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Para hoy teníamos la excursión con el tiburón ballena. La contraté a través de Facebook con la página de OPCA Operadora del Caribe, que me lo dejó por 1300 pesos por persona. Algún taxista que me había hecho de intermediario y con el que había contactado por whatsapp me lo dejaba por 1400 o 1500. Quedamos que un par de días antes le escribía para confirmar.
La excursión estándar consiste en salida a las 8 de la mañana desde Puerto Juarez, en Cancún.
Aquí mientras esperábamos para salir en el barco.
Te vas en una barca de unas 10-12 personas como una hora larga mar adentro hasta donde ellos tienen localizados que están los tiburones ballena. Te dan equipo de snorquel: tubo, gafas, aletas y chaleco. Si quieres usar neopreno es opcional y tiene un coste extra de 350 pesos. Nosotros los cogimos porque con el chaleco salvavidas no te puedes hundir, y como queríamos hacer fotos dentro del agua…
Cuando llegas a la zona se hacen saltos de 2-3 personas cuando ellos avisan. Salta un guía contigo. Y te avisan para volver a subir. Cuando dicen salta tiene que ser inmediato porque si no el tiburón puede haber pasado.
Esto se repite hasta que han saltado todos y de nuevo se vuelve a hacer una ronda. Nosotros el primer salto casi no lo disfrutamos. Fuimos los primeros y la lancha enseguida nos pasó por encima con lo cual vimos burbujitas y el tiburón ya había desaparecido. Se lo dijimos y nos dejaron volver a saltar.
La experiencia increíble. La inmensidad del mar y poder nadar junto a animal de tal tamaño. A pesar de sus dimensiones desprendía tranquilidad y ver sus enormes branquias abriéndose y cerrándose… Una pasada. Eso sí, había que darle fuerte a los pies porque aunque parecía que no se movía, veías cómo se iba alejando.
Subimos y esperamos de nuevo nuestro turno. Durante el viaje nos ofrecieron bebidas y un sándwich.
Saltamos de nuevo un par de veces más. Fue una pasada. Hubiéramos seguido saltando. Nosotros nos los pasamos genial durante todo el viaje, pero la mitad del grupo iba mareado. Algunos, ni saltaron. Nosotros nos tomamos las biodraminas antes de la excursión, por si acaso, y creo que nos fueron muy bien. La barca no paraba de botar a pesar de que decían que el día había amanecido increíblemente tranquilo hoy y que el agua no podía estar más calmada.
Después de la excursión nos llevaron cerca de isla mujeres a hacer un poco de esnorquel. También estuvo bien, aunque la zona era flojita, en comparación a otras que vimos luego.
Ahora seguíamos la excursión y se suponía que nos iban a llevar a Playa Norte en Isla Mujeres. Y luego a comer a la isla. Pero aquí tuvimos un problema… Y es que según nos decían nuestra excursión acababa con el primer snorkel y antes de las 12 ya estábamos de vuelta en el puerto.
Pensaba que estaban de broma, pero cuando vi que amarrábamos ya la liamos. Había otra familia de Barcelona que también se enfadó. El resto eran de otros países y creo que ni se enteraron bien de lo que pasó.
Según me dijeron dependía que lo que hubiéramos negociado con nuestro vendedor. El mío era Cesar Valdez, a quien había contactado por Facebook. Fallo de principiante, no pensé a llevar el texto impreso de nuestra conversación y allí no tenía acceso a internet… Además un rato antes nos había explicado la excursión en un mapa que había allí fuera y nos hablaba de la comida en playa Norte, etc. Pedí al responsable que le llamara. Según me decían, no podía hablar con él y no iba a llegar hasta las 17 h. Por supuesto no pensaba esperar hasta esta hora. Les dije que me iba a la calle a esperar a que pasara un coche de policía para explicarles el tema, a ver si eso era normal.
A todo esto la parada de taxis está frente del puerto. Todos pendientes de qué pasaba. Nosotros plantados como un palo bajo un sol de justicia a mediodía. Al rato viene de nuevo el responsable y dice que tiene a Cesar al teléfono. Hablé con él y le dije que revisara su facebook porque en nuestra conversación lo tenemos por escrito. Le pedí que me hicieran una rebaja del precio puesto que la excursión estaba incompleta. Al final conseguimos que nos rebajaran 700 pesos, en total. Me los devolvieron y decidimos irnos puesto que ya estábamos satisfechos con el precio obtenido. Además con el mosqueo no pagamos el uso de los neoprenos que eran otros 1050 pesos que nos ahorramos. Así que salimos contentos con el precio de la excursión y, por su puesto, con la experiencia vivida.
Seguramente por el precio que pacté y el servicio ofrecido hubiera hecho la excursión igualmente, pero me dio rabia que no cumplieran lo acordado, y mucho más que se rieran en nuestra cara. De todas formas, también os puedo asegurar que al final ellos ya no reían. No parecen estar muy acostumbrados a que la gente se les rebote. De hecho esperamos un rato más a ver si pasaba algún coche de policía, que dudo mucho que hubiera hecho nada, pero no pasó. Nos dimos por muuuuy satisfechos.
Pues el día que tenía que ser larguito, al final fue muy corto. Después de la excursión teníamos pensado dar una vuelta por Cancún, pero aquellos grandes y altos hotelazos que se veían a pie de playa no nos motivaron nada, así que decidimos volver al apartamento a descansar para intentar acabar las compras luego por la tarde. Comimos en otro puesto callejero…
Volvimos a Playa del Carmen de shopping. Tuvimos suerte y encontramos las famosas catrinas seguramente en las dos únicas tiendas que no miramos el día antes, cuando ya habíamos tirado la toalla, por 100 pesos cada una, cuando las llegamos a encontrar por 1200. Al final el día ha salido redondo…
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