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Día 17 MANUEL ANTONIO-BAHIA DRAKE
Salida bastante temprano a las 07:20 horas y puntual me recoge la empresa shuttlesierpe (una furgoneta Hyundai muy cómoda) y el Sr. Jorge Jiménez (su conductor), una persona muy amable que nos va indicando ciertos aspectos de la vida de los lugares de paso y demás
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En este traslado vamos 4 personas, una chica japonesa muy agradable que habla un buen español, ya que estuvo dos años en nuestro país y otras dos personas (omitiré nacionalidad), sin dar ni buenos días.
Pasamos Ruta 34 (Pacífica Fernández) que conecta con la Panamérica (que podríamos atravesar desde EEUU hasta Alaska).
La duración del viaje es de 2 horas hasta Sierpe
Pasamos por Río Hatillo Viejo y Playa Guapil → Rio Morete → Uvita →Dominical→pasamos junto al hospital de Ossa y llegamos a Palmar Norte donde dejamos a los dos personajes descritos anteriormente junto a la parada bus hacia Puerto Jiménez.
Saliendo nuevamente de esta última población, pasamos el Río Terrava el mas largo de Costa Rica que nace en Atlántico y desemboca en el Pacifico.
Pasando el Río, sale una carretera a la derecha próxima el aeródromo (Palmar) que nos lleva finalmente a Sierpe 20´más tarde y un cartel a su entrada que dice “Sierpe La Perla del Sur”.
Estas dos horas de viaje se han hecho cómodas porque ha sido todo asfalto y sólo íbamos 4 personas en buen transporte (buseta o minibús) que suelen ser de marca Hyundai o Toyota.
A las 9:30 horas ya estaba en Sierpe y quedo en Restaurante Kokopelli (gente atenta) durante dos horas hasta que aparezca el TAXI-BOTE como le llaman. Es un pueblo pequeño y junto al río hay varios comercios y restaurantes con embarcaderos y en función del alojamiento de destino, te diriges a un punto u otro.
Desde Río Sierpe llegando al Océano Pacífico y Bahía de Drake hay entre hora a hora treinta aproximadamente (con mal tiempo). Este taxi-bote, La Piccolina III, lo suelen fletar los alojamientos cuando no hay mucha gente y repartirlos por la zona (son empresas que cuentan con todos los seguros en vigor).
Primera parada la mía y llegada tipo Robinson Crusoe y el resto de gente se quedó extrañada cuando se enteró que había que bajar sin embarcaderos, únicamente acercando la nave lo más próxima a la playa. Equipo fotográfico bien resguardado con su funda incluida no sea que me diera por bañarme antes de tiempo..
En la orilla de la playa está Nelson, el encargado del alojamiento Pirate Cove, el cual me ayuda con el equipaje (vamos bolsas a espalda y cabeza).
La llegada al lugar por hacerlo de una manera espectacular y encontrarme en ese sitio, hacia que irradiase emoción de felicidad y alegría. Dios, me aparecen secuencias de película y creo que me siento como el naufrago y su Wilson…
Llegamos al Pirate Cove en escasos 50 metros porque se encuentra en la parte superior de la playa y la recepción está junto al comedor, todo formando una misma edificación de madera abierta y de fondo el Océano Pacífico y la vegetación exuberante.
Junto con Nelson, está también otra joven Kati y personal de cocina y mantenimiento.
Nelson, me dice que uno de los propietarios del alojamiento, me espera para comer, el Sr.Rick y entablamos conversación, siendo de Ohio (EEUU) y residiendo en Costa Rica 25 años, ya que actualmente estaba jubilado pero era instructor de buceo y ha estado llevando a bucear a Isla del Caño a mucho personal. Que además de su esposa y él, había otros dos socios suizos. Que tenían pensado dar un pequeño cambio al alojamiento, con mejores instalaciones y casualmente se encontraban reparando dos cabinas porque dos semanas antes de llegar, un tornado se llevó por delante parte de ellos. Me muestra uno de los nuevos bungalows y la verdad son una maravilla.
Me quedo en uno de los bungalows con vistas a la playa, pedazo de alojamiento con terraza y hamaca incluida y ventanales sin cristales (sí con malla protección mosquitos) para deleitarse con sonidos de todo tipo.
