Carcassone, Albi, Cordes-Sur-Ciel y Conques. ✏️ Diarios de Viajes de Francia

El dia amanece muy nublado pero no llueve de momento, hoy realizaremos a lo largo del día algo más de 250 km en coche casi todo por carreteras de un solo carril, aunque en el recorrido hacia Conques desde Cordes-Sur-Ciel había un buen tramo de autovía que debieron abrir hace poco porque mi GPS no lo reconocía.

Después de dejar el hotel vamos a desayunar a la Patisserie que os comente en la etapa de ayer, aunque al lado del hotel había un par de sitios para desayunar pero estaban cerrados por la hora que era, terminado el desayuno y antes de abandonar la ciudad damos un último paseo hasta el peatonal puente viejo del siglo XIV, y lugar desde donde se obtienen buenas vistas de la Cite y la ciudadela de Carcassone…

Terminada la visita nos dirigimos a Albi, son algo más de 100 km que nos llevó casi 2 horas porque hay que pasar por el centro de varios pueblos y respetar los límites de velocidad. Como tenemos claro lo que queremos ver y el tiempo no da para todo nuestras paradas a lo largo del día serán Albi, Cordes-Sur-Ciel y Conques, quedaron algunos pueblos interesantes por el camino como Najac o Belcastel, pero no se puede ver todo si quieres recorrer los pueblos con cierta tranquilidad así que… se tendrán que quedar para otra ocasión.

Albi, esta ciudad de poco mas de 50000 habitantes esta situada en el Departamento del Tarn y es el lugar donde nació el famoso pintor Toulouse Lautrec, nuestra primera visita es la oficina de turismo que se encuentra en la place de Sainte-Cecilie para hacernos con un plano de la ciudad donde te ofrecen diferentes recorridos a realizar y la duración aproximada de cada uno de ellos, aunque también se pueden descargar desde su página web, asimismo para los que lo deseen pueden alquilar una audio guía en español o comprar el Albi city Pass que lo considero interesante según lo que tenga pensado visitar cada uno en Albi y pueblos del alrededor, además se pueden obtener descuentos en tiendas y restaurantes.

1-Palacio de la Berbie, 2-Museo Tolulousse-Lautrec ( forma parte también del Palacio de la Berbie, 3-Jardines Palacio Berbie.

5- Area de la Ciudad Episcopal (catedral...), 6- restos claustro romano

Iniciamos la visita a Albi al lado de la oficina de turismo empezando por su catedral llamada de Sainte Cecilie, esta catedral de ladrillo según dicen es la más grande del mundo y en la que se tardaron nada menos que dos siglos para terminarla, lo que más destaca de la catedral además de su enorme estructura es el campanario que tiene casi 80 metros de altura y cuya peculiar forma para una iglesia es debido a que esta torre sirvió también de fortaleza defensiva de la ciudad. Una vez dentro de la catedral seguimos el recorrido establecido en la audio guía guiándonos por el plano numerado que te dan para no perderse, en su interior destaca su órgano de 1736 que además de cómo instrumento contribuye a la decoración debido a su tamaño en comparación al número de tubos de los que dispone, la pintura mural del siglo XV que ocupa los dos torreones que sostienen el campanario y que representa el juicio final, antiguamente tenía 200 metros cuadrados pero que fue destruida en parte en el siglo XVIII para hacer una puerta que diera acceso a una capilla que sirvió como coro, los frescos de la bóveda de 1512 pintados sobre un fondo de color azul y que tiene un magnifico estado de conservación debido al origen mineral de la pintura que se utilizo y el coro que en el momento de nuestra visita estaba en reformas pero que se podía observar los trabajos de restauración a través de una ventana.

