Programé el despertador a las 7.30 y me despertaron puntualmente con una llamada de teléfono. Como no teníamos la excursión contratada no teníamos “relativamente” mucha prisa. Según el diario de a bordo que nos dejaron anoche en la habitación habíamos visto que el desayuno buffet era de 7.30 a 9.30 así que quedamos a las 8.15 para desayunar en el “restaurante Muscadins” (que es el buffet libre). Mis padres habían bajado primero y pudieron coger una mesa grande para los 7 (esto es tarea difícil para los grupos grandes en este restaurante, ya os lo digo, allí no te sirven es todo autoservicio así que coger una mesa ya es bastante complicado de por sí así que imaginaos una en la que quepan todos…y en el almuerzo es aún peor, ya os lo digo, es casi la única queja que tengo de todo el crucero aunque es algo comprensible dado el número de cruceristas a bordo). Pero bueno, ese día desayunamos todos juntos. El buffet es amplio y variado pero me sorprendieron varias cosillas: la primera es que no hay tostadora así que todo el pan es frío o algunas rebanadas de pan de molde ya tostado pero también frío claro. Y la segunda es que no había cosas calientes como huevos revueltos, bacon, salchichas, frijoles…lo que más hay es bollería dulce tipo donuts, berlinas, croassanes rellenos de todos tipo de cosas…El colacao ya sabía que no existiría pero te dan, cuando lo pides, sobre de algo parecido que no está mal. Otra cosa que me sorprendió es que algunos tipos de café (como el expresso o capuccino) tienes que pedirlo a un camarero y te lo traen llevándose previamente tu tarjeta Costa (así que supongo que no en todos estará incluido, en nuestro caso, la tarifa piu gusto, sí lo estaba pero cada vez que lo pedías se llevaban la tarjeta y la traían luego, cosa que con el café normal que servían de recipientes que llevaban los camareros no pasaba, ese debe ser gratis siempre con cualquier paquete de contrato).
A las 9 se comenzaba a desembarcar así que nosotros quedamos a las 9.15 en el Atrio (puente 2). La salida era por el puente A (hay que bajar dos plantas más) y hacer una pequeña cola, va rápido porque hay que enseñar la tarjeta costa para que vean tu foto y apunten que sales del barco y así saben que tendrás que regresar.
Yo me bajé mis papeles de Corfú (guía de internet, anotaciones…) así que sabía que a la salida del barco había unos autobuses que pone el propio puerto gratis y que te llevan a la terminal de salida del puerto (son uno 500 metros y no es que merezcan mucho la pena) pero si te bajas y los ves en la puerta cógelo y ahorras tiempo, si no es así, no esperar y mejor ir andando. Se identifican por las palabras griegas y además pone “free”. Nosotros lo cogimos a la ida y la vuelta la hicimos andando aprovechando para tirar unas fotos buenísimas del barco. Costa Cruceros ofertaba un traslado de ida desde el puerto al centro de Corfu y luego la vuelta por 8,95 euros por persona (niños incluido). Es cuestión de echar números, nosotros no lo compramos.
En la terminal marítima hay puestos de información que te dan planos de la ciudad en distintos idiomas y taxis que lo que quieren es llevarte a excursiones lejanas (es cuestión de pactar con ellos precio antes de subir). Al centro de la ciudad se puede ir andando pero está lejos, a una media hora. También dicen que hay un bus creo que nº16 con una frecuencia de 15 minutos que te lleva al centro por 1,5 euros por persona (la vuelta otros 1,5 cuando lo compres). Pero nosotros decidimos contratar la el billete de “city sightseeing” que nos explicaron allí mismo y nos pareció interesante: precio 15 euros por adulto y 8 por niño. Nos llevaban en la planta de arriba por un recorrido lejano del centro y nos iban enseñando paisajes mientras te explican en tu idioma cosas de la ciudad con los auriculares. El paseo es de lo más agradable y te haces una idea de cómo es la isla porque ves gran parte de ella (pero no pasa ni cerca de la parte que yo tenía más interés de ver Paleokastritsa, una pena). Después de una media hora larga nos bajamos en el centro y caminamos por sus calles, algo curiosas y muy típicas de Grecia pero sin demasiado bombo, o al menos a mi no me lo pareció, además coincidió que había huelga de basura y ni os imagináis cómo estaba cada esquina, vergonzoso y los olores ni os cuento, quizás influyese en que no me encantara esta ciudad. Muchas tiendas eso sí y distracciones para compras a precios normales. Vimos la Iglesia de Agios Spyrindon, La Spianada, el Liston, la fortificación vieja y nueva,…pero como hacía un calor insoportable a las 12 ya estábamos en la parada de autobús para que nos llevara al puerto e ir a la piscina del barco.
