Hoy nos levantamos con calma, necesitábamos descansar. Además, una amiga que estuvo de Erasmus en Bolonia y con la que quedé justo antes de venirnos a Italia me dijo que el centro se veía rápido y que podíamos hacer un par de visitas más si íbamos sobrados de tiempo. Además el día anterior a las 23:30 estábamos KO en la cama, por lo que nos despertamos a las 9 y media realmente descansados. Fuimos a desayunar con Mario que nos dio algunos consejillos de la ciudad (hoy tienes mejor cara ehh, tenías que habértela visto ayer en el desayuno de Venecia...) y nos fuimos a patear la ciudad.
Pero viendo que hoy estás a tope, de la que desayunamos te cuento un poco la historia de la ciudad de la que desayunamos.
"Bolonia “la Docta” fue un centro villanoviano etrusco (siglo VI-IV a.C.), después gálico y seguidamente colonia y municipio romano en el siglo II a.C. La llegada de los Romanos dió un impulso nuevo al crecimiento de la ciudad que tomó el nombre de Bononia.
En época medieval, la ciudad se proclamó Libre Municipio y alcanzó el máximo de su explendor en 1249 con la victoriosa batalla de Fossalta donde fue hecho prisionero Re Enzo, hijo del Emperador Federico II.
En 1088 tuvo lugar, dentro de las murallas de esta ciudad, la fundación de la primera Universidad de Europa.
En el siglo XVI, después del gobierno de varias Señorías, la ciudad entró a formar parte definitivamente del Estado Pontificio pero logró mantener sus antiguas magistraturas: el Senado y su proprio embajador en Roma.
En 1889, con el nuevo plan regulador, se modificó la disposición de la ciudad construyendo nuevos edificios y dándole el aspecto urbano que aún conserva.
En el sugestivo centro urbano, uno de los mejor conservados de Europa, se levantan antiguos palacios e iglesias llenos de obras de arte que dan muestra de la importancia cultural de Bolonia en el curso del tiempo.
Hoy, la ciudad cuenta con un moderno recinto ferial y un eficiente Palacio de Congresos, estructuras en continuo desarrollo que constituyen un nucleo importante para numerosas empresas industriales de gran importancia en el sector de la mecánica y de la transformación agro-alimentaria.
A Bolonia la llaman de tres maneras diferentes: “la Dotta”, “la Rossa” e “la Grassa”. El apodo de la "Dotta" Ha sido asumido gracias a la presencia de la Universidad, una de las más antiguas de Italia; la "Rossa" indica el color de los techos de las casas haciendo referencia a los clásicos del Medievo; Bolonia la "Grassa" recuerda su excelente cocina, famosa en todo el mundo." (Logitravel)
Pero viendo que hoy estás a tope, de la que desayunamos te cuento un poco la historia de la ciudad de la que desayunamos.
"Bolonia “la Docta” fue un centro villanoviano etrusco (siglo VI-IV a.C.), después gálico y seguidamente colonia y municipio romano en el siglo II a.C. La llegada de los Romanos dió un impulso nuevo al crecimiento de la ciudad que tomó el nombre de Bononia.
En época medieval, la ciudad se proclamó Libre Municipio y alcanzó el máximo de su explendor en 1249 con la victoriosa batalla de Fossalta donde fue hecho prisionero Re Enzo, hijo del Emperador Federico II.
En 1088 tuvo lugar, dentro de las murallas de esta ciudad, la fundación de la primera Universidad de Europa.
En el siglo XVI, después del gobierno de varias Señorías, la ciudad entró a formar parte definitivamente del Estado Pontificio pero logró mantener sus antiguas magistraturas: el Senado y su proprio embajador en Roma.
En 1889, con el nuevo plan regulador, se modificó la disposición de la ciudad construyendo nuevos edificios y dándole el aspecto urbano que aún conserva.
En el sugestivo centro urbano, uno de los mejor conservados de Europa, se levantan antiguos palacios e iglesias llenos de obras de arte que dan muestra de la importancia cultural de Bolonia en el curso del tiempo.
Hoy, la ciudad cuenta con un moderno recinto ferial y un eficiente Palacio de Congresos, estructuras en continuo desarrollo que constituyen un nucleo importante para numerosas empresas industriales de gran importancia en el sector de la mecánica y de la transformación agro-alimentaria.
