Y llegó el gran día, y por fin tocaba perdernos por Venecia, una de esas ciudades que todos debemos conocer. Bueno, yo ya la conocía, una mañana acabando un crucero con 16 años. Fue el último destino y había estado todas las noches de fiesta por el barco, así que era un zombi y no la disfruté a tope.
Pero vayamos por partes, como decía Jack el Destripador. Teníamos la visita al Palazzo Ducale a las 11:35, así que habíamos sacado los billetes de tren por internet para asegurarnos ir en el tren de las 8:17 de Padua a Venecia (27', 4,10€), aunque al ser regional no hubiera hecho falta, pero bueno, ese tiempo que nos ahorramos en sacar los billetes en las máquinas. Compramos algo de desayunar (unas galletas en un Spar y un café de máquina para comer en el tren) y nos subimos (al llevar los billetes comprados por Internet basta con imprimirlos, llevan un código Bidi que es el que necesita el revisor)
En el tren vamos repasando la historia de esta ciudad, que llegó a ser la más rica de todo el Mediterráneo y tener ciudades e islas por todo este enorme mar. ¿Tu también quieres oírla? Bueno, pues venga, estate atento, ¡qué empezamos!
"Aunque al principio del cristianismo la laguna ya estuviera poblada por pescadores y cazadores, la verdadera colonización es del siglo V, cuando los habitantes de la tierra firme se trasladaron a las islas para escapar de las invasiones de los bárbaros, primero de los hunos y luego de los Longobardos. La confederación de la Laguna no era independiente, sino que le debía fidelidad al Imperio Bizantino, y el año 812 pasó a ser una de sus provincias. Constantinopla le concedía a Venecia privilegios porque era un punto importante para el comercio entre Oriente y Occidente. Cuando Carlomagno y el emperador de Bizancio firmaron el tratado de Aquisgrana, la influencia de Bizancio se vio muy reducida, como demuestra el hecho que el año 828 los venecianos le robaron a Alejandría el cuerpo de San Marcos, al que nombraron patrón de la ciudad, sustituyendo a San Teodoro. En el año 1000, el dux consiguió frenar muchos asaltos de piratas eslavos, y esta victoria se celebró con las bodas entre Venecia y el Mar, para confirmar su supremacía en auge. El poder de Venecia aumentó mucho gracias a las cruzadas, sobre todo con la cuarta, en 1204, en la que los venecianos utilizaron a los cristianos como mercenarios para derrotar a Constantinopla. Después de esta victoria, Venecia se aseguró el control del comercio y se convirtió en una de las potencias más importantes de la época.
En 1453, Constantinopla cayó en manos de los turcos y los venecianos perdieron muchas posesiones. Con la llegada de Colón a América en 1492 y con la nueva ruta marítima hacia las Indias de 1500, Venecia empezó a perder el monopolio del comercio. En los siglos posteriores, la alianza entre España y Portugal, el auge comercial de Génova y las derrotas ante los turcos, debilitaron todavía más a la República Veneciana, que aún así consiguió mantener su independencia hasta la llegada de Napoleón en 1797. Más tarde, con el tratado de Campo Formio, Napoleón entregó la ciudad al Imperio Austro-Húngaro y se repartieron sus posesiones. Venecia pasó a pertenecer al Reino de Italia tras la tercera guerra de independencia en 1866." (venecia.es)
Además, Venecia y su Laguna son Patrimonio de la Humanidad desde 1987, siendo uno de los tres lugares en el mundo que lo es por todos y cada uno de los criterios de selección en el ámbito cultural (junto con las Grutas de Mogao y el Monte Taishan en China):
· Criterio I (Representar una obra maestra del genio creativo humano), al ser un logro artístico único. Es una ciudad construida sobre 118 pequeñas islas que componen un paisaje urbano inolvidable que inspiró a genios como Canaletto, Guardi o Turner. Además, la Laguna acoge una de las mayores concentraciones de obras maestras del mundo.