Como os digo esta vez hicimos el recorrido andando hasta el barco e hicimos fotos muy chulas, aprovechad que luego no tendréis tiempo. (EDITO PARA DEJAR UNAS FOTILLOS)
[img]http:// [URL=https://imageshack.com/i/plxxKoYVj][img]http://[/img]
Al camarote a cambiarnos y de ahí directos a la piscina. El Costa Deliziosa tiene dos piscinas “La Azurro Blue” (que es la más grande, aunque sigue siendo pequeña para mi gusto, y la que, aunque está abierta tiene cubierta retráctil para el invierno) y la “ Lido Aqua” (que está en la popa del barco y aunque es más pequeña es mucho más tranquila y a nosotros es la que particularmente más nos gustaba). Además que tiene unas vistas extraordinarias al estar sin techo ni paredes. Estábamos allí sobre las 13 horas así que no tuvimos problemas con coger tumbonas (cogimos 3). Mi marido y el niño fueron directos al jacuzzi aprovechando que no había nadie, algo rarísimo y que no volvió a suceder. Mi hermana y yo nos fuimos a la barra a pedirnos caipirinhas y a las tumbonas…qué placer, así sí, ahora empezábamos a disfrutar del barco. Las vistas desde ahí eran impresionantes y con musiquita y cocktales todo era más maravilloso. Habíamos quedado a las 14 horas con mis padres para almorzar en el restaurante Muscadins del buffet. Y a menos cuarto, como ya estaban allí comenzamos la difícil misión de buscar mesa libre para todos. Ya os adelanté que encontrar mesa libre ya era difícil y dimos unas cuantas vueltas. Por fin encontramos una de 4 justo pegada a la cristalera y las vistas eran fantásticas. [img]http://[/img]Nos dividimos y punto. Yo me quedé con el niño y mis padres y los otros 3 se buscaron otra en la zona del grill (allí son sillas metálicas y es quizás más incómodo, pero ya vimos que era la zona donde siempre podías encontrar más mesas libres ya que el comedor era imposible), pero bueno, las vistas siguen siendo las mismas.
La comida del buffet está muy bien en general, hay siempre muchas cosas de carne, pescados, verduras, 3 tipos de pasta, foccacias buenísimas, ensaladas…en la parte del grill siempre hay hamburguesas, perritos, patatas y flietes de pollo para quien quiera. El agua es libre para todos y para los refrescos y cerveza o te los sirve un camarero dándole tu tarjeta o la coges tu mismo de las máquinas pero introduciendo tu tarjeta y sólo pudiendo sacar una por tarjeta.