A Bolonia la llaman de tres maneras diferentes: “la Dotta”, “la Rossa” e “la Grassa”. El apodo de la "Dotta" Ha sido asumido gracias a la presencia de la Universidad, una de las más antiguas de Italia; la "Rossa" indica el color de los techos de las casas haciendo referencia a los clásicos del Medievo; Bolonia la "Grassa" recuerda su excelente cocina, famosa en todo el mundo." (Logitravel)
Salimos y nos dirigimos al centro; pero antes decir que Bolonia es la ciudad de los siete secretos (siete lugares un poco diferentes) que me había marcado más o menos mi amiga en un mapa que me dio, así que lo primero que hacemos es ir a uno de ellos (que no encontramos en todo el día, está mal indicado hasta en internet, que buscamos en varios blogs) Os dejo por aquí un mapa de donde están, ya que lo de los siete secretos viene de un artículo español y en la Oficina de Turismo no nos pudieron ayudar (las indicaciones de mi amiga era lo que se acordaba de memoria de cuando estuve hace un año, así que alguna era algo vaga y tuvimos que rapiñar un rato WiFi para informarnos bien de la ubicación de los 7)
Nuestra primera parada es uno de ellos, La Finestrella (rojo), aunque no encontramos la ventana sí que vimos el canal. No es feo, pero bueno, viniendo de Venecia no nos sosprendió mucho, quizá si hubiéramos hecho el viaje al revés nos hubiera impresionado más.
Vamos poco a poco hacia el centro, y pasamos por la Basilica di San Martino Maggiore, un templo gótico construído entre los siglos XIII y XIV.
Esta zona es el antiguo Ghetto judío, una zona que está muy céntrica y en la que apenas quedan vestigios de esta durísima época acontecida hace menos de 80 años.
Cruzamos por unas curiosas galerías comerciales bajo edificios, son realmente bonitas.
Y salimos rapidamente a la zona más central de Bolonia. Es una ciudad que nos sorprendió mucho, estas plazas centrales son simplemente preciosas.
Llegamos a la plaza central de la ciudad a través de unos pasadizos por debajo del Palazzo Re Enzo. Aquí se encuentra El Arco de los Susurros (blanco), otro de los secretos. En el centro hay cuatro columnas que sostienen la bóveda, si nos ponemos en diagonal oiremos perfectamente a nuestro interlocutor aunque estemos a varios metros de distancia (por el centro no se escucha nada), de ahí que se llame de los secretos.
La Piazza Maggiore es la principal de la ciudad. Es una auténtica pasada, y tiene sillas porque hay un festival de cine al aire libre (vendríamos a la noche a ver Tiempos Modernos)
Acoge varios de los principales edificios de la ciudad.
Pero destaca, por sobre todos ellos, la Basílica di San Petronio, el principal templo de la ciudad y es la quinta en tamaño del mundo (sus dimensiones son colosales, 132 metros de largo por 65 de ancho) Es gótica, y fue construída a finales del siglo XIV. Originalmente iba a ser mayor que San Pedro de Roma, pero la obra fue bloqueada por el Papa.
Entramos un par de horas después, y es que este templo acoge otro de los secretos, el sol por un agujero (azul), que aparece al mediodía creando un curioso efecto. No lo vimos en su plenitud (cuando acabábamos la visita al interior quedaba aún media hora), pero está bastante chulo. El agujero de luz que véis acaba en el centro de la línea.
En el interior está prohibido hacer fotos (la anterior es una que hizo mi móvil solo, aún no me lo explico...), pero es espectacular. Os dejo un par de imágenes tomadas de Google.
Al lado está también la Fontana del Nettuno (verde), otro de los secretos que no pudimos ver al estar en restauración y cubierto por una lona. Detrás tiene la Biblioteca Salaborosa, que tiene baño y WiFi gratis (lo que no viene nada mal jeje) Además, es bonita por dentro. ¡Eh! Que el WiFi era para buscar los secretos, venga, ¡cierra el Facebook que te estoy viendo y vamos a seguir pateando la ciudad!
El Palazzo Re Enzo, bajo el que está el arco de los susurros bien parece un castillo. Es del siglo XII, y lleva el nombre del Rey Enzo de Cerdeña; que estuvo preso aquí tras ser capturado en una batalla en las cercanías de Módena.
Nos vamos a la Torre degli Asinelli (la que se ve unas fotos atrás, cuando digo que la ciudad nos sorprendió) Tras pasar por caja debemos subir más de 500 escalones para llegar al mirador instalado en la parte alta.
Se hace amena la subida, y es que vamos encontrando placas en la que se nos indican los metros que hemos subido y algún monumento que está a esa altura.
Además, tiene varias ventanas que nos dejan admirar la ciudad.
