásemos con renovadas energías para volver a meternos de lleno en la vorágine de las compras…seguimos la misma rutina que el día anterior, desayuno en el hotel y al outlet, donde además de la ropa, aprovechamos para comprar las entradas para ver esa noche el espectáculo del hotel Wynn “La Rêve”, con un 10% de descuento.
Decidimos aprovechar la soleada tarde en la piscina del hotel, que por cierto esta muy bien, palmeritas, cascadas, eso si…a tope de gente y de hijos del tecno y del house…mucha marcha y mucha fiesta en la piscina, aunque estuvimos muy a gusto pasando las horas de más calor con unas Coors en nuestras tumbonas.
Tal vez eso ayudo a que nos levantásemos con renovadas energías para volver a meternos de lleno en la vorágine de las compras…seguimos la misma rutina que el día anterior, desayuno en el hotel y al outlet, donde además de la ropa, aprovechamos para comprar las entradas para ver esa noche el espectáculo del hotel Wynn “La Rêve”, con un 10% de descuento.
Decidimos aprovechar la soleada tarde en la piscina del hotel, que por cierto esta muy bien, palmeritas, cascadas, eso si…a tope de gente y de hijos del tecno y del house…mucha marcha y mucha fiesta en la piscina, aunque estuvimos muy a gusto pasando las horas de más calor con unas Coors en nuestras tumbonas.
Queríamos visitar un par de hoteles más, así que nos arreglamos para el espectáculo de la noche y nos fuimos con el coche hasta el hotel Wynn, lo aparcamos allí y volvimos paseando por el Strip, mientras veíamos los preciosos jardines del Hotel Mirage, con su volcán, después el antiguo Treasure Island, donde por desgracia estaban reformando sus barcos piratas y no estaban haciendo el espectáculo.
Continuamos hasta el Coliseo del Caesar´s donde está el precioso y exclusivo centro comercial del hotel, merece la pena dar una vuelta por allí.
Continuamos hasta el Coliseo del Caesar´s donde está el precioso y exclusivo centro comercial del hotel, merece la pena dar una vuelta por allí.
Se nos estaba haciendo un poco tarde y teníamos que llegar a las 21 h. al Wynn para ver el espectáculo, pero no podíamos irnos de Las Vegas sin pasar por el increíble hotel Venetian con sus réplicas de los canales, la plaza San Marco y hasta sus gondoleros…una chulada de hotel.
Al final decidimos echar un bocado rápido en el Wynn antes del espectáculo, el hotel y su casino son muy elegantes, demasiado para mi gusto…no me alojaría allí…no parece Las Vegas.
Comimos unas hamburguesas en una de las cafeterías y nos fuimos al teatro del hotel a ver el que se supone es el mejor espectáculo en Las Vegas.
Tengo que reconocer…aunque me avergüenza…que me eche una breve cabezada durante uno de los actos…pero el espectáculo me pareció muy bueno, y muy original, sobre todo la mezcla entre trapecio y escenario de agua con números de natación sincronizada. A Susana y a Txus les encanto…y estuvieron durante la hora y media que duro con los ojos como platos.
Al final decidimos echar un bocado rápido en el Wynn antes del espectáculo, el hotel y su casino son muy elegantes, demasiado para mi gusto…no me alojaría allí…no parece Las Vegas.
Comimos unas hamburguesas en una de las cafeterías y nos fuimos al teatro del hotel a ver el que se supone es el mejor espectáculo en Las Vegas.
Tengo que reconocer…aunque me avergüenza…que me eche una breve cabezada durante uno de los actos…pero el espectáculo me pareció muy bueno, y muy original, sobre todo la mezcla entre trapecio y escenario de agua con números de natación sincronizada. A Susana y a Txus les encanto…y estuvieron durante la hora y media que duro con los ojos como platos.
Estábamos cansados pero nos quedaban un par de cosillas por ver en Las Vegas, Txus tenía ganas de ver la calle Fremont y su enorme pantalla de led, y también nos apetecía ver Las Vegas desde lo alto de la omnipresente torre del Stratosphere.
Primero fuimos a la parte vieja, por el camino vimos muchas capillas, y algunas zonas que no parecían muy recomendables para salir a dar un paseo. Buscamos el Hotel Golden Nugget y aparcamos en su valet parking gratuito, visitamos su casino, uno de los más grandes de Las Vegas, y su piscina, donde tienen un acuario con tiburones.
