De Mt. Kenia al Kilimanjaro
Dia 28
Para el penúltimo día teníamos un curioso recorrido:
Salíamos de Monte Kenia (5199m.), la montaña mas alta de Kenia y la segunda de Africa y teníamos como meta, ni mas ni menos, que el Kilimanjaro 5891m. El techo de Africa, que a pesar de estar en Tanzania, está muy próximo a la frontera con Kenia.
Uno de mis objetivos era el poder captar la famosa foto del elefante con el Kili como fondo. No pudo ser. Ya os contaré porqué.
Me levanté antes de amanecer, con la intención de captar al monte Kenia. Y acerté.
A medida que pasaban los minutos, cambiaban las luces del alba.
Esta montaña, al igual que el Kili, pasa casi todo el día cubierta de nubes, durante muchos días al año, por lo que solo se puede disfrutar de el a primera hora de la mañana o al atardecer. Ya se sabe que la climatología es caprichosa.
El amanecer en Sweetwaters fue muy bonito.
Antes de salir, el sol ya iluminaba la cumbre de Monte Kenia
Y los ibis de la charca que hay frente a las tiendas, con las primeras luces, iban despertando y poco a poco despegando.
Cada vez quedaban menos, hasta que por fin apareció el sol por el horizonte.
Y con la salida del sol, se pierde el encanto de las luces del alba y se acaba la fiesta.
Cuando volvía, me encontré a mi "vecino" Simón, que también se había levantado con la misma intención que yo.
Después de la larga sesión de fotos, fuimos a desayunar, seguido del chek out y carretera y manta.
Mwasi a las 7,30 ya estaba listo y la furgo, también.
En Kenia se ven bastantes jacarandas, que en esta época estaban florecidas.
La ruta hasta Amboseli fue mortal. No la recomiendo en absoluto. Pero allá cada uno.
A pesar de haber pedido a la agencia una duración máxima de los desplazamientos de 5 o 6 horas, aquí nos colaron uno de 12 horas...!!
Cinco horas en coche hasta Nairobi, parada para comer y cinco horas mas hasta Amboseli, son un palo.
Durante los primeros kms., todavía pudimos disfrutar de la compañia de Mt. Kenia
Pero en poco tiempo lo perdimos de vista.
Por las carreteras del norte vimos bastantes convoyes militares ingleses. Tienen una base por la zona y hacen maniobras permanentemente, según nos dijo Mwasi.
y lo que queda de Kenia es un panorama como este
Mercadillos que se despiertan
Y bastante suciedad
Una mezquita. Se ven muy pocas en Kenia.
El rafiki limpia poco delante de casa
Y cuando hay algo mas llamativo, tiene este aspecto. A los keniatas le gustan los colores vivos.
Los controles "de alcoholemia" son bastante frecuentes. Ya sabes, el que se lo salta es que está completamente borracho.
El cansancio, las muchas horas de viaje y el aumento de la densidad de tráfico, indican que estamos llegando a Nairobi.
En Nairobi, Masikio la agencia de viajes, nos invitó a comer, ya que la comida no estaba programada.
Mwasi nos llevó al restaurante brasileño La Pampa. Creo que se llamaba así.
Era un sitio de mucho lujo aparente. Solo un detalle, nos pasaron un espejo por debajo del coche, buscando algún “paquete”.
No se quien era el sospechoso, si la furgo de Mwasi o nosotros.
Seguramente todos juntos.
Aunque lo mas posible es que ese ritual se lo pasan a todos, por seguridad.
El caso es que el sitio, no se que tenía que ver con Brasil, mas allá del nombre y algún detalle del decorado, pero se parecía como dos gotas de agua a lo que ofrece el Carnivore, en el que comimos el día de regreso.
Todo se reduce a carne ensartada y asada. En este caso se parecía mas a un kebab, ese tipo de carne que gira en el fuego y luego se va laminando. Esa es una forma de cocinar la carne que a mi no me gusta, porque creo que hay otras elaboraciones en las que se le puede sacar mucho mas partido.
Tanto da que fuera ternera, pollo, cerdo o avestruz. Lo mejor eran las salchichas y no eran exquisitas. Aunque yo como de todo, este no es el mejor sitio en que he comido. Ni mucho menos. Y es que la calidad y la cantidad suelen estar reñidas y aquí se come todo lo que quieras. Pero no pidas calidad.