· Criterio II (Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura, tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico), al tener su arquitectura y artes monumentales una influencia en el desarrollo de las mismas a lo largo de la costa dálmata, Asia Menor y Egipto. Además, gracias a sus fabulosos artistas, la percepción del espacio, la luz y el color cambió a lo largo de toda Europa.
· Criterio III (Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida), al ser un testimonio único de la unión entre el oriente y el occidente, entre el islam y el cristianismo.
· Criterio IV (Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana), al poseer una serie de emblemas arquitectónicos incomparables que ilustran el cénit del esplendor de la República. .
· Criterio V (Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente especialmente cuando este se vuelva vulnerable frente al impacto de cambios irreversibles), al representar la Laguna de Venecia un ejemplo perfecto de habitat semi-lacustre que se convirtió en vulnerable por los cambios climáticos y naturales.
· Criterio VI (Estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal), al simbolizar la victoria del hombre sobre los elementos al ser capaces los venecianos de domesticar un medio natural hostil.
Pero vayamos por partes, como decía Jack el Destripador. Teníamos la visita al Palazzo Ducale a las 11:35, así que habíamos sacado los billetes de tren por internet para asegurarnos ir en el tren de las 8:17 de Padua a Venecia (27', 4,10€), aunque al ser regional no hubiera hecho falta, pero bueno, ese tiempo que nos ahorramos en sacar los billetes en las máquinas. Compramos algo de desayunar (unas galletas en un Spar y un café de máquina para comer en el tren) y nos subimos (al llevar los billetes comprados por Internet basta con imprimirlos, llevan un código Bidi que es el que necesita el revisor)
En el tren vamos repasando la historia de esta ciudad, que llegó a ser la más rica de todo el Mediterráneo y tener ciudades e islas por todo este enorme mar. ¿Tu también quieres oírla? Bueno, pues venga, estate atento, ¡qué empezamos!
"Aunque al principio del cristianismo la laguna ya estuviera poblada por pescadores y cazadores, la verdadera colonización es del siglo V, cuando los habitantes de la tierra firme se trasladaron a las islas para escapar de las invasiones de los bárbaros, primero de los hunos y luego de los Longobardos. La confederación de la Laguna no era independiente, sino que le debía fidelidad al Imperio Bizantino, y el año 812 pasó a ser una de sus provincias. Constantinopla le concedía a Venecia privilegios porque era un punto importante para el comercio entre Oriente y Occidente. Cuando Carlomagno y el emperador de Bizancio firmaron el tratado de Aquisgrana, la influencia de Bizancio se vio muy reducida, como demuestra el hecho que el año 828 los venecianos le robaron a Alejandría el cuerpo de San Marcos, al que nombraron patrón de la ciudad, sustituyendo a San Teodoro. En el año 1000, el dux consiguió frenar muchos asaltos de piratas eslavos, y esta victoria se celebró con las bodas entre Venecia y el Mar, para confirmar su supremacía en auge. El poder de Venecia aumentó mucho gracias a las cruzadas, sobre todo con la cuarta, en 1204, en la que los venecianos utilizaron a los cristianos como mercenarios para derrotar a Constantinopla. Después de esta victoria, Venecia se aseguró el control del comercio y se convirtió en una de las potencias más importantes de la época.
En 1453, Constantinopla cayó en manos de los turcos y los venecianos perdieron muchas posesiones. Con la llegada de Colón a América en 1492 y con la nueva ruta marítima hacia las Indias de 1500, Venecia empezó a perder el monopolio del comercio. En los siglos posteriores, la alianza entre España y Portugal, el auge comercial de Génova y las derrotas ante los turcos, debilitaron todavía más a la República Veneciana, que aún así consiguió mantener su independencia hasta la llegada de Napoleón en 1797. Más tarde, con el tratado de Campo Formio, Napoleón entregó la ciudad al Imperio Austro-Húngaro y se repartieron sus posesiones. Venecia pasó a pertenecer al Reino de Italia tras la tercera guerra de independencia en 1866." (venecia.es)
Además, Venecia y su Laguna son Patrimonio de la Humanidad desde 1987, siendo uno de los tres lugares en el mundo que lo es por todos y cada uno de los criterios de selección en el ámbito cultural (junto con las Grutas de Mogao y el Monte Taishan en China):
· Criterio I (Representar una obra maestra del genio creativo humano), al ser un logro artístico único. Es una ciudad construida sobre 118 pequeñas islas que componen un paisaje urbano inolvidable que inspiró a genios como Canaletto, Guardi o Turner. Además, la Laguna acoge una de las mayores concentraciones de obras maestras del mundo.
