Viernes 29 de Enero
Hoy toca decir agur a Skopje para dirigirme a la ciudad más turística de Macedonia, Ohrid, al suroeste del país, frontera con Albania.
Me han despertado unas japonesas que han venido antes de tiempo al hostel... y estaba yo solo alojado en ese momento. Eso sí, les he dejado llamar unas tres veces, a períodos de unos 10', pues me daba pereza levantarme a abrir la puerta...
Al final, a las 9:30 me he apiadado y ya las he abierto. Hemos estado haciendo tiempo a que venga el propietario y así se me ha hecho la hora de marchar a la estación de autobuses.
El bus a Ohrid de las 11:00 es un minibus de unas 15 plazas, que por suerte no va lleno. El precio 8€. El trayecto, que incluye una parada a mitad de camino, 200'.
Al igual que en Skopje, he priorizado que el hostel esté cerca de la estación de autobuses, no tanto en el centro de la ciudad. Total, sólo habría que andar unos 15'. En Ohrid me alojo en Casa Madalena, a unos dos minutos de la parada de autobuses. Ayer reservé una habitación individual (no había dormitorios) con baño comunitario. Pues me han metido en una habitación más grande que el salón de mi casa, con una cama de 1'50 de ancho (y otra supletoria), con baño incluido, televisión (para ver el patinaje artístico de Bratislava) y aire acondicionado (aunque está adapatado como calefacción). Todo, por 9€ la noche. Flipante. Tengo reservadas dos noches.
En la parada de autobús he quedado con un chico de Couchsurfing de El Salvador (ha venido con otro amigo suyo del mismo país) que está estudiando becado en Ohrid. La verdad es que en seis meses que lleva sabe tan pocas palabras como yo de macedonio...
Con ellos he pasado toda la tarde. Por decisión propia nos hemos acercado al monasterio de Sveti Saun, a unos 30 km, en la frontera con Albania. Uno de los sitios emblemáticos de la zona. Para llegar se puede ir en autobús (2€, 45') que sale cada dos horas aproximadamente: habrá unos 5 en el día (al menos en invierno).
Ha sido una desilusión, pues si bien era de día y no cierran hasta las 17:00, allí no había ni Dios, ni el pupas, vamos... El camino, desde la parada de autobús hasta el monasterio, unos 500 metros, está flanqueado por tiendas de souvernir (cerradas a cal y canto). Ya en el monasterio, la iglesia es muy pequeñita (100 Dinares) y los frescos no me han emocionado. Como teníamos una espera de algo más de dos horas, hemos paseado un poco por el lago y tomado un te en el restaurnte (vacío, claro) ubicado en el propio monasterio.
También llama la atención la cantidad de pavos reales que hay... algunos albinos
Lo mejor la compañía de David y Zabdiel. Unos chicos simpatiquísimos.
Con muy pocas esperanzas (no somos tías) hemos hecho, por probar, dedo al primer y único coche que ha pasado... y, hostias, que ha parado. Se trataba de Kyril, un joven que trabaja en el restaurante y que iba a Ohrid. Con él nos hemos librado de 90' de espera a la intemperie más literal. Además nos ha explicado cosillas interesantes, así como sitios donde comer (para mí fundamental). De hecho, nos ha dejado en la puerta de uno de los restaurantes de comida tradicional que nos había sugerido: un muy elegante Belvedere.
Allí nos hemos tirado más de una horita comiendo y charlando. Nos hemos puesto las botas (no he sacado foto) por unos 6€.
ya era hora de separarnos, para organizar el plan de mañana, que, con suerte, volveré a coincidir con los salvadoreños, así como con una chica y sus amigos de Ohrid. Se verá.
Sábado 30 de Enero
Hoy es el día que tengo que dedicarle a Ohrid, que ayer se me hizo de noche para cuando volví de Sv. Naun. Como tengo costumbre, no me gusta dejar para el final el tema del transporte, así que me he acercado a la estación a reservar el viaje a Bitola. Como mañana es domingo no hay bus a las 8:15, así que tomaré el de las 10:00. He aprovechado para desayunar allí mismo un café con leche y un bollo relleno (0'80€).
Tenía toda la mañana para mí solo así que seguido la planificación que tenía prevista: piedras y más piedras.
