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Comenzamos la visita a Riga junto a nuestro apartamento…
CATEDRAL CATÓLICA o RIGA DOMAS:
Entramos a la catedral. 3 €/pax.
CONSEJO: El interior y el claustro no valen nada. Comprobad bien que se puede ver el órgano. Es lo único que merece la pena. No nos avisaron que está totalmente desmontado para su restauración. Solo pudimos ver una foto de su famoso órgano y unas figuritas de madera (ambas cosas frente a la taquilla. No hace falta entrar). Una estafa.
Foto de la foto expuesta. No pudimos ver el órgano.
Ya empezamos a comprobar que Riga es diferente al resto de ciudades del viaje. Es, por decirlo así, más ciudad, más como una capital occidental al uso. Para lo bueno y lo malo. Por sus calles y edificios le han considerado la “París del Norte”.
Junto a la catedral está la famosa
IGLESIA DE SAN PEDRO (St. Peter´s):
Con su famosa torre en forma de aguja que se puede subir para tener una vista de todo Riga.
Otro fiasco
Está cerrada la torre por restauración y no se puede subir.Menos mal que la iglesia es bonita por fuera (por dentro no dice nada) y al atardecer nos “desquitaremos” con otras vistas.
Ya que vamos con niños nos paramos en la Escultura de los Músicos de Bremen, situada en un costado de la iglesia.
Continuamos paseando por las calles del centro, viendo otra vez la “casa del gato” y las “casas de los tres hermanos”, hasta llegar otra vez (esta vez de día) a la impresionante
CASA DE LAS CABEZAS NEGRAS:
La Casa de las Cabezas Negras, emblema de la ciudad, fue construida en el siglo XIV como hermandad para alojar al gremio de los comerciantes solteros. Las formas de la casa representan una arquitectura claramente gótica. Entre los siglos XVI y XIX se realizaron las últimas renovaciones en cuanto a decoración y estructuras. Después de la Segunda Guerra Mundial, el edificio estaba totalmente en ruinas. Tras una larga reconstrucción, en el año 1999 fue inaugurado de nuevo, colocándose la estatua de Roland, símbolo de la ciudad hanseática libre.
Enfrente se encuentra el majestuoso edificio del Ayuntamiento.
CONSEJO: fijaros que entre los dos edificios hay en el suelo una placa conmemorativa.
Marca el emplazamiento original donde se situó el primer árbol decorado para Navidad. Ha sido documentado y fechado en 1510.
Desde allí nos acercamos hasta el imponente Río Daugava que cruza la ciudad.
En su orilla opuesta se puede ver el moderno edificio que alberga su BIBLIOTECA NACIONAL.
En la ciudad quedan aun casas, esculturas y edificios, vestigios de su pasado histórico soviético.
Tras pasar el puente por debajo, nos encontramos con este enorme edificio industrial, en cuyos hangares se construían, durante la Primera Guerra Mundial, los grandes globos o Zepelines. Hoy alberga
EL MERCADO CENTRAL:
Por dentro está viejo y no abunda mucho el género.
Nos sirvió para comprar comida para desayunar y almorzar mañana. En un supermercado que era baratísimo y que solo compraba la población local.
Merece mucho más visitar los cientos de puestos de todo tipo que se ponen en los exteriores del edificio. Venden de todo. Por cierto, los cítricos y muchas de sus frutas son españolas. A un precio similar a aquí.
Desde alguno de los puestos se puede ver este edificio (alberga la academia de las ciencias), construido por los rusos en la época soviética a modo de los que se prodigan en Moscú. Creo que se puede subir a su terraza en la planta 21.
Volvemos hacia el centro de la ciudad, y nos paramos en el centro comercial Forum, junto a esta enorme plaza, con el edificio de la ópera al fondo.
A las 14:00 h., con bastante hambre, entramos en pleno centro (Audēju iela 14) al KFC a comer unos menús de pollo (16,90 € los 5).
De camino al apartamento a descansar un poco, y resguardarnos del asfixiante calor que hace hoy, nos topamos con una Casa de finales del siglo XVII, que se puede visitar.
MENCENDORFA NAMS:
Grēcinieku 18, Rīga, Letonia
En castellano sería la “Casa Mentzendorff”. Es un museo privado, de una familia que vive allí.
En la Casa Mentzendorff puedes viajar en el tiempo y averiguar cómo vivían los residentes más adinerados de Riga. Este edificio histórico se construyó en 1695 para un vidriero local, y se amuebló con piezas antiguas y objetos de uso cotidiano.
Se pueden visitar las distintas habitaciones de la casa, que incluyen un salón, una sala de baile, la capilla familiar, la bodega, las estancias de una joven dama y la sala del poeta.
Te dan unas tablillas en español para ir leyendo la historia de cada una de las habitaciones.
La verdad es que la visita fue barata (unos 3 € los 5) y entretenida. Las dueñas de la casa fueron muy amables. Creo que merece la pena.
Al salir nos vamos nuestros piso a descansar.