Salimos del hotel a la calle Fremont, que estaba bastante muerta a las 12 de la noche, pero todavía pudimos ver en acción la espectacular pantalla que cubre la calle como una bóveda y varios de sus videoclips, súper coloridos y con la música a todo trapo… la verdad es que esta muy chulo y merece la pena acercarse hasta allí para verlo…lástima que había muy poco ambiente a esas horas…y se veía algún personaje extraño rondando por allí.
Primero fuimos a la parte vieja, por el camino vimos muchas capillas, y algunas zonas que no parecían muy recomendables para salir a dar un paseo. Buscamos el Hotel Golden Nugget y aparcamos en su valet parking gratuito, visitamos su casino, uno de los más grandes de Las Vegas, y su piscina, donde tienen un acuario con tiburones.
Salimos del hotel a la calle Fremont, que estaba bastante muerta a las 12 de la noche, pero todavía pudimos ver en acción la espectacular pantalla que cubre la calle como una bóveda y varios de sus videoclips, súper coloridos y con la música a todo trapo… la verdad es que esta muy chulo y merece la pena acercarse hasta allí para verlo…lástima que había muy poco ambiente a esas horas…y se veía algún personaje extraño rondando por allí.
A las 12 y media pasadas cogimos de nuevo el coche, nos quedaba una parada más antes de volver al hotel, queríamos subir al mirador del Stratosphere y si le echábamos un poco de valor, montar en alguna de sus atracciones.
Bueno pues nuestro gozo en un pozo, al llegar al Stratosphere los vigilantes nos avisaron de que la torre cerraba a la una, así que ya no podíamos subir. ¡Que fastidio! Por que poco nos lo perdíamos…ya teníamos una buena razón para regresar a Las Vegas…menos mal, anda que si no podemos volver…
Bueno pues nuestro gozo en un pozo, al llegar al Stratosphere los vigilantes nos avisaron de que la torre cerraba a la una, así que ya no podíamos subir. ¡Que fastidio! Por que poco nos lo perdíamos…ya teníamos una buena razón para regresar a Las Vegas…menos mal, anda que si no podemos volver…
Otro amanecer en Las Vegas, esta vez con maletas y ahora si que tocaba jugar al Tetris en el maletero de nuestro Captiva…las compras nos habían trastocado la cuadratura del círculo.
Salimos de Las Vegas por el Sur, y así aprovechamos para hacernos una foto con el famoso cartel:
Salimos de Las Vegas por el Sur, y así aprovechamos para hacernos una foto con el famoso cartel:
Volvíamos al road trip de verdad…directos al Valle de la Muerte.
Nos alojamos en el Hotel Flamingo en dos habitaciones dobles por 206 € cada una (tres noches), el hotel esta viejillo pero es recomendable por situación y precio. También hay que reconocerle que trasmite muy bien ese punto horterilla de Las Vegas. No en vano es uno de los primeros hoteles de la Strip.
Las entradas para el espectáculo “La Rêve: the dream” nos costaron 130 USD por persona, hubo división de opiniones, a algunos nos gusto y a otros les encanto. Nuestras entradas eran en filas bastante altas, no en la “splash zone”, que es un poco más económica. Creo que tiene que verse mucho peor ya que la mayoría de la acción se desarrolla en al aire…y debes estar todo el tiempo mirando para arriba, esto ya era por ponerme “tiquismiquis”.
No diré jamás lo que nos gastamos en aquel outlet de Las Vegas…pero si puedo decíos que salimos convencidos de que merece la pena cargar allí las bolsas, sobretodo en marcas como Levis, Oakley o Timberland, eso si, es mejor que llevéis impresos los cupones de internet que podéis descargar en la página de Premium Outlets
. Las entradas para el espectáculo “La Rêve: the dream” nos costaron 130 USD por persona, hubo división de opiniones, a algunos nos gusto y a otros les encanto. Nuestras entradas eran en filas bastante altas, no en la “splash zone”, que es un poco más económica. Creo que tiene que verse mucho peor ya que la mayoría de la acción se desarrolla en al aire…y debes estar todo el tiempo mirando para arriba, esto ya era por ponerme “tiquismiquis”.
No diré jamás lo que nos gastamos en aquel outlet de Las Vegas…pero si puedo decíos que salimos convencidos de que merece la pena cargar allí las bolsas, sobretodo en marcas como Levis, Oakley o Timberland, eso si, es mejor que llevéis impresos los cupones de internet que podéis descargar en la página de Premium Outlets