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Aunque no es la capital de Turquía, sí que es la ciudad más poblada y también el centro histórico, turístico y económico del país. Mi estancia fue un tanto peculiar ya que fui a visitar a una amiga que vivía allí en 2012 y aunque hicimos las visitas turísticas de rigor, en total estuve diez días que nos tomamos con mucha calma.
Como sabéis Estambul, esta partida entre la parte europea y la parte asiática juntadas por el estrecho de Bósforo. Mi amiga vivía a la parte asiática (en el barrio de Kadiköy) así que de manera regular cogíamos el ferry que nos llevaba a la parte europea.
Lo más conocido y que no te puedes perder son quizás Santa Sofía y la Mezquita Azul que están una delante de la otra, así que en una mañana puedes visitarlas las dos. Santa Sofía fue inicialmente una basílica ortodoxa aunque más adelante fue reconvertida a mezquita y actualmente es un museo. La Mezquita Azul por su lado, destaca tanto por la majestuosidad de su exterior como los detalles de su interior. Para entrar, se requiere taparse la cabeza con un velo que te dejan en la entrada. Otra de las mezquitas más impresionantes es la mezquita de Süleymaniye, también imprescindible. Más allá de estas famosas mezquitas, la ciudad esta llena de lugares de culto y los minaretes llaman a la plegaria de manera puntual.
Otro sitio muy popular y conocido es el gran Bazar. Realmente es enorme, sus colores y olores lo embriagan todo. Es un sitio realmente imprescindible aunque si queréis ‘huir’ un poco del mercado orientado al turismo hay centenares de mercados que se pueden visitar por toda la ciudad.
Otra construcción conocida es la Torre de Gálata que cuando se construyó en 1348 fue la más alta de la ciudad. Actualmente se puede visitar y por la noche hay grupos de jóvenes bebiendo a su alrededor. Además de la torre en si, vale la pena pasear por todo el barrio.
Otra de las visitas históricas es al Palacio de Topkapi, centro administrativo del imperio Otomano y residencia del sultán Abdulmecid durante el siglo XIX que además de la belleza de sus construcciones y los detalles decorativos cuenta con unos amplios y cuidados jardines.
Una visita quizás menos conocida pero que yo recomendaría es la subida al cementerio de Eyüp con un funicular. Además de un cementerio, hay restaurantes y sitios dónde los que tomar algo desde las alturas con vistas a la ciudad.
Una de las cosas que más me gustó fue la exquisita comida turca, una cocina muy variada y rica en verduras. Hay puestos callejeros literalmente en todas partes por lo que comer fuera es facilísimo y muy muy barato. Por ejemplo unas cosas que estaban muy ricas eran una especie de empanadas (llamadas Borek y Pide) con queso feta, espinacas o carne y, por supuesto, también kebabs que son mucho más simples que aquí pero muy buenos! Si sois amantes de los dulces ese es vuestro sitio. Personalmente soy una fan incondicional de las baklavas así que me harté de ellas. Para beber por supuesto Çai, el té que beben a todas horas.
A pesar de lo caótica que es la ciudad con gente a todas horas, moverse por la ciudad es fácil ya que hay muchos transportes que te llevan a cualquier sitio.La moneda es la Lira Turca y en comparación con España es un país barato. Para entrar se tiene que pagar un visado que te hacen al momento (por lo menos en 2012) que cuesta unos 15€ si no recuerdo mal.
Más información y fotos aquí: viaging.wordpress.com/ .../estambul/
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