Temprano hemos llegado a Gare de Lyon y hemos esperado a que en los paneles centrales saliera la letra del andén que nos llevaria a Fontainebleau-Avon. Montargis era el destino final del tren pero nosotros bajaríamos, como mucha gente hizo, un poquito antes. El trayecto dura casi una hora y otra vez los niños con la ayuda de las libretas y pinturas se entretuvieron e hicieron que el recorrido fuera más ameno.
Justo a la salida de la estación cogimos el autobús que tiene rotulado Les Lilas; los turistas llenamos el autobús; este recorrido tanto el de tren como el de autobús nos entraba en las tarjetas Navigo y Paris Visite.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al château pudimos entrar con la Museum Pass, entramos por el jardín de Diana. Una zona del palacio (museo chino...) está en obras pero pudimos visitar muchas estancias que están muy bien "decoradas", con mucho material y mobiliario de la época de Napoleón y otros reyes.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A los niños les gustó ver las habitaciones dedicadas a los más pequeños, las espadas que usaba el emperador y luego se dedicaron simplemente a pasar por las habitaciones; también tuvimos la ocasión de poder ver y escuchar una clase de violín y violoncelo. El marco era impresionante, parecía que sonaba mejor.
A la hora de comer salimos al jardín de Diana y en un banco sacamos los bocatas. Hacía mucha calor y llegamos al estanque de las Carpas; tan sólo había una barca con un papá y un niño pequeñito; entonces alquilamos media hora una embarcación para deleite de los peques. Los 30 minutos se nos pasaron muy rápido y los niños se entretuvieron remando.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de desembarcar fuimos directo a comprar un helado de fruta en un carrito instalado en el patio de la fuente. Seguimos caminando hasta llegar a otro parque donde había un caballo con un carruaje que te pasea por los jardines, me acordé del año pasado en Londres que fuimos paseando en el carruaje por los jardines de Hampton Court; se ve que este tipo de actividades se hace en muchos palacios. Anduvimos un poco más hasta llegar a la zona del canal. En este recorrido vimos otra boda; los novios con los invitados y la fotógrafa colocándolos para el reportaje fotográfico.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Eran las cinco de la tarde y decidimos regresar a París, otra vez cogimos el autobús Les Lilas hasta la estación Fontainebleau-Avon y en tren hasta Gare de Lyon.
Queríamos ir al apartamento pero antes, justo a la salida del metro entramos en el Monoprix y compramos lo que sería nuestro primer pícnic nocturno: una botellita de champagne, copas de plástico, surtido de quesos, sushi... En casa nos cambiamos y como teníamos tiempo decidimos pasar primero por el Arco de Triunfo (a diario cierran sus puertas a las 23:00 de la noche).
Aquí nos dimos cuenta de lo afortunados que fuimos al tener la Museum Pass; en un pispás pudimos pasar y cuando vieron a los peques nos invitaron a subir por el ascensor. Las vistas eran espectaculares y desde allí divisamos el destino del día siguiente, el Sacré-Cour.
Los Campos Elíseos se veían imponentes, bien adornados con las banderas francesas ya que el 14 de julio estaba cerca. También vimos la torre Eiffel, nuestro siguiente destino. Estuvimos bastante tiempo mirando y fotografiando París desde allía arriba.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A la hora de bajar utilizamos la escalera y nos paramos en las exposiciones que hay en el Arco. También observamos la llama en la tumba del soldado desconocido hasta que enfilamos hacia Trocadero; allí buscaríamos un espacio para nuestro pícnic.
Al llegar a la salida del metro vimos artistas callejeros y muuuchos vendedores de torres (5 a un euro). Parecía que se estaba celebrando un festival y supongo que será así cada noche.
Bien equipados con lo que habíamos comprado en el súper y un mantel nos sentamos en el césped (muy gastado, se ve que cada noche la gente lo pisa, se sienta, su aspecto no es muy sano) y empezamos a cenar, muuucha gente lo hacía. Todo el tiempo se acercaban vendedores de cerveza, champagne... Los niños pudieron jugar en el parque que hay por ahí cerca y a las horas en punto empezó el espectáculo: la torre se iluminó como si fuera un árbol de navidad, los niños alucinaban, ¡la dama de hierro vibrando! y después el juego de sombras de luces de colores. Nos gustó tanto que decidimos volver cada noche; a los niños la idea del pícnic en el césped y las luces de la torre les encantaba.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de cenar aprovechamos para bajar hasta el Campo de Marte donde también había muchísima gente, aunque una buena zona estaba ocupada por un escenario que se usaría para celebrar el día de la fiesta nacional. Muy tarde llegábamos a casa, contentos con la experiencia que repetiríamos hasta en dos ocasiones más.
