Era nuestro segundo y último día en Santorini, visita express, así que nos levantamos más o menos pronto (había que hacer el Check out a las 11), desayunamos en la terraza del hotel un zumo y un croissant que habíamos comprado el día anterior y nos dirigimos hacia la recepción del hotel que estaba en el centro del pueblo de Oia.
Nada más poner pie en sus calles, nos dimos cuenta de que no íbamos a tener tanta suerte como el día anterior, el cielo se empezaba a nublar y el viento hacía acto de presencia, nos dimos una pequeña vuelta por Oia, pero al ver que incluso caían unas pequeñas gotas, nos metimos en una cafetería que tenía una terraza acristalada con vistas a la caldera, en la que estuvimos tomando un café.
Allí estuvimos hasta que el tiempo mejoró un poco, y pudimos salir a hacer algo de shopping por Oia y comprar los típicos recuerdos. A las 15:30 teníamos que volver a Fira, para tener el tiempo suficiente de coger el autobus que nos dejaría en el Aeropuerto de Santorini, el vuelo de vuelta a Atenas salía a las 19:45.
Al llegar a Fira, buscamos el famoso en este foro Nikolas Tavern, pero al ser temporada baja estaba cerrado. Callejeamos un rato para comprobar si seguía en el estado de calma total que nos habíamos encontrado el día anterior, y el panorama no fue mucho mejor, alguna tienda más abierta pero poco que poder hacer o ver.
Después de comer algo rápido, cogimos el autobús y nos fuimos al aeropuerto de Santorini, el aeropuerto es probablemente el más pequeño en el que haya estado nunca, así que el control de seguridad y el Check In no llevan mucho tiempo, por lo que tampoco tenéis que estar con mucha antelación allí.
El avión salió puntual a las 19:45, llegamos a Atenas 40 minutos después, y después de coger el metro, estábamos en el centro de Atenas (Monasteraki) a eso de las 21:30. El clima en Atenas parecía un poco mejor que el que habíamos dejado en la Isla de Santorini.
Era hora de llenar el estómago, habíamos comido algo rápido en Fira y teníamos hambre, así que buscamos un sitio para cenar, yo tenía una lista de sitios apuntados que había mirado en Tripadvisor antes de hacer el viaje, uno de ellos era el Restaurante “Lythos”, un sitio que tenía muy buenas críticas en internet. Así que allí que fuimos a comprobarlo, nos tomamos, una ensalada griega, unas croquetas de queso feta y hierbas, un Souvlaki de cerdo y una Dorada, todo buenísimo, estuvimos muy a gusto escuchando música griega en directo, y disfrutando uno de los placeres de esta vida, que es el buen comer. Sin duda el mejor sitio en el que comimos en Grecia.
Fue la mejor forma de terminar un día que no había empezado del todo bien, por culpa del mal tiempo en Santorini, y por el ajetreo de los viajes que teníamos que hacer para volver a Atenas, después de estar un buen rato disfrutando en la terraza del restaurante, (hacía una noche estupenda en Atenas) nos pusimos rumbo al hotel para ir a dormir y coger fuerzas para el día siguiente.
Nada más poner pie en sus calles, nos dimos cuenta de que no íbamos a tener tanta suerte como el día anterior, el cielo se empezaba a nublar y el viento hacía acto de presencia, nos dimos una pequeña vuelta por Oia, pero al ver que incluso caían unas pequeñas gotas, nos metimos en una cafetería que tenía una terraza acristalada con vistas a la caldera, en la que estuvimos tomando un café.
Allí estuvimos hasta que el tiempo mejoró un poco, y pudimos salir a hacer algo de shopping por Oia y comprar los típicos recuerdos. A las 15:30 teníamos que volver a Fira, para tener el tiempo suficiente de coger el autobus que nos dejaría en el Aeropuerto de Santorini, el vuelo de vuelta a Atenas salía a las 19:45.
Al llegar a Fira, buscamos el famoso en este foro Nikolas Tavern, pero al ser temporada baja estaba cerrado. Callejeamos un rato para comprobar si seguía en el estado de calma total que nos habíamos encontrado el día anterior, y el panorama no fue mucho mejor, alguna tienda más abierta pero poco que poder hacer o ver.
Después de comer algo rápido, cogimos el autobús y nos fuimos al aeropuerto de Santorini, el aeropuerto es probablemente el más pequeño en el que haya estado nunca, así que el control de seguridad y el Check In no llevan mucho tiempo, por lo que tampoco tenéis que estar con mucha antelación allí.
El avión salió puntual a las 19:45, llegamos a Atenas 40 minutos después, y después de coger el metro, estábamos en el centro de Atenas (Monasteraki) a eso de las 21:30. El clima en Atenas parecía un poco mejor que el que habíamos dejado en la Isla de Santorini.
Era hora de llenar el estómago, habíamos comido algo rápido en Fira y teníamos hambre, así que buscamos un sitio para cenar, yo tenía una lista de sitios apuntados que había mirado en Tripadvisor antes de hacer el viaje, uno de ellos era el Restaurante “Lythos”, un sitio que tenía muy buenas críticas en internet. Así que allí que fuimos a comprobarlo, nos tomamos, una ensalada griega, unas croquetas de queso feta y hierbas, un Souvlaki de cerdo y una Dorada, todo buenísimo, estuvimos muy a gusto escuchando música griega en directo, y disfrutando uno de los placeres de esta vida, que es el buen comer. Sin duda el mejor sitio en el que comimos en Grecia.
Fue la mejor forma de terminar un día que no había empezado del todo bien, por culpa del mal tiempo en Santorini, y por el ajetreo de los viajes que teníamos que hacer para volver a Atenas, después de estar un buen rato disfrutando en la terraza del restaurante, (hacía una noche estupenda en Atenas) nos pusimos rumbo al hotel para ir a dormir y coger fuerzas para el día siguiente.