También visitamos el exterior del palacio de la Berbie del siglo XIII, antiguo palacio episcopal donde residían los influyentes obispos de Albi y que hoy acoge el museo Toulouse Lautrec además de sus jardines desde donde se obtienen buenas vistas de su puente viejo sobre el rio Tarn, hay un camino que lo ronda que hoy en día es de acceso público, ambos edificios junto los cuatro barrios de origen medieval que los rodean constituyen la ciudad episcopal. Recorriendo la ciudad vemos que la catedral y otros edificios están construidos con el típico ladrillo de color rojo de la región y eso fue debido a que se utilizo la arcilla que se extraía del rio Tarn, ya que era mucho mas barato y muy fácil de obtener por su cercanía a la ciudad para hacer la mayor parte de los edificios e infraestructuras de la misma. Una vez visitada la catedral el cual merece una visita y los alrededores del Palacio de la Berbie nos dirigimos a través de la Rue Sainte-Cecile a la colegiata de Saint-Salvi, la misma está construida en diferentes materiales, piedra para la parte más antigua del siglo XI y ladrillo rojo cuando se impuso en el periodo gótico, del claustro de la colegiata poco queda, ya que fue destruido durante la revolución, queda parte de un lado y su llamado jardín blanco. Durante nuestro recorrido pudimos ver además de lo anteriormente comentado, su puente viejo que data del siglo XI y que es uno de los más antiguos de Francia, antiguamente los ciudadanos para pasar de una orilla a otra tenían que abonar un peaje, y varias casas con entramado de madera en sus calles comerciales en el barrio de Saint-Salvi.

En resumen, nuestra visita a la ciudad no fue muy agradable por el viento y porque no dejo de llover, aunque personalmente creo que es una ciudad que merece una visita. Para terminar os diré que nosotros aparcamos el coche en una calle al lado de la place du Vigan a unos 6 minutos a pie de la catedral (de pago, pero creo recordar que desde las 12 a las 2 es gratuito) había también aparcamiento gratuito en una parte del parking de la catedral pero con el trafico que había y la lluvia que estaba cayendo no quise perder tiempo en comprobarlo, una vez visitada la ciudad tomamos rumbo a Cordes-Sur-Ciel que se encuentra a unos 27 Km al norte de Albi.

Cordes-Sur-Ciel era una bastida que no es otra cosa que una ciudad fortificada, cuya función era alojar a una población y defender una posición, este tipo de construcciones empezaron aparecer en el siglo XIII en el suroeste de Francia. La ciudad está construida sobre un promontorio natural muy escarpado y rodeado de fortificaciones con sus respectivas puertas, llego a tener 5 fortificaciones ya que la ciudad tuvo un desarrollo económico excepcional basado en la industria de las telas, el paño y el cuero, además del comercio, la población que en el siglo XIII llego a superar los 5000 habitantes no cabía en el interior de las primeras murallas y ese es el motivo por el cual se construyeron tantas fortificaciones. El nombre de Cordes-Sur-Ciel es relativamente nuevo ya que antiguamente se llamaba solo Cordes, una escritora en 1947 le puso el nuevo nombre y en 1993 se oficializo el nuevo nombre por decreto. Para recorrer este magnífico pueblo que a nosotros nos encanto aparcamos el coche en el parking des Tuileries situado en L´hopital ya que es gratuito, en cualquier otro sitio el parking es de pago y en algunos sitios aunque pagues el tiempo es limitado a 30 minutos, el parking que os digo esta a las afueras, pero desde el mismo parte un camino, eso sí, en fuerte pendiente que te hace llegar casi directamente a una de las oficinas de turismo que tiene Cordes-Sur-Ciel, esta concretamente se sitúa al lado de la place de la Bouteillerie, se llega en menos de cinco minutos a pie desde el parking, en la oficina de turismo podéis conseguir un plano básico del pueblo para recorrerlo y ver lo más importante del mismo, el recorrido se inicia justo al lado de la misma oficina de turismo siguiendo la Grand rue de l´Horloge, en esta calle ascendente y adoquinada encontraremos haciendo esquina con la Rue Saint-Louis una capilla del siglo XVI y una casa de entramado de madera, siguiendo la calle al final de la misma se encuentra la porte de l´Horloge una antigua puerta de entrada del siglo XIV que formaba parte de la cuarta muralla, en el siglo XVI se le añadió un reloj y de ahí su nombre, el nicho encima del reloj albergaba la estatua de una virgen y una lámpara de aceite.

