Es una de mis escapadas favoritas desde Londres, hace una semana he visitado Edimburgo por cuarta vez y he decidido incluirlo en este diario. Intentaré explicar lo que he hecho en esta última visita y completarla con las tres anteriores. Existen varios motivos para que siga viniendo a esta mágica ciudad, el primero es que no me canso de ella, segundo, es muy cómodo llegar hasta aquí en tren, y tercero y más influyente de todos: mi hermano vive aquí, así que además de venir a visitarlo tengo alojamiento gratis y no pienso desaprovecharlo .
Siempre que he viajado hasta Edimburgo lo he hecho en tren, si lo compras con antelación sale bastante bien de precio sobre unas 50 libras (ida y vuelta), y cuantos más personas viajen juntas más barato, esta vez lo pillé con una semana de antelación y me costó 82 libras (ida y vuelta) viajando yo sólo. El trayecto es de 4 horas y media pero se hace muy cómodo en este tren.
Principales lugares de Edimburgo, es lo que haría si sólo tuviera un día para ver la ciudad.
La primera vez que fui a Edimburgo lo primero que hice fue el free-tour, de hecho en esta ciudad los descubrí, posteriormente los he realizado en diferentes ciudades pero este fue sin lugar a dudas el que más me ha gustado de todos. Creo que el hacer este tour al principio de tu llegada te hará ver la ciudad con unos ojos diferentes tras haber escuchado las historias y leyendas que se esconden por sus calles. Una vez acabamos el freetour y tras reponer fuerzas en el Oink, un bar muy pequeño que sirven bocatas de carne asada de cerdo muy ricos y a muy buen precio, nos vamos al Museo Nacional de Escocia, que sencillamente me encanta.
La parte de los diferentes clanes escoceses y de los principios de su historia está explicada de la mejor manera posible. El museo abarca la historia de Escocia desde la prehistoria hasta nuestros días.
Para terminar el día nada mejor que subir a Calton Hill para ver la puesta de sol con las mejores vista de toda la ciudad. En su cima se encuentran varios monumentos como el Partenón inacabado o el monumento a Nelson.
Esto más o menos fue lo que yo hice la primera vez que estuve en Edimburgo y es lo que casi siempre hago el primer día cada vez que vuelvo a la ciudad. Para rematar la noche no hay nada mejor que un whisky en cualquiera de los típicos pubs que ofrecen música escocesa en directo.
El Castillo de Edimburgo, Bobby y Walter Scott, segundo día por la ciudad
Comencé con la visita al famoso Castillo, el cual domina toda la ciudad desde lo alto de la cola de un volcán durmiente. La entrada me costó casi 17 libras, la audio guía 3,50 extra, la cual no pillé. No es el castillo más espectacular que he visto y recuerda más a un recinto de casas amuralladas que al típico castillo que todos guardamos en nuestra imaginación. En cuanto a si merece la pena depende mucho del gusto de cada uno, a mí no me disgustó pero tampoco fue una visita inolvidable. Lo que más me gustó fue el poder ver la piedra del destino y las joyas de Escocia además del museo de guerra de Escocia que me resultó interesante, ahora bien, en mi opinión el precio de la entrada está bastante subido para lo que hay dentro.
Al finalizar la visita del castillo me dediqué a pasear tranquilamente por la Royal Mile, visitar la catedral de St Giles, bajar por Victoria St y sentarme un rato en Grassmarket. En esta plaza hay un par de Pubs, The last drop y Maggie Dickson, los cuales te cuentan diferentes historias de las ejecuciones llevadas a cabo en este lugar. Incluso en el suelo de la plaza se muestra la sombra de la horca que tantas vidas se llevó por delante.
A la vuelta de la esquina nos encontramos con la estatua de Bobby, un perro que nunca abandonó a su dueño incluso una vez éste murió Bobby no se separó de su tumba hasta el día de su muerte. Justo detrás de la estatua está el cementerio de Greyfriars, nada más entrar nos encontramos con la tumba del perrito Bobby en la que la gente suele dejar unos palos para que pueda jugar allá dónde esté. En este cementerio son numerosas las leyendas que se cruzan con alguna que otra historia real, cómo la de los robos de cadáveres, si os fijáis es fácil encontrar varias tumbas con rejas para evitar que se robaran los cuerpos una vez enterrados. Pero quizás la leyenda más extraña y actual sea la de los fenómenos paranormales que se dieron hace unos pocos años en este cementerio, los fenómenos contaban con agresiones físicas y el ayuntamiento terminó cerrando el ala del cementerio en el que sucedían estos hechos, hoy en día sigue cerrado pero se puede ver la zona a través de la reja que corta el paso.
Fuera de la ciudad antigua, cerca de la estación de tren se encuentra el monumento al escritor Walter Scott, uno de los escoceses más importantes de toda la historia, el tío aparece en las historias que menos te esperas, no sólo fue un gran escritor además redescubrió las joyas de la corona Escocesa y fue una persona muy influyente de la época. En mi opinión Charles Dickens describe el monumento a la perfección diciendo que es como una aguja gótica arrancada de una catedral y clavada en el suelo. Lo bueno es que podemos llegar hasta la cima del monumento y disfrutar de unas vistas muy bonitas, siempre que no padezcáis de claustrofobia, algunos tramos son realmente estrechos.