· Criterio II (Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura, tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico), al tener su arquitectura y artes monumentales una influencia en el desarrollo de las mismas a lo largo de la costa dálmata, Asia Menor y Egipto. Además, gracias a sus fabulosos artistas, la percepción del espacio, la luz y el color cambió a lo largo de toda Europa.
· Criterio III (Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida), al ser un testimonio único de la unión entre el oriente y el occidente, entre el islam y el cristianismo.
· Criterio IV (Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana), al poseer una serie de emblemas arquitectónicos incomparables que ilustran el cénit del esplendor de la República. .
· Criterio V (Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente especialmente cuando este se vuelva vulnerable frente al impacto de cambios irreversibles), al representar la Laguna de Venecia un ejemplo perfecto de habitat semi-lacustre que se convirtió en vulnerable por los cambios climáticos y naturales.
· Criterio VI (Estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal), al simbolizar la victoria del hombre sobre los elementos al ser capaces los venecianos de domesticar un medio natural hostil.
Venecia tiene dos estaciones: Mestre (en el continente) y Santa Lucía (en la isla); el puente que une ambas es realmente precioso, y es que vamos viendo como nos acercamos a una de las ciudades más bonitas del mundo.
La salida de la estación es espectacular, como diría Kotis, la reostia. Es entrar en la esencia de Venecia de cabeza. Y es que delante tiene el Gran Canal con los palacios típicos venecianos al frente.
Tenemos que ir hasta nuestro alojamiento y vamos sobrados de tiempo. Así que nos embarcamos en la aventura de ir caminando (sobre el plano parece fácil, 20 minutos caminando bordeando San Polo -la zona central de Venecia-) para evitar así pagar los 7€/persona que cuesta ir en vaporetto (que nos ahorraría 15 minutos de caminar)
Cuesta un poco ir con maletas, ya que cada dos por tres hay que cogerla para superar los puentes y sus escaleras, pero bueno, mereció la pena, pasamos por rincones muy bonitos de la Venecia más desconocida.
Además esta zona es muy barata, por lo que compramos aquí los souvenirs que queríamos de la ciudad, y además ya empezaba a pegar fuerte el calor (es horrible en esta ciudad, los canales dan mucha humedad y se nota), así que nos compramos un vaso grande de fresas por 1,50; parece otra ciudad en el aspecto precios, de verdad.
Venecia nos enamoró desde que salimos de la estación, y es que simplemente por caminar la zona menos turística ya alucinamos con todo. Voy a aclarar ahora una cosa importante de la ciudad. Está compuesta por 118 pequeñas islas, y en casi cada una hay una iglesia que da nombre a su plaza central (campo); que están unidas por 455 puentes. Es una pasada (podéis aclararos mejor con el mapa de arriba)
A eso de las 10 y cuarto llegamos a nuestro alojamiento, el B&B Le Marie, del que luego os hablaré mejor. Dejamos las maletas en la recepción (no es de nuestro alojamiento, sino el de al lado), nos hacemos con un plano y nos vamos a patear la ciudad. ¿Qué tienes ganas de hacer un pis? Venga, vete al baño, ¡qué por fin estamos en Venecia y nos vamos a conocer la ciudad!
