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¡¡LLEGAMOS A FILITEYO!!
El dhoni nos dejó en la zona del Diving Center y fuimos caminando hasta una zona que hay cerca de recepción. Allí nos dieron unas toallitas para refrescarnos y unos cócteles de sandia que estaban deliciosos.
La misma chica que venía con nosotros en el dhoni nos hizo el check-in y al entregarnos la llave confirmamos nuestra sospecha: era el bungui nº 61 ¡¡Bieeeeen!!
Estaba deseando llegar para mirar cómo era el trozo de playa que nos había tocado, aunque ya sabía por los mapas que había visto que era una zona estupenda…nada de la zona este ¡¡jejeej!!
Hacía unos meses le había mandado un e-mail a la gente de Filiteyo para que intentaran ponerme en esa zona y educadamente me contestaron que lo intentarían, pero no me aseguraban nada. Ahora podía comprobar que ese e-mail había dado sus frutos.
Esa primera impresión de Filiteyo me había encantado, pero no sería la única.
Por caminos interiores nos llevaron hasta nuestro bungui.
Estaba todo lleno de palmeras…enormes…altísimas, eran preciosas. Se veía todo muy verde.
Y llegamos a nuestro BUNGUI: EL Nº 61.
Y nos entraron por delante para ver la habitación.
Estaba tal cual la había visto en fotos. Con su cama con dosel, las mesitas, el mueble de la tele, el escritorio y la cama supletoria, etc…y al fondo el baño maldivo. El maravilloso baño maldivo.
La diferencia que hay entre estas habitaciones y las Deluxe es que las Superiores son pareadas y no tienen bañera en el baño. Por lo demás son exactamente iguales. La zona de la playa está muy bien en ambos lados, quitando la “zona fea” de la parte este, en la cual te pueden dar bunguis superiores. Otra diferencia es que en los Deluxe tienen el reef más lejos y en estos lo tienes nada más entrar. Eso es cuestión de gustos, pero yo me quedo con ambos ¡¡jajaa!!
Una vez vista la habitación así por encima salimos corriendo a ver nuestra playa.
Salimos a través de la vegetación
Y esto era lo que nos encontramos: ¡Era alucinante!
No me lo podía creer y encima hacía un sol que dañaba a la vista. ¡¡Era perfecto!!
Y como entre unas cosas y otras ya se había hecho la hora de comer nos dirigimos al restaurante.
El buffet de Filiteyo es un poco justito a mi parecer. Tienen poca variedad de carne y casi siempre tienen lo mismo: ensaladas, pasta y pescado, de lo que hay muchísima variedad. Lo que estaba muy bueno eran lo helados, pero otra vez más los postres siempre era los mismos. A lo mejor es que también veníamos de Sri Lanka donde habíamos comido de categoría y con muchísima variedad, pero esa fue mi impresión. De todos modos comimos muy bien durante toda nuestra estancia y la comida, pese a ser repetitiva, estaba deliciosa.
Nosotros fuimos con todo incluido y eso incluía bebidas servidas en vaso, las comidas, merienda en la zona de la piscina y dos excursiones. Las bebidas solían ser: zumos envasados, refrescos, cervezas, vino, etc…y de alcohol pues un par de marcas de cada.
Yo lo vi bastante completo y me gustó mucho. Lo que no me pareció nada bien fue que la botellas de agua no estuvieran incluidas y si quería llevarme una a la habitación la tuviera que pagar. Después de lo que ya se paga por el TI me parece una forma de sacar dinero que el agua no este incluida, a cambio te dicen que siempre puedes beber agua donde sea: piscina, bar, restaurante, etc…pero si quieres beber en tu habitación ¿qué? A pagar. Eso no me gustó.
Pero volvamos a centrarnos en ver la isla.
Cuando salimos del restaurante para ir a nuestra habitación decidimos hacerlo por la playa y así ver la zona de los bungalows Deluxe, los OW y la piscina.
Lo primero que te encuentras es la zona del MAIN BAR
A la derecha hay un futbolín, unos dardos y una mesa de ping pong.
Y a la izquierda hay un billar, de pago, con muchas más mesas.
Enfrente justo está la LIBRERÍA donde hay internet, pero no lo utilicé y no sé lo que valdrá. Lo que si sé es que desde la zona del bar hay wifi y allí la gente solía ponerse con sus portátiles.
Siguiendo el caminito de madera pasas por unas tiendecitas de joyas y regalos, la zona donde puedes ver y apuntarte a las excursiones y masajes, detrás está el gym… y ya se llega la RECEPCIÓN:
Enfrente justo está el MAIN JETTY ¡¡Que bonitooooo!!
