Primera mañana en Miami. El jet-lag hizo un poco de las suyas y bien temprano estábamos en pie. Una ducha y primera pelea con el calor de Miami.
A bordo del Mustang, bautizado como “Asturcon” ya que era una caballo negro, pequeño y con mucha fuerza (Toma ya las tonterías que se me ocurren de buena mañana), ponemos el gps y rumbo a Miami Beach.
Espectaculares las vistas desde la MacArthur Causeway , mítica imagen de los viajes en coche por Miami en las películas. Los grandes cruceros a un lado, las palmeras al lado de la carretera y el mar. Buena toma de contacto.
Las autopistas son enormes, y la gente suele conducir algo por encima del límite de velocidad, pero son bastante educados en cuanto a ceder espacio para cambios de carril o facilitar maniobras.
El destino en Miami Beach era un parking cerca del cruce 7th Street con Collins Ave. Es uno de los mas baratos de Miami Beach y las plazas son bastante grandes. Se puede pagar tanto en cash, como con tarjeta.
Tras dejar el coche, con la capota subida y guardar dentro la antena de la radio (Por si acaso los cacos querían hacer de las suyas), a caminar por Miami Beach.
Un paseo tranquilo desde la 7th hasta South Beach Pointe Park a lo largo de Collins Ave para ir aclimatándonos. Palmeras, edificios de colores llamativos, taxis amarillos….. Pues si, esto es Estados Unidos.
Me resulto bastante curioso encontrar huertos urbanos en USA y mas aun en mitad de Miami Beach.
Al final de la avenida Collins se encuentran los rascacielos de Miami Beach, con algunos de los pisos mas caros de Florida. Me gusto especialmente el diseño de la torre Portofino.
Justo al otro lado del edificio, se llega a South Beach point park. Un pequeño parque urbano que discurre junto a la entrada-salida del puerto de Miami, por lo que es un lugar precioso para ver pasar barcos de todo tipo, así como para tener una imagen panorámica del puerto de Miami y de su downtown.
Caminando hacia la playa se puede ver otro de los rascacielos mas llamativos de la ciudad, The Continuum. En primerísima línea de playa y con helipuerto en la azotea. No me quiero plantear los precios de los pisos.
Finalmente me plantee mirar precios......... a partir de 1.200.000$ ya podeis compraros algo aqui.
The continuum condos
Una vez aquí, a pisar la playa de Miami Beach.
A pesar de ser finales de Noviembre, nos encontramos bastante mas gente de la que esperábamos en la playa. Tanto tomando el sol, como bañándose o simplemente pasando el domingo en familia. Todo ello a pesar de que el color del cielo indicaba que la tormenta llegaría en cualquier momento.
Una curiosidad de South beach son sus puestos de vigilancia. (Las famosas torres de los socorristas) cada una de ellas está decorada de forma diferente, lo cual da un aspecto único a esta famosa playa.
No dejamos pasar la oportunidad de sentarnos durante un rato en Miami Beach. Tantas veces habíamos visto la playa por televisión, que bien valía la pena 20 minutos de relax disfrutando con calma de ver a la gente tomar el sol, pasear o jugar con las pelotas.
Caminando por la playa subimos desde South beach point hasta 5th Street, donde volvimos a Ocean Drive justo a tiempo para refugiarnos de uno de los famosos aguaceros de Miami. 10 minutos de lluvia donde parece que vamos a salir en canoa, para 5 minutos después tener de nuevo un sol que invita a volver a la playa.
Una vez en Ocean Drive, paseo desde la 5th Street hasta la 15th Street y vuelta atrás viendo las construcciones Art Decó , la mansión de Versace, la fauna (Y la “fauna”) que pulula por la playa y alrededores.
Ya de vuelta hacia el parking, un par de diluvios de 10 minutos nos retrasaron ligeramente. Pero solo lo justo para divertirnos viendo a la gente correr desde la playa a los edificios para resguardarse 5 minutos, antes de volver a la playa. Así como para ver que los callejones oscuros y malrrolleros de las películas se pueden encontrar en cualquier ciudad.
La vuelta hacia el parking la hicimos por Collins Ave, y a pesar de estar junto a Ocean drive, el ambiente no tiene nada que ver. Plagado de restaurante y hoteles con pinta de caza turistas y todo con pinta de ser prefabricado para parecerse a Ocean drive. Eso si, en cuanto a compras, es la calle que debéis visitar en Miami Beach, podéis encontrar de todo.
Incluso Armani
Ya en el parking, 7 u 8$ de pago y vuelta a la carretera bajo un diluvio de campeonato. Ojo con las ramas de palmeras que salen volando por el viento y caen en las carreteras, pueden dar mas de un susto.
Como la hora de comer ya se nos pasaba, decidimos conducir hacia Coral Gables y pasear un rato hasta encontrar algún sitio para comer. Todo iba bien hasta que pasando frente a un centro comercial llamado Miracle Marketplace en la calle Coral way, vi un Hooters donde estaban reunidos muchos fans de Miami Dolphins viendo el partido. No lo pude remediar, media vuelta y allá que vamos.
Al entrar en el centro comercial con el "Asturcon" habia un pequeño atasco en las rampas del parking. Tension en aumento, salidas en rampa con un coche de traccion trasera, motor potente, automatico, el suelo mojado de las trombas de agua y justo detras una pickup que era como 4 vez el tamaño de nuestro Mustang. Si el coche se me iba para atras, quedo como un acordeon debajo de la camioneta..... solucion, pisarle con alegria, consecuencia....... el coche culeando al salir en las rampas del parking. Las cuales a pesar de ser anchas, no es que permitan hacer driffting en ellas..... cara de susto de Ana en el asiento del copiloto y cara de "esto con mi Focus no lo puedo hacer" en mi cara..... por suerte la cosa no acabó en accidente.
En cuanto a Hooters, una experiencia diferente……. Camareras pechugonas, cerveza, comida grasienta y 5 partidos de NFL a la vez en diferentes televisiones. ¡Paren el mundo que me quedo aquí! Por suerte ambos somos tan parecidos como para discutir entre nosotros que camarera era la mas guapa y cual la mas llamativa sin problemas.
La comida fueron unos sándwiches de pollo frito y otro de algo que no recuerdo. Buen sabor, pero excesivamente grasiento y pesado. Tanto que no nos quedaron ganas de cenar nada.
Tras la derrota de los Dolphins y pagar unos 20$ mas propina en Hooters, de nuevo al coche. Esta vez ya con la capota quitada (Bendito sistema eléctrico) tocaba aprovechar lo que quedaba de luz solar para pasear por Coconut Grove. Una zona elegante y moderna de Miami, donde nos acercamos a ver el ayuntamiento de la ciudad y antigua terminal de hidroaviones de Pan-Am.
Además de pasear un rato por los embarcaderos cercanos al lugar. Al ser domingo de tarde, la zona estaba muy tranquila, con poquísima gente por la calle. A pesar de todo, no había la mas mínima sensación de inseguridad.
Tras esto, y como volvía a llover, subimos a lomos del Asturcon para recorrer la SW 42th Ave rumbo norte hacia el aeropuerto cruzando una gran cantidad de calles con nombres españoles. Algunos deformados, como Catalonia Ave (¿Qué opinara el Sr.Mas de esto?), Viscaya, Minorca, Navarre, Majorca….. en fin. Debo reconocer que nos reímos bastante con la tontería.
Una vez en el hotel, volvimos a tirar de algunos snacks y refrescos para cenar algo mientras dejábamos todo recogido y veíamos el Sunday Night game de la NFL. A la mañana siguiente tocaba volar a Nola.