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Diario de Argentina
Todo empezó allá por un mes de abril, estábamos en casa decidiendo que lugar visitar, y hablando de que hoy los turistas llegamos a todos los sitios y pensando en que muchos parajes los estamos deteriorando, decidimos ir a ver el glaciar Perito Moreno, con esto del calentamiento y el deterioro que sufre el planeta, pensamos que a medida que vaya pasando el tiempo, ciertos sitios nos ofrecerán menos riqueza, así que nos pusimos manos a la obra y elaboramos gracias a las consultas en www.losviajeros.com un itinerario bastante ajustado para el tiempo del cual disponíamos, 17 días completos.
Una vez elaborado el itinerario, comenzamos a mirar los billetes de avión para movernos por Argentina, estuvimos mirando en Aerolíneas Argentinas (www.aerolineas.com.ar/home.asp), Lade (www.lade.com.ar), y Andes (www.andesonline.com). En Andes nos fue imposible comprar ni siquiera un billete, además de tener los vuelos y las frecuencias muy limitadas. En Lade, bueno, conseguí reservar algún pasaje, pero al final tuve que desistir porque no me cuadraban los días en los cuales volaba Lade y el itinerario que había marcado, intenté cambiar el itinerario, pero aun así no se ajustaba a los vuelos de Lade y también perdía mucho tiempo en los enlaces. Lade es la mas económica, pero tener un pasaje de Lade no garantiza volar ese día, parece ser que la seriedad no es uno de sus valores fuertes, pero todo esto es producto de las críticas de algunos argentinos con los que pude hablar, de ahí a la realidad no se como será.
Y finalmente miré en Aerolíneas Argentinas, era la compañía que mejor se ajustaba a mi itinerario y la más fiable en cuanto a horarios, y eso que tiene fama de tener retraso en todos sus vuelos. Así que hice una simulación en su página web y con eso me fui a la oficina que tienen en Madrid en la calle Príncipe de Vergara, 128 a primeros de mayo. Aquí comenzaba la aventura, ya había que sacar a nuestra amiga la Visa a pasear, pagando los pasajes con Visa, según el contrato que tenga cada uno con el banco, puede, además de disponer del seguro de accidentes, disponer de un seguro en caso de enfermedad durante el viaje, conviene mirar las condiciones de cada uno. [size=18]Yo como no disponía de seguro de enfermedad en la visa, contraté uno con Mapfre para los días en los que íbamos a estar en Argentina, 60 € por persona. Compré los siguientes trayectos en modalidad de billete electrónico (En papel es más caro e inseguro):
Buenos Aires-Ushuaia (15:35 horas 20/09/08)
Ushuaia-El Calafate (14:45 horas 23/09/08)
Trelew-Buenos Aires (09:35 horas 30/09/08)
Buenos Aires-Iguazú (14:35 horas 30/09/08)
Iguazú-Buenos Aires (09:35 horas 03/10/08)
El importe de estos cinco trayectos para dos personas en mayo de 2008 para volar en septiembre, fue de 1351 € en clase turista.
-Día 0 -19 de septiembre-
El día comenzó temprano, a las seis de la mañana sonó el despertador, comenzaba la última jornada laboral antes de las ansiadas vacaciones. Llegué al trabajo a las 7, y en cuanto encendí el ordenador entré en www.iberia.com y saqué las dos tarjetas de embarque, previamente, un par de meses antes, ya reservé los asientos J y L de la fila 10, son los que van en la salida de emergencia en los A-340/600 que tiene Iberia, aquí se pueden estirar las piernas, doce horas son muchas horas, aunque te levantes y te des un paseo por el avión.
La tarde la dediqué a hacer las maletas. Llevamos una maleta grande y una pequeña de estas que llaman trolley, esto os lo cuento porque Aerolíneas no permite mas de 15 kgs por pasajero, así, de esta manera si nos pasábamos de peso no facturábamos la pequeña y la llevábamos como equipaje de mano, aunque después en los cinco vuelos que hicimos no tuvimos problema con el equipaje, y eso que llevábamos exceso, unos 37 kgs cuando salimos de Madrid, después como vas comprando pues va aumentando.
Día 1 -20 de septiembre
Este día para nosotros empezó a las 23 horas del día 19, para nosotros era ya día 20, comenzaban las vacaciones, por fin. Llegamos a las 23:15 a la T4 y facturamos las maletas, en Iberia permiten mas kgs, así que sin problema. Pasamos los controles de policía y cogimos el tren que nos llevaba a la terminal satélite.
A la 1:30 salimos de Madrid con destino a Buenos Aires, ahora si que si, el viaje había comenzado.
Después de algo mas de 12 horas llegamos a Ezeiza, Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, eran las 8:45 hora local, 5 horas “menos” en Argentina que en España. Recogimos las maletas muy rápidamente y las montamos en nuestro carrito. Vimos que junto a las cintas de recogida de equipaje había una casa de cambio, pero ahí NO hay que cambiar dinero, el cambio es muy desfavorable, es mejor cambiar, una vez pasada la aduana, en el Banco de la Nación, está en la parte derecha, no tiene pérdida, aquí nos dieron el cambio oficial previa presentación del pasaporte.
Con nuestros pesos en el bolsillo, 2658 pesos por 600 € (4,43 pesos por €), salimos de la zona de recogida de maletas y aduana, en frente nos encontramos con la oficina de turismo, aprovechamos y pedimos información de los sitios que íbamos a visitar, una chica muy amable nos dio varios folletos y nos recomendó la empresa de remis (“taxis privados”) Transfer Taxi, que estaba justo a su espalda, no tiene pérdida, ahí compramos el boleto para ir desde Ezeiza hasta Aeroparque (Jorge Newbery), 100 pesos (22.57 €), aunque miré al volver por curiosidad y ya costaba 108 pesos (24.4 €), porque habían subido el peaje. Nos recogió un taxista las maletas y nos fuimos a Aeroparque, el aeropuerto que tiene Buenos Aires para la mayoría de los vuelos nacionales (cabotaje). Como era sábado y no eran ni las diez de la mañana llegamos a Aeroparque en media hora y facturamos las maletas para estar liberados. No tuvimos problema con el peso.
Eran las 10:30 de la mañana y nuestro vuelo salía a las 15:35, así que cogimos un taxi y nos fuimos a San Telmo, 15 pesos (3.38 €) a dar un paseo y hacer una toma de contacto. Dimos un paseo por la zona y aprovechamos para comer, eran las 12 de la mañana, pero nuestro cuerpo ya pedía un restaurante, así que eso hicimos, una milanesa con fritas, un bife de chorizo también con fritas, agua sin gas (en muchos sitios hay que especificarlo, porque si no te la ponen con gas), cerveza, un postre, un café con leche (cortado), y el servicio de mesa, 76 pesos, poco mas de 17 €. Después volvimos a Aeroparque, otros 15 pesos.
El vuelo hacia Ushuaia salió prácticamente puntual, así que llegamos a las 7 de la tarde.
Ushuaia tiene un aeropuerto muy pequeño, pero muy bonito, así con vigas de madera. Recogimos las maletas también en muy poco tiempo y un taxi que nos pusieron desde el hostel nos llevó hasta Los Cormoranes, está situado en la parte superior de Ushuaia, está retirado de la Avda de San Martín, pero a cambio tiene unas vistas buenísimas de la bahía. Nos registramos y pagamos directamente la habitación, una doble con baño privado, sin lujos, pero con un baño limpio, una cama grandísima, desayuno, y wifi en la zona común, 150 pesos (33.85 €) por noche por ser miembro de Hostelinng Internacional (el coste por hacerse socio es de 15 USD ó 55 pesos por año, 12.40 €), si no eres socio la habitación son 180 pesos por noche. Yo me hice socio al llegar y me aplicaron el descuento, así que con las tres noches que estuvimos ya amortizamos el hacernos socios y ahorramos unos pesos.