Agradezco a Masaiko, el detalle de esta invitación. Así como que en el Carnivore, también nos invitaron a las bebidas. Agua y café.
Y nos regalaron camisetas y sombreros con su logo, al principio del viaje.
Todo esto es de agradecer, pero en su justa medida.
Me hubiera gustado mas, otro tipo de detalles. Me explico:
Como ya he dicho antes, durante todo el viaje le comenté al guía, en varias ocasiones, que quería comprar un recuerdo de Kenia de calidad. Preferentemente en madera de ébano. Pero como vi que su intención era no salirse del programa y que todo lo que me ofrecía eran los Curio Shop de la orilla de la carretera, llamé a Jorge, del CHEETAH, para preguntarle donde podía comprarlo.
Jorge me indicó una tienda en Nairobi y por su parte, Mwasi, que conocía el sitio, me hizo ver que era imposible ir, por el denso tráfico de Nairobi.
Coincidió con que recibimos una llamada desde España del representante de la agencia, para interesarse por nosotros y por saber como iba el viaje. Después de los saludos y la charla le dije cual era mi problema, con respecto al souvenir. El por su parte, le comentó a Mwasi que nos acercara a la tienda en cuestión.
Y como el guía seguía con la idea de que era imposible, insistí para que lo intentara. Estuvimos casi una hora, metidos en un atasco y final desistimos. No se si había alguna ruta alternativa o todo Nairobi es así. Lo dudo, pero me quedé con las ganas.
Lo dejamos para el día de regreso… a ver si era posible.
No lo fue.
Salimos con el tiempo justo para no poder ir, a pesar de que lo hablamos. Podíamos haber salido una hora antes, pero no le apetecía madrugar.
No puso nada de su parte.
Al final llegué a la conclusión de que el guía no estaba dispuesto a renunciar a su parte de la comisión que le dejarían mis compras, si lo hacía en los establecimientos concertados.
Y esto, es una de las cosas que no me han gustado del viaje con Masaikio. Pero nada.
Mi punto de vista es que al cliente, que es el que paga, hay que cuidarlo. Al menos yo lo hago así.
Con esto no quiero decir que me hayan maltratado.
Pero si el cliente dice quiere ir a una tienda determinada, pues yo creo que hay que ir.
El nuestro no era un grupo numeroso. Eramos un grupo privado, con cuatro miembros de la misma familia, que estábamos de acuerdo en ello.
Me podían haber dicho que esto tiene un sobre coste. Pues bien, yo decidiré si quiero pagarlo o no.
O que hay que levantarse antes, o… que hay que renunciar a otra actividad.
Lo que no me cabe en la cabeza es que en 8 días de viaje por Kenia, sea imposible encontrar una talla de madera en una tienda de calidad, que no sea un Curio Shop.
Para mi, era mas importante traerme esos recuerdos, que comer en el restaurante brasileño o en el Carnivore.
Cada uno valora lo que valora y ese día hubiera comido mejor con un buen bocadillo.
Para colmo, al guía, al final del viaje hay que dejarle una propina. Se le debe dejar y se la dejé. Pero de eso ya hablaré al final.
Con esto no quiero decir que este no haya sido un buen viaje, pero si algo no me gusta, creo que lo debo de decir con la misma libertad.
Y como ha sido un viaje en dos partes, con dos organizaciones diferentes, la parte que corresponde a Masaikio, siempre saldrá malparada en la comparativa.
Las cosas como son como son. Esto es un diario, no un folleto publicitario, y yo cuento mi viaje con la máxima objetividad. Lo que me ha gustado y lo que no. A pesar de las presiones recibidas de Masaikio para que no dijera ciertas cosas. De esto también hablaré al final.
Pero bien, retomemos el hilo. Una vez fuera del caos de Nairobi y alrededores y pasadas 4 horas, apareció el Kilimanjaro a lo lejos.
Es indiscutible que esta montaña tiene su encanto. Y cuanto mas te acercas, mas.
Tuvimos la suerte de disfrutar de la puesta de sol y aprovechamos para hacer unas fotos.
Cuando arrancamos, ya había oscurecido, por ello llegamos al Sopa de Amboseli, totalmente de noche.
De los dos días que Masaikio nos había programado en Amboseli, el primero se quedó en el camino. Y es una lástima, porque Amboseli es el parque que mas me gustó, sin contar el Mara. Quizás por que guarda cierto parecido con el.
En este día, la valoración no puede ser mas negativa. No ha habido visita, solo 12 horas de viaje infernal.