Después de comer estamos agotados así que nos vamos a los camarotes para echar unas estupenda siestecita y a las 6 utilizando los teléfonos del camarote quedo con mi hermana y mi madre para tomar un cafelito o algo y dar una vueltecita por el barco. Lo de los teléfonos lo explico y tened mucho cuidado, me refiero a vuestros móviles. Seguramente muchos de vosotros tengáis Vodafone u otra compañía en la que el roaming sea gratuito en Europa y EEUU como era mi caso, así que con activarlo era suficiente y tanto la tarifa de datos como la de llamadas me iba a costar igual que en España, ni un euro de más y confirmado peroooo…mucho ojo con la navegación porque lo sé por otras experiencias leídas. Esto sólo es válido para cuando estás en tierra firme porque cuando navegas existe otra tarifa que nadie sabe y ni algunas compañías te avisan que es la “tarifa marítima” (una clavada por cierto) ya que el teléfono se conecta mediante satélites y no sé qué más rollo y no vale con no hacer llamadas, debéis desactivar la tarifa de datos, eso es lo que hacía yo nada más subir al barco, aunque estuviese detenido en puerto no me fiaba porque ya sabéis que el móvil usa internet para actualizaciones y no quería ningún susto extra. Ya os digo que antes de irme de viaje leí por ahí una experiencia de unos recién casados que tenían Vodafone y confiados, aunque no hacían llamadas recibieron wasaps durante las navegaciones pensando que se conectaba a algún puerto europeo y al llegar se encontraron 400 euros de tarifa. Estáis avisados.
Continuando con el día os diré que las tres mujeres nos fuimos al “Sugar Café” un bar en el puente 3, muy cerca del teatro, en el que se estaba muy tranquilo sentadas en unos supersillones de lujo. Había una fuente de chocolate en la barra y podías pedir fruta para mojarla, previo pago eso sí. Pues en este bar tuvimos la primera sorpresa grata y es que pensábamos que todo aquí era de pago pues es lo que yo había entendido en otras lecturas de internet pero no es así. Estábamos dispuestas a pagarlo y cogimos la carta (os diré que en todas las cartas de cualquier bar, en la primera página y en la parte de abajo hay una leyenda con 3 círculos de colores negro, azul marino y amarillo que se refieren a los 3 tipos de tarifas de consumiciones que llevas incluida (piu gusto, premium, y no sé qué mas…). La nuestra era piu gusto y creo que el color era el amarillo así que todas las bebidas que llevan ese punto puedes pedirlas y mira tú por donde los chocolates de sabores (los hay buenísimos, de menta, frambuesa, avellanas, naranja, chocolate blanco…) estaban incluidos. Podías pedirlo fríos o calientes y yo los recomiendo fresquitos porque son como un batido y entra que es un gusto están buenísimos todos. En ese mismo bar te pones unos crepes que hay que pagarlos pero son asumibles si tenéis un capricho porque son enormes y sólo cuestan 3,50 euros con nata y fresas.
Después visitamos salas y zonas de barco que aún no habíamos visto y vimos la foto que nos hicieron el primer día nada más entrar al barco. Es un montaje con el barco de fondo y un timón que pilotaba mi hijo, son muy caras todas, cada una vale 15 euros y hay una oferta que te dan si compras 3 te regalan una. Cada noche te hacen una foto en la cena y las cuelgan en la zona del atrio pero en el puente 3, puedes verlas a diario por si quieres comprarla. Nosotros el último día compramos la del timón como recuerdo pero ninguna más.
Como es el primer día de navegación se me olvidó mirar horario de espectáculo en el Gran Teatro Duse y creyendo que era a las 20 horas nos perdimos medio espectáculo porque empezó a las 19.30 ese día. Lo vimos desde la planta de arriba (puente 3) y hay siempre sitio en las dos plantas porque el teatro es enorme. Ese día era un espectáculo de bailes y acrobacias y estaba chulo. Una pena no haber podido ver el del día anterior pero con las prisas de ser recién llegados no pudo ser, porque era de magia y a mi hijo seguro que le hubiese gustado mucho más. A la salida del teatro Duse y junto al “Sugar Café” (el de los chocolates frios) hay una sala muy agradable que se llama “piano bar” donde una cantante ameniza con temas de siempre y algunas personas bailan. Nos sentamos allí a hacer tiempo para la cena que era a las 21.30 y nos tomamos varios cocktales (Piña colada, y Pink Panther, buenísimos).
Mi marido no bajó a ver el espectáculo porque prefirió subir al gimnasio un poco y dice que estuvo muy tranquilo y genial, haces bici o caminas en cinta viendo una cristalera frente al mar).