Como ya era tarde, las 8, le preguntamos a la chica del hostel por las excursiones que podíamos hacer al día siguiente, nos ofreció varias y contratamos la de la navegación por el Canal Beagle, ya la teníamos en mente, pagamos 125 pesos (28.20 €) por cada uno, para el resto pensamos que ya podríamos mirar por nuestra cuenta en las distintas agencias que hay en la Avda de San Martín.
Después de 12 horas de vuelo internacional, 6 horas de transito de un vuelo a otro y casi 4 horas del vuelo hasta Ushuaia, nos fuimos a dar un paseo por la Avda de San Martín, todavía encontramos algún comercio abierto y por supuesto los restaurantes y confiterías. Como hacía fresco, paramos en un restaurante-confitería, era una mezcla, a tomar un par de chocolates con algún aditivo, muy buenos y muy buen servicio, el lugar se llama Tante Sara y nos costó 23 pesos (5.20 €) en total. Salimos de allí y directos al hostel, pero en taxi, 6 pesos (1.35 €), que la cuesta es muy pronunciada.
Día 2 -21 de septiembre-
El día comenzó temprano, a las 7 estábamos ya arriba, antes de ducharnos nos dio tiempo a hacer unas fotos a la bahía con el sol a punto de salir, hacía buen día, no había muchas nubes. Una duchita y a desayunar, café con leche, cereales, cacao, fruta, zumo de naranja, panecillos, mantequilla, mermelada y huevos, un amplio surtido para elegir. Terminamos y nos fuimos hacia el muelle turístico, está en la siguiente avenida a San Martín, la Avda Maipú, no tiene pérdida, un reguero de personas sigue el mismo camino, imagino que en verano será mas numeroso.
Nuestra curiosidad nos hizo preguntar el precio que costaba la excursión con otras compañías que realizaban el mismo trayecto y similar y descubrimos que el precio era el mismo.
Retiramos nuestros boletos y nos embarcaron a las 9:00 en un catamarán a mi juicio muy bien acondicionado, con bebidas calientes y dulces incluidas, con capacidad para unas 80 ó 100 personas, afortunadamente solo íbamos 11 personas, un lujo sobre todo para sacar fotos durante la navegación.
Partimos por el Canal de Beagle y dejamos la bahía a nuestra espalda, aprovechamos para hacer unas fotos de Ushuaia desde esa perspectiva, se ve la bahía con el pueblo sobre la montaña y con los Andes de fondo, muy bonito, el viaje había comenzado muy bien. Estuvimos navegando un rato y después llegamos a una isla en la que estaban afincados una colonia de lobos marinos y cormoranes reales, había muchos, el catamarán se acercó bastante, un espectáculo buenísimo que se complementaba con las explicaciones que la guía de turno nos iba dando.
De ahí fuimos a otra isla a ver otro tipo de cormoranes, estos anidaban en las paredes rocosas y verticales de la isla, no tan espectacular como los lobos, pero si muy interesante. Continuamos después navegando por el canal hasta llegar al faro que simula al antiguo “Faro del fin del mundo”, evidentemente este es un faro moderno que nada tiene que ver con el antiguo, ni siquiera la situación, pero el paseo hasta allí merece la pena por las vistas que hay desde el catamarán. Desde aquí, comienza el regreso, muy ameno, ya no tenemos las explicaciones del guía sobre la zona y aprovechamos para charlar de cosas mas triviales, pero muy interesantes al vivir cada uno en un país distinto.
Llegamos al muelle sobre las 12:30, y en la misma Avda Maipú vimos unas furgonetas que hacian las veces de taxis colectivos, les preguntamos para ir al Tren del fin del mundo, nos dijeron que nos llevarían sin problema a las 2 de la tarde, y que nos recogerían a las 5 para devolvernos a Ushuaia, así que quedamos en que por la tarde iríamos al tren. Nos fuimos a comer a la Avda San Martín, nos metimos en una parrilla libre, La Estancia, 45 pesos (10.15 €) el cubierto por persona más la bebida, en total 110 pesos (24.85 €).
Estábamos tan a gusto en el restaurante que salimos a las 14:30, fuimos a la parada de los taxis y no había nadie, la última salida era ese día a las 14:00, así que nos fuimos hacia la Avda San martín a buscar un taxi para que nos llevase, y lo normal en estos casos, no pasaba ninguno, pero la fortuna apareció, y un taxi colectivo de los que os hablé antes paró delante de nosotros para dejar a unos turistas, le preguntamos que si nos podía llevar al tren, nos comento que era muy tarde, eran ya las 14:45, pero que podía intentar el llegar a tiempo sin compromiso alguno por su parte y pagándole 35 pesos (7.90 €) por persona hasta la estación de partida del tren. Así lo hicimos, partimos hacia el tren y yendo de camino, esta señora llamó por teléfono para que no saliese el tren sin nosotros, que llevaba dos personas mas y que llegaríamos unos minutos tarde. Cuando llegamos a la estación nos estaba esperando el tren y aunque estaba completo, le engancharon un vagón mas y fuimos nosotros solos con uno de los guias del tren. El Tren del fin del mundo cuesta 80 pesos (18 €) el trayecto de ida y 90 pesos ((20.30 €) el trayecto de ida y vuelta, la duración es de aproximadamente una hora con una parada intermedia, a medida que va avanzando ponen una grabación en la cual relata a grandes rasgos la historia de porque se creo Ushuaia y la prisión, así como la actividad de los presos. El paseo es agradable, el tren va muy lento, a unos 3 km/h, pero creo que es demasiado turístico, no aporta gran cosa al viaje, si hubiese sabido que era de esa manera no hubiese invertido tiempo en hacer ese paseo.
Sobre las 5 de la tarde nos recogieron de nuevo y regresamos a Ushuaia, nos dejaron en Avda Maipú y subimos a la Avda San Martín a tomar un chocolate de nuevo al Tante Sara, ya no podíamos ver ni siquiera un museo, en esta época cierran a las 6 de la tarde. Así que nos fuimos al hostel a descansar un poco, descargar las fotografía y poner los correos de rigor a la familia y amistades, teníamos que enviarles alguna foto de Ushuaia, merecía la pena.
Y así terminó nuestro segundo día de viaje, cenamos unas empanadillas de carne que compramos a 4 pesos (0.90 €) cada una, y a dormir, el día había sido intenso y nos pesaba el viaje del día anterior.
Día 3 -22 de septiembre-
Nos levantamos pronto, es una costumbre que tenemos para aprovechar bien los días. Después de desayunar vinieron a recogernos, la misma taxista que el día anterior, quedamos con ella en que vendría a por nosotros para llevarnos al Parque Nacional de Ushuaia, 50 pesos (11.30 €) cada uno ida y vuelta, nos recogieron a las 9 de la mañana y nos llevaron al parque, curiosamente la entrada al parque era gratis, solo nos preguntaron de que país éramos, pero no descartéis que en un futuro cobren, no me extrañaría.
La taxista nos dio un pequeño mapa de la zona con las posibles rutas que podíamos hacer y el tiempo que tardaríamos en cada una. Los tiempos evidentemente son aproximados, haciéndolo a un ritmo normal (entiéndase que ni de paseo, ni caminar como cuando llevamos prisa), sobra tiempo, pero como vas parando para apreciar el paisaje, algunos animalillos, y hacer alguna fotografía pues el tiempo es el que te marcan para hacer la ruta o quizás un poco mas.