En la zona del comedor con vistas privilegiadas a la playa, dispones de café/té y dulces las 24 horas del día y tomando uno después de comer, comento con Nelson el tema de la excursión para Corcovado (ya había contactado con ellos desde España y conocía el tipo de excursiones).
Contrato para mañana la excursión a la Estación Biológica Sirena por 95$ (se incluye transporte, guía y comida)
www.piratecovecostarica.com/ ...-park.html
Le pregunto a Nelson si ha llovido en la zona de Corcovado puesto que es una zona con mucho barro por los caminos y aunque llevo bota, quizás debería poner de agua. Efectivamente, Nelson me confirma que mejor lleve botas de agua, así que la decisión es clara.
Comida y cena exquisita con pescado fresco. En la noche, me veo hablando mi justito idioma anglófono, compartiendo mesa junto a estadounidenses e ingleses.
El Sr. Rick, me comentaba que cuando hay pocas personas en el alojamiento intentan juntar todos en una mesa y así entablar conversación y socializar y porqué no, mejorar/ aprender idioma (una fórmula muy interesante sí). Fotos por el lugar – perplejo me hallo
Día 18 CORCOVADO-ESTACIÓN SIRENA
A las 06.00 hora zulú, una pequeña motora me recoge de la misma playa y a pesar de llevar las botas agua, no me escapo del agua, toda la que quiera…
En esta embarcación conozco a otras dos compañeras (amigas de Madrid) y creo que vamos unas 12 personas más guías.
En el bote se circula en paralelo de las costa a unos 500 metros, observando naturaleza virgen y de casualidad aparece un arco iris a babor junto a una ballena con cría por una zona de las fosas tectónicas más profundas del pacífico de 4500 metros y veo que cada vez el patrón tira para mar hacia dentro..
Se llega al acceso de playa para Sirena tras casi una hora de navegación. Se hace el reparto y aquí me envían con Javier, un guía naturalista que conoce perfectamente el terreno y donde están los bichos porque me decía que su padre fue guardaparques y él iba con el desde niño. Vemos de todo, y comentando mi experiencia en Manuel Antonio que no había visto los monos capuchinos, se ríe y me dice: en serio o te estás quedando conmigo? Y tan verdad..Al final nos lleva a la zona donde se mueven estos inteligentes y simpáticos monillos e inmortalizo primeros planos.
Consigo ver las cuatro especies de monos (Tití, Capuchino, Araña y Congo o ahullador), Pécari, Tapir (que no pensaba fueran tan grandes), Pizote, Tucanes, Pavas (crestada y negra), cocodrilos y ni me acerqué a ver una boa que suele estar en un árbol específico (se quedó sin selfie). Las botas de agua son imprescindibles en este lugar y creo que era el único que las llevaba junto a los guías, así que tenerlo presente.Para interesad@s este es la página de Javier (le han realizado entrevistas y algún documental).
www.facebook.com/ ...ref=stream
Terminada la comida, el regreso se complica un poco por oleaje y damos algún que otro salto.
Tras arribar a la playa donde resido de forma momentánea y de camino al alojamiento un grupo de 4 guacamayos, surca metros arriba rumbo a las palmeras junto al Pirate Cove, así que cámara en mano, al llegar sólo consigo que una de ellas quiera hacerme una gracia.
Ya hacia mi habitación por la pasarela de madera, escucho zumbido de un pequeño pajarillo muy vistoso.
Tarde de asueto en la playa.
Al final de la tarde-noche, la cena es ahora con una pareja de Israel (la Sra es psicoterapeuta) y comento lo mío también con la psicología y otros temas entretenidos.
Día 19 BAHÍA DE DRAKE
A pesar que para hoy tenía pensado no hacer nada, sólo playa y descanso en la hamaca (que es una caña…), pues para mal de mis males, me vuelvo a levantar temprano y a las 06:15 horas la hormona de melatonina me la juega otra vez y no me deja tranquilo, aunque también influye que no tengo cristales en las ventanas sólo mosquiteras que dejan entrar el sonido inequívoco del oleaje que tengo a escasos metros del bungalow.