El monasterio que tengo más próximo a mi hostel es el de bogodoritsa perybleptos. Es simplemente imprescindible. La iglesia con los mejores frescos con diferencia astronómica con cualquier otro. Están siendo tratados bajo el hauspicio de la UNESCO y no me extraña. En unos pocos meses habrán terminado las obras en su interior. La entrada es, como en todas las iglesias de pago, 100 dinares. La señora que estaba atendiendo me ha estado explciando la alegoría que encierran los frescos, si bien, a mí me trae sin cuidado las transfiguraciones y demás cosas de esas. Lo que impresiona es el estado de conservación de los frescos, redescubiertos hace apenas 50 años.
No se pueden sacar fotos, pero alguna he intentado hacer.
De verdad, los que vayáis a Ohrid, no os lo perdáis.
Desde allí se tienen vistas de la muralla de las ruinas del castillo:
Muy próximo se encuentra el anfiteatro romano, tal vez demasiado restaurado.
El siguiente destino ha sido la iglesia de San Paneleimon. Las hospedería ha sido derruida después del incendio y están haciendo una reconstrucción desde cero (queda tiempo). La iglesia es muy bonita por fuera, pero por dentro no merece la pena gastar los 100 dinares.
Un poco más arriba se encuentran las ruinas ya mencionadas (30 dinares). A mí me han gustado (me gustan las ruinas en general) y se tienen bonitas vistas desde las murallas reconstruidas.
La iglesia más célebre de Ohrid, fundamentalmente por su ubicación junto al mar, alejada, es la de Johan Kaneo. El precio el mismo. Tiene imágenes y frescos, pero deteriorados.
No he podido sacar fotos al interior.
Por último, dirigiéndome al centro, he pasado por la basílica de Santa Sofía, la iglesia más grande de la ciudad.
No había nadie, así que he sacado unas fotos, aunque los frescos nada tienen que ver con los de la primera iglesia.
Eso sí, he dejado un billete de 100 dinares al salir... era lo justo.
En todo el recorrido no me he cruzado con ningún turista, a pesar de ser la ciudad más turística de Macedonia. Ventajas de estar en invierno.
Donde sí había gente local era en la parte central de Ohrid, cerca del lago. Es una zona muy comercial, con múltiples restaurantes de comida típica (lo cual agradezco), así como tiendas de todo tipo. He echado en falta un barrio otomano, con su bazar... como en Skopje.
He recibido un mensaje de Silvija, una chica de CS, pidiendo disculpas, ya que tenía una resaca de campeonato y no iba a salir al mediodía. Por otra parte, los chicos de El Salvador tenían un partido de fútbol, así que he almorzado solito (a gusto) en el centro. Una sopa de ternera y un plato típico, llamado Sarma.
Soy de buen comer y todo lo que he probado me ha gustado hasta la fecha.
Ya a la tarde he dado una vuelta por el paseo del maravilloso lago. Unos 3 km de ida y otros tantos de vuelta. He vuelto a hacer la prueba de todos los viajes y he ido con mi camiseta del Athletic. Muchos eran los que miraban discretamente, pero la ilusión era cuando alguno decía Baskia!! y la sonrisa no entraba en mi cara. Prueba superada, muy bien, Macedonia. Os recomiendo el bar CubaLibre, al final del paseo. Tienen unas vistas muy chulas del lago, wifi, hamacas, sofás,... y el café por menos de un euro.
Una vez se va el sol, la rasca impera sin consideración así que me he vuelto al hostel, momento en el que Zambdiel y David me han dicho para quedar para cenar en un restaurante típico que conocen (y barato, que para eso son pobres estudiantes). Aquí cenan pronto (18:30), pero no me lo pienso dos veces... a ver qué cuentan. En efecto, hemos estado dos horitas en la mesa. Nos han servido un meze (sin rakija) y yo he comido una carne guisada de cerdo con champiñones en una salsa de queso, acompañada por ensalada y arroz... ktkagas...
Silvija me ha propuesto que a las 11 pm vaya con sus amigos a tomar unos tragos... pero, la verdad, es que no me apetece ni un poquito... Total, mañana ya he quedado con otra chica de Couch Surfing en Bitola (tal vez dos)... suficiente para confraternizar... mejor descansar esta noche.