El parque me gustó mucho, hicimos varios recorridos y visitamos un par de castoreras, una de ellas activa, se veían los árboles roídos, era curioso, aunque no vimos castores porque parece ser que ya se dejan ver a la caída de la tarde, lo que si vimos fue pájaros carpinteros en acción, conejos, y aves del lugar, estuvo muy entretenido.
Nos recogieron a las 14:00, y volvimos a Ushuaia, desde ahí fuimos a montar en trineos tirados por perros, ida y vuelta hasta la estación de montaña, 30 pesos (6.75 €) cada uno, pero no os puedo contar cuanto costaba el viaje en trineo, al llegar allí nos encontramos con un trineo y unos ocho o diez perros enganchados, no se les veía muy lustrosos, tampoco musculados, y las condiciones no nos parecieron las mas adecuadas para los perros, así que nos dimos la vuelta y no hicimos el paseo.
Regresamos a Ushuaia y nos fuimos a comer de nuevo a la Avda San Martín, fuimos al Tante Sara, donde ya habíamos tomado unos chocolates el día de nuestra llegada, comimos de nuevo un bife y una milanesa, con fritas los dos, cerveza, coca cola, dos panqueques rellenos con dulce de leche y acompañados de frutillas con crema (fresas con nata) y unas rodajas de kiwi, y un cortado chiquito, 95 pesos (21.50 €) en total.
Después de comer decidimos ir a ver algún museo, y comenzamos por el Museo Yámana, está en la calle Rivadavia, en el nº 36, entre la Avda Maipú y la Avda San Martín, cuesta 15 pesos (3.40 €) la entrada y es un museo en el que mediante maquetas, fotografías y dibujos se cuenta las costumbres del pueblo de los Yámanas y como vivían cuando poblaban Tierra del Fuego y como desaparecieron aproximadamente 30 años después de la llegada a sus tierras del hombre blanco. Está muy interesante y tiene unas maquetas muy chulas, desde mi punto de vista merece la pena.
Terminamos este museo y nos fuimos al Museo del Fin del Mundo, esta en la Avda Maipú 73, nos costó 30 pesos (6.80 €) a cada uno, pero no nos dio tiempo a verle entero, cerraban a las 6 de la tarde, además, este museo tiene un añadido que está también en la Avda Maipú. Como habíamos entrado sobre las 17:30, nos dijo la persona que estaba en la entrada que con el ticket y la entrada podíamos volver al día siguiente sin cargo alguno.
Como ya estaban cerrados el resto de museos, nos dedicamos a dar un paseo por la Avda Maipú y a hacer unas fotos panorámicas de la bahía atardeciendo, un espectáculo muy relajante después del ajetreo de la jornada matinal en el parque nacional. Después subimos a la Avda San Martín para ver todos los comercios y cenar unos sándwich en el Tante Sara, un par de sándwich grandísimos, coca cola y cerveza de 650 ml, 50 pesos (11.30 €). Un paseito para bajar la cena y un taxi hasta el hostel, otros 6 pesos (1.35 €).
Día 4 -23 de septiembre-
Bueno, pues se iba terminando nuestro paso por Ushuaia, nos levantamos pronto para dejar las maletas en el depósito y así entregar la habitación. Desayunamos y nos bajamos a la Avda San Martín, hicimos alguna compra y nos pasamos por la oficina de turismo para que nos pusieran el sello de Ushuaia en el pasaporte, nos pusieron 3 a cada uno, no son sellos oficiales, pero nos hacía ilusión.
Fuimos a las 10:30 de la mañana al Museo Marítimo y Museo del Presidio, están juntos en la calle Yaganes y Gobernador Paz, la entrada nos costó 40 pesos (9 €) a cada uno, a las 11 era la visita guiada y estuvimos ahí hasta que tuvimos que salir hacia el aeropuerto. Antes de entrar al Museo del Presidio está el Museo Marítimo, hasta que llegó el guía aprovechamos para ver las maquetas y leer un poco sobre los barcos de la época, no está mal, pero los barcos no es lo mío, y después pasamos al presidio, donde un guía nos dio unas explicaciones muy interesantes y muy amenas, nos gustó mucho este museo, mas que los barcos.
Nos fuimos al aeropuerto a las 13:15, el aeropuerto está a unos diez minutos del centro de Ushuaia, nuestro vuelo en teoría despegaba a las 14:45, así que fuimos con una hora y cuarto de adelanto, pero cual no fue nuestra sorpresa cuando al llegar al aeropuerto notamos que estaba como abandonado, estaban las limpiadoras, el de la ventanilla de las tasas, el representante de Avis y una responsable de Aerolíneas. Le preguntamos a esta mujer y nos dijo que el vuelo lo habían cambiado para las 16:10, pero que como venía retrasado no saldría antes de las 17:00, así que facturamos las maletas y pagamos las tasas de salida del aeropuerto, creo recordar que fueron 13 pesos(2.95 €) cada uno. Salimos del aeropuerto para coger de nuevo un taxi para ir a comer, pero como el aeropuerto no esperaba vuelo hasta las 4 de la tarde, pues no había taxis, y por supuesto, aquí, no hay autobús. Menos mal que el representante de Avis se iba a ver a su mujer a Ushuaia, le conté la película y el hombre muy amablemente nos acercó hasta La Estancia. Comimos de nuevo por 110 pesos, parrilla libre con postre para dos personas y la bebida. Pagamos con tarjeta de crédito.
Despegamos a las 17:20 a nuestro siguiente destino, El Calafate, no se lo que tardamos porque me dormí, pero creo que sería poco mas de una hora. Una vez en el aeropuerto y antes de recoger las maletas saqué el “boleto” para el “transfer” que nos llevaría al hostel, 26 pesos (5.85 €) por persona, te deja en la puerta del hotel o hostel al que vayas, no tiene pérdida, está justo antes de salir de la recogida de las maletas, tiene un cartel que dice “Bus Hotel”. Un taxi hasta El Calafate cuesta 80 pesos (18 €). Recogimos las maletas y nos llevaron hasta el hostel, EL Glaciar Libertador, aquí pasamos 3 noches y en principio por ser miembro de Hostelinng Internacional, el precio de las 3 noches era de 393 pesos (131 pesos por noche, 29 €), pero en ese momento tenían la promoción de un descuento de 66 pesos (14.90 €) en la última noche si contratabas con ellos la excursión al glaciar Perito Moreno, que costaba 100 pesos (22.57 €) por persona, así que como la contratamos, el coste final de la habitación en el Hostel Glaciar Libertador fue de 327 pesos (109 pesos por noche, 24 €).
Una vez en el hostel, preguntamos por las distintas excursiones y uno de los chavales de recepción nos atendió mejor que en una agencia de viajes. Nos ofreció varias excursiones, una de ellas la que os dije antes, visita al Perito Moreno, otra de ellas, excursión “Todo Glaciares” (Visita a los glaciares Upsala, O’nelly, y Spegazzini), Mini trekking por el Perito, y Big Ice (Un trekking un poco mayor que el mini). Recuerdo que eran las 8 de la tarde, el tiempo apremiaba y había que decidirse, o contratar con el hostel, o echarnos a la calle a buscar una agencia y contratar con ellos. Pensamos que era tarde y que la diferencia con las agencias sería pequeña, así que decidimos contratar en el hostel. Contratamos la excursión Big Ice, el coste de esta excursión fue de 520 pesos ( por persona, a esto, como a todas las excursiones, hay que sumarle la entrada al Parque de los Glaciares, 40 pesos, lo que hace un total de 560 pesos (126 €) por persona. Para mas información, si solo haceis el mini trekking, el coste es de 400+40 pesos (99 €) por persona. No os puedo dar precio de la excursión “Todo Glaciares” porque no la hicimos, debido al azote del viento, la entrada a la bahía del O’nelli y del Upsala, no se podía acceder porque estaba llena de iceberg que se habían desprendido de los glaciares y la visión de los mismos era desde muy lejos, así que decidimos hacer al día siguiente la excursión del Perito Moreno, 100 pesos, mas los 40 pesos de entrada al parque, parece mucho Perito, en total 140 pesos (31.60 €) por persona, pero os puedo asegurar que en el Perito te puedes pasar las horas muertas.