Hacia la izquierda se ve la parte del Main Bar que os comentaba
y hacia la derecha la playa de los bunguis deluxe y los OW al fondo.
Siempre queda algo, pero son restos de corales.
Continuando hacia la derecha, por el caminito, llegas al SPA.
Yo me di un masaje Balines el cuarto día de estar allí.
Cuando llegué me dieron un te frío para beber, me lavaron y masajearon los pies y luego ya me tumbé en la camilla a disfrutar. ¡¡jeje!! En total hora y media.
Y luego ya cuando terminó me vestí y me fuí.
En cambio en Veligandu te dejaban estar reposando con otro té tumbada en unas hamacas con vistas al mar, la salas eran mucho más bonitas y bueno…tenían el masaje de pareja en plan romántico que aquí no tenían.
No estuvo mal, pero me esperaba más.
Y continuando recto están los BUNGALOWS DELUXE.
Las vistas que tiene hacia la playa son espectaculares.
Y la playa en si está genial. Vista a la izquierda con el jetty de fondo.
Y la vista a la derecha con los OW.
Todas las mañanas tras el desayuno hacíamos este mismo recorrido. Era un placer poder caminar a esas horas de la mañana por esa preciosa playa. Y con un sol luciendo desde principio a fin del día era imposible resistirse a darse un baño allí. Además el calor era sofocante.
Al final de la playa están los OW.
Aquí se puede ver Hazma Island enfrente de los OW.
Enfrente de los Ow se encuentra la zona de la PISCINA con el sunset restaurant, el sunset bar y el swim-up bar:
Recuerdo para el foro:
Por las tardes también merendábamos aquí y vimos alguna puesta de sol, aunque para eso prefería mis hamacas ¡¡jejee!! Solían tener algo de salado y algo de dulce. Nosotros siempre nos inclinábamos por pedirnos un Iced Cofee (ummmm que rico!!) y comer algo dulce.
¡¡Que buenos recuerdos!! Y que ricoooo!!
Hubo dos mañanas que por esta zona vimos delfines, una nos pilló dentro el agua y otra esperando para ir “Al fresco Spa”. La que nos pilló dentro del agua fue curiosa porque me recordaba a la que vivimos en Veligandu, lo que pasa es que aquí pillaban muy lejos del reef y nos daba cosa alejarnos un poco más. Pero podíamos ver sus aletas salir del agua e incluso oír su sonido.
La otra fue que los vimos desde la piscina, esperando nuestro turno para ir al Fresco Spa. Había gente dentro del agua haciendo snorkel y en cuanto se dieron cuenta nadaron a ver si los pillaban pero éstos se fueron enseguida. Luego los volvimos a ver aparecer enfrente de nuestro bungui y la gente volvió a nadar par allá pero era imposible pillarlos ¡¡jejee!!
Y como ya adelantaba, a continuación de la zona de la piscina se encuentra “Al Fresco Spa” pero para acceder a él hay un trozo de playa que está como desaparecida. Hay un arbusto que se adentra en el agua y si la marea está un poco alta tienes que mojarte los pies para pasar. Además está siempre lleno de trocitos de coral y se hace un poco incómodo el pasar por allí.
En general por toda la orilla suelen haber restos de corales y piedrecitas, pero no tantas como aquí y además lo suelen barrer todas las mañanas.
“AL FRESCO SPA”
Aquí estoy yo sufriendo un poco con uno de los masajes de 10 minutos que nos regalaron ¡jejeej!!
Si continuamos por la orilla la playa se va ensanchando poco a poco pero los primeros bunguis superiores de esa zona, que son a partir del nº 39-40, tienen poquito trozo de playa.
Seguido pasamos por la famosa palmerita que tantas veces ha sido fotografiada y que yo misma no me resistí a fotografiar de nuevo ¡¡jejejej!!
Cada vez que pasaba por allí le hacía mil fotos y le decía a mi amor que me hiciera otras tantas ¡¡jajajaj!!
¿Por qué sería? No hace falta palabras.
Y siguiendo la playa llegamos a mi trocito de nuevo. ¡¡Alucinante!!
¡¡Me tenía enamorada!! ¡¡Era fantástica!! Y encima disfrutábamos de ese sol.
Enfrente teníamos una isla habitada a la izquierda y una deshabitada (creo) a la derecha.
Y en medio ese banquito de arena que me traía de cabeza.
Era uno de mis sueños.
YO Y MI PLAYITA ¡¡JEJE!!:
VISTAS A LA DERECHA:
VISTAS A LA IZQUIERDA:
Cuando no estaba haciendo snorkel me encantaba estar en mis tumbonas mirando hacia las palmeras:
Y sin duda alguna uno de los momentos mágicos del día era el atardecer:
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