Por la tarde salimos a ver la parte más moderna de Riga (Siglo XX y actual).
Llegamos hasta el monumento a libertad que el punto o hito que separa el centro histórico del moderno.
MONUMENTO A LA LIBERTAD:
Bajo esta columna, desde 1935 que se inauguró (construido en honor a los soldados que murieron durante la Guerra de Independencia de Letonia) ha sido testigo principal de las manifestaciones pacíficas por la independencia de los soviéticos, así como de todo tipo de reuniones públicas y ceremonias oficiales.
Aquí está colocada la placa conmemorativa de la Cadena humana correspondiente a Letonia, que ya expliqué en la etapa de Vilna.
Junto a ellos nos encontramos con el HERMOSO
PARQUE BASTEJKALNS:
Parque que ocupa parte del baluarte defensivo que antaño tuvo Riga. Le cruza un precioso canal navegable, que tiene 3 kilómetros de longitud, y rodea toda la ciudad. Actualmente hay un barquito turístico que le recorre.
No lo cogimos. Dura una hora, pero cuesta 18 €/pax. (niños 9 €). Como somos cinco, casi 100 € nos parece carísimo. Solo admiten pago en efectivo.
A cambio paseamos el parque, que además ser gratis es súper agradable y se está fresquito.
Es un lugar donde acuden las familias y la gente local a leer o escuchar música.
Salimos del parque por la avenida Elizabetes iela. IMPRESIONANTE
Es el lugar de las embajadas y de las casas más señoriales de Riga. Me atrevería a decir, que aquí se encuentran algunas de las casas más lujosas de Europa.
Si en esta “choza” está la embajada de España.
Paseamos con la boca abierta viendo estos edificios
Hasta llegar a la que seguramente sea la mejor calle para contemplar el Art Nouveau, estilo arquitectónico del que Riga es una de sus capitales mundiales.
CALLE ALBERTA IELA:
Haciendo esquina con la calle Strēlnieku iela, hay un par de edificios de ensueño.
A lo largo de “Alberta” se ven unos edificios y detalles espectaculares.
Se estám restaurando varios edificios.
Recordaros que en su número 12 está el MUSEO DEL ART NOUVEAU. Nosotros no lo vimos por llegar más tarde de las 18:00 h.
Después de pasear toda esta zona con una sonrisa de oreja a oreja
, y como además de estar bastante cansados ya son las 20:15 h., nos dirigimos a ver otra chulada.SKYLINE BAR:
Sí, allí arriba, en la planta 26 del Hotel Radissson Blu, hay un bar con unas vistas de toda Riga IMPRESIONANTES.
Con esto nos resarcimos con creces de que esta mañana estuviera cerrada la torre de la Iglesia ST. Peter´s.
Además, seguramente que por el mismo precio, nos tomamos tranquilamente una cervecita
En la foto podéis ver al fondo a la derecha las vistas del edificio soviético y los hangares del mercado central, dónde hemos estado esta mañana.
Se accede y se baja con un ascensor acristalado que te deja
Para rematarlo vamos a cenar a un restaurante de comida letona que frecuentan casi exclusivamente lugareños
Nos la recomendó un conocido que lleva tres años viviendo en Riga (su web no está ni en inglés. Solo leton).
PIE KRISTAPA KUNGA
Baznīcas iela 27/29
Está a un par de manzanas desde el Hotel Radisson Blu hacia la parte moderna.
Por fuera el restaurante no dice nada, pero por dentro el local es enorme y todo decorado como una casa medieval letona.
Nos sientan a los cinco en su mejor comedor privado.
Como son las 21:00 h. nos dicen que pidamos rápidos que van a cerrar la cocina que ya es tarde
:Ya sabéis que el servicio no es rápido, pero al final nos traen unas raciones a cada uno, ENORMES. Con mogollón de guarnición, que es lo que más gusta en estos países.
Adivinad el precio…
Cada uno hemos pedido un plato principal de pescado (salmón) o carne. Además los adultos una pinta de cerveza cada uno. Nos pusieron de entrantes mantequilla de ajo negro y otras cosillas para untar.
… 61,5 € los cinco (12,3 €/pax.). Además estaba todo bueníííísimo.
Bien “cebado” vamos para el centro andando. El trayecto hasta el piso pueden ser unos 25 minutos andado.
Pero vamos a cerrar el día increíble que hemos pasado en Riga viendo su maravillosa
CATEDRAL ORTODOXA:
Ya habíamos visto relucir sus cúpulas doradas desde el Skyline Bar. Está construida dentro de un parque precioso.
Más adelante se nos muestra su enorme y admirable
EDIFICIO DE LA ÓPERA:
Antes de despedirnos de la ciudad, nos deleitamos por la noche con plazas como ésta
O una vez más con ésta
Ha sido un día maravilloso. A mí, personalmente, RIGA es una ciudad que me ha encantado. Me ha sorprendido. Me ha parecido una “gran capital europea”.
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