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Vimos buzos en la playa que se metían al agua, así que Ana los siguió con las patas de rana y el snorkel.
Vean abajo a una buzo musulmana que se mete al agua con tocado...
Estaba nublado pero el agua estaba perfecta. La ví nadar unos minutos en todas direcciones y evidentemente no encontraba el buque
Volvió a la playa a decirme que no podía divisar nada. En la playa había un altar para ofrendas bastante grande. Así que le dije nadara en linea recta perpendicular a la línea de playa tomando como referencia el altar. No se si fue casualidad, pero como a 50 metros me hizo señas que lo había encontrado.
La guía decía que podía divisarse cuando bajaba la madera, pero nosotros nunca pudimos verlo, y fuimos varias veces. Aquí la playa prácticamente no existe. A los pocos metros de ingresar al agua ya no se hace pie y luego cae abruptamente hasta los 40/50 metros. Sobre esta playa de piedra había muchos típicos botes indonesios ,de quilla alta, muy angostos y con dos estabilizadores laterales de bambú, que supusimos de pescadores.
Noten los ojos del primer bote. Se trata de que puedan ver en la oscuridad.
Así que claro, volvimos al hotel que también era para buzos (todos los hoteles son de buzos), y Ana encargó salidas para los dos días siguientes que íbamos a estar. Aclaro desde ahora que no hay razones para estar en Tulambén si no se es buzo o gusta del snorkel.
El Hotel
El Ocean Sun Dive resort donde paramos es propiedad de un alemán, o descendiente de .
El hotel impresiona por su escrupulosa limpieza y por su bellísimo jardín.También es un hotel nuevo o muy bien mantenido.
Aquí se trata de bungalows uno junto al otro pero sin compartir pared. Es decir están separados. Tienen 6 x 5 metros mas un porche donde hay dos sillones y una mesa ratona para sentarse a disfrutar del jardín. Oh de la lluvia !!
Hacia el frente está el loby abierto y otra vez pileta pequeña pero muy profunda.. Cada bungalow tiene caja de seguridad y está medianamente amueblado. El baño semiabierto tiene agua caliente, muy buena ducha y es realmente bonito.
Un detalle interesante de construcción es que las luces del baño se encienden desde afuera. También la luz del bungalow se enciende desde afuera o desde adentro.
A la noche uno no debe buscar la luz de encendido porque está afuera. Y luego la puede apagar desde adentro…
En mi criterio el espacio está muy pobremente aprovechado. Tampoco la habitación tiene una cafetera o pava eléctrica. No hay televisor ni tampoco frigobar, y mucho menos una pequeña cocina.
Sobre esto creo que los indonesios y tailandeses no tienen incorporado cocinar en la casa. Me comentaron que la mas de las veces se compra la comida hecha o se come afuera….
Pero todo estaba muy limpio y la cama como la cama de todos los hoteles a los que fuimos era muy cómoda. También había aire que funcionaba muy bien y la noche era muy silenciosa.
Teníamos el desayuno incluído. No puedo decir que era maravilloso pero estaba bastante bien. Teníamos si un problema en el desayuno que eran las moscas.
Había muchas y molestaban bastante. Ellos hacían toda clase de esfuerzo para espantarlas pero no funcionaba.
Estaban refaccionando o terminando dos bungalows al fondo. Había un portón trasero que estaba abierto. Atrás solo había campo y algún camino menor. Salí a caminar y como a 100 metros había un pequeño basural.
Tal vez fuese esa la causa de las moscas….
La cuestión es que desayunábamos lo mas rápido posible y espantando moscas. En realidad no era muy agradable. Una lástima porque insisto el hotel era impecable.
Y pagamos 110 u$s por tres noches desayuno incluído. Muy buena relación calidad/precio….pero veo difícil puedan solucionar lo de las moscas. Aclaro en la habitación no había ninguna en absoluto.
Ese mismo día fuimos caminando hasta el pueblo por la ruta costera. La zona donde estábamos nosotros y todos los hoteles tenía restaurantes, supermercado, algunas tiendas de ropa, muchas muchas tiendas de buceo, y por supuesto templos. De punta a punta mas o menos 1 Km. Aquí la zona del hotel y una nativa del lugar con un palo en la cabeza....
