Tras hacer noche en Barcelona en el hotel Frontair Congress el cual ya hemos reservado en otras ocasiones por su transporte a el aeropuerto, partimos para San Petersburgo con Lufthansa via Munich. Decir que todo excelente con Lufthansa, era la primera vez que volábamos con ellos y ninguna queja, comida buena, nos dieron tanto en el vuelo de Barcelona a Munich como en el de Munich a San Petersburgo.
De Barcelona a Munich
De Munich a San PEtersburgo con cervecita de botella incluída
Llegamos a San Petersburgo aeropuerto Pulkovo alrededor de las 16:00 de la tarde, una vez pasado el control de pasaporte y de recoger las maletas, nos reunimos con una amiga en el Starbucks y que también haría el viaje con nosotros, pero ella había volado con Swiss. Compramos una SIM rusa, por 200 rublos en el mismo aeropuerto, la cual incluía 4 GB de navegación y 200 minutos de llamada en Rusia, sacamos algo de dinero en un cajeros que se encuentra en la zona, el cambio estaba a 73 en el aeropuerto, mientras que en la ciudad los cambiamos entre 75 y 77 rublos por euros, no estaba tan mal para cambiar unos 50 euros o menos para el primer día pero nosotros decimos sacar del cajero.
Una vez sales del aeropuerto te encuentras casi de frente con la parada de los buses y minibús, que llevan hasta la parada del metro Moskovskaya o Моско́вская , número de bus para ir el 39 o minibús K39 más conocidos como Marshrutka , siempre que veamos la letra K nos referimos a este tipo de transporte. El precio 30 rublos por persona y 30 por la maleta. Duración para llegar unos 30-40 minutos. Una vez allí cogimos el metro hasta nuestro hotel. Un viaje en metro cuesta 30 rublos y funciona con fichas que se pueden comprar en las taquillas de cada estación o en las máquinas expendedoras, las cuales son muy fáciles de usar, en San Petersburgo no las usamos pero en Moscú si, pues nos vimos obligados a hacerlo tras ver las colas en algunas taquillas y en ese momento nos dimos cuentas de lo fácil que resultaba, podías ponerla en Inglés pero una vez lo hacías una vez ya la próxima las hicimos perfectamente en Ruso y sin ningún problema, ni 30 segundos tardaba en darte la tarjetita ya que en Moscú era con una tarjetita de cartulina, que una vez ticas y accedes al metro , va a la basura pues a la salida no la recoge, así que gasto de dinero pues las podrían volver a reutilizar.
Localizamos el hotel sin problemas, es verdad que al estar dentro de un patio, nos quedamos un poco descolocados pero tenía el cartel en la calle, al acercarte a el portal te indicaba donde tocar, accedimos a el patio y no sabíamos para donde tirar y le preguntamos a un señor que estaba bajándose de su coche, nos indicó donde era, tocamos en el timbre y accedimos a el edificio, vaya sensación más rara, mi marido y mi amiga me miraban y me decían donde contra nos has metido, yo les decía tranquilidad que dicen que dentro es otra cosa, pero simplemente era por tranquilizarlos, porque hasta yo me asusté. Una vez subimos en el ascensor de los años de María Castaña, por turnos, ya que no cabíamos los tres dentro con las maletas, llegamos a la puerta del hostal y cuando nos la abrieron la puerta cambiaron nuestras caras, no estaba nada mal, hicimos el Check In, pagamos con tarjeta y nos dieron las llaves de la habitación, respiramos tranquilos.
Dejamos todo y nos fuimos a por nuestra primera toma de contacto con San Petersburgo, nos pusimos varias capas debajo de la ropa pues hacía mucho mucho frío y volvimos a el metro para ir al el centro, también podíamos haber ido en Trolebus, en Bus o incluso caminando, pero decidimos hacerlo en metro, así que nos bajamos en la parada Gostiny Dvor, que está un poco antes del café Singer y la Iglesia de Kazan. Que frío hacía allí, nos acercamos a la Sangre Derramada, ya empezaba a anochecer, el pequeño canal que pasa por ella estaba completamente congelado, pero era hermosa, según fue anocheciendo se iba iluminando y sin duda muy muy bonita, pero el frío era tan brutal que fuimos en busca de algún lugar donde refugiarnos y entrar en calor. Vemos un supermercado 24 horas y allí nos metimos a mirar que había, al final acabamos comprando para cenar sushi, ensaladilla rusa,etc…, salimos y fuimos a la plaza del Hermitage, inmensa y a esa hora y con el frío vacía y marchamos a coger el trolebús hasta nuestro hotel nuevamente, precio 30 rublos.
Tras la cena en el hostal nos fuimos a descansar que había que coger fuerzas para mañana , San Petersburgo nos esperaba.
