Lunes 23 de Marzo, amanecía en Tokyo, día soleado pero más fresco que el de ayer. Hoy la primera visita del día, tras desayunar en el hotel sería el mercado Tsukiji. Habíamos pensado en ir a la subasta que se celebra bien temprano y que solo pueden acceder unas 200 personas, pero pasamos olímpicamente, pues para ver a 4 japoneses gritando y no entender nada, preferimos no complicarnos la vida e ir después de desayunar a visitar el mercado. La forma más fácil y rápida de llegar desde Asakusa sería metro nuevamente hasta Daimon con Asakusa Line y allí enlazar con Oedo Line hasta Tsukijishijo. En la estación de Tsukijishijo hay que salir por la salida A1 y según sales caminar a la derecha hasta llegar al mercado exterior de Tsukiji, pero primero iríamos a la Lonja que abre al público a la 9:00 de la mañana, o al menos eso es lo que tengo entendido. Para llegar a la lonja fácil, y más si te dejas guiar por el tráfico de los especie de remolques que van como locos. Antes de entrar ya ves un cartel indicando que tenga cuidado con ellos, van a su bola a toda velocidad, así que poner máxima atención si no quieres ser atropellado. Paseamos por dentro de la Lonja, aunque tengo que decir, que me gustó más la de Hong Kong, pero son muy parecidas. Agua en el suelo, gente comprando y muchos bichos raros. Esta zona es la mejor para comer sushi según dice la gente y hay varios bares recomendados, pero a esta hora, cómo que no!!!
Mercado exterior
Entrada a la Lonja
Tras visitar toda esta zona, tanto lonja como mercado exterior, regresamos en metro a Asakusa para bajarnos en la última parada en Oshiage (SkyTree). Buscamos la salida con el nombre de Sky Tree, creo que era la B3. Tengo entendido que la entrada se compra en la 4 planta su precio es de 2060Y, al mirador inferior, luego hay otro superior y se paga aparte, pero no subimos. La vimos desde abajo y caminamos hacia Asakusa, como unos 15 minutos o menos, el camino a pies desde la Skytree a la estación de Asakusa es muy fácil, solo tienes que ir caminando al río Sumida, al cruzar ya estás en la estación Asakusa y se pueden divisar unas hermosas vistas del malecón con la famosa torre de la Cerveza Asahi, un icono moderno, que es la oficina general de Asahi Breweries. Es un edificio de 22 plantas, dorado y con la forma de una jarra de cerveza.
Tras esto volvimos a coger metro en Asakusa pero esta vez la Ginza Line con destino al parque Ueno. Una vez llegado a la Estación Ueno, buscamos la salida de Shinobazu, que nos ubicaría casi en las puertas del parque. Antes de acceder al parque compramos sushi para comer en el parque, en un supermercado que estaba saliendo cerca la estación. Mi primer sushi que aunque era empaquetado no estaba nada, nada mal, al contrario, a partir de ahora, cuando compráramos comida para llevar en el súper, nunca faltaría el paquetito de sushi. Entramos al parque, nos sentamos tranquilamente, nos comimos el sushi. Una pena que los cerezos aún le faltaba mucho para estar hermosos, solo había algunos árboles que eran el centro de atención de todas las miradas y cámaras fotográficas. Fuimos al estanque y a visitar el pequeño templo que hay en el centro. Estaba todo lleno de puestos de comida y aprovechamos y almorzamos en unas mesas que estaban a la orilla del estanque. Precio del almuerzo 1800 yenes (14€) para dos personas, con unas bolas de pulpo muy típicas en todo Japón, un pincho carne, noddles y refresco.
Luego marchamos hacia el norte del parque donde visitamos por el camino Templo Kiyumizo Kannon (gratuito), Toshogu Shrine (gratis excepto santuario interior 500 Yenes, no accedimos) precioso , vimos el museo por fuera y terminamos en el Templo Kaneiji(gratuito).
Toshogu Shrine
Templo Kaneiji
Ahora tocaba tiempo para visitar Yanaka, dando un pequeño paseo llegamos a este distrito de Tokyo en donde aún se respira un aire de nostalgia y un encanto rústico. Está a poca distancia a pie del parque de Ueno , y ofrece una oportunidad de hacer turismo diferente a la sensación metropolitana de otras partes de Tokio. Hicimos un pequeño recorrido por el distrito, visitamos su cementerio. El camino que atraviesa el centro del cementerio, está bordeada por cerezos y atrae a muchos visitantes cada año durante esta temporada, pero en esta ocasión aún no habían florecido. El cementerio de Yanaka era parte del Templo Tennoji. El templo tiene una decoración y un ambiente tranquilo, y una gran estatua de bronce de Buda se encuentra a la izquierda de su edificio principal. Un lugar bonito para pasear y que hay que visitar y poder pasear por sus calles, como la famosa Yanaka Ginza.
Calles de Yanaka
Tras este bonito paseo tocaba ir a la estación de Nippori para coger el tren de la línea Yamamote, hacia Akihabara, unos 8 minutos de metro. Una vez llegas toca salir por la salida que dice Electric Town. Cuando sales lo que más impacta es el gran edificio rojo de Sega, o al menos a mi me impactó. Me quedé flipando antes tal cantidad de edificios, luces, algo para recordar . Paseamos por la zona, entramos a alguna sala de estas de juegos y nos quedamos con la boca abierta. Localizamos el Don Quijote para hacer el cambio de los Euros que nos quedaban, que de seguro que no llegarían a España , así que cambiamos todo lo que teníamos encima. Comimos y picamos cosas muy ricas de bollería por la zona, y es que si algo tiene Japón es que no creo que haya país con bollería más fresca y tierna, al menos que yo haya visitado.