En todo ese kilómetro había dos veredas angostas para no caminar por la banquina de la ruta. Pero siguiendo para el pueblo , la vereda desaparecía y tuvimos que caminar por la banquina.
La ruta era angosta y como caminábamos en dirección opuesta al tráfico cruzábamos miles de motos, algún auto y algún camión. Las motos llevaban por supuesto sus conductores, pero también son utilizadas para transportar toda clase de cosas en un equilibrio supongo bien inestable.
Desde cortinas de bambú llevadas en forma vertical, hasta fardos enormes de pasto. Desde pollos colgados del manillar de la moto hasta cajas de vidrio en parte trasera donde venden golosinas.
Hay en realidad un servicio por así decir de microlets (unas pequeñas combis ) color bordó que van y vienen por el camino costero. Pero pasan muy irregularmente y los locales las usan paras transportar cosas. Hay que esperar que la que pase tenga lugar….NO se ven taxis
Una cosa que nos llamó la atención es a los chicos conduciendo motos. A la salida de la escuela cientos de motos con adolescentes que pasan raudos. Según nos dijo después nuestro guía está prohibido pero como no hay prácticamente otro transporte se hace la vista gorda.
En realidad vimos muy poca policía en nuestra estadía en Indonesia. Aquí debajo uno que estaba cuidando la salida de una fiesta por supuesto religiosa
Finalmente y después de transpirar un poco caminamos los 1,4 km hasta llegar al pueblo que era de lo mas pobre que habíamos visto.
Sólo algunos comercios sobre la ruta, una ferretería/ material de construcción donde compré un cemento de contacto para pegar un pedazo de cierre de abrojo del traje de buzo de Ana y si un banco del que tomé nota para cambiar algunos dólares . También un juego de bancos de cemento bien lindos
Lo olvidaba: también muchos templos
La de la ferretería nos dijo que había un mercado público el día siguiente por la mañana. En realidad estábamos a pocos metros del lugar sobre la misma ruta. Así que lo fuimos a ver. Era tan pobre y sucio, que realmente me sacó las ganas de visitarlo.
Otra vez nos volvimos caminando al hotel ( no vimos ningún taxi mientras estuvimos en Tulamben), y nos preparamos para la cena.
Como en el loby del hotel había un grupo grande de alemanes cenando, vi que la cuestión iba a venir muy lenta y nos fuimos a un restaurant recomendado por tripadvisor que estaba a unos 30 metros.
Se veía un poco oscuro desde afuera, pero bueno, tampoco había tanto para elegir. Se llama Safety Stop y realmente fue bueno. No recuerdo exactamente que comí o comimos, pero el servicio fue rápido,la comida y el precio estuvo bien y la cerveza estaba bien fría (no es frecuente este último punto en Indonesia)
Miercoles 29 de abril
Desayunamos (con los problemas insectiles mencionados) y fuimos hasta la parte de adelante del hotel donde estaba la tienda de buceo.
Ya nos espera el instructor para Ana, en una excursión personalizada, porque solo estaba ella. Así que eligió el lastre para llevar, probó el chaleco y el tanque que le dieron y la pregunta era como llegábamos con el tanque y el lastre hasta la playa que estaba como a 300 metros….
Lo debíamos cargar? Ahí el instructor nos dice que lo sigamos y no carga su tanque. Aliviados lo seguimos. Seguramente una camioneta o similar los llevaría…pero porque no íbamos todos en la camioneta?.
En 5 minutos estábamos en la playa y sorpresa!!: los tanques y el lastre estaban allí evidentemente en un proceso mágico que ignorábamos. Calzado el tanque, Ana y el instructor se metieron al agua y yo me quedé en la playa a cuidar las cosas que era el bolso de Ana con las sandalias y el protector solar.
Y allí se develó el secreto. Apareció una motito con un indonesio cargando 2 sendos tanques sobre la moto entre las piernas. Llegó hasta la playa sin perder un momento los tiró allí y volvió desde donde había aparecido.
Luego otra, y otra y otras motitos haciendo lo mismo. Como submarino de película veo que van apareciendo buzos de debajo del agua que se desprenden de los tanque ya vacíos que dejan en la playa.
Ahora otras motos recogen los tubos. Pero también aparecen mujeres indonesias con uno y dos tubos sobre la cabeza. Uno de los tubos se lo suben ellas a la cabeza, y el otro un compañero lo pone encima…
Traen tubos…llevan tubos. Traen chalecos…llevan chalecos.