A mí personalmente me gusta despedir el día con buenas vistas, los atardeceres tienen algo mágico y te dejan ver la ciudad con otra luz diferente, aunque estamos en Escocia y la mayoría de las veces reina el mismo color gris de todo el día. Un buen plan si os gusta la naturaleza y el senderismo es subir para ver el atardecer a Arthur´s seat. Este volcán tiene 250 metros y se puede llegar hasta su cima por un camino que está más que señalizado, es una ruta muy fácil que cualquier persona puede realizar.
National Gallery of Scotland, Rosslyn Chapel y Dean Village, tercer día
En esta última visita he visitado por primera vez la National Gallery escocesa, está situada en Princess st muy cerquita del monumento a Walter Scott y su entrada es gratuita. Tengo que reconocer que me ha sorprendido mucho, no me esperaba que fuera tan bonita por dentro, las salas en muchos casos mantienen la decoración original y además encuentras algunas obras de Rafael, Tiziano, Velázquez... y muchos otros.
Cuando terminé la visita en la national gallery, mi hermano y yo tomamos el autobús 37 justo del otro lado de la calle, es decir en la acera de las tiendas, para dirigirnos hasta Rosslyn Chapel. Ojo! no todos los 37 van hacia allí, tenéis que tomar el que en la parte delantera muestra Via Roslyn, lo mejor preguntar al conductor, Rosslyn Chapel? Se tarda un buen rato en llegar 50 min. porque el autobús tiene muchas paradas, pero la verdad que yo iba muy calentito en su interior y no se me hizo muy largo. Una vez te bajas en la aldea de Roslin hay que caminar unos 5 minutos hasta la capilla pero está todo indicado, el precio de la entrada es de 9 libras por persona. Tuvimos la gran suerte de que al llegar a la capilla comenzaba una charla en la que nos explicaron varias de las historias y misterios que las piedras talladas de esta extraña iglesia. En su interior está totalmente prohibido hacer fotografías o grabar videos, en mi opinión si vas 3 o 4 días a Edimburgo yo no me la perdería.
Para la vuelta hicimos igual, autobús 37 y nos bajamos en Dean Bridge, una zona que se encuentra muy cerca del Castillo y que he descubierto en esta última visita. En la época medieval aquí se encontraban varios molinos aprovechando el curso del río (water of Leith), en la actualidad es el rincón más pintoresco de Edimburgo, con unas cuantas calles repletas de casas antiguas de las que se tienen unas fotos preciosas con río pasando junto a ellas.
Si os ha quedado algo de tiempo también podéis visitar la Scottish National Portrait Gallery, merece la pena entrar sólo por ver su patio interior y el mural en el que quedan representados todas las personas más importantes de Escocia desde la prehistoria. Dentro hay retratos de los diferentes reyes a lo largo de la historia y exposiciones más actuales de pintura. Yo disfruté mucho la visita pero en gran parte porque una chica española amiga de mi hermano que trabaja en el museo nos hizo un pedazo de tour y nos desveló muchas curiosidades, si lo hubiera visitado por mi cuenta no creo que lo hubiese disfrutado tanto.
He dividido esta escapada en tres días pero dependerá mucho de si vuestra visita es en verano o invierno ya que en invierno al ser los días mucho más cortos igual necesitáis cuatro días para ir más tranquilos.
Ya para terminar os dejo algunos de los lugares que más me han gustado para desayunar, comer, tomarse un café o tomarse una pinta:
OINK, bocatas de cerdo asado que me encantan, te los preparan con haggis o salsa de manzana. Con bebida te sale 5 libras por persona.
LUCANO´S, bar italiano en el que la pasta es casera y me gustó mucho, plato de pasta + cerveza + café = 14 libras
PAPII CAFE, para desayunar está de 10 y creo que para comer barato por la zona de princess st es una gran opción.
BLUEBIRD CAFE, un poco alejado del centro pero es el sitio en el que he probado el scone más rico en los 4 años que llevo viviendo en Reino Unido. Todo casero y a buen precio, me parece una gran opción para desayunar si se está por la zona o para pasar y llevarte un scone take away.
THE TRON, un pub de ambiente universitario con las pintas de cerveza a 1,75 la carlsberg y opciones de hamburguesa + cerveza por unas 6 o 7 libras. Estuve hace 3 días y acabamos cerrando el pub ajajaj
THE KINGS WARK, a unos 2km del centro, está en la zona de Leith me llevaron unos amigos de Edimburgo y me gustó mucho el fish and chips y los típicos mussels (mejillones) escoceses, de precio un poco más caro sobre 18 libras.
Espero que os sirva de ayuda para planificar futuros viajes, see you soon Edinburgh!