Tras sobrepasar esta puerta la calle se empina mas y nos llevara hasta la barbacana que formaba parte de la tercera muralla y la porte du Vainqueur que pertenecía a la segunda muralla, esta puerta del siglo XIII antiguamente disponia de un foso y un puente levadizo, una vez sobrepasada ya estamos dentro de la bastida propiamente dicha, pero nosotros para seguir un recorrido establecido damos media vuelta, bajamos unos metros rodeando la Porte du Vainqueur para atravesar un arco de piedra para tomar un camino llamado "Les Lices" y entrar en el pueblo por unas modestas puertas situadas en el norte de la ciudad llamadas Les Portanels

A lo largo del recorrido de este magnífico pueblo con un patrimonio preservado único y un ambiente propicio para la inspiración y la creación encontraremos multitud de artesanos que trabajan desde la piedra, al cristal pasando por el cuero, la madera… en algún taller cuando uno entra a ver sus obras se puede llegar a observar al artesano trabajar. Asimismo durante nuestro paseo por Cordes y debido a su prosperidad durante varios periodos de tiempo encontramos palacetes construidos por prósperos comerciantes y nobles, como por ejemplo La Maison du Grand Veneur del siglo XIV y que es la casa gótica más popular debido entre otras cosas a su famosa fachada donde en la segunda planta hay varias esculturas representando animales y personas en escenas de caza, La Maison Fonpeyrouse del siglo XIII que acoge la otra oficina de turismo de Cordes, La Maison du Grand Fauconnier del siglo XIV y Maison Prunet y Carrie-Boyer que se encuentran pegadas a la anterior estas son del siglo XIII, todas estas casas se encuentran en la misma calle, la Grand Rue Raimond VII.

Otros edificios a reseñar son su mercado cubierto del siglo XIV situado en el centro del pueblo lugar donde también se ubica un pozo, este pozo rodeado de misterio y leyendas tiene 113 metros de profundidad, según una de las leyendas que tal vez sea cierta, 3 inquisidores fueron arrojados al fondo del pozo en 1233 cuando los habitantes de Cordes se rebelaron contra ellos después de llevar a una mujer a la hoguera y tener pensado llevar a más personas a la misma, una cruz de hierro forjado detrás del pozo del siglo XV recuerda este hecho.

En este pueblo hay además unos cuantos museos, el pueblo a nosotros recorriéndolo tranquilamente y con algo de detalle nos llevo tres horas (parándonos a tomar un tentempié). Al lado del mercado cubierto hay varios restaurantes donde comer o cafés donde tomar algo, también hay una gran terraza con vistas panorámicas sobre el valle en la place de la Bride justo enfrente de la Maison Prunet lugar donde se encuentra el museo de azúcar y chocolate, también a lo largo de sus calles si alguien desea hacer compras se encontrara con tiendas de recuerdos, productos típicos de la zona como por ejemplo los aceites, cosméticos, tintes… elaborados y obtenidos de la planta pastel, estos productos son caros ya que la elaboración de los mismos son lentos y costosos pero también estamos hablando de un producto con altas virtudes terapéuticas usadas para el tratamiento de muchas enfermedades además de sus propiedades cosmetológicas para la piel, también se pueden hacer compras en los propios atelieres de los artesanos. Hay que decir que todo el conjunto está muy cuidado y las tiendas no desentonan, si no al contrario, hacen del pueblo un lugar muy agradable que te traslada en cierto modo a la edad media, una vez visitado el pueblo y que tanto nos ha agradado tomamos rumbo a nuestro siguiente destino, y que no es otro que Conques, el trayecto nos llevara alrededor de hora y media por carreteras de todo tipo.

Conques es un pequeño pueblo en la ladera de una montaña, forma parte del conjunto de “Los pueblos más bellos de Francia”, está situado en el departamento de Aveyron y es famoso por ser un gran centro de peregrinación desde el siglo XI gracias a la abadía de Sainte Foy.

Pero antes de acceder al pueblo propiamente dicho, siguiendo la D901 unos 500 metros antes de llegar al cruce para coger a Conques, tenemos un acceso a la derecha para ir al mirador de Bancarel, siguiendo esta carretera alrededor de un km y se aparca el coche para seguir a pie los últimos 200 metros, aunque se puede aparcar el coche al final del camino ya que hay espacio para dar la vuelta con el coche cosa que nosotros no sabíamos. Desde aquí, digamos que es un mirador natural, se hacen unas buenas fotos del pueblo, la vista que se tiene desde aquí es espectacular.

Trascurridos unos minutos disfrutando del paisaje y después de tomar unas fotografías tomamos rumbo a la casa rural que se encuentra a 7 km de Conques a unos 10 minutos en coche más o menos, en esta casa rural haremos noche, sobre esta casa aunque se encuentre a cierta distancia la verdad es que la recomiendo ya que la calidad de las habitaciones del alojamiento que nos habían ofrecido en el pueblo de Conques no se correspondía con el precio que pedían, nosotros elegimos la habitación La Vinzelle que es la única que dispone de bañera, después de ver las criticas de esta casa y el precio no tuvimos ninguna duda en elegirla, dejamos el equipaje y nos preparamos para cenar en Conques y visitar la abadía de noche ya que durante la temporada alta de mayo a septiembre los lunes a las 9:30 de la noche hay posibilidad de visitar las tribunas acompañado de música de órgano y espectáculo de luces al precio de seis euros por persona cosa que nosotros no hacemos ya que es en francés, pero si disfrutamos mientras estamos sentados dentro de la abadía de la música de órgano acompañado del juego de luces sobre las paredes y vidrieras de la abadía que le da un toque especial, por estar sentado y disfrutar de la música y el juego de luces no hay que abonar nada ya que es gratuito, hay que decir que el cura que tocaba el órgano era realmente un virtuoso del instrumento, realmente mereció la pena escucharlo. Finalizado el concierto de órgano, paseamos por el pueblo, son las 10:30 de la noche hay niebla y hace algo de frio, por un momento parece que nos hemos trasladado en el tiempo… realmente es una sensación maravillosa…el silencio de la noche solo se interrumpe por el sonido del agua de la fuente y de las hojas de los arboles que se mueven cuando aparece de vez en cuando una ligera brisa.

Después de un rato volvemos al coche que está aparcado en la entrada del pueblo, el parking a partir de las 19:00 es gratuito, el precio del parking es de 4 euros por día y que uno tiene que abonar a la persona que se encuentra en la caseta del parking que está en el camino de acceso al pueblo, el horario va desde las 9 de la mañana a las 7 de la tarde, en el momento de pago te facilitan un plano de Conques, hay varios aparcamientos si en el primero no se encuentra plaza se puede seguir por la misma carretera que rodea al pueblo ya que al mismo no se puede acceder en coche a no ser que te alojes en el mismo pueblo, los parkings están señalizados así que no hay problema para quien los busque.

Son las 11:15 de la noche y mientras disfruto de un baño en la estupenda bañera de la casa rural pienso que el día empezó mal debido al viento y la lluvia de Albi, pero que tuvimos suerte ya que fue mejorando según fue transcurriendo el mismo, primero en Cordes-Sur-Ciel y después en Conques. Mañana tendremos otra imagen de Conques ya que lo recorreremos de día, así que toca descansar.