Todo es un movimiento constante. Las cosas quedan abandonadas en la playa. Evidentemente no temen los robos. Cae una camioneta de buzos japoneses con cámaras de todo tipo y dos o tres patas de rana cada uno. Eligen un juego de patas y todo lo demás queda en la playa. El conductor de la camioneta se va….en Argentina la magia sería que todo seguramente desaparecería...
La experiencia de buceo de Ana fue fantástica porque entraron al buque y lo recorrieron por dentro. La Gopro filmó todo al detalle y se ve fantástico. Todo el barco está cubierto de corales y sirve de refugio a miles de peces de todo tipo.
Volvimos al hotel y al mediodía nos vamos a comer a otro restaurant recomendado por Trip, que esta vez está como a 100 metros: el Dive Version restaurant, con pretensiones de pizzería y comidas mexicana.
Buen lugar ofrecen una pizza base con tomate y queso y luego uno arma la pizza agregando los ingredientes de su gusto. Todo bien.
Pero honestamente la pizza no le pasa ni de cerca a cualquier pizzería de Buenos Aires. Tienen un problema que es el queso. En Indonesia es escaso, caro y regular.
Así que la muzarella de la pizza es escasa y regular. Es verdad que tiene el gusto de la pizza de New York.
Los norteamericanos usan salsa kétchup como salsa de tomate. El ketchup es dulzón y algo avinagrado. Nuestro gusto es la salsa de tomate con orégano. Cada uno tiene su fórmula para la salsa de tomate, pero no es dulce…
Así que la pizza mas o menos (las comí mejores en Indonesia) y el precio caro para Indonesia….
Por la tarde volvimos nuevamente al pueblo. Esta vez bajo la lluvia. Pero siempre sin frío. La verdad es que para caminar esas cuadras lo mejor es que estuviese nublado. Pasamos por las "estaciones de servicio" indonesias en un todo similares a las tailandesas y que se usan para repostar gasolina a las motitos...
Vimos un lugar donde llegaba gente con pescado para vender
Y otra vez llegamos al banco y esta vez estaba cerrado. Pregunté el horario y era de 9 de la mañana a cuatro de la tarde. Todavía tenía rupias y siempre quedaba la alternativa de cenar en el hotel y cargarlo a la cuenta.
Volvimos para el hotel pero antes fuimos a otra playa que estaba cerca, tambien de piedra y que marcaban en los mapas como “the wall”. Lo recomendaban para snorkel y buceo. Para no repetir el Liberty Ana decidió ir al dia siguiente a ese lugar. Está a unos 300 metros al sur de donde se ubica el barco hundido.
En el camino de retorno pasamos por una obra en construcción. Nos llamó la atención la presencia de mujeres trabajando haciendo encofrados sostenidos por cañas de bambú.
Era la hora de la comida y varios obreros estaban reunidos parados en círculo con unos paquetitos de papel madera en la mano. Comían de allí con la mano arroz o algo muy similar. Por delicadeza no saqué ninguna foto…Me acordé de la frase "por un puñado de arroz..."
Y por supuesto la lluvia nos seguía de a ratos...
Y de a ratos salía el sol y lo mismo venía bien el paraguas.....serían unos 35 grados
Otra cuestión que vimos aquí es a hombres fumando a la noche o sencillamente mirando pasar a la gente en posición de cuclillas.
Creo que para los indonesios es una posición de descanso muy común. En la vereda roja que estaba a lo largo de toda la zona hotelera muchas veces encontrábamos a hombres en esa posición. No así a mujeres.
Por otro lado el inodoro parece es bastante innovador en Indonesia donde se usa el agujero en el suelo y se defeca en cuclillas.
En Argentina se llamaba a estos baños “otomanos” o “turcos” Me llamó la atención en los aviones la indicación en los inodoros de no pararse en cuclillas encima de estos...
Tal vez a uds. les aparezca una sonrisa mientras siguen este texto, pero revisando un poco el tema en internet, parece que la posición en cuclillas para defecar es mucho mas natural que nuestro inodoro occidental...
Por la noche cenamos en el hotel. La comida era muy buena y la atención y el precio también. De noche por supuesto no había moscas. Seguía el grupo de alemanes en el hotel, pero esta vez llegamos antes que ellos.