Tras desayuno y ya con el sol pegando, replanteo la mañana, así que veo lo interesante de la zona (Drake Bay, río Aguijitas, Playa Cocalito y Río Claro). Puesto ya en marcha, en 30´escasos llego al pueblo de Drake Bay con unos buenos palmerales en la playa y deleite de tomas fotográficas.Continuo al final de la playa por un sendero medio camuflado, que si no preguntas es difícil detectar. Esto te lleva hacia una playa bastante oculta pero para acceder tienes otra vez que ir de trekking, es decir, regresas a subidas por pequeños senderos en algún momento con barro, pasando por pequeños lodges que están ahora mismo cerrados y arreglando para la temporada alta de noviembre y cuando voy a la altura del Aguila de Osa, aparece una indicación con los tiempos y cuando veo que para río claro todavía quedan 2 horas (para mi me digo que esto no puede ser, me dejo sin ver la catarata que ya llevo tute tute..) y continuo hacia Playa Cocalito atravesando un puente colgante sobre el río agujitas y subir hasta llegar a la Cocalito Beach una pequeña playa pero con intensa vegetación. Una mala previsión me hizo ir en chancletas pensando en ir por la playa, pero si llego a saber el terreno real, evidentemente hubiese llevado otro calzado. Curioso ha resultado como por la playa me aparecen tres perros así como el que no quiere la cosa y me han estado dando en las piernas achuchones y acompañando en todo el trayecto al extremo que en algunas tomas, los canes salían a la fuerza porque no se quitaban “pa na”. Menos mal que después de llegar a playa cocalito y quedar parado tomando fotos, ha pasado otro grupo de 4 personas y se han largado con ellos.
Imágenes captadas sobre todo de paisaje. Cuando paso el puente sobre aguijitas, los monos ahulladores hacen retumbar sus faringes.
Estaba deseando llegar al alojamiento porque del sobre esfuerzo, las chancletas sufrieron heridas de guerra y se hicieron evidentes las señales en los pies.
La comida, como siempre buenísima y más tarde sólo playa y hamaca y después de compartir mesa con holandeses e israelí en la cena, me quedé tranquilamente en el recinto del comedor, aprovechando mi última noche en este paradisiaco lugar y redactando en “pc”
Día 20 BAHIA DRAKE-SAN JOSE
Me levanto viendo los rayos adentrándose por la cristalera de la puerta de mi balcón al Océano Pacífico y con el relajante sonido de las olas…
Tras dar cuenta de un buen desayuno continental, Nelson me ayuda con el equipaje y vamos hacia la playa para que me recojan tal cual llegué hace tres días, es decir mojándome, pero esta vez un poco menos. La mochila fotográfica bien protegida y vamos a recoger al resto de gente a la misma playa de Bahía Drake. Aquí hago transbordo desde lancha pequeña a la grande la “Picolinna III” con 400 caballos de potencia y es la embarcación que hace con garantías (con seguro) los traslados desde Sierpe-Bahía Drake (i/v).
www.transportesmaritimoslapicolina.com/ ...olina.com/
Ponemos rumbo a Sierpe, dejando las playas de Drake Bay y su pequeña población, observando un paisaje idílico prácticamente virgen (no se deja ni construir embarcaderos), navegando próximo a la costa con palmeras con formas de todo tipo, combinación de verde-azul / azul-verde, hasta pasar entre unas rocas ya conocidas donde vemos la desembocadura del río Sierpe en el Océano Pacífico.
Dejamos el mar abierto y hacia Sierpe por sus manglares llegando 40´ más tarde al destino y con una cara de satisfacción tremenda, vamos iba al estilo "Miami Vice".
Da gusto escuchar a esta persona (Sr. Jorge) , un hombre optimista y alegre. Nos indica que tiene 59 años, casado con hijos y nietos y que disfruta mucho con su trabajo como conductor (ellos dicen chofer) y recientemente le propuso a su mujer adoptar a un niño de 3 años y lo llevan con orgullo (se ve un tipo menudo pero de gran corazón). Durante el traslado a Manuel Antonio (como cité anteriormente de Sierpe-Manuel Antonio son 2 horas), nos hemos estado riendo bastante y decía que con quien mejor se lo pasaba era con los españoles y con los que menos (omitiré esto …..risas….)