Tenemos algo más de una hora para estar en el Palazzo Ducale (en la Piazza San Marco, la principal de la ciudad), y de camino pasamos por una bonita plaza, el Campo di San Bartolomeo. Se nota que entramos a la zona turística de Venecia, ya que está llena, a diferencia de las calles semidesiertas de Canareggio por las que pasamos de camino a nuestro alojamiento.
Y llegamos rapidamente (en menos de 5 minutos, la ubicación de Le Marie es excelente) al Ponte di Rialto, el más conocido y antiguo de los cuatro que cruzan el Gran Canal. Por desgracia está en obras por uno de los lados, aunque pudimos disfrutar de su bonita arquitectura por el otro.
Es un puente de piedra construído a finales del siglo XII y se derrumbó varias veces hasta que en la década de 1580 se hizo de piedra, como sigue siendo a día de hoy.
Une San Polo con San Marcos (íbamos en dirección a S. Polo) y nos dimos un paseo por esta zona, que íbamos a ver con más detenimiento el viernes de tarde.
San Polo no es tan bonito como San Marcos, pero también nos gustó. Sin embargo lo mejor son las vistas al Gran Canal (que es la principal arteria veneciana, como si fuera su gran avenida) y las fachadas señoriales de San Marco. Quien pudiera tener una casa de esas con el barco amarrado bajo ella...
Nos vamos poco a poco hacia la Piazza San Marco, y pese a no ser agobiante, en esta zona empieza a haber demasiados turistas; por suerte fuimos en junio y no hubo ningún momento de agobio total, en agosto tiene que perder bastante encanto la ciudad por esto...
Y por fin llegamos a la archiconocida Piazza San Marco, para mí la más bonita del mundo junto con Batthyány tér, la del Parlamento de Budapest Vendríamos varias veces, y volveríamos doscientas más, es sencillamente preciosa.
La preside la Basílica San Marco, a la que entraríamos el día siguiente (ya sé que es una pérdida de tiempo, pero teniendo el alojamiento a 5 minutos decidimos separar las dos visitas a interiores para no cansarnos)
A su lado está el Palazzo Ducale, que íbamos a visitar.
Sacamos las entradas con antelación por internet para ver los itinerarios secretos (visita en inglés, 14,50€ -estudiantes-, www.vivaticket.it/ ...useiCivici) y al llegar nos pusimos en la cola de visitantes con entradas previamente compradas (la de la derecha del todo), entregamos el recibo en taquilla, nos dan nuestras entradas y para dentro.
Este palacio es uno de los símbolos de poder de la Serenísima República de Venecia, y pese a ser la residencia del dux (líder de la República) era un edificio público, y acogía además la sede del gobierno, el tribunal de justicia y la prisión (para presos distinguidos, como Casanova -que se escapó con la ayuda de varios guardias-, del que nos hablarían en nuestra visita)
Empezamos el tour a las 11:35 con una guía muy amable y que hablaba un inglés muy académico (vamos, que se le entendía sin ningún problema); decir que el tour de los itinerarios secretos nos lleva a ver la cárcel y varias estancias relacionadas con la justicia en Venecia y su servicio de espionaje (la CIA veneciana, vamos); lugares que no se pueden ver si visitamos el Palacio Ducal con el ticket normal. Aconsejo hacer este tour, la verdad.
Vamos subiendo de las celdas húmedas de los sótanos hacia los despachos de los magistrados y ganando vistas tanto del Palacio en sí como de la Laguna.
Las explicaciones nos aclaran mucho acerca del funcionamiento de la República y su forma de gobierno, además de la vida del célebre aventurero y diplomático Casanova, conocido mundialmente más bien por sus escarceos amorosos que por sus labores diplomáticas, todo sea dicho de paso.
Me llamó la atención una celda para reos condenados a muerte, que veían unicamente la soga en la que días, semanas o incluso meses después iban a ser ahorcados. Tenía que ser terrible...
Y por último llegamos al bajocubierta, que acoge una pequeña exposición de armas de la época
Acabamos nuestro tour en el punto donde empieza la visita al Palacio, que hacemos por nuestra cuenta. Es una auténtica oda al lujo y la opulencia, con numerosas obras de arte de incalculable valor y una decoración magnificamente trabajada.
