La ruta la realizamos el 18 de octubre, un amigo me repitió tropecientas veces que tenía que hacer la Ubiña Pequeña (el mismo de Peña Mea), y para este finde daban bueno, así que para allí que nos fuimos. El día bastante malejo, por no decir malo a secas. Niebla y mucho viento hasta casi las 3 de la tarde, cuando ya estábamos de vuelta. Estuvimos a punto de darnos la vuelta pero al final sí que hicimos la Ubiña Pequeña y nos llevamos de regalo Peña Cerreos.
COMO LLEGAR
Salimos del Refugio Casa Mieres, para ello debemos ir hasta Campomanes, a la entrada del pueblo sale una carretera a la derecha que nos indica Puerto de la Cubilla, son casi 30 kms de puerto y al llegar a la cima atravesamos unas vallas abiertas y seguimos la carretera que muere en el refugio.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 13 kms
Dificultad: Media
Desnivel positivo: 1.000 metros
Cota máxima: Ubiña Pequeña (2.193 metros)
Itinerario: Circular
Niños: Demasiado dura, casi mejor que no
Señalización: La subida a la Ubiña Pequeña está muy jitada, sin embargo con niebla el tránsito por los valles entraña bastante peligro, no es difícil perderse.
LA RUTA
Llegamos al Alto de la Cubilla y se levantó mucho viento y niebla, aunque no demasiado cerrada. Es lo que tiene el viento del Sur, que las nubes paran en la cordillera, solo que del lado leonés. Llegamos a Casa Mieres y viendo lo que había decidimos dar un paseíllo por la Veiga de Candioches y volvernos a casa previo pote de berzas en Campomanes. Así que salimos sin bastones y solo llevaba yo la mochila por lo que pudiera pasar (menos mal que un servidor es previsor) y nos encontramos un panorama tal que así, por el valle no había problema ya que el camino estaba marcado y llevábamos GPS, el problema residía en subir un pico.
En esto que nos encontramos con 3 montañeros del Grupo El Alba de Laviana y nos comentan que van a intentar hacer la Ubiña Pequeña, el mayor de ellos todo un experto en la montaña asturiana, nos dijo que del Trofeo FEMPA (un trofeo basado en coronar 100 picos a lo largo de los años 2014-15) iba a hacer con la Ubiña Pequeña el número 87, imaginaos como andaba el hombre... Bueno, la cuestión es que muy amablemente nos invitaron a unirse a su excursión y así es como empezamos la Ubiña Pequeña. Todo el mundo dice que es más compleja que la Grande, mi primera excursión y en la que sufrí bastante en la bajada. Creo que fue por la niebla, que nos impedía ver la cima y por lo tanto íbamos teniendo objetivos a muy corto plazo (partido a partido que diría el Cholo Simeone) que cumplíamos sin ver lo que nos faltaba, pero me pareció una ascensión dura (tiene un 50% medio de desnivel) pero asequible (es solo andar, no hay que tirar de manos excepto un par de veces)
Casi en la cima se abre una ventana natural con unas vistas espectaculares (por lo que leí en otros blogs), que hoy tenía vistas de un blanco perfecto.
Y llegamos a la cima sin esperárnoslo, donde el Club Jultayu colocó una cruz y un buzón, donde los compañeros de Laviana dejaron su tarjeta de cumbres para el Trofeo y se llevaron la mía que me llegará en los próximos días. Las vistas nulas por desgracia.
Empezamos a bajar y el día empezó a abrir en la parte baja, el valle que nos lleva a Casa Mieres, donde un grupo de montaña bastante numeroso bajaba hacia el refugio.
Decidimos subir Peña Cerreos ante la imposibilidad de hacer cima en la Ubiña Grande (la niebla y el viento no lo hacían nada seguro) es durillo pero bueno, es menos inclinado que la Ubiña Pequeña y también es solo caminar por una ladera. La cima está flanqueada por una amplia trinchera de la Guerra Civil, hay que ser muy gallu para subir aquí a construir esto y más para intentar toma la posición, la verdad. Las trincheras se construyeron al ser el Macizo de las Ubiñas un lugar repartido entre fuerzas nacionales y republicanas, y se libraron varias escaramuzas en este paso entre Asturias y León.
Estando en la cima (único punto en que pisamos Asturias de toda la ruta) dejé mi tarjeta de cumbres y empezó a soplar el viento muy fuerte, nos parapetamos tras las trincheras y vimos el espectáculo de la niebla marchándose por acción del viento, de película:
www.youtube.com/ ...e=youtu.be
La niebla se fue parcialmente y pudimos ver las cimas del Fariñentu y el Siegalavá, ya en Asturias al completo. En un día despejado es un mirador excepcional del Macizo de las Ubiñas.
Bajo nosotros varios valles del Macizo de las Ubiñas, que empezaban a lucir su belleza.
Y más abajo, a los pies de todo el macizo, los pueblos de Tuiza de Arriba y de Abajo, desde donde salimos cuando conquistamos Peña Ubiña.
Empezamos a bajar y venía un fuerte viento del Sur (tuvimos suerte con el viento, en la subida nos empujaba y en la bajada nos frenaba) que nos obligó a poner cuerpo a tierra un par de veces, aproveché una de ellas para admirar Peña Ubiña (a la izquierda) y el Siete y los Fontanes (a la derecha), cuyas cumbres eran ya casi visibles.
También asomaba (más a la izquierda aún) la Ubiña Pequeña, con su forma piramidal.
Y ya abajo, en el Valle de Riotuerto el día acabó de despejar y pudimos disfrutar a nuestras espaldas de los 3 picos que ascendí en este macizo. Ubiña Pequeña y Peña Ubiña:
Peña Ubiña y Peña Cerreos
Y delante de nosotros este precioso valle interior.
Tras superar un pequeño destrepe al final del valle para enlazar con el Valle Angosto (por no repetir el recorrido de la subida); el destrepe no era muy complejo y había una tubería de plástico que me ayudó bastante. Tened en cuenta que soy un cagao con vértigo y no me impresionó, lo único que estaba mojado y faltaba agarre, cuando los compañeros de Laviana me envian una foto que me hicieron la cuelgo.
Desde el Valle Angosto vemos el Tesa (izquierda), La Mesa (centro, muy plano como su nombre indica) y Almagrera (derecha) que nos apuntamos como futuribles.
Llegando ya a Casa Mieres nos cruzamos con el camino que hicimos por la mañana y vemos un precioso lago con cabañas de pastores (son muy diferentes a los teitos de Somiedo pese a la cercanía) y caballos pastando.
Y llegamos a Casa Mieres al filo de las 4. Habíamos picado algo en las cimas pero el tiempo no invitaba a comer, así que nos metimos entre pecho y espalda los bocatas sentados frente al refugio, incomprensiblemente cerrado.
Cogimos el coche y pusimos rumbo a casa, parando a tomar algo frío en Campomanes. Un muy buen día inesperado descubriendo este Macizo tan cercano y bonito.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Track de la ruta: es.wikiloc.com/ ...id=8041715
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