Como la excursión Big Ice abarca casi todo el día (Como la del mini trekking), hay que llevarse la comida, pero no hay problema porque en El Calafate hay supermercados y puedes comprar de todo y a muy buen precio, y eso es lo que hicimos, aunque previamente fuimos a una agencia a preguntar por el coste de las excursiones, queríamos saber si habíamos hecho el canelo o no, y ¡¡Sorpresa!!, el precio era el mismo que pagamos en el hostel, la agencia nos sirvió para asesorarnos sobre que llevar al trekking, imprescindible, un calzado como el que usamos al menos aquí para hacer rutas por el campo, un pantalón de estos que se usan para el hielo o la nieve, una braga, un gorro, una cazadora o similar para soportar temperaturas bajas, y unas gafas de sol. Los guantes son necesarios, pero te los prestan en la excursión. Y para todo esto, si no lo tenéis, no hay problema, se alquila. Pantalón impermeable, 25 pesos (5.65 €), y botas para la ocasión, 35 pesos (7.90 €).
Así que con nuestro equipo al completo y la comida, nos fuimos al hostel a cenar y a preparar la mochila para el día siguiente, había que madrugar, a las 7 de la mañana nos recogían.
Día 5 -24 de septiembre-
El despertador sonó muy pronto, parecía que nos acabábamos de acostar, pero no, eran las 5:45, y por supuesto era de noche, pero una vez que reaccionamos dimos un bote y saltamos de la cama, íbamos a ver el Perito, del que tantas maravillas hablaban, es mas, íbamos a caminar sobre él, era como algo tan impensable hace unos años, que nos preparamos en menos que canta un gallo. La emoción nos embargaba, no había escuchado ningún comentario desfavorable, todo eran elogios. Así que después de recoger a otras 15 personas, nos fuimos hacia el Parque de los Glaciares. Tardamos aproximadamente una hora, fuimos escuchando atentamente las explicaciones de nuestra guía Verónica, nos instruyó sobre el parque y los glaciares, así como del clima en la zona, en una hora podía ir de la nieve y el frío al sol y el calor pasando por lluvia y viento, hasta que llegamos a la curva del suspiro, y ahí estaba, impresionante, no tengo palabras, una sonrisa de oreja a oreja recorrió mi rostro, y empecé a escuchar exclamaciones de admiración, todo un espectáculo, una maravilla. Hay que verlo. No sabía que decir, la verdad es que me impresionó mucho, y mas cuando llegamos a la primera parada de la ruta, bajamos y pudimos contemplarlo en el frío silencio de la mañana, una mezcla de azul y blanco hacía que fuese mas espectacular, mirase donde mirase, veía un motivo para detenerme a observarlo, pero duró poco, solo tuvimos 40 minutos para deleitarnos con tan bellas imágenes, ver el Perito estaba en el programa, pero la culminación de la excursión era caminar por encima de él, ya quedaba menos.
Llegamos al embarcadero y nos metimos en un barquito pequeño que nos acercó a tan solo unos metros del Perito, quizás 80 metros, desembarcamos y allí nos recibieron nuestros guías, cuatro. Nos explicaron como iba a ser el día y nos facilitaron unos guantes de repuesto por si se nos mojaban los nuestros y dos pares de guantes a los que no llevaban. También suministraron mochilas a los que no tenían. Después de las presentaciones y del reparto del equipo, salimos, por fin, hacia el Perito.
Iniciamos la marcha hacia el primer puesto, donde recogimos los crampones, después nos acercamos al Perito y fuimos caminando pegados al lateral del glaciar durante unos 2 kms, de nuevo paramos, era hora de ponernos el arnés, una medida de seguridad por si surgiese cualquier problema, y acto seguido accedimos al glaciar, nos sentamos, nos pusieron los crampones y nos dieron unas nociones básicas de cómo movernos con los crampones. A partir de aquí, comenzó la gran aventura, unas cuatro horas de recorrido por el Perito Moreno, (nos adentramos unos 2 kms hacia el centro, el glaciar tiene unos 5 kms de anchura), incluyendo una parada para comer sentados sobre el glaciar. Indescriptible, no sabría como definirlo, tan solo decir que no me arrepiento de haber pagado lo que costaba, al principio me parecía una barbaridad de dinero, pero ahora creo que puedo decir que ha merecido la pena. Además, tuvimos la suerte de tener un tiempo excepcional, llegamos incluso en algunos momentos a hacer el recorrido en manga corta. No os cuento más, creo que las sensaciones de pisar el Perito hay que experimentarlas uno mismo.
Regresamos al punto de partida donde nos esperaba café caliente y por supuesto, mate, acto seguido y una vez recuperados, montamos en el barco, donde nos ofrecieron un whisky con hielo (del Perito, por supuesto) y alfajores (dulce típico de Argentina). Paramos en mitad del trayecto para hacer las fotos de rigor y regresamos al autobús que nos devolvería a El Calafate.
Llegamos al hostel sobre las 7 de la tarde, ya habíamos decidido no hacer la excursión todo glaciares por el tema de los témpanos y decidimos contratar para el día siguiente la excursión del Perito Moreno, aunque estuvimos casi 4 horas sobre él, nos faltaba contemplarle desde las pasarelas con detenimiento. Así que de nuevo salimos al súper para aprovisionarnos para el día siguiente.
Terminamos de comprar, fuimos a la estación de autobuses y compramos el billete para Trelew, la única combinación posible por carretera desde El Calafate hasta Trelew es vía Rio Gallegos, así que compramos un “boleto” hasta Rio Gallegos, 40 pesos (9 €)por persona, y desde Rio Gallegos un “boleto” hasta Trelew en coche semicama por 214 pesos (48.30 €) por persona . Dimos un paseo por El Calafate, me parece un pueblo precioso, y camino al hostel para hacer la cena y descansar, el día había sido duro.
Día 6 -25 de septiembre-
Hoy teníamos un poco mas de cuartelillo, nos recogían a las 9 de la mañana, después del tute del día anterior se agradecía un día sin madrugar.
Llegamos al Perito, antes de eso, vimos unos cuantos cóndores por el camino, no es habitual, pero el conductor tenía una vista de lince y localizó varios, bueno, una vez en el Perito, hicimos el recorrido de las distintas pasarelas, por cierto, con mas frío que Dios talento, el día anterior fue buenísimo, pero el día de hoy fue horrible en cuanto a frío, además íbamos confiados y no llevábamos ni braga ni gorro, menos mal que la guía nos dejó unas orejeras y un gorro.
Pasamos varias hora viendo el Perito desde las distintas pasarelas entre chocolate y chocolate que nos tomábamos en la cafetería, hasta que bajamos al embarcadero para hacer la navegación frente al Perito Moreno, precio, 38 pesos (8.60 €) por persona, un poco mas de una hora dura el paseo, aquí ya había cambiado el tiempo y pudimos estar en cubierta. Dicen que estás a unos 300 metros del Perito, pero yo creo que estuvimos mas cerca, o al menos eso es la sensación que produce. También espectacular, creo que yo no puedo explicar lo que se ve, es para vivirlo.
Una vez terminada la navegación, volvimos a El Calafate, el día había sido duro, así que lo que procedía era descansar, nos fuimos al hostel a cenar y a preparar las maletas, mañana salimos para Trelew.