Me llamaron mucho la atención los techos y sus ricas pinturas, es una auténtica gozada ver este palacio, e imaginarse las enormes riquezas que conseguía Venecia por ser el puerto de enlace entre Oriente y Occidente.
Llegamos al Puente de los Suspiros, que está cerrado aunque tiene ventanas que dan al canal. Cruza el Rio di Palazzo uniendo el Palacio Ducal con la antigua prisión de la inquisición (se visita conjuntamente con el palacio) El nombre es fácil de adivinar, se llama así ya que era lo último que veían los condenados a muerte antes de ir al patíbulo, haciendo aquí sus últimas respiraciones.
Salimos (era la 1 y media) y el calor empezaba a ser agobiante.
Información práctica
Acceso: Piazza San Marco, junto a la parada de vaporetto
Horario: 8.30-19; hasta las 17.30 de noviembre a marzo (consultar en la web horarios de visitas guiadas)
Precio: 19€ (12 estudiantes y varios reducidos -consultar web-); suplemento de 1€ (2 estudiantes) para los Itinerarios Secretos
Web: palazzoducale.visitmuve.it/
Nos asomamos a la fachada de San Marco a la Laguna, lo que más nos gustó de esta plaza, es sencillamente espectacular.
Además, en ese momento llegaba un gran crucero. Que recuerdos...
Además, la fachada de San Marco que da a la Laguna es muy bonita.
El día nos pesa, principalmente por el calor, así que decidimos ir a comer los bocatas a nuestro hotel, menos mal que optamos por cogerlo en el centro y bien situado. De paso vemos el Puente de los Suspiros desde otro ángulo.
Pasamos por recepción a coger las maletas, las subimos a la habitación (dos pisos por escaleras, mátame camión...) y tras alucinar con la habitación (al final del día os pongo fotitos) comemos los bocatas y descansamos media hora. Seguro que tú también estas cansado, así que venga, no seas remolón y túmbate a descansar...
¡Buenos días! La media hora se nos alargó 10 minutillos, estábamos reventados y agradecimos la siestecilla. Pero venga, que estamos en Venecia y no hay tiempo que perder. Nos vamos corriendo al Campo di Santo Stefano, donde empieza nuestro free tour de Venice Free Tour, una compañía que ofrece un tour matutino (10) y uno vespertino (16.30)
En principio iba a ser en inglés, pero justo ese día se incorporaba una chica nueva a la empresa para hacerlo en español. Perfecto, no tenemos que estar más de 2 horas traduciendo. La chica era muy maja, y aunque estaba algo nerviosa por ser su primera vez, la visita estuvo genial. intentamos reclutar alguien en este tour para compartir góndola, pero nada, no hubo manera (cuesta 80€, entre 4 ó 5 no es especialmente caro, pero nos quedamos sin esa experiencia)
El Campo di Santo Stefano, que cierra San Marco por el oeste, es muy amplia y bonita. Aquí nos cuenta nuestra guía (no me acuerdo ahora el nombre, vaya por dios...) la historia de la ciudad y como fue creciendo sobre la Laguna.
En una isla vecina nos explica como Venecia conseguía agua, y es que pese a estar sobre ella no podía abastecerse facilmente (la laguna es salada, así como los canales) Pues bien, tenían pozos con agujeros alrededor para filtrar el agua del lluvia (abundante en el Norte de Italia), de la que bebían.
Además, desde aquí, vemos como las islas son de arena y no están rectas. La Torre de Santo Stefano parece torcida desde aquí, mientras que desde esa isla está recta, no es como la de Pisa. Efectos de una ciudad construída sobre una Laguna.
Gracias a este tour descubrimos las calles y plazas más desconocidas de San Marco.
Pasamos por la Piazza San Marco donde tenemos 15 minutos para descansar a la sombra y comprar algo de agua (totalmente necesario), no subo fotos porque creo que ya os aburrí bastante con las de por la mañana jeje
Seguimos paseando por San Marco hasta que cruzamos a la vecina Cannaregio.