Pero lo mejor es al llegar arriba, las vistas de Bolonia son espectaculares. Merece la pena pagar la entrada (es barata, 3€) por subir, y es que estamos en una atalaya en pleno centro (compensa más que en Verona, y es que esta torre es mucho más alta)
Desde aquí se admira perfectamente la grandiosidad de la Basílica di San Petronio, es enorme. Y también la monumentalidad del centro de la ciudad.
Después de unos minutos admirando las vistas toca bajar. Se nos acabó el agua y llegamos abajo sedientos, por lo que lo primero que hicimos fue buscar algún sitio donde avituallarnos, el calor no era insoportable pero sí que requería hidratarse constantemente.
Información práctica
Acceso: Centro de Bolonia
Horario: 9-19 (hasta las 18 en octubre, hasta las 17 de noviembre a marzo)
Precio: 3€
Web: www.bolognawelcome.com/ ...-asinelli/
Tras conseguir el preciado agua nos vamos hacia otro de los secretos, las Tres Flechas (amarillo), que están clavadas en una estructura de madera; según la leyenda eran tres flechas dirigidas a un hacendado local, pero al ver a una chica desnuda en otra ventana se despistaron y fallaron estrepitosamente sus lanzamientos. (En la foto apenas se aprecian las saetas, pero en persona se ven bastante bien)
Nuestro siguiente destino es la Piazza Santo Stefano, una plaza amplia y realmente bonita.
Aquí se encuentra otro de los secretos, la Cara del Diablo (marrón), y es que cuenta la leyenda que en este edificio vivía una familia muy rica pero con enfrentamientos constantes entre sus propios miembros. En un momento dado encargaron a un escultor que grabara sus caras alrededor del palacio, y éste coló la cara del diablo como si fuera un miembro más de la familia para mostrar que el Mal habitaba en ella. Curioso cuanto menos.
Aunque anécdotas aparte, sin duda lo más destacado de la plaza es la Basílica di Santo Stefano, un templo que realmente es un conjunto de iglesias, ya que acoge desde construcciones paleocristianas del siglo IV a iglesias y capillas renacentistas; lo que hace que sea conocido como las Siete Iglesias
El interior es muy variado, al acoger todo este complejo eclesiástico, y la verdad es que nos encantó. Es un breve paseo por la historia del arte. Sencillamente espectacular.
Tiene también un bello claustro, que hizo que terminara por enamorarme de este monumento y de la propia ciudad de Bolonia.
Salimos al exterior y vimos como en esta preciosa plaza se estaban haciendo el reportaje de la boda una pareja de novios. Es un sitio perfecto para este tipo de fotos, la verdad.
Era la 1 y media y empezábamos a tener hambre, así que entramos a un super a comprar pan y bebida y nos sentamos en un banco a comer unos bocatas (el embutido venía de casa)
Y luego empezamos a ir hacia el sur, viendo que el centro estaba ya visto nos decidimos a subir a San Michele in Bosco, una iglesia con vistas panorámicas de la ciudad que me recomendó mi amiga. Pero antes, debíamos rematar esta parte sur del centro, siendo la primera parada la Universitá di Bologna, que fundada en 1088 es la más antigua de toda Europa. Delante tiene la estatua de Luigi Galvani, un médico boloñés que descifró la naturaleza eléctrica del impulso nervioso, uno de los mayores avances de la medicina del siglo XVIII.
Pudimos visitar parte del edificio histórico de la universidad por libre y sin pagar, la verdad es que es un edificio muy cuidado y bonito.
Detrás está la Piazza Cavour, creo que ya he hablado de él antes, por si no que sepáis que el Conde de Cavour es uno de los padres del Reino de Italia, al ser el padre ideológico de la Unificación Italiana de la segunda mitad del siglo XIX.
Esta zona sur de la ciudad tiene bastantes espacios amplios y realmente bonitos.
Llegamos rapidamente a la Basilica di San Domenico, un templo originalmente románico aunque con remodelaciones góticas, renacentistas y barrocas. Por desgracia estaba cerrada y por la tarde no volvimos a pasar por aquí (fuimos corriendo porque había tormenta eléctrica y parecía que iba a empezar a diluviar de un momento a otro)
Cruzamos la antigua muralla sur de la ciudad y preguntamos a una señora que esperaba el bus, pero nos dice que a San Michele no sube el bus desde aquí, que vayamos a patita. Ya, ya sé que hace calor y que esto es culpa nuestra por no preveerlo bien, pero venga, que son 10 minutos de subida y hasta una anciana nos dice que podemos. ¡Para arriba y sin rechistar!
Nos metemos por un parque a mano derecho para evitar la carretera que está al sol (consejo de un hombre mayor que estaba paseando al perro) Es un paseo agradable por un bosque que hace que sea fácil subir incluso pese a estar cuesta arriba.