Ya listos para la cena, que esta noche el código que ponía era “elegante” así que nos arreglamos más pero como os digo había de todo, aunque ese día no vi a nadie con pantalón corto. La cena fue del estilo de siempre, muy buena y los postres riquísimos. A los niños les dan una carta especial y diferente donde pueden pedir cosas que le gustan seguro aunque me sorprendía que no había posibilidad ni de huevos ni de tortilla francesa.
A la salida yo personalmente estaba llena y cansada así que preferí dar una vuelta por el barco, vimos las cubiertas arriba, los bares y de ahí para el camarote aunque había muchas actividades por hacer en la discoteca con los de animación que son estupendos.
Como mañana se llegaba a Mykonos a las 15 horas teníamos toda la mañana para nosotros y el barco así que acordamos que iríamos a desayunar al Restaurante Albatros, al mismo donde cenamos siempre para probarlo y ver en qué consistían esos desayunos internacionales que ponían en los diarios de a bordo. Quedamos a las 9 en la puerta.
Continuará….
A las 9 se comenzaba a desembarcar así que nosotros quedamos a las 9.15 en el Atrio (puente 2). La salida era por el puente A (hay que bajar dos plantas más) y hacer una pequeña cola, va rápido porque hay que enseñar la tarjeta costa para que vean tu foto y apunten que sales del barco y así saben que tendrás que regresar.
Yo me bajé mis papeles de Corfú (guía de internet, anotaciones…) así que sabía que a la salida del barco había unos autobuses que pone el propio puerto gratis y que te llevan a la terminal de salida del puerto (son uno 500 metros y no es que merezcan mucho la pena) pero si te bajas y los ves en la puerta cógelo y ahorras tiempo, si no es así, no esperar y mejor ir andando. Se identifican por las palabras griegas y además pone “free”. Nosotros lo cogimos a la ida y la vuelta la hicimos andando aprovechando para tirar unas fotos buenísimas del barco. Costa Cruceros ofertaba un traslado de ida desde el puerto al centro de Corfu y luego la vuelta por 8,95 euros por persona (niños incluido). Es cuestión de echar números, nosotros no lo compramos.
En la terminal marítima hay puestos de información que te dan planos de la ciudad en distintos idiomas y taxis que lo que quieren es llevarte a excursiones lejanas (es cuestión de pactar con ellos precio antes de subir). Al centro de la ciudad se puede ir andando pero está lejos, a una media hora. También dicen que hay un bus creo que nº16 con una frecuencia de 15 minutos que te lleva al centro por 1,5 euros por persona (la vuelta otros 1,5 cuando lo compres). Pero nosotros decidimos contratar la el billete de “city sightseeing” que nos explicaron allí mismo y nos pareció interesante: precio 15 euros por adulto y 8 por niño. Nos llevaban en la planta de arriba por un recorrido lejano del centro y nos iban enseñando paisajes mientras te explican en tu idioma cosas de la ciudad con los auriculares. El paseo es de lo más agradable y te haces una idea de cómo es la isla porque ves gran parte de ella (pero no pasa ni cerca de la parte que yo tenía más interés de ver Paleokastritsa, una pena). Después de una media hora larga nos bajamos en el centro y caminamos por sus calles, algo curiosas y muy típicas de Grecia pero sin demasiado bombo, o al menos a mi no me lo pareció, además coincidió que había huelga de basura y ni os imagináis cómo estaba cada esquina, vergonzoso y los olores ni os cuento, quizás influyese en que no me encantara esta ciudad. Muchas tiendas eso sí y distracciones para compras a precios normales. Vimos la Iglesia de Agios Spyrindon, La Spianada, el Liston, la fortificación vieja y nueva,…pero como hacía un calor insoportable a las 12 ya estábamos en la parada de autobús para que nos llevara al puerto e ir a la piscina del barco.