La noche se nos vino encima en Akihabara y pusimos rumbo de nuevo a Asakusa, desde estación Akihabara cogimos Hibiya Line hasta Ningyocho(3 min) y ahí empatamos con Asakusa Line para llegar a nuestra parada Asakusa(6 min). Como siempre toca paseo por el templo de camino al hotel, que no supone sino un minuto más de camino, pero ver semejante belleza antes de dormir, te proporciona dulces sueños . Esta noche se notaba que habían bajado las temperaturas y empezaba a hacer bastante frío.
Mercado exterior
Entrada a la Lonja
Tras visitar toda esta zona, tanto lonja como mercado exterior, regresamos en metro a Asakusa para bajarnos en la última parada en Oshiage (SkyTree). Buscamos la salida con el nombre de Sky Tree, creo que era la B3. Tengo entendido que la entrada se compra en la 4 planta su precio es de 2060Y, al mirador inferior, luego hay otro superior y se paga aparte, pero no subimos. La vimos desde abajo y caminamos hacia Asakusa, como unos 15 minutos o menos, el camino a pies desde la Skytree a la estación de Asakusa es muy fácil, solo tienes que ir caminando al río Sumida, al cruzar ya estás en la estación Asakusa y se pueden divisar unas hermosas vistas del malecón con la famosa torre de la Cerveza Asahi, un icono moderno, que es la oficina general de Asahi Breweries. Es un edificio de 22 plantas, dorado y con la forma de una jarra de cerveza.
Tras esto volvimos a coger metro en Asakusa pero esta vez la Ginza Line con destino al parque Ueno. Una vez llegado a la Estación Ueno, buscamos la salida de Shinobazu, que nos ubicaría casi en las puertas del parque. Antes de acceder al parque compramos sushi para comer en el parque, en un supermercado que estaba saliendo cerca la estación. Mi primer sushi que aunque era empaquetado no estaba nada, nada mal, al contrario, a partir de ahora, cuando compráramos comida para llevar en el súper, nunca faltaría el paquetito de sushi. Entramos al parque, nos sentamos tranquilamente, nos comimos el sushi. Una pena que los cerezos aún le faltaba mucho para estar hermosos, solo había algunos árboles que eran el centro de atención de todas las miradas y cámaras fotográficas. Fuimos al estanque y a visitar el pequeño templo que hay en el centro. Estaba todo lleno de puestos de comida y aprovechamos y almorzamos en unas mesas que estaban a la orilla del estanque. Precio del almuerzo 1800 yenes (14€) para dos personas, con unas bolas de pulpo muy típicas en todo Japón, un pincho carne, noddles y refresco.
Luego marchamos hacia el norte del parque donde visitamos por el camino Templo Kiyumizo Kannon (gratuito), Toshogu Shrine (gratis excepto santuario interior 500 Yenes, no accedimos) precioso , vimos el museo por fuera y terminamos en el Templo Kaneiji(gratuito).
Toshogu Shrine
Templo Kaneiji
Ahora tocaba tiempo para visitar Yanaka, dando un pequeño paseo llegamos a este distrito de Tokyo en donde aún se respira un aire de nostalgia y un encanto rústico. Está a poca distancia a pie del parque de Ueno , y ofrece una oportunidad de hacer turismo diferente a la sensación metropolitana de otras partes de Tokio. Hicimos un pequeño recorrido por el distrito, visitamos su cementerio. El camino que atraviesa el centro del cementerio, está bordeada por cerezos y atrae a muchos visitantes cada año durante esta temporada, pero en esta ocasión aún no habían florecido. El cementerio de Yanaka era parte del Templo Tennoji. El templo tiene una decoración y un ambiente tranquilo, y una gran estatua de bronce de Buda se encuentra a la izquierda de su edificio principal. Un lugar bonito para pasear y que hay que visitar y poder pasear por sus calles, como la famosa Yanaka Ginza.
Calles de Yanaka
Tras este bonito paseo tocaba ir a la estación de Nippori para coger el tren de la línea Yamamote, hacia Akihabara, unos 8 minutos de metro. Una vez llegas toca salir por la salida que dice Electric Town. Cuando sales lo que más impacta es el gran edificio rojo de Sega, o al menos a mi me impactó. Me quedé flipando antes tal cantidad de edificios, luces, algo para recordar . Paseamos por la zona, entramos a alguna sala de estas de juegos y nos quedamos con la boca abierta. Localizamos el Don Quijote para hacer el cambio de los Euros que nos quedaban, que de seguro que no llegarían a España , así que cambiamos todo lo que teníamos encima. Comimos y picamos cosas muy ricas de bollería por la zona, y es que si algo tiene Japón es que no creo que haya país con bollería más fresca y tierna, al menos que yo haya visitado.
La noche se nos vino encima en Akihabara y pusimos rumbo de nuevo a Asakusa, desde estación Akihabara cogimos Hibiya Line hasta Ningyocho(3 min) y ahí empatamos con Asakusa Line para llegar a nuestra parada Asakusa(6 min). Como siempre toca paseo por el templo de camino al hotel, que no supone sino un minuto más de camino, pero ver semejante belleza antes de dormir, te proporciona dulces sueños . Esta noche se notaba que habían bajado las temperaturas y empezaba a hacer bastante frío.