Por cierto el tema de seguridad lo vi bastante seguro pero hay mucho carterista sobre todo en las zonas de más afluencia como las avenida principales, metros, etc, así que cuidado con las pertenencias, tenerlas bien guardadas porque es común los robos al descuido.
De Barcelona a Munich
De Munich a San PEtersburgo con cervecita de botella incluída
Llegamos a San Petersburgo aeropuerto Pulkovo alrededor de las 16:00 de la tarde, una vez pasado el control de pasaporte y de recoger las maletas, nos reunimos con una amiga en el Starbucks y que también haría el viaje con nosotros, pero ella había volado con Swiss. Compramos una SIM rusa, por 200 rublos en el mismo aeropuerto, la cual incluía 4 GB de navegación y 200 minutos de llamada en Rusia, sacamos algo de dinero en un cajeros que se encuentra en la zona, el cambio estaba a 73 en el aeropuerto, mientras que en la ciudad los cambiamos entre 75 y 77 rublos por euros, no estaba tan mal para cambiar unos 50 euros o menos para el primer día pero nosotros decimos sacar del cajero.
Una vez sales del aeropuerto te encuentras casi de frente con la parada de los buses y minibús, que llevan hasta la parada del metro Moskovskaya o Моско́вская , número de bus para ir el 39 o minibús K39 más conocidos como Marshrutka , siempre que veamos la letra K nos referimos a este tipo de transporte. El precio 30 rublos por persona y 30 por la maleta. Duración para llegar unos 30-40 minutos. Una vez allí cogimos el metro hasta nuestro hotel. Un viaje en metro cuesta 30 rublos y funciona con fichas que se pueden comprar en las taquillas de cada estación o en las máquinas expendedoras, las cuales son muy fáciles de usar, en San Petersburgo no las usamos pero en Moscú si, pues nos vimos obligados a hacerlo tras ver las colas en algunas taquillas y en ese momento nos dimos cuentas de lo fácil que resultaba, podías ponerla en Inglés pero una vez lo hacías una vez ya la próxima las hicimos perfectamente en Ruso y sin ningún problema, ni 30 segundos tardaba en darte la tarjetita ya que en Moscú era con una tarjetita de cartulina, que una vez ticas y accedes al metro , va a la basura pues a la salida no la recoge, así que gasto de dinero pues las podrían volver a reutilizar.
Localizamos el hotel sin problemas, es verdad que al estar dentro de un patio, nos quedamos un poco descolocados pero tenía el cartel en la calle, al acercarte a el portal te indicaba donde tocar, accedimos a el patio y no sabíamos para donde tirar y le preguntamos a un señor que estaba bajándose de su coche, nos indicó donde era, tocamos en el timbre y accedimos a el edificio, vaya sensación más rara, mi marido y mi amiga me miraban y me decían donde contra nos has metido, yo les decía tranquilidad que dicen que dentro es otra cosa, pero simplemente era por tranquilizarlos, porque hasta yo me asusté. Una vez subimos en el ascensor de los años de María Castaña, por turnos, ya que no cabíamos los tres dentro con las maletas, llegamos a la puerta del hostal y cuando nos la abrieron la puerta cambiaron nuestras caras, no estaba nada mal, hicimos el Check In, pagamos con tarjeta y nos dieron las llaves de la habitación, respiramos tranquilos.
Dejamos todo y nos fuimos a por nuestra primera toma de contacto con San Petersburgo, nos pusimos varias capas debajo de la ropa pues hacía mucho mucho frío y volvimos a el metro para ir al el centro, también podíamos haber ido en Trolebus, en Bus o incluso caminando, pero decidimos hacerlo en metro, así que nos bajamos en la parada Gostiny Dvor, que está un poco antes del café Singer y la Iglesia de Kazan. Que frío hacía allí, nos acercamos a la Sangre Derramada, ya empezaba a anochecer, el pequeño canal que pasa por ella estaba completamente congelado, pero era hermosa, según fue anocheciendo se iba iluminando y sin duda muy muy bonita, pero el frío era tan brutal que fuimos en busca de algún lugar donde refugiarnos y entrar en calor. Vemos un supermercado 24 horas y allí nos metimos a mirar que había, al final acabamos comprando para cenar sushi, ensaladilla rusa,etc…, salimos y fuimos a la plaza del Hermitage, inmensa y a esa hora y con el frío vacía y marchamos a coger el trolebús hasta nuestro hotel nuevamente, precio 30 rublos.
Tras la cena en el hostal nos fuimos a descansar que había que coger fuerzas para mañana , San Petersburgo nos esperaba.
Por cierto el tema de seguridad lo vi bastante seguro pero hay mucho carterista sobre todo en las zonas de más afluencia como las avenida principales, metros, etc, así que cuidado con las pertenencias, tenerlas bien guardadas porque es común los robos al descuido.