Dia 28
Para el penúltimo día teníamos un curioso recorrido:
Salíamos de Monte Kenia (5199m.), la montaña mas alta de Kenia y la segunda de Africa y teníamos como meta, ni mas ni menos, que el Kilimanjaro 5891m. El techo de Africa, que a pesar de estar en Tanzania, está muy próximo a la frontera con Kenia.
Uno de mis objetivos era el poder captar la famosa foto del elefante con el Kili como fondo. No pudo ser. Ya os contaré porqué.
Me levanté antes de amanecer, con la intención de captar al monte Kenia. Y acerté.
A medida que pasaban los minutos, cambiaban las luces del alba.
Esta montaña, al igual que el Kili, pasa casi todo el día cubierta de nubes, durante muchos días al año, por lo que solo se puede disfrutar de el a primera hora de la mañana o al atardecer. Ya se sabe que la climatología es caprichosa.
El amanecer en Sweetwaters fue muy bonito.
Antes de salir, el sol ya iluminaba la cumbre de Monte Kenia
Y los ibis de la charca que hay frente a las tiendas, con las primeras luces, iban despertando y poco a poco despegando.
Cada vez quedaban menos, hasta que por fin apareció el sol por el horizonte.
Y con la salida del sol, se pierde el encanto de las luces del alba y se acaba la fiesta.
Cuando volvía, me encontré a mi "vecino" Simón, que también se había levantado con la misma intención que yo.
Después de la larga sesión de fotos, fuimos a desayunar, seguido del chek out y carretera y manta.
Mwasi a las 7,30 ya estaba listo y la furgo, también.
En Kenia se ven bastantes jacarandas, que en esta época estaban florecidas.
La ruta hasta Amboseli fue mortal. No la recomiendo en absoluto. Pero allá cada uno.
A pesar de haber pedido a la agencia una duración máxima de los desplazamientos de 5 o 6 horas, aquí nos colaron uno de 12 horas...!!
Cinco horas en coche hasta Nairobi, parada para comer y cinco horas mas hasta Amboseli, son un palo.
Durante los primeros kms., todavía pudimos disfrutar de la compañia de Mt. Kenia
Pero en poco tiempo lo perdimos de vista.
Por las carreteras del norte vimos bastantes convoyes militares ingleses. Tienen una base por la zona y hacen maniobras permanentemente, según nos dijo Mwasi.
y lo que queda de Kenia es un panorama como este
Mercadillos que se despiertan
Y bastante suciedad
Una mezquita. Se ven muy pocas en Kenia.
El rafiki limpia poco delante de casa
Y cuando hay algo mas llamativo, tiene este aspecto. A los keniatas le gustan los colores vivos.
Los controles "de alcoholemia" son bastante frecuentes. Ya sabes, el que se lo salta es que está completamente borracho.
El cansancio, las muchas horas de viaje y el aumento de la densidad de tráfico, indican que estamos llegando a Nairobi.
En Nairobi, Masikio la agencia de viajes, nos invitó a comer, ya que la comida no estaba programada.
Mwasi nos llevó al restaurante brasileño La Pampa. Creo que se llamaba así.
Era un sitio de mucho lujo aparente. Solo un detalle, nos pasaron un espejo por debajo del coche, buscando algún “paquete”.
No se quien era el sospechoso, si la furgo de Mwasi o nosotros.
Seguramente todos juntos.
Aunque lo mas posible es que ese ritual se lo pasan a todos, por seguridad.
El caso es que el sitio, no se que tenía que ver con Brasil, mas allá del nombre y algún detalle del decorado, pero se parecía como dos gotas de agua a lo que ofrece el Carnivore, en el que comimos el día de regreso.
Todo se reduce a carne ensartada y asada. En este caso se parecía mas a un kebab, ese tipo de carne que gira en el fuego y luego se va laminando. Esa es una forma de cocinar la carne que a mi no me gusta, porque creo que hay otras elaboraciones en las que se le puede sacar mucho mas partido.
Tanto da que fuera ternera, pollo, cerdo o avestruz. Lo mejor eran las salchichas y no eran exquisitas. Aunque yo como de todo, este no es el mejor sitio en que he comido. Ni mucho menos. Y es que la calidad y la cantidad suelen estar reñidas y aquí se come todo lo que quieras. Pero no pidas calidad.
Agradezco a Masaiko, el detalle de esta invitación. Así como que en el Carnivore, también nos invitaron a las bebidas. Agua y café.