Día 7 -26 de septiembre-
Hoy era un día de tránsito, teníamos la salida de El Calafate a Ríos Gallegos a las 11 de la mañana, salimos del hostel a la Terminal de autobuses sobre las 10:30 en un taxi que llamó el hostel para nosotros, el coste fue de 5 pesos (1.10 €). Llegamos a Ríos gallegos a las 16:30, nuestro autocar salía a la 18:00, tomamos un café para hacer tiempo y a las 17:50 subimos al autobus. Autocar de dos pisos, planta baja, dos butacones de cuero muy cómodos, periódico y rumbo a Trelew. Después lo típico, una merienda, una película, la cena, y a dormir.
Día 8 -27 de septiembre-
Bueno, pues parece ser que paramos varias veces, me lo contó por la mañana mi novia Alicia, porque yo ni me enteré, amanecí sobre las 9 de la mañana porque daban el desayuno. Llegamos a Trelew a las 11:00.
Nos estaba esperando Pedro, un encanto de hombre, era el agente de Travelrentcar (www.travelrentacar.com.ar), teníamos hecha una reserva con él desde el mes de mayo de un coche Wolkswagen Gol, que es un Polo de los de España, y con un precio, creo que bastante bueno, 528 pesos por 3 días (176 pesos por día, 40 € al día) , con 600 kms y una franquicia de 2000 pesos, el motivo de elegir esta compañía y no Avis o Budget, fue porque nos recogía el coche en el aeropuerto de Trelew a las 8 de la mañana, el resto era a las 9 y nuestro vuelo, en teoría salía a las 9:35.
Después de pasar por la oficina de turismo en la estación de autobuses de Trelew, estábamos operativos sobre las 12:30 de la mañana. Nuestro próximo destino era la pingüinera de Punta Tombo, un espacio al que todos los años acuden los Pingüinos Magallánicos para reproducirse, hay miles de ellos, es increíble todos los que hay, y además los ves a poco menos de un metro de distancia, es mas, a mi me pico uno de ellos, debió confundirme con un rival o algo así. Son muy graciosos, nos encantó. También vimos Guanacos y Cuis, los primeros son parecidos a las Llamas, y los segundos son unos roedores del estilo a los Conejillos de Indias, pero en color así como pardo.
Para llegar hasta allí está todo muy bien indicado, actualmente solo hay 22 kms de ripio, pero eso alarga el viaje porque hay que ir muy despacio y aminorar cuando te cruzas con otro vehículo.
Llegamos allí sobre las 3 de la tarde y nos recorrimos todo lo que está permitido por los caminos que tienen delimitados con piedras para que los turistas no campemos a nuestras anchas y destrocemos todo, aún así siempre hay alguien que quiere salirse. En total tardamos aproximadamente una hora y media en hacer el recorrido y en hacer alguna que otra fotografía. Olvidaba decíroslo, como todo en Argentina hay que pagar una entrada, en este caso 35 pesos (7.90 €) por persona. Una vez que terminamos estuvimos hablando con un guarda fauna y nos comentó que la mejor hora para ver los pingüinos era a partir de las 17:30 ó las 18:00, así que como teníamos tiempo y hoy solo teníamos eso en el programa, decidimos quedarnos hasta esa hora para verlos, nos comentó que salen muchos de sus nidos debido a que ya no hay casi turistas y debido a que la temperatura baja, así que nos tomamos una cerveza y un refresco en el bar que hay junto a la taquilla, nos costó 9 pesos (2 €) las dos bebidas, por fin algo barato en zona turística.
A las 6 de la tarde volvimos a entrar en el mundo de los pingüinos, con la misma entrada, y la experiencia fue buenísima, parecía que había mas del doble de pingüinos que tan solo un par de horas antes, y también vimos guanacos mucho mas cerca, la ausencia masiva de turistas influyó en los animales. Disfrutamos muchísimo, cuantos pingüinos. Llegamos hasta una bahía muy pequeñita que está al fondo y allí estuvimos viéndolos entrar y salir del agua, también vimos dos lobos marinos, una experiencia muy buena, y máxime que solo estamos acostumbrados a ver perros y gatos normalmente los que vivimos en la ciudad.
Salimos encantados rumbo a Puerto Madryn aproximadamente media hora antes de anochecer para evitar conducir de noche por los caminos de ripio, y fue un acierto. Llegamos sobre las 9 de la noche a Puerto Madryn, como nos dieron un plano de Puerto Madryn en la oficina de turismo de Trelew, nos fue sencillo localizar el hostel, Posada del Catalejo. Nos estaban esperando porque les habíamos avisado de nuestro itinerario de este día. Nos dieron la llave de la habitación y cuando entramos nos encontramos una habitación de aspecto desagradable, distinta a lo que anunciaban en su página web, y para colmo localizamos un chinche junto a una maraña de pelos, se supone que la habitación tenía que estar limpia a nuestra llegada, pero solo se supone.
Acto seguido salimos a buscar otro alojamiento con la ayuda de nuestra amiga la Lonely, y sorpresa, en la calle de al lado estaba un hostel del que nos habían hablado muy bien varias personas con las que coincidimos en El Calafate, Hostel El Gualicho, pasamos a preguntar y disponían de una habitación doble con baño privado para los dos días siguientes, reservamos las dos noches y le dejamos pagada la primera, 146 pesos por ser miembro de Hostelinng Internacional, si no eres miembro sale prácticamente igual, 150 pesos, pero lo importante es que El Gualicho es un hostel que está francamente bien, muy recomendable. De allí nos fuimos a cenar a un restaurante muy acogedor que nos recomendó el chico de El Gualicho, El Margarita, en la calle Roque Sáenz Peña, 15, y con página web www.margaritapub.com.ar , cenamos una pizza, una cazuela de mariscos, agua, cerveza grande, panqueques rellenos con dulce de leche, y un café, todo por 95 pesos 21.50 €). Nos atendieron dos camareras muy simpáticas, disfrutamos del lugar por la comida, el trato y la decoración. Nos fuimos dando un paseo hasta el hostel, queríamos levantarnos pronto para abandonar el penoso hostel que habíamos contratado.
Día 9 -28 de septiembre-
Y así hicimos, desayunamos y a las 9 de la mañana salíamos de allí, dejamos nuestras cosas en El Gualicho y directos a la oficina de información y turismo, esta casi frente al muelle de Puerto Madryn en el paseo marítimo, allí nos informaron sobre el avistamiento de Ballenas en Puerto Pirámides, la fauna de Península Valdez, el avistamiento de Toninas (Delfines) en Rawson, la lobera de Caleta Valdés, y el avistamiento de Ballenas en las playas de El Doradillo y Las Canteras, así como de las variaciones de la marea para así poder ver los lobos y las ballenas con mas facilidad, aunque siempre hay que tener en cuenta que son animales en libertad y no tienen una hora ni un sitio fijo para ir y que nosotros les veamos.
Nuestro primer destino fue Puerto Pirámides, fuimos con nuestro coche alquilado, os comento esto porque al llegar a la zona del istmo, hay una garita y una recaudación para ver los parajes naturales, la entrada a la península es de 45 pesos (10.15 €) por persona y 5 pesos (1.10 €) por el coche de alquiler. Una vez hecho el pago pusimos rumbo a Puerto Pirámides, (Al poco de salir de la garita de pago hay un Centro de Interpretación, en este centro podéis obtener información sobre la zona y sobre la fauna del lugar).