Me hicieron gracia unas palabras suyas y le dije que las iba a colocar en el diario tal cual y se reía; fue que al hablar sobre el calor le decía que la manga larga como que se la pondrían poco, a lo que y cito literalmente “ahorita decimos cuando va de ropa larga ESE SE VA A AHOGAR SOLO” y me dio por echar una carcajada….que genio.
Nos deja en el hotel previsto y nos despedimos de una grandísima persona.
Me alegró que nos recogieran en Casitas Eclipse, porque se encuentra frente al restaurante El Avión, en el que si recordáis, ya estuve en noche, pero quería ver las vistas hacia Playa Espadilla desde lo alto de su comedor en día, así que comimos en este aquí los tres y fotos de recuerdo desde lo peculiar del lugar.
Habitual y con puntualidad, nos recogen en una furgoneta mayor y vamos a ser finalmente 7 viajeros (los otros 4 que van, son incapaces de dar un saludo-modales ninguno, pero coloraos como tomates..)
Para llegar a San José, tomamos la Ruta 34 (atravesando Tárcoles y parada en área de servicio El Jardín, con una gran tienda de souvenirs a precios contenidos).
Desde este último lugar y a poca distancia desvío para enlace con Orotina de la Ruta 27 y paso por peaje (a un kilómetro +/- de distancia hay bastantes puestos de frutas con muy buena pinta).
Paso a la altura del aeropuerto y dos de los ocupantes de la “furgo” se quedan en un hotel junto al mismo. Ni abren la boca….(les tenía que esperar a la bajada el “tio de la bara”, para enseñarles educación..)
Siguiente parada la de este tipo sobre las 17:00 y me despido de mis colegas de viaje que los volveré a ver en la salida porque vamos con la misma agencia (mañana).
Cansado un poco del viaje, a escuchar música, ir clasificando carpetas de fotografía, vídeo y diario. Me sale que he realizado unas 2325 imágenes (pocas para lo que suelo hacer…)
Día 21 SAN JOSÉ-SALIDA
Había indicado en la tarde anterior que iba a desayunar a las 08.30 horas y aquí en este apartahotel, como no tienen servicio de comedor, te llevan directamente el desayuno a la habitación (tipo continental también), así que tras ducha y buen desayuno, viendo las noticias de los informativos de España y redactando diario para no dejar nada suelto.
Salida habitación 12:30 y me despido de Marco dando gracias de la perfecta organización (ya que la agencia está en los bajos del apartahotel) y a las 13:00 horas recogida y al aeropuerto para salida del vuelo a las 16:25 horas (00:25 hora española).
Para no variar la tónica del viaje, tromba de agua tremenda con alguna gotera en el aeropuerto. Una vez pasado todos los controles pues a gastar los últimos colones sueltos en el interior y en una de ellas y siguiendo la pauta del carácter de las personas costarricenses, Daviana, una joven muy agradable me indica una serie de productos “ticos” principalmente chocolate y hablando con ella le digo que había hecho un pequeño reportaje de su país y se interesó en ello y quiso le dejara el enlace de este foro de los viajeros para leer.
El avión por las circunstancias del tiempo, se retrasó así que embarcamos más tarde y vuelo bien, pero con más turbulencias por el Caribe principalmente (sobrevolando Santo Domingo).
No hay forma que duerma en el avión, vueltas para aquí- allá (parecía a Coco de Barrio Sésamo dando instrucciones de “esto es aquí, esto es allí”) y gracias que no llevaba nadie al lado (aunque iba en lateral de los centrales).
Llegada a Madrid y espero unas horillas en la T4 , hasta pillar el vuelo de la tarde para Alicante.
Confío que el resultado final tanto de las imágenes como la escritura tengan ese poder de atracción lo suficientemente grande para que otr@s futur@s viajer@s decidan ir a un país que merece la pena visitar.
Y a tod@s aquell@s que nos hemos cruzado en el camino, espero que recuerden por algún momento esos instantes vividos...
Texto y fotos: © Alberto M ║2015
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