Como os digo esta vez hicimos el recorrido andando hasta el barco e hicimos fotos muy chulas, aprovechad que luego no tendréis tiempo. (EDITO PARA DEJAR UNAS FOTILLOS)
[img]http:// [URL=https://imageshack.com/i/plxxKoYVj][img]http://[/img]
Al camarote a cambiarnos y de ahí directos a la piscina. El Costa Deliziosa tiene dos piscinas “La Azurro Blue” (que es la más grande, aunque sigue siendo pequeña para mi gusto, y la que, aunque está abierta tiene cubierta retráctil para el invierno) y la “ Lido Aqua” (que está en la popa del barco y aunque es más pequeña es mucho más tranquila y a nosotros es la que particularmente más nos gustaba). Además que tiene unas vistas extraordinarias al estar sin techo ni paredes. Estábamos allí sobre las 13 horas así que no tuvimos problemas con coger tumbonas (cogimos 3). Mi marido y el niño fueron directos al jacuzzi aprovechando que no había nadie, algo rarísimo y que no volvió a suceder. Mi hermana y yo nos fuimos a la barra a pedirnos caipirinhas y a las tumbonas…qué placer, así sí, ahora empezábamos a disfrutar del barco. Las vistas desde ahí eran impresionantes y con musiquita y cocktales todo era más maravilloso. Habíamos quedado a las 14 horas con mis padres para almorzar en el restaurante Muscadins del buffet. Y a menos cuarto, como ya estaban allí comenzamos la difícil misión de buscar mesa libre para todos. Ya os adelanté que encontrar mesa libre ya era difícil y dimos unas cuantas vueltas. Por fin encontramos una de 4 justo pegada a la cristalera y las vistas eran fantásticas. [img]http://[/img]Nos dividimos y punto. Yo me quedé con el niño y mis padres y los otros 3 se buscaron otra en la zona del grill (allí son sillas metálicas y es quizás más incómodo, pero ya vimos que era la zona donde siempre podías encontrar más mesas libres ya que el comedor era imposible), pero bueno, las vistas siguen siendo las mismas.
La comida del buffet está muy bien en general, hay siempre muchas cosas de carne, pescados, verduras, 3 tipos de pasta, foccacias buenísimas, ensaladas…en la parte del grill siempre hay hamburguesas, perritos, patatas y flietes de pollo para quien quiera. El agua es libre para todos y para los refrescos y cerveza o te los sirve un camarero dándole tu tarjeta o la coges tu mismo de las máquinas pero introduciendo tu tarjeta y sólo pudiendo sacar una por tarjeta.
Después de comer estamos agotados así que nos vamos a los camarotes para echar unas estupenda siestecita y a las 6 utilizando los teléfonos del camarote quedo con mi hermana y mi madre para tomar un cafelito o algo y dar una vueltecita por el barco. Lo de los teléfonos lo explico y tened mucho cuidado, me refiero a vuestros móviles. Seguramente muchos de vosotros tengáis Vodafone u otra compañía en la que el roaming sea gratuito en Europa y EEUU como era mi caso, así que con activarlo era suficiente y tanto la tarifa de datos como la de llamadas me iba a costar igual que en España, ni un euro de más y confirmado peroooo…mucho ojo con la navegación porque lo sé por otras experiencias leídas. Esto sólo es válido para cuando estás en tierra firme porque cuando navegas existe otra tarifa que nadie sabe y ni algunas compañías te avisan que es la “tarifa marítima” (una clavada por cierto) ya que el teléfono se conecta mediante satélites y no sé qué más rollo y no vale con no hacer llamadas, debéis desactivar la tarifa de datos, eso es lo que hacía yo nada más subir al barco, aunque estuviese detenido en puerto no me fiaba porque ya sabéis que el móvil usa internet para actualizaciones y no quería ningún susto extra. Ya os digo que antes de irme de viaje leí por ahí una experiencia de unos recién casados que tenían Vodafone y confiados, aunque no hacían llamadas recibieron wasaps durante las navegaciones pensando que se conectaba a algún puerto europeo y al llegar se encontraron 400 euros de tarifa. Estáis avisados.