Y nos regalaron camisetas y sombreros con su logo, al principio del viaje.
Todo esto es de agradecer, pero en su justa medida.
Me hubiera gustado mas, otro tipo de detalles. Me explico:
Como ya he dicho antes, durante todo el viaje le comenté al guía, en varias ocasiones, que quería comprar un recuerdo de Kenia de calidad. Preferentemente en madera de ébano. Pero como vi que su intención era no salirse del programa y que todo lo que me ofrecía eran los Curio Shop de la orilla de la carretera, llamé a Jorge, del CHEETAH, para preguntarle donde podía comprarlo.
Jorge me indicó una tienda en Nairobi y por su parte, Mwasi, que conocía el sitio, me hizo ver que era imposible ir, por el denso tráfico de Nairobi.
Coincidió con que recibimos una llamada desde España del representante de la agencia, para interesarse por nosotros y por saber como iba el viaje. Después de los saludos y la charla le dije cual era mi problema, con respecto al souvenir. El por su parte, le comentó a Mwasi que nos acercara a la tienda en cuestión.
Y como el guía seguía con la idea de que era imposible, insistí para que lo intentara. Estuvimos casi una hora, metidos en un atasco y final desistimos. No se si había alguna ruta alternativa o todo Nairobi es así. Lo dudo, pero me quedé con las ganas.
Lo dejamos para el día de regreso… a ver si era posible.
No lo fue.
Salimos con el tiempo justo para no poder ir, a pesar de que lo hablamos. Podíamos haber salido una hora antes, pero no le apetecía madrugar.
No puso nada de su parte.
Al final llegué a la conclusión de que el guía no estaba dispuesto a renunciar a su parte de la comisión que le dejarían mis compras, si lo hacía en los establecimientos concertados.
Y esto, es una de las cosas que no me han gustado del viaje con Masaikio. Pero nada.
Mi punto de vista es que al cliente, que es el que paga, hay que cuidarlo. Al menos yo lo hago así.
Con esto no quiero decir que me hayan maltratado.
Pero si el cliente dice quiere ir a una tienda determinada, pues yo creo que hay que ir.
El nuestro no era un grupo numeroso. Eramos un grupo privado, con cuatro miembros de la misma familia, que estábamos de acuerdo en ello.
Me podían haber dicho que esto tiene un sobre coste. Pues bien, yo decidiré si quiero pagarlo o no.
O que hay que levantarse antes, o… que hay que renunciar a otra actividad.
Lo que no me cabe en la cabeza es que en 8 días de viaje por Kenia, sea imposible encontrar una talla de madera en una tienda de calidad, que no sea un Curio Shop.
Para mi, era mas importante traerme esos recuerdos, que comer en el restaurante brasileño o en el Carnivore.
Cada uno valora lo que valora y ese día hubiera comido mejor con un buen bocadillo.
Para colmo, al guía, al final del viaje hay que dejarle una propina. Se le debe dejar y se la dejé. Pero de eso ya hablaré al final.
Con esto no quiero decir que este no haya sido un buen viaje, pero si algo no me gusta, creo que lo debo de decir con la misma libertad.
Y como ha sido un viaje en dos partes, con dos organizaciones diferentes, la parte que corresponde a Masaikio, siempre saldrá malparada en la comparativa.
Las cosas como son como son. Esto es un diario, no un folleto publicitario, y yo cuento mi viaje con la máxima objetividad. Lo que me ha gustado y lo que no. A pesar de las presiones recibidas de Masaikio para que no dijera ciertas cosas. De esto también hablaré al final.
Pero bien, retomemos el hilo. Una vez fuera del caos de Nairobi y alrededores y pasadas 4 horas, apareció el Kilimanjaro a lo lejos.
Es indiscutible que esta montaña tiene su encanto. Y cuanto mas te acercas, mas.
Tuvimos la suerte de disfrutar de la puesta de sol y aprovechamos para hacer unas fotos.
Cuando arrancamos, ya había oscurecido, por ello llegamos al Sopa de Amboseli, totalmente de noche.
De los dos días que Masaikio nos había programado en Amboseli, el primero se quedó en el camino. Y es una lástima, porque Amboseli es el parque que mas me gustó, sin contar el Mara. Quizás por que guarda cierto parecido con el.
En este día, la valoración no puede ser mas negativa. No ha habido visita, solo 12 horas de viaje infernal.