Un poco antes de llegar a Puerto Pirámides, paramos en un mirador que hay hecho para ver la bahía desde arriba, con los prismáticos pudimos ver incluso a alguna ballena cerca de las embarcaciones que se dedican al avistamiento de ballenas. Acto seguido bajamos a la bahía, y nada mas llegar te encuentras con las distintas compañías que se dedican al avistamiento, la primera que se ve es Moby Dick, con la cual ya había mantenido contactos por email desde Madrid, le preguntamos por las distintas opciones, precios y horarios, y con las mismas preguntamos en el resto de compañías. El precio es el mismo en todas, 100 pesos (22.60 €) por persona el avistamiento en un barco grande, de aproximadamente 60 ó 70 personas, otra de las opciones es en embarcaciones pequeñas de unas 15 ó 16 personas, no está disponible en todas las compañías, tienen muy pocas salidas a lo largo del día y el precio oscila entre los 180 y 210 pesos por persona. Una vez hecha la indagación sobre los horarios y sobre el público que tenían contratada cada compañía para sus respectivas salidas, elegimos Moby Dick, salían casi en el momento en que llegamos y solo fuimos junto a nueve personas, una ventaja para después moverte por la embarcación para hacer las fotos y poder ver las ballenas por los dos lados del barco.
Salimos a dar el paseo y aunque no era un día bueno para ver ballenas porque hacía un poco de viento, logramos ver unas cuantas, bueno, fueron tres y otra no tan cerca de la embarcación dando saltos, quizás fue lo mejor. Un espectáculo digno de ver. Estuvimos aproximadamente una hora y cuarto. Devolvimos los chalecos salvavidas y nos fuimos a comer, no hay muchas opciones en Puerto Pirámides, pero nos había comentado una amiga de un local pequeñito y en el que se comía muy bien, el sitio se llama El Refugio, y en el que habíamos reservado una mesa en cuanto llegamos a Puerto Pirámides. Nos atendió una chica majísima, y comimos muy bien, una suprema de pollo con fritas, mero con una salsa de cebollinos, ajo, y nata o algo parecido, y para picar comimos unas vieiras con queso al horno, espectaculares, cerveza, refrescos y postres, 103 pesos (23.25 €).
Desde allí salimos hacia Península Valdés, teníamos nuestro itinerario ya hecho gracias a la oficina de turismo, empleamos toda la tarde, pero no fue una gran aventura, visitamos una colonia de pingüinos en Caleta Valdés, pero no nos entretuvimos mucho ya que Punta Tombo eclipsa cualquier asentamiento de los que hay por allí, nos dejamos un asentamiento de elefantes marinos que estaba muy cerquita de la pingüinera, pero después nos comentaron que había muy poquitos por la fecha, desde ahí partimos hacia el norte, a Punta Norte, para ver otro asentamiento de elefantes marinos, tardamos bastante en llegar, el camino es de ripio y no conviene ir rápido, cuando llegamos logramos ver no mas de 15 ó 20 elefantes marinos, y algunos estaban algo retirados, tuvimos que ayudarnos de los prismáticos, pero bueno, estas cosas suceden, los animales unas veces llegan antes y otras después, es lo que tiene la naturaleza. Desde ahí nos fuimos a Puerto Madryn, estaba ya cayendo la tarde y no queríamos conducir sin luz por el ripio. Aún así llegamos ya de noche, pero como era temprano, nos fuimos al muelle que os hablé antes que está frente a la oficina de turismo, habíamos leído que a veces, por la noche se acercaban las ballenas hasta el muelle, nos fuimos hasta el final que está iluminado y ¡¡Bingo!!!, vimos como resoplaban tres ballenas, estuvimos allí un rato hasta que se fueron, estuvo muy bien, además, vimos también un lobo marino. De aquí nos fuimos al hostel en el que estaba alojado un viajero italiano con el que habíamos coincidido en el aeropuerto y en algunas excursiones durante el viaje, cenamos un asado argentino con él y con la gente de aquel hostel, una experiencia también muy positiva.
Día 10 -29 de septiembre-
Nos levantamos como de costumbre bastante pronto, el día anterior antes de comenzar nuestra excursión, contratamos para el día de hoy el avistamiento de Toninas en Playa Unión, junto a Puerto Rawson, era por la mañana temprano, a las 9:30,la siguiente salida era a las 14:30 hay que aprovechar la marea alta para poder salir y entrar por la desembocadura del río, hay muy poca profundidad y se hace difícil la maniobra de regreso si la marea baja demasiado, por este motivo la hora de salida de las lanchas depende de la hora de las subidas y bajadas de la marea. Deciros también que solamente hay a día de hoy dos compañías que se dedican a esta actividad y que el precio por persona es de 100 pesos (22.60 €). Nos pusieron los chalecos salvavidas y salimos al mar por la desembocadura, en poco tiempo se acercaron a nosotros varias toninas, son muy bonitas. Las Toninas son unos delfines blancos y negros. Estuvieron un rato con nosotros y se fueron, después dimos varias vueltas y mas de lo mismo, y al irse este otro grupo buscando mas toninas, aparecieron dos ballenas grandísimas.
Terminamos sobre las 11 de la mañana, dimos una vuelta por Rawson para echar gasolina (2.76 pesos el litro, 0.62 €) y nos fuimos para Puerto Madryn, hay una hora y cuarto de camino aproximadamente. Llegamos sobre las 12:30 y pasamos por el hostel para asearnos y preguntarles por un restaurante del que nos habían hablado muy bien, “La cantina del Náutico”, está en el paseo marítimo, en la Avda Julio A. Roca, cuando llegamos tuvimos que esperar un cuarto de hora hasta que nos acomodaron, pero mereció la pena, es un sitio en el que se come muy bien y por un precio bastante bueno, comimos unos escalopines en salsa con fritas, arroz con mariscos (Parecía mariscos con arroz), y una cazuela de vieiras al ajillo, ya sin concha, cerveza y refrescos, nuestros panqueques rellenos de dulce de leche de postre y café, en total 127 pesos (28.65 €), pero todavía me acuerdo de las vieiras y mmmmmm.
Una vez que terminamos, aprovechando que la marea estaba baja nos fuimos a Punta Loma, está al este de Puerto Madryn, se llega siguiendo el paseo marítimo hacia la derecha según miramos al mar, está indicado y no tiene pérdida. La entrada a este área protegida cuesta 25 pesos (5.65 €) por persona, y aquí pudimos ver un asentamiento de lobos marinos de un pelo que siempre que está la marea baja aprovechan el lugar para mayormente dormitar. Estuvimos hasta que empezó a subir la marea, una vez que sube, los lobos se van a buscar otra cala en la que puedan dormitar y aprovechar el sol.
Desde aquí nos fuimos a la playa de El Doradillo y a la playa de Las Canteras, prácticamente es la misma playa y en las dos se amontonan los viajeros para ver como las ballenas enseñan a las crías a no quedarse varadas. Fuimos cuando la marea esta mas alta, para saberlo en la oficina de información y turismo te cuenta que hora es la mejor, y nada mas llegar ya vimos resoplar a un par de ellas, bajamos casi hasta la orilla y estuvimos allí algo mas de dos horas contemplando como las ballenas nadaban junto a sus crías, las teníamos a poco mas de veinte metros de la orilla, algo espectacular, vimos bastantes, cerca de ocho o diez ballenas con sus respectivas crías, venían unas y se iban otras, un espectáculo. Empezó a caer la tarde y nos fuimos al hostel, picamos algo y preparamos el equipaje para el día siguiente. Próxima etapa, Iguazú.
Día 11 -30 de septiembre-
Nuestro vuelo salía a las 9:35 de Trelew, así que hubo que salir temprano del hostel, teníamos casi una hora de camino desde Puerto Madryn, además teníamos que llenar el depósito de gasolina (no hay tantas gasolineras tan cerca como en España), entregar el coche y dejar un margen para no llegar con el tiempo justo para facturar. A las 8 de la mañana estábamos en el aeropuerto, fuimos a facturar y allí nos enteramos que nuestro vuelo no saldría hasta las 11 de la mañana, así que nos tocó esperar en la terminal. Nuestro vuelo a Iguazú salía a las 14:45 de Buenos Aires, así que no había problema por perder el enlace, de Trelew a Buenos Aires es aproximadamente una hora y cincuenta minutos, además, no tuvimos mas que facturar en Trelew, ellos se encargaron de pasar nuestras maletas al vuelo de Iguazú.