Justo a la salida de la estación cogimos el autobús que tiene rotulado Les Lilas; los turistas llenamos el autobús; este recorrido tanto el de tren como el de autobús nos entraba en las tarjetas Navigo y Paris Visite.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al château pudimos entrar con la Museum Pass, entramos por el jardín de Diana. Una zona del palacio (museo chino...) está en obras pero pudimos visitar muchas estancias que están muy bien "decoradas", con mucho material y mobiliario de la época de Napoleón y otros reyes.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A los niños les gustó ver las habitaciones dedicadas a los más pequeños, las espadas que usaba el emperador y luego se dedicaron simplemente a pasar por las habitaciones; también tuvimos la ocasión de poder ver y escuchar una clase de violín y violoncelo. El marco era impresionante, parecía que sonaba mejor.
A la hora de comer salimos al jardín de Diana y en un banco sacamos los bocatas. Hacía mucha calor y llegamos al estanque de las Carpas; tan sólo había una barca con un papá y un niño pequeñito; entonces alquilamos media hora una embarcación para deleite de los peques. Los 30 minutos se nos pasaron muy rápido y los niños se entretuvieron remando.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de desembarcar fuimos directo a comprar un helado de fruta en un carrito instalado en el patio de la fuente. Seguimos caminando hasta llegar a otro parque donde había un caballo con un carruaje que te pasea por los jardines, me acordé del año pasado en Londres que fuimos paseando en el carruaje por los jardines de Hampton Court; se ve que este tipo de actividades se hace en muchos palacios. Anduvimos un poco más hasta llegar a la zona del canal. En este recorrido vimos otra boda; los novios con los invitados y la fotógrafa colocándolos para el reportaje fotográfico.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Eran las cinco de la tarde y decidimos regresar a París, otra vez cogimos el autobús Les Lilas hasta la estación Fontainebleau-Avon y en tren hasta Gare de Lyon.
Queríamos ir al apartamento pero antes, justo a la salida del metro entramos en el Monoprix y compramos lo que sería nuestro primer pícnic nocturno: una botellita de champagne, copas de plástico, surtido de quesos, sushi... En casa nos cambiamos y como teníamos tiempo decidimos pasar primero por el Arco de Triunfo (a diario cierran sus puertas a las 23:00 de la noche).
Aquí nos dimos cuenta de lo afortunados que fuimos al tener la Museum Pass; en un pispás pudimos pasar y cuando vieron a los peques nos invitaron a subir por el ascensor. Las vistas eran espectaculares y desde allí divisamos el destino del día siguiente, el Sacré-Cour.
Los Campos Elíseos se veían imponentes, bien adornados con las banderas francesas ya que el 14 de julio estaba cerca. También vimos la torre Eiffel, nuestro siguiente destino. Estuvimos bastante tiempo mirando y fotografiando París desde allía arriba.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A la hora de bajar utilizamos la escalera y nos paramos en las exposiciones que hay en el Arco. También observamos la llama en la tumba del soldado desconocido hasta que enfilamos hacia Trocadero; allí buscaríamos un espacio para nuestro pícnic.
Al llegar a la salida del metro vimos artistas callejeros y muuuchos vendedores de torres (5 a un euro). Parecía que se estaba celebrando un festival y supongo que será así cada noche.
Bien equipados con lo que habíamos comprado en el súper y un mantel nos sentamos en el césped (muy gastado, se ve que cada noche la gente lo pisa, se sienta, su aspecto no es muy sano) y empezamos a cenar, muuucha gente lo hacía. Todo el tiempo se acercaban vendedores de cerveza, champagne... Los niños pudieron jugar en el parque que hay por ahí cerca y a las horas en punto empezó el espectáculo: la torre se iluminó como si fuera un árbol de navidad, los niños alucinaban, ¡la dama de hierro vibrando! y después el juego de sombras de luces de colores. Nos gustó tanto que decidimos volver cada noche; a los niños la idea del pícnic en el césped y las luces de la torre les encantaba.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de cenar aprovechamos para bajar hasta el Campo de Marte donde también había muchísima gente, aunque una buena zona estaba ocupada por un escenario que se usaría para celebrar el día de la fiesta nacional. Muy tarde llegábamos a casa, contentos con la experiencia que repetiríamos hasta en dos ocasiones más.