El plan de hoy es salir desde Miami hasta Key Largo y desde allí hasta el final de los cayos: Key West.
Disfrutamos del desayuno del hotel y pedimos al hotel si nos puede guardar las maletas, para no llevarnos todo el equipaje a Key West, ya que después pasaremos cuatro noches más en el mismo hotel Circa39 de Miami Beach. Tras consultarlo, nos dejan dejar el equipaje y salimos dirección a los Cayos. Ilusionados por conocer esa parte tan famosa de Florida, envuelta de tanto glamour y exotismo.
El GPS nos ayuda a salir de Miami y dirigirnos a los cayos. Una vez en la carretera 1, ya solamente hay que seguirla recta hasta el final y llegamos a Key West. Bueno, seguirla hasta el final y disfrutar de las vistas, de los paisajes, de las tiendas, de las casas, de los buzones, típicamente americanos, al lado de la carretera.
Nuestra idea era seguir hasta Isla Morada y parar allí para descansar en las playas y comer en el Islamorada Fish Company. Fuimos disfrutando de las vistas hasta allí, preguntamos si era necesario reservar (nos dijeron que no nos preocupáramos) y aprovechamos para poner gasolina en una gasolinera cerca del restaurante, donde pedimos consejo sobre a qué playa podríamos ir hasta la hora de comer que estuviera cerca y fuera recomendable. Nos dirigieron a una playa pública que estaba a unas 6 millas dirección Key West, Anne's Beach (Mile Marker 73.5 (O), Islamorada, FL 33036).
Esta playa tiene dos entradas a la izquierda de la carretera, conforme vas hacia Key West. La mejor entrada es la primera, ya que es donde están los lavabos/vestuarios y las duchas al aire libre . Las dos entradas tienen poquitas plazas de estacionamiento (unas 12), pero nosotros no tuvimos problema, llegando allí sobre las 12 del mediodía. Es una playa que te hace sentir en contacto con la naturaleza, sin más servicios que los comentados, con una pasarela de madera que une parte del camino por la playa entre los dos parkings y la otra parte del camino lo haces andando por la orilla y entre árboles. Hay como unas chocitas de madera, muchas zonas de sombra y unas miniplayas en las que caben una o dos familias en cada una, que la hacen una experiencia muy especial.
Otra parte de lo diferente de la playa es que en vez de arena coralina como otras playas de los cayos, esta playa está formada por una arena muy blanda, que te hace sentir al entrar al mar, como si estuvieras pisando arcilla, es una sensación curiosa..., vale la pena probarla, ya que no la hemos encontrado en ninguna de las otras playas de Florida. A los cincuenta metros se normaliza y pasa a ser arena más común. Al final este tipo de tierra y las rocas arcillosas de la orilla, te permiten pintarte cara y/o cuerpo de arcilla blanca (que se quita con el agua sin problemas) :D. En las casetas, veréis marcas de manos hechas con la arena-arcilla blanca.
Al entrar en el agua, se ven también muchas plantas marinas y entre ellas caminos de arena-arcillosa, por los que puedes pasar sin pisarlas.
Nos duchamos en las duchas de la playa (recordad, primera entrada), nos cambiamos y al restaurante Islamorada Fish Company (81532 Overseas Hwy, Islamorada, FL 33036) a comer.
Aparcamos bien en el parking del restaurante y nos dirigimos al puesto donde la hostess distribuye a los comensales. Nada de espera para que nos sentaran en la terraza. Ambiente increíble, música en directo, con terraza directa al mar y el techo adornado con redes y peces gigantes de la zona.
La comida buena y sabrosa, carta amplia de pescados mariscos y otras especies como aligator, siempre pudiendo encontrar algo de carne también. Cuidado que las raciones son abundantes. Imperdible la Key West Pasta (el mejor plato que probamos allí), y entre sorpresivo y curioso que sirvan "Dolphin" (delfín). He recibido un comentario del usuario jp177 que me aclara este punto lo cito:
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el "dolphin" que viste en el menu del Isla Morada Fish Company (y probablemente en otros menus tambien de restaurantes locales de pescado) no es un delfín tipo "Flipper" o "Willy". Es un pez más pequeño que en la costa oeste, donde vivía antes, y en Hawaii, llaman mahi-mahi y que en español llaman "dorada". No es exactamente igual que la dorada que se come en España pero se parece mucho y está muy bien. Los "delfines de verdad" están protegidos y menudo lío se busca alguien si los pesca! |
Obligatorio volver a pedir de postre el Key Lime Pie (el mejor de todos los Cayos), y muy aconsejable también el pastel de chocolate.
Despúes de una relajante y tranquila comida, dejamos propina al cantante, hicimos un último paseo para despedirnos de los peces de su estanque natural, de los pelícanos, de las preciosas vistas y de un verde-amigo que se cruzó con nosotros al final, y vuelta al coche hacia Key West.
Los amantes de la pesca, pueden, antes de irse, visitar el local de Worldwide Sportsman que se encuentra justo al lado del restaurante.
Camino de Key West más carretera entre islas y mar con vistas preciosas a los dos lados del mar, las islas y los puentes de hierro antiguos.
Seguimos la carretera 1 (la única que hay) hasta el hotel Blue Marlin Motel (1320 Simonton St., Key West, FL 33040) en Key West.
Siguiendo los consejos recibidos, apostamos por este hotel, que nos recordó a los moteles de carretera de las películas (donde los buenos suben las escaleras y tiran la puerta abajo de una patada ). Habitaciones espaciosas con cocina, distribuidas en dos pisos con acceso por escaleras a la vista y puertas al interior, donde estaban la piscina y la zona de bar/desayuno. Comentar que en este desayuno/self service, vimos la primera de las máquinas de "hazte-panqueques-tu-mismo" y nos divertimos bastante (pancakes son las tortitas americanas que se suelen tomar con sirope).
Nada más llegar al hotel nos dijo el hombre de la recepción que ya íbamos justos para ver la puesta de sol en Mallory Square / Sunset Pier. El hotel está muy bien ubicado y puedes acceder andando a los principales puntos de interés de Key West, así que salimos del hotel, giramos una calle y subimos por Duval Street hasta el final de la calle. Duval Street es probablemente la calle más emblemática de Key West, con bares y restaurantes chulísimos y peculiares, con casas de dos pisos que parecían de New Orleans, con infinidad de tiendas y con coches algo llamativos...
Para mejorarlo aún más, coincidimos con la celebración irlandesa de San Patrick, con lo que todo Key West, sus gentes y los turistas iban vestidos de verde, con collares verdes, sombreros verdes, pelucas...., una pasada!
Llegamos de sobras para disfrutar de la caída del sol en el Sunset Pier, muy bonito y especial, viendo numerosos barcos y catamaranes pasar por el mar para ver la puesta de sol desde el barco, rodeados de mar.
Volvimos al hotel también por Duval Street para disfrutar de nuevo de las variopintas y divertidas escenas de fiesta, pasando por los sitios más típicos de Duval Street: el restaurante Willie T's, espectacular las paredes y el techo llenos de billetes de 1 dólar, que puedes firmar y poner tu mismo y donde escuchamos música en directo, el Fogarty´s, o el Sloppy Joe´s, donde dicen iba mucho Hemingway.
Llegamos al hotel y aprovechamos que la piscina se puede utilizar hasta las 12 de la noche, para acabar el día con un bañito relajante a la luz de las estrellas.