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Generalmente empiezo mis diarios con una etapa cero, donde cuento los pormenores de la previa al viaje, cómo conseguí los vuelos gratis o si elegí el destino de chiripa (al azar para los no entendidos); o si me he vuelto loco por viajar solo al culo del mundo.
Pero esta vez no ha sido así. No me han tocado los billetes en una tómbola, ni una nave extraterrestre me ha teletransportado a un lugar recóndito de Nebraska.
El motivo principal de este viaje es la oportunidad de ver un fenómeno natural bastante esquivo y que obliga a hacer algunos sacrificios como el de estar a varios grados bajo cero en medio del bosque para verlo: me estoy refiriendo a la Aurora Boreal.
Si, amigos, las luces del norte son una de esas experiencias que todo el mundo debería disfrutar al menos una vez en su vida. Mi pasión por los lugares fríos, mi manía de pillarme las vacaciones en marzo en vez del 1 de agosto como todo el mundo y mi afición por los lugares en los que la naturaleza domina sobre el hombre, se aliaron para decidir el viaje de vacaciones de marzo de 2015: Escandinavia.
Siento decepcionar a aquellos que esperaban que me fuese a ver a Santa Claus en solitario, aunque al principio el viaje lo organicé contando con esa posibilidad. Finalmente un compañero y ahora amigo; que conocí gracias a este foro y con el que ya había compartido un viaje previo, se apuntó al final.
Así que estos quince días los aprovecharemos para visitar gran parte de Noruega principalmente, y también veremos Estocolmo al ser la ciudad a donde había más vuelos directos desde España.
Estocolmo será, pues nuestro punto de partida, y también punto de encuentro, porque cada uno volaría desde su respectivo origen, quedando en el aeropuerto de Arlanda para ir juntos a la ciudad.
Este será también el viaje más septentrional que haya realizado hasta la fecha, lo que influye por las horas de luz que te puedes encontrar. como estamos en fechas próximas al equinoccio, los días son más o menos igual de largos que en España con lo que no se nota tanto cambio.
También está el problema del cambio de moneda, dos en nuestro caso, entre los euros y las coronas suecas y noruegas. ambas están muy parejas en la cotización, aunque los cambios oscilan entre las 8,40 y 9,40 coronas por euro, según mis cuentas. Por eso las conversiones que haré en adelante no son exactas.
Empezamos:
Sábado 7 de marzo: Misma rutina que de costumbre. Día de vuelos. En mi caso primero el sempiterno LCG-MAD seguido del un MAD-ARN, ambos sin novedad aunque me he tenido que gastar 11€ en una minipizza en el vuelo. Ya tengo claro que este viaje no va a ser nada barato. Y prueba de ello ya son los casi 15€ que costó el Arlanda Express al centro.
El tiempo con el que nos recibe es típicamente escandinavo: nublado, viento frío, pero no hay nieve. El viento se nota especialmente si haces una pequeña caminata desde la estación de tren hasta el hotel donde nos vamos a hospedar unos días. Y yo lo voy a notar más adelante.
Aunque los países escandinavos tienen fama de un transporte público excelente, nosotros queríamos alojarnos lo más céntricamente posible, para ahorrarnos desplazamientos. Y de verdad que lo conseguimos, aunque de una manera un tanto imaginativa.
Hemos encontrado sitio en un hostel céntrico. Tan céntrico que está en Gamla Stan: el centro centro de Estocolmo. Prácticamente estábamos enfrente del palacio real. Peculiaridad: se trata de un barco antiguo atracado permanentemente en los muelles. Ånedin Hostel ofrece camarotes muy baratos que cumplen perfectamente la función de alojarte en pleno centro de la ciudad, con la comodidad de un camarote para dos con ducha y un bonito ojo de buey para ver el amanecer. 1547kr (83€) por tres noches para dos personas me parece bastante aceptable por dormir en Estocolmo. [Edito: 1547kr fue el precio total para dos personas, por lo que salió por 83€ persona el alojamiento en Estocolmo]
(Nota: en el momento de escribir este diario, el barco se ha desplazado ya de los muelles de Gamla Stan a los de Sodermalm. Aún así sigue estando en el centro)
Debido al frío reinante, lo primero que hacemos nada más salir del hostel es tomarnos un chocolate bien calentito por 40kr mientras damos un primer paseo por el centro de la ciudad. A mí la minipizza del avión no me llenó demasiado y esa noche nos fuimos a buscar un restaurante donde sirviesen comida en cantidad. al final encontramos uno tipo bufé que por un precio de 207kr (unos 24€) podías llenar la barriga. Obviamente aquí hay que cenar temprano ,por lo que aún nos dio tiempo de pasar por el barco antes de salir a tomar algo. Salir de copas en Estocolmo!!! Para eso está la Mastercard!!
Es sábado, así que tiene que haber movimiento nocturno por aquí. no pasa nada por tomarnos una cerveza, pero solo una!!
Carajo para la cerveza. Sabía a gloria y eso que no soy muy cervecero. Pero después de pagar 74kr (8.79€) por ella, había que aprovechar hasta la última gota...
Mañana, primer día en Estocolmo.
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