Hicimos el cambio de avión, nos dio tiempo a tomarnos un café con leche en el aeropuerto por 7 pesos (1.60 €). Pasamos el control y salimos con rumbo a Iguazú prácticamente sin retraso. Una vez en la terminal de Iguazú, cuando estábamos esperando para recoger las maletas, me di una vuelta para ver como estaba el tema del transporte hasta el hostel, antes de salir de la sala de recogida de maletas hay un stand que ofrecen taxi, el precio era de 70 pesos, pero no era eso lo que yo buscaba, me asome a la puerta de la sala, y a mano izquierda estaba lo que yo buscaba, un servicio de furgonetas-taxi que te llevan por 15 pesos (3.40 €) por persona incluido el equipaje hasta la puerta del hostel, así que eso fue lo que contraté, lo hice mientras salían las maletas antes de que se formase cola cuando todos hubieran recogido el equipaje y quisieran contratar el servicio.
Llegamos a nuestro destino en unos 20 ó 25 minutos, nosotros éramos los primeros en bajar, nos alojábamos en el Hostel Inn Iguazú, del grupo Hostelinng Internacional, el precio que pagamos por una habitación doble con baño privado siendo miembro asociado fue de 147 pesos (33.20 €) por noche. El hostel es muy grande, tiene una piscina también bastante grande y el ambiente que se respira al entrar es fenomenal, yo lo recomiendo sin lugar a duda. El personal que nos atendió al llegar, Arturo, nos trató muy bien, un chaval muy majo, y después con las distintas personas con las que tratamos de recepción mas de lo mismo, solo amabilidad. En frente de la recepción tiene un puesto de información y contratación de excursiones y transportes, así que nos sentamos con ellos y empezamos a planificar la visita al lado argentino con ellos. Nos ofrecieron transporte hasta las cataratas, pero también nos dijeron si no nos interesaba que autobús coger para llegar hasta el parque, el que lleva el cartel de Cataratas, y nos informó que su precio era de 5 pesos (1.10 €) por persona. También nos ofreció un par de actividades, un paseo por el parque en 4X4 y un paseo por el río Iguazú (en el Gomón) acercándose hasta la caída de los saltos por 158 pesos por persona con una duración de 38 minutos aproximadamente, y otra reducida en la cual solo se hacía la parte acuática (paseo por el río Iguazú en el Gomón) con una duración de aproximadamente 12 minutos y un coste de 75 pesos (16.95 €) por persona, nosotros fue la que contratamos. Al día siguiente comprobamos que los precios de las actividades eran los mismos si los contratábamos en el hostel que si los contratábamos en el parque, lo mismo que nos sucedió en Ushuaia y en El Calafate, pero eso es otro día.
Continuando con el día de hoy, como en ver el lado argentino se van entre 6 y 8 horas, pensamos que era mejor llevar comida en una mochila para evitar los abusos de los restaurantes en el parque, así que cogimos un autobús nada mas salir del hostel con destino a Puerto Iguazú, pagamos 1,5 pesos (0.34 €) por persona. Una vez allí nos hicimos en un super con provisiones para llevar al parque el día siguiente y con un repelente de mosquitos (18 pesos, unos 4 €) en una farmacia, todo muy barato. Una vez hecha la compra, volvimos a coger el autobús de vuelta al hostel para cenar. Todas las noches ponían un “self-service” en la zona del comedor para cenar, algo parecido al desayuno, pero con verduras, legumbres, arroz, patatas, pan, y pollo o carne, según el día, para esta noche fue pollo, y todo esto sin incluir la bebida costaba 20 pesos (4.50 €) por persona.
Aquí terminó nuestro primer día en Iguazú.
Día 12 - 1 de octubre-
El parque abría a las 8 de la mañana, así que pensamos que sería ir mejor temprano para no encontrarnos con muchos turistas, pero eso mismo debió pensar el resto de viajeros.
Bueno, pues salimos a las 8 en punto del hostel, al salir un taxista nos ofreció ir hasta el parque por 20 pesos, pero como la frecuencia de autobuses es buena preferimos ir en bus por 5 pesos (1.10 €) por persona, así que cruzamos la carretera para esperar en la parada. Al momento llegó otra pareja a la parada y el taxista se acercó y nos hizo de nuevo la oferta, ahora éramos 4 personas y el precio era el mismo que si íbamos los 4 en el bus, así que nos montamos en el taxi y nos fuimos hacia el parque. Una vez en la entrada abonamos nuestra entrada de acceso al parque en el lado argentino, 40 pesos (9 €) por persona, nuestros compañeros de viaje tuvieron mas suerte por ser argentinos y solo pagaron 14 pesos cada uno.
Una vez dentro del parque lo primero que hicimos fue ir al puesto de información, allí nos dieron planos y una buena explicación. Comenzamos haciendo el sendero Macuco, un paseo de unos 3 kms y medio a través de la selva por un camino ya fijado donde la maleza y los árboles impiden ver el sol en muchos puntos del trayecto, para llegar al final a una cascada con una caída de unos 30 metros, calculo yo, en teoría se pueden ver animales mientras se hace el paseo, incluso monos, pero claro, esa es la teoría, nosotros fuimos temprano, no eran ni las 9 de la mañana y se nos cruzo un pavo y una mara o algo parecido, fue todo muy rápido. El paseo se puede hacer en un par de horas yendo a un ritmo bueno, son en total 7 kms y hay que añadir el tiempo de descanso en el salto para disfrutar de la caída y las paradas a lo largo del camino para observar como está todo de crecido por allí. Es un paseo muy agradable, pero prescindible teniendo en cuenta que el resto del parque aporta mucho y para verlo con detenimiento se necesitan bastantes horas.
Desde aquí nos fuimos a la Garganta del Diablo en un tren que se queda pequeño por la cantidad de personas que hay en el parque y al que hay que esperar media hora si pierdes uno o está lleno cuando vas a subir. No puedo describir la garganta porque no sabría que adjetivos escribir, creo que hay que verlo, me impresionó mucho, casi tanto como el Perito Moreno. Una vez que terminamos sufrimos la espera del tren porque ya estaba lleno, así que aprovechamos para comer un bocata de milanesa de los que habíamos hecho el día anterior, compramos un refresco y una cerveza por 14 pesos (3.15 €), para ser el parque no era un exceso. Os tengo que decir que nos podíamos haber ahorrado el tiempo y la carga de llevar los bocatas al parque, hay un restaurante en el cual se puede comer por 38 pesos (8.60 €) por persona mas la bebida, es una parrilla libre, pero de esto nos enteramos al llegar.