Para los postres nos trajeron una porción de torta de manzanas “free”. Muy buena. La verdad es que este restaurante no está en Trip y es altamente recomendable….
Jueves 30 de Abril
Al levantarnos el día estaba claro y pudimos ver perfectamente el Agung, el volcán y altura mas importante de Bali. Pasa los 3000 metros.
Es un volcán de dibujito y tomé algunas fotos. También podíamos ver varios barriletes en el cielo, que parecía eran conducidos algunos cientos de metros atrás de donde estaba el hotel. Nos dijimos de ir a ver desde donde los remontaban por la tarde.
Saqué tambien una fotos de un árbol del hotel que tenía unos frutos del tamaño de sandías. Sería un arbol de sandías??. Una nueva especie de sandías indonesias?
También una foto de una reflexión bien interesante en el desayunador del hotel...
Ana se preparó para ir a “the Wall” con su instructor, y yo los seguí para hacer snorkel. Por el camino vimos una serie de ofrendas en un camino lateral que daba a un templo. Por supuesto: fiesta religiosa
Llegamos a la playa y no había nadie a esa hora. El agua estaba espectacular!!
Muy cerca de la playa está la pared del arrecife. Muchos peces de todas las formas, aunque en verdad me daba un poco de intranquilidad pensar en los tiburones….Sobre la playa de piedra se alineaban muchos barquitos indonesios.
Esperé a Ana en la playa y volvimos para el hotel. Ana quedó en volver con el instructor a las 2 de la tarde para hacer nuevamente el Liberty. Fuimos otra vez caminando hasta Tulamben para cambiar en el banco y esta vez estaba abierto. Había allí también una delegación de Western Union.
Pero no. Ellos no cambiaban dólares. Si lo hacían en el supermercado que estaba a unos 100 metros del hotel…
Así que regresamos y tras comprar alguna remera de buceo entramos al super donde finalmente 100 u$s pudieron ser cambiados…
Almorzamos algo liviano y Ana volvió al Liberty. Como esta vez iban con dos buzos mas novatos no entraron al buque como la vez anterior. Pero volvió contenta de la experiencia. Yo me quedé en la piscina del hotel esta vez.
Mas tarde salimos a caminar hacia atrás del hotel donde sólo había campo con algún camino o sendero por donde circulaban las motitos. Fuimos caminando en dirección a donde remontaban barriletes, y como a unos 500 metros el camino subió y encontramos unas casas rurales ( y por supuesto templos) con gallinas, patos y puercos.
La vista era muy buena . Hacia un lado podía verse el mar, y hacia el otro un valle y después el volcán. Alguien pasó y nos hizo una foto
En esas casas estaba un grupo de chicos remontando sus barriletes caseros hechos de caña y polietileno.
El hilo para remontarlos era sedal de pesca.
Competían entre ellos y realmente los hacían llegar muy alto. Recordé por supuesto mi niñez en un mundo sin pantallas. Sólo la de los cines los domingos donde íbamos a ver “una de romanos”...y un poco mas adelante el televisor blanco y negro...y los libros de Salgari de la colección Robin Hood que vía Sandokan eran los que me habían hecho llegar seguro hasta ese lugar.
Me da un poco de frío en la espalda ver a los chicos prendidos cada uno de su celular sin hablarse entre sí...aquí todavía eso no había pasado.
Seguimos un tramo mas el camino que terminaba en un templo, y volvimos para el hotel.
Mas tarde volvimos a la playa de los barquitos indonesios. Algunos no estaban y los vimos ir regresando hacia la costa. Estarían pescando?.
Los esperamos y algo mas cerca pude ver como recorrían lo que nosotros conocemos como “espinel”, una línea de anzuelos que se deja y al tiempo se recorre para ver si mordió algún pez la carnada. Y eso hacían. Al llegar a la playa nos acercamos para ver los resultados de la pesca y eran por demás magros. Unos 12 o 15 peces pequeños cada bote. Apenas para una cena de 4…
Así que pensamos que en verdad no eran barcos de pescadores. Eran para pescar de aficionados pescadores. Pero sólo es una suposición. No pudimos preguntar...
Repetimos cena en Safety stop. Al día siguiente vendría nuestro guía para llevarnos a Sanur...
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