Continuando con el día os diré que las tres mujeres nos fuimos al “Sugar Café” un bar en el puente 3, muy cerca del teatro, en el que se estaba muy tranquilo sentadas en unos supersillones de lujo. Había una fuente de chocolate en la barra y podías pedir fruta para mojarla, previo pago eso sí. Pues en este bar tuvimos la primera sorpresa grata y es que pensábamos que todo aquí era de pago pues es lo que yo había entendido en otras lecturas de internet pero no es así. Estábamos dispuestas a pagarlo y cogimos la carta (os diré que en todas las cartas de cualquier bar, en la primera página y en la parte de abajo hay una leyenda con 3 círculos de colores negro, azul marino y amarillo que se refieren a los 3 tipos de tarifas de consumiciones que llevas incluida (piu gusto, premium, y no sé qué mas…). La nuestra era piu gusto y creo que el color era el amarillo así que todas las bebidas que llevan ese punto puedes pedirlas y mira tú por donde los chocolates de sabores (los hay buenísimos, de menta, frambuesa, avellanas, naranja, chocolate blanco…) estaban incluidos. Podías pedirlo fríos o calientes y yo los recomiendo fresquitos porque son como un batido y entra que es un gusto están buenísimos todos. En ese mismo bar te pones unos crepes que hay que pagarlos pero son asumibles si tenéis un capricho porque son enormes y sólo cuestan 3,50 euros con nata y fresas.
Después visitamos salas y zonas de barco que aún no habíamos visto y vimos la foto que nos hicieron el primer día nada más entrar al barco. Es un montaje con el barco de fondo y un timón que pilotaba mi hijo, son muy caras todas, cada una vale 15 euros y hay una oferta que te dan si compras 3 te regalan una. Cada noche te hacen una foto en la cena y las cuelgan en la zona del atrio pero en el puente 3, puedes verlas a diario por si quieres comprarla. Nosotros el último día compramos la del timón como recuerdo pero ninguna más.
Como es el primer día de navegación se me olvidó mirar horario de espectáculo en el Gran Teatro Duse y creyendo que era a las 20 horas nos perdimos medio espectáculo porque empezó a las 19.30 ese día. Lo vimos desde la planta de arriba (puente 3) y hay siempre sitio en las dos plantas porque el teatro es enorme. Ese día era un espectáculo de bailes y acrobacias y estaba chulo. Una pena no haber podido ver el del día anterior pero con las prisas de ser recién llegados no pudo ser, porque era de magia y a mi hijo seguro que le hubiese gustado mucho más. A la salida del teatro Duse y junto al “Sugar Café” (el de los chocolates frios) hay una sala muy agradable que se llama “piano bar” donde una cantante ameniza con temas de siempre y algunas personas bailan. Nos sentamos allí a hacer tiempo para la cena que era a las 21.30 y nos tomamos varios cocktales (Piña colada, y Pink Panther, buenísimos).
Mi marido no bajó a ver el espectáculo porque prefirió subir al gimnasio un poco y dice que estuvo muy tranquilo y genial, haces bici o caminas en cinta viendo una cristalera frente al mar).
Ya listos para la cena, que esta noche el código que ponía era “elegante” así que nos arreglamos más pero como os digo había de todo, aunque ese día no vi a nadie con pantalón corto. La cena fue del estilo de siempre, muy buena y los postres riquísimos. A los niños les dan una carta especial y diferente donde pueden pedir cosas que le gustan seguro aunque me sorprendía que no había posibilidad ni de huevos ni de tortilla francesa.
A la salida yo personalmente estaba llena y cansada así que preferí dar una vuelta por el barco, vimos las cubiertas arriba, los bares y de ahí para el camarote aunque había muchas actividades por hacer en la discoteca con los de animación que son estupendos.
Como mañana se llegaba a Mykonos a las 15 horas teníamos toda la mañana para nosotros y el barco así que acordamos que iríamos a desayunar al Restaurante Albatros, al mismo donde cenamos siempre para probarlo y ver en qué consistían esos desayunos internacionales que ponían en los diarios de a bordo. Quedamos a las 9 en la puerta.
Continuará….