A continuación hicimos el recorrido superior que tiene un trazado de algo mas de 1 km, tiene muchas pasarelas que te conducen a los distintos saltos, muy interesante el espectáculo. Este paseo es liviano comparado con el recorrido inferior, que fue el que hicimos después, este recorrido también tiene algo mas de 1 km, pero tiene muchas escaleras y se hace algo mas duro que el superior. Entre un recorrido y otro pasamos a la isla de San Martín, desde la que hay unas vistas espectaculares en la parte superior de la isla, pero para llegar hasta ahí requiere un esfuerzo a mi parecer mayor que el del recorrido inferior, pero creo que merece la pena, volvería a subir sin duda alguna. Para llegar hasta la isla hay un barquito que hace el paseo, es gratuito, y con mucha frecuencia, prácticamente no hay que esperar para cruzar de un lugar a otro. Y en este mismo punto está el embarcadero para hacer la aventura acuática, el Gomón, un “paseo” en barca que creo que no debe perderse nadie. Es recomendable llevar puesto el traje de baño y nada mas. La barca primero encara el salto de San Martín, se detiene a una distancia prudencial para hacer unas fotos, después se dirige hacia la Garganta del Diablo, evidentemente no se puede acercar mucho porque es imposible, ahí hace otra paradita y mas fotos, después deja tiempo para guardar la ropa, el calzado, la cámara de fotos y demás enseres personales en una bolsa de goma que te dan al subir, una vez que está todo guardado, acelera y se mete debajo de uno de los saltos que hay cerca de la garganta, impresionante, el agua no nos dejaba ni abrir los ojos, mas agua que en la ducha, sales empapado, chorreando, con las mismas se va hacia el salto de San Martín, se aproxima bastante y después se mete literalmente debajo de un salto que hay al lado, vuelves a salir empapado, aunque no te da tiempo a secarte. Después comenzamos a jalear al capitán de la barca y nos metió dos o tres veces mas. Una experiencia muy recomendable.
Con todo esto, con todo el parque recorrido, nos fuimos sobre las 18:30, ya quedábamos muy poquitos dentro, y debió ser por eso, que al haber poco jaleo, se nos apareció un tucán en uno de los árboles que hay justo antes de la salida, nos dio tiempo a sacar la cámara de fotos y hacerle unas cuantas, incluso se posó en el suelo a muy poca distancia de nosotros, y cuando mas estábamos disfrutando de su presencia, llegó otro tucán más. Son muy bonitos.
Después de la sesión de fotos a la que les sometimos, se fueron, y con ellos nosotros. Salimos y allí mismo en la salida cogimos un autobús que nos devolvió al hostel por 5 pesos (1.10 €) cada uno. Deciros también que en la misma parada del autobús están los horarios a los que sale desde el parque hacia Puerto Iguazú, y que va parando en los distintos hostel y hoteles que se encuentra por el camino. Llegamos al hostel, contratamos el transporte del día siguiente, nos aseamos y cenamos igual que el día anterior. Nos fuimos temprano a dormir, el día había sido duro, pero muy gratificante.
Día 13 - 2 de octubre-
Nos levantamos con el tiempo suficiente para estar en la recepción el hostel ya desayunados a las 9 de la mañana, el día anterior habíamos contratado el transporte a las cataratas del lado brasileño por 35 pesos (8 €) cada uno algo, mas caro que si hubiésemos cogido los dos o tres autobuses que nos llevarían hasta Brasil, pero nos pareció poca diferencia y sobre todo más rápido.
Salimos con un cuarto de hora de retraso, y nos dirigimos hacia la frontera, hicimos los trámites de salida de Argentina y entrada en Brasil, nos comentó el conductor que hubiéramos podido entrar y salir sin que nadie nos hubiese parado, que al ser una zona tan turística entendían el tránsito continuo de viajeros de un país a otro, pero esto funcionaba así de bien mientras no hubiese problema, nos contó que si nos surgiese cualquier cosa, un picotazo de un animal, un altercado con cualquier vendedor, etc, que entonces si la cosa se torcía y por cualquier circunstancia interviniese la policía, pues habríamos entrado en el país ilegalmente y es cuando la cosa se ponía fea, pero cada uno que actue como crea oportuno, lo normal es no tener problemas, pero…….
Llegamos a la entrada al parque del lado brasileño, pero antes de entrar nos comentaron que había una reserva de pájaros que estaba muy bien, no nos convencía mucho, pero al final accedimos a la Cárcel de pájaros, no nos gustó nada, los animales encerrados no nos gustan, así que no voy a comentar nada mas de esta prisión de animales.
La entrada al parque en el lado brasileño nos costó al cambio 37 pesos (8.35 €) por persona, la moneda que usan los brasileños es el Real, pero admiten pesos, no hay problema. En este lado de las cataratas hay un recorrido por pasarelas similar al del lado argentino, desde este lado se tiene una vista panorámica de las cataratas que vimos el día anterior por encima y por abajo. A nosotros particularmente nos gustó mas este lado porque se aprecia mas la magnitud de todas las cataratas, pero evidentemente eso va en gustos. Tardamos unas dos horas y media en ver el circuito tranquilamente y haciendo fotos a tutti pleno, pero en algo menos de dos horas se puede hacer, claro sin casi parar y sin fotos, pero como no hay prisa pues a disfrutar de la naturaleza. Deciros que en el lado brasileño hay un ascensor muy cerca de la garganta del diablo y que las vistas son espectaculares, como os dije antes, no tengo palabras para describirlo.
En este lado hay mas actividades para hacer, creo que puedes hacer el tema del gomón o similar, pero no lo se con seguridad, aunque ofrecen algo así, también hay un tren que te lleva hasta el río, pero no sabría decir que es lo que hace, aquí estuvimos poco tiempo, el cansancio iba haciendo mella y con los que habíamos visto era mas que suficiente para nosotros. Así que regresamos a la frontera y formalizamos el trámite de entrada de nuevo a Argentina, y como no queríamos ir al hostel le dijimos al conductor que nos dejase en Puerto Iguazú para comer. Dimos un paseo y comimos en un sitio que se llama Bon Apetit, es un lugar en el que cocinan así como artesanal o casero, bueno, no estuvo mal, pero tampoco para tirar cohetes, lo mejor, el público que había y la dueña que la verdad era un encanto de mujer.
Nos dimos un paseo por Puerto Iguazú, incluso compramos unos bollitos que eran como masas fritas rellenas de dulce de leche y recubiertas de azúcar, a 1 peso cada una y buenísimas, las llevaba un hombre en una bandeja por la calle. De aquí nos fuimos a una parada de autobús y al hostel. Dejamos las mochilas y cogimos las toallas para ir a la piscina, pasamos ahí la tarde tan ricamente en una tumbona, el sitio invitaba a la relajación. Se nos hizo de noche, la temperatura era muy buena y el tiempo se pasó volando, nos fuimos a la habitación, una duchita y a cenar, ese día había fiesta brasileña en la cena , además del self service de todos los días hoy el pollo lo sustituían por asado y además con un espectáculo brasileño, el precio era un poquito mas alto, 30 pesos (6.75 €) por persona mas la bebida. Nos sentamos y vinieron por las mesa sirviendo el asado, muy bueno, y después pasaron para repetir, nos sobró carne, todo muy bien, un 10 para el hostel, y después un poco de espectáculo brasileño, una chiquita bailando mientras cantaba un menos chiquito, ya algo mas mayor, pero con mucha gracia. El espectáculo estuvo bien, pero cmo sierre falto un bailarín para las chicas. Después hicieron varios juegos y acabamos todos bailando con los del espectáculo, la verdad es que muy animado. Terminamos y nos salimos al la terraza del hostel junto a la piscina a tomarnos una botellita de vino de Mendoza con la pareja argentina con la que nos fuimos al lado argentino de las cataratas, pasamos un rato agradable intercambiando relatos cada uno de nuestros respectivos países, muy interesante y educativo. De aquí nos fuimos a dormir, el día siguiente teníamos que volar y había que preparar las maletas.
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Pienso ir desde Ecuador a Argentina (El Calafate - Iguazu - Buenos Aires). Estoy en la etapa de presupuestos y viendo que reservar o no.
Aún no me dan precios de los tours (Minitrekking - Todos los Glaciares) en el Calafate porque aún no tienen precios para septiembre, pero quisiera saber si alguien ha ido y que me recomienda reservar con anticipación y que reservar cuando llegué allá.
En Iguazú pienso estar del lado de Brasil y luego del lado de Argentina (es lo que he visto que mas recomiendan), pero aún no reviso precios.
Me gustaría poder compartir y que me... 