En menos de 10 minutos llegamos a San Michele in Bosco, una gran iglesia renacentista del siglo XV con un monasterio adosado, que a día de hoy es uno de los mejores hospitales ortopédicos del mundo.
Pero no subimos aquí por la iglesia, si no por su ubicación, en una colina que domina toda la ciudad. Las vistas son preciosas, merece mucho la pena subir hasta aquí.
Vamos al hospital vecino a comprar agua, era totalmente necesario (quedaban 15 minutos para que abriera la iglesia) y me salvó la tarde, entre el calor (no era extremo, pero soy del Norte y no estoy habituado) y la subida estaba casi deshidratado. Hablamos con el hombre que nos indicó como subir a la iglesia, me pregunta que de donde somos y al oír Asturias se vuelve loco a hablar de Fernando Alonso, resulta que es ingeniero retirado de Ferrari y le conoce. El mundo es un pañuelo... Tras esto entramos a ver la iglesia por dentro (abría a las 4, entrada gratuita) y la verdad es que nos impresionó; es realmente bonita y es otro punto a favor de subir hasta esta colina.
Al salir el día había cambiado por completo, el cielo gris presagiando diluvio y tormenta eléctrica en el horizonte con truenos muy sonoros. Nos vamos corriendo y de frente al apartamento, renunciando a los Giardini Margheritta (un parque) y un par de iglesias de la zona sur. Vamos rápido y hago algunas fotos de pasada.
Sin embargo al llegar al centro el panorama mejora, ya no amenaza lluvia y nos pedimos merienda en el McDonald's, donde robamos un ratillo de WiFi.
Nos vamos hacia la Via dell'Indipendenza, la arteria comercial de la ciudad. Había una enorme manifestación de colectivos homosexuales que nos llamó mucho la atención, y nos distrajo de ver el último secreto, una inscripción medieval a favor del cannabis.
Va a estar complicado ver esta zona, así que entramos en la tienda de Superga donde me compro unas zapatillas (suelo ir con Converse y llevan ya mucha tralla, necesitaban un recambio) y salimos a dar un paseo por esta calle, pero la cola de la manifestación (muy festiva, era espectacular) seguía pasando y el Duomo estaba cerrado (supongo que para evitar problemas, la manifestación era en parte contra algo de la Iglesia) Pero bueno, que pese a ser la catedral no es gran cosa.
Además toda la avenida en sí es muy señorial, agradable de pasear.
Nos vamos al apartamento, donde nos duchamos y descansamos un ratillo. Nos vamos a eso de las 19:30 dando un paseo por el barrio universitario hasta Spacca Napoli, un restaurante italiano con excelente relación calidad-precio que me recomendó mi amiga. Siguiend su consejo me pido un risotto alla marinara y Ana una lasaña, regado todo con una botella de vino blanco y con auténticas pasadas de postre nos salió por 34€, tirado de precio, y más para ser Italia. Habíamos ahorrado bastante los días anteriores comiendo bocatas y comida rápida y tocaba darnos un homenaje. Madrugar no, pero estas comidas te gustan más eh pillín... Ay si no nos conociéramos
Nos fuimos a la Piazza Maggiore a disfrutar de cine al aire libre. Era Tiempos Modernos, y era como el cine de antes, sin sonido, con una orquesta tocando a los pies de la pantalla. Fue una experiencia muy original, una buena forma de ir cerrando este viaje a la italiana.
A eso de las once y media nos fuimos para el apartamento, estábamos cansados y queríamos madrugar el día siguiente para ver Ferrara (optamos por esta ciudad sobre Módena por consejo de nuestro anfitrión, Mario, que nos dijo que era bastante más bonita)
CONCLUSIONES DE BOLONIA: Bolonia nos encantó. La verdad es que viniendo de Venecia todo nos parecía poco, evidentemente, pero el centro medieval es una auténtica pasada. Pasear sus calles es realmente agradable, y si tengo que destacar visitas a hacer me quedaría con la Piazza Maggiore y sus alrededores, la Torre degli Asinelli, Santo Estefano, la Universidad y San Michele in Bosco. Los siete secretos son más una anécdota que otra cosa.
Creo que con un día basta para ver lo principal de la ciudad salvo que se quiera entrar en todos los museos y demás. Creo que es una parada interesante en un viaje por Italia, y por su ubicación queda bien para parar en un viaje que vaya de Roma/Florencia a Venecia.
La definiría como "la típica ciudad medieval italiana: preciosa y sorprendente"