Y nos llevó a uno de los sitios más sorprendentes de toda la ciudad, la Libreria Acqua Alta, curiosamente en la isla de nuestro alojamiento. Es una tienda que suele inundarse, por lo que los dueños decidieron instalar góndolas para acoger los libros, haciendo así que floten a salvo del agua cuando este entre al interior del local. Curioso no, lo siguiente.
En el patio trasero, que da al canal, tienen una escalera con libros estropeados por el agua en inundaciones pasadas. Es una pasada de sitio, y practicamente desconocido, no había muchos turista.
El Free Tour va llegando a su fin, pero antes nuestra guía nos enseña la isla más pequeña de toda la ciudad, es un único edificio.
Y acabamos la visita en el Campo Santi Giovani e Paolo, una amplia plaza que cuenta con la iglesia del mismo nombre y el hospital de la ciudad, situado en un antiguo palacio.
Tras dar nuestra propina (10€) nos fuimos al hotel a ducharnos y cambiarnos para salir a cenar. Estábamos en Venecia, así que íbamos a darnos un capricho y cenar de restaurante. Fuimos dando un paseo viendo sitios donde cenar, pero nuestro objetivo era ver la Piazza San Marco atardeciendo, es bonita a cualquier hora, pero sobre todo a última hora de la tarde.
Huímos de las inmediaciones de la plaza (los restaurantes eran caros), y cerca del hotel nos sentamos en la Trattoria Gigi, donde cenamos muy bien por 16€ por cabeza, un precio más que razonable para ser el centro de Venecia. Yo me pedí una pizza y Ana unos spaghettis, todo regado con vino blanco. Nos hizo mucha gracia un camarero joven que nos vino a cobrar y que se quedó hablando un ratillo con nosotros en itañol, decía que le gustaba mucho más Valencia (donde vive su hermana) que Venecia, y es que según él está ciudad es odiosa porque solo tiene dos discotecas. Un máquina
Después de cenar nos fuimos hasta San Marco a dar un paseo, no es que sea fea de noche, pero la iluminación es bastante tenue y deja que desear. Me mal acostumbré en Budapest (está todo muy iluminado y queda precioso) y veo que es de las pocas ciudades que tratan así el turismo nocturno. Aún así el paseo fue superagradable, un colofón perfecto a un día inolvidable en esta ciudad que nos cautivó por completo.
Y tras esto nos fuimos al hotel, al B&B Le Marie, del que ahora os hablaré con calma. En principio teníamos mirado una habitación de Airbnb en Mestre por 60€/noche, pero no terminaba de convencernos, era cara para estar en una zona que según leí no era segura del todo. Miré alojamientos en la isla, pero las habitaciones con un mínimo de salubridad no bajaban de 80€ y estaban en los extremos de la ciudad. Busqué en Booking y encontré este alojamiento, que por 109€ incluía la habitación y el desayuno en una ubicación inmejorable y con unas instalaciones increíbles. No nos lo pensamos mucho, para una noche que íbamos a estar en Venecia y por tan poca diferencia de dinero (que además era comodidad por estar en el centro y ahorro en vaporettos) nos dimos el capricho.
Está en un antiguo palacio del siglo XVIII y nos sorprendió mucho la habitación. Decorada de la época es superamplia y completa, con una cama supercómoda y vistas a un pequeño canal. Venecia en estado puro.
El baño es grande y supercompleto. Y por supuesto está todo impecable. Además el desayuno es buffet y muy completo.
La ubicación es perfecta. Está al principio de Canareggio, pero a tan solo 5 minutos caminando de Rialto y San Marco; con la ventaja de estar en una zona supertranquila. Por poner una pega que son dos pisos de escaleras sin ascensor, pero bueno; que en cualquier caso es el alojamiento perfecto para conocer la ciudad, y más teniendo en cuenta los precios desorbitados que vale dormir aquí.