Día 27: 3 de septiembre
Hoy tocaba playa, sin prisas ni viaje. Nuestro hotel, el Villa Italia estaba en Miami Beach y era bastante chulo. Pero aún nos gustó más cuando por la mañana les dijimos que nos íbamos a la playa nos dejaron toallas, una sombrilla y dos tumbonas. Detallazo por su parte.
Como su nombre indica, toda la zona este de Miami Beach es una playa enorme y muy buena, así que tienes kilómetros de playa para elegir. Nosotros nos fuimos hacia el norte, donde las playas son más tranquilas.
Nada más salir del hotel y subirnos al coche se nubló. A medida que nos acercábamos a la playa aparecieron unas terribles nubes negras y al llegar diluviaba. Se veía que era una tormenta y que iba a pasar, así que esperamos un ratito. Efectivamente, dejó de llover y aprovechamos para salir del coche, pero justo cuando llegábamos a la playa cayó la mundial, así que nos tuvimos que refugiar debajo de la caseta del “vigilante de la playa”. Nuestra espera tuvo premio y finalmente salió el sol.
La temperatura del agua es por fin perfecta, la arena muy limpia, el agua más aún. Desde luego la mejor playa urbana que hemos visitado (con todo el respeto a las playas de muchas ciudades españolas, especialmente en el norte) porque no se hay construcciones pegadas al mar, los peces te rodean en cuanto te metes en el agua. En fin, nos encantó.
Como su nombre indica, toda la zona este de Miami Beach es una playa enorme y muy buena, así que tienes kilómetros de playa para elegir. Nosotros nos fuimos hacia el norte, donde las playas son más tranquilas.
Nada más salir del hotel y subirnos al coche se nubló. A medida que nos acercábamos a la playa aparecieron unas terribles nubes negras y al llegar diluviaba. Se veía que era una tormenta y que iba a pasar, así que esperamos un ratito. Efectivamente, dejó de llover y aprovechamos para salir del coche, pero justo cuando llegábamos a la playa cayó la mundial, así que nos tuvimos que refugiar debajo de la caseta del “vigilante de la playa”. Nuestra espera tuvo premio y finalmente salió el sol.
La temperatura del agua es por fin perfecta, la arena muy limpia, el agua más aún. Desde luego la mejor playa urbana que hemos visitado (con todo el respeto a las playas de muchas ciudades españolas, especialmente en el norte) porque no se hay construcciones pegadas al mar, los peces te rodean en cuanto te metes en el agua. En fin, nos encantó.
Pasamos allí la mañana y después nos fuimos a comer a la “Pequeña Habana”, a un restaurante cubano muy famoso llamado Versalles. Esta zona de Miami no tiene nada que ver con la exclusiva Miami Beach que habíamos visitado hasta el momento. De espaldas al mar y llena de tráfico te agota con su calor húmedo.
La comida riquísima, bistec “empanizado” con patatas, arroz moro, frijoles, tamales, plátanos fritos, yuca cocida, chancho y ropa vieja. De postre el pudding de pan. Muy típico cubano.
Después del calor, la comilona, el baño y que ayer nos acostamos a las tantas, pensamos que lo mejor que podíamos hacer era ir a dormir una siestecita, tras la cual nos echamos a la calle, para pasear por South Beach y la famosa Ocean Drive, llena de restaurantes donde nos tomamos un mojito riquísimo (carísimo también) viendo pasar a la gente "teóricamente” guapa, que en esta zona de Miami hay mucha, sobretodo producto de la cirugía.
Después de esto callejeamos por Euclide, para poder ver los edificios Art Decó.
La comida riquísima, bistec “empanizado” con patatas, arroz moro, frijoles, tamales, plátanos fritos, yuca cocida, chancho y ropa vieja. De postre el pudding de pan. Muy típico cubano.
Después del calor, la comilona, el baño y que ayer nos acostamos a las tantas, pensamos que lo mejor que podíamos hacer era ir a dormir una siestecita, tras la cual nos echamos a la calle, para pasear por South Beach y la famosa Ocean Drive, llena de restaurantes donde nos tomamos un mojito riquísimo (carísimo también) viendo pasar a la gente "teóricamente” guapa, que en esta zona de Miami hay mucha, sobretodo producto de la cirugía.
Después de esto callejeamos por Euclide, para poder ver los edificios Art Decó.
Personalmente esperaba algo más espectacular. Son bonitos, pero algunos están muy descuidados.
Tras el paseo vespertino de vuelta al hotel a preparar la maleta, ya que mañana nos vamos de Miami y luego, de nuevo a la calle, a ver el ambiente nocturno.
Nada espectacular, puede ser que aún fuera temprano, eso sí mucho cochazo y mucho garito para tomar copas.
Habíamos comido tanto que sólo cenamos una empanada de un puesto y nos fuimos a la camita.
ALOJAMIENTO MIAMI:
VILLA ITALIA:
http